Gemelo (biología)

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Se llaman gemelos, en medicina humana y veterinaria, a los individuos que resultan de una sola gestación. Esto se da en aquellas especies en las que el parto no suele producir más que un individuo, como es el caso de la especie humana y la mayoría de las especies de ganado. El término no se usa para las especies en las que el parto múltiple es lo habitual, como perros y gatos. Sin embargo, en la especie humana sí que se pueden presentar partos múltiples: los términos triates y trillizos (el primero de ellos un mexicanismo proveniente del náhuatl) son sinónimos y se aplican en los casos en que nacen tres individuos en el mismo parto; los términos cuatrillizos, quintillizos, sextillizos, septillizos y octillizos se aplican cuando nacen, en el mismo parto, cuatro, cinco, seis, siete y ocho individuos, respectivamente.

Características de los embarazos de dos individuos

Gemelas monocigóticas de Corea

Los gemelos humanos son individuos que comparten el útero en un mismo embarazo, ya que con frecuencia, aunque no necesariamente, son concebidos a la vez y nacen casi al mismo tiempo. Como distinción, cuando un feto se desarrolla solo en la matriz, que es el caso habitual, se dice del embarazo que es simple. Debido al limitado tamaño de la matriz de la madre, los embarazos múltiples tienen menos posibilidades de completar el plazo de una gestación común, y se adelanta el parto en nuestra especie como media a la semana 37, tres antes de lo habitual. Como el nacimiento prematuro puede acarrear problemas para los bebés, los nacimientos gemelares suelen tratarse con especial precaución.

Índice de nacimientos

Se estima que alrededor del 2% de los embarazos en el mundo son gemelares. Hay excepciones que pueden superar este índice, como en la población brasileña Cândido Godói, en donde el 10% de sus nacimientos fueron de gemelos. En este caso, una de las posibles explicaciones se puede deber a causas genéticas, relacionado con el origen inmigrante de la comunidad de sus habitantes y su parentesco matrimonial entre sí.[1]

Causas y tipos

Las circunstancias que conducen, en la especie humana y análogamente en otros animales de gestación simple, a la producción de gemelos, son esencialmente dos: la bipartición temprana de un embrión y la formación simultánea de dos embriones por fecundaciones distintas.

Está muy divulgada la falsa creencia de que dos placentas o dos bolsas significan que se trata de gemelos dicigóticos (coloquialmente mellizos). Sin embargo, gracias a los estudios de ADN, actualmente se puede comprobar que puede tratarse perfectamente de gemelos monocigóticos (gemelos).

Tanto los gemelos monocigóticos como los dicigóticos pueden tener dos bolsas exteriores (corion) y dos interiores (amnion o amnión o saco amniótico), dos placentas o una sola, por lo que ni el número de bolsas amnióticas ni el número de placentas nos puede decir nada sobre el origen de los gemelos. El único método fiable para comprobar si una pareja de mellizos son monocigóticos o dicigóticos es una prueba de ADN.[2]

Sin embargo, incluso los gemelos monocigóticos (clones naturales) no son exactamente iguales porque, aun cuando compartan la placenta (66% de los casos), no tienen el mismo acceso a la nutrición.[3]

Gemelos monocigóticos

Gemelas monocigóticas, semana 14 de gestación
Gemelos monocigóticos

Es el caso en que un embrión originado en una fecundación típica, a partir de un único óvulo y un único espermatozoide, se divide accidentalmente en dos durante las primeras fases de su desarrollo, en un proceso que debe considerarse biológicamente de multiplicación asexual. El resultado puede llegar a consistir en dos embriones viables, llamados gemelos monocigóticos o gemelos univitelinos,[4]​ por derivar de un solo cigoto, o gemelos idénticos, porque coinciden en todos sus rasgos.

La bipartición del embrión se produce acompañando a la proliferación celular, en la que sólo está implicada la mitosis, un proceso de reparto de material hereditario que distribuye copias idénticas de la dotación genética. Como consecuencia, los gemelos monocigóticos comparten inicialmente, de manera absoluta, el 100% de sus genes, aunque pequeñas variaciones genómicas que acompañan al desarrollo de cualquier persona conducirán a una diferenciación, generalmente imperceptible. Sobre todo mientras su crianza se produzca por las mismas personas y en el mismo ambiente, serán indistinguibles para la mayoría de las personas.

Evidentemente, los gemelos monocigóticos tienen que compartir el mismo sexo.[5]​ Un caso especial de gemelos monocigóticos es el de los hermanos siameses, que representan el caso, muy improbable, en que la escisión del embrión es incompleta y los dos individuos quedan unidos definitivamente.

Los gemelos idénticos suelen compartir placenta, pero si la escisión del cigoto se produce antes del quinto día tras la fecundación (antes de que la placenta haya empezado a formarse), entonces cada embrión tendrá su propio amnios y corion. En este caso se habla de placenta dicoriónica, que se trata en realidad de dos placentas contiguas o fusionadas. Cuando la escisión se produce más tarde, la placenta ya ha comenzado a formarse, por lo que será única (placenta monocoriónica), y comparten entonces ambos embriones un corion. En este caso lo más habitual es que, aun compartiendo corion, cada gemelo tenga su propio amnios.[6][7]

Gemelos dicigóticos

Gemelos dicigóticos derivados de la fecundación in vitro

Coloquialmente llamados mellizos (véanse, más adelante, las consideraciones terminológicas), son éstos los que se originan por fecundación separada, y más o menos simultánea, de dos óvulos por dos espermatozoides. Los individuos resultantes son diversamente llamados gemelos dicigóticos, gemelos bivitelinos, gemelos no idénticos o gemelos fraternales. Su grado de identidad genética no es mayor que en dos hermanos nacidos de gestaciones separadas, es decir, comparten estadísticamente el 50% de sus genes. Por supuesto, pueden ser de diferente sexo, y cuando nacen a la vez una niña y un niño, se puede afirmar con seguridad que son dicigóticos, pero puede ocurrir, rara vez,[5]​ que sean hermanos univitelinos monocigóticos. Es posible que en el proceso de división del óvulo fecundado los cromosomas queden XX para niña y XY para el niño.

Igual que se producen dos, se pueden producir tres fecundaciones simultáneas, con una probabilidad aún menor. La fecundación simultánea es improbable, porque lo común en nuestra especie es que sólo un óvulo madure en cada ciclo. Las técnicas de reproducción asistida que se basan en la fecundación in vitro han dado lugar a un aumento notable de los partos múltiples, porque la viabilidad de los embriones es limitada, y este hecho se compensa produciendo varios embriones y realizando su implantación simultánea en el útero. El resultado son los quintillizos y sextillizos que saltan a las páginas de los periódicos. La tendencia es a reducir el número de embriones implantados, a medida que su viabilidad va creciendo con el progreso de las técnicas asociadas.

Nomenclatura

¿Gemelos o mellizos?

Gemelas dicigóticas de ocho meses de edad, durmiendo conjuntamente.

Estos dos términos castellanos son sinónimos en el habla común de algunos lugares y pueden emplearse para referirse allí al caso, cualquiera que sea el mecanismo implicado. En esos lugares, mellizo es la forma popular y gemelo, la forma culta o técnica. Sin embargo, en otros lugares como en algunas partes de España o en el Cono Sur de Sudamérica (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay) no son sinónimos y se distingue allí siempre entre gemelo (término que se usa solo para designar a los univitelinos) y mellizo (para los gemelos bivitelinos) tanto en el lenguaje común como en el técnico y en los registros coloquial y formal. Para el DRAE, ambas formas son sinónimas.

El término mellizo procede, pasando por una forma de transición «emellizo», del latín gemellicius, a su vez derivado de gemellus, diminutivo de geminus. En el habla popular de Castilla se encuentran otras formas derivadas de gemellicium, como «melguizo» o «melquizo», o de gemellus, como «melgo», «mielgo» o «enmelgo». La palabra gemelo entró directamente en la lengua culta desde el latín gemellus, y está atestiguado su uso desde 1590, momento a partir del cual los dos términos han coexistido en el idioma como sinónimos.

El desarrollo de la embriología y de la citogenética permitió interpretar, en la segunda mitad del siglo XIX, la naturaleza diversa de los dos mecanismos alternativos que dan lugar a los partos múltiples. Desde que se ha popularizado esta distinción, gracias a la escolarización, se ha producido en el uso popular una frecuente diferenciación de significados entre las dos palabras históricas, y se ha hecho cada vez más frecuente en la literatura popular de tema médico, y ocasionalmente ha alcanzado a la literatura más técnica. Cuando se distinguen los dos significados, casi siempre se usa el vocablo «gemelos» para referirse a la gestación monocigótica y «mellizos» para la dicigótica o policigótica.

Esta evolución semántica es admitida, por primera vez y parcialmente, en la última edición del diccionario de la RAE, en el que se mantiene la antigua sinonimia de los dos términos, pero, a la vez, en una segunda acepción, se define gemelo como «gemelo originado del mismo óvulo»,[8]​ y mellizo como «mellizo originado de distinto óvulo.»[9]​ Las enmiendas propuestas para la 23ª edición equivalen a una asunción completa del cambio de significado, y la distinción ha pasado a ser el fundamento de la acepción principal.[10][11]

Otros nombres

Existen otros términos sinónimos, muchos de ellos localismos que sólo tienen uso en algunas regiones, como cuate en México (mellizo dicigótico),[12][13]morocho en Venezuela,[14]jimagua en Cuba[15]​ o cuache en Guatemala.[16]

¿Quién es el mayor?

Reproducción de cera en el museo de Florencia, "La Specola" del Museo de Historia Natural.

Tradicionalmente, es mayor el primero en el orden de nacimiento (primogénito). En el Código civil español (art. 31) se lee: «La prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al primer nacido los derechos que la ley reconozca al primogénito.»

Para el caso argentino, el código civil (art. 88) establece "Si nace más de un hijo vivo en un solo parto, los nacidos son considerados de igual edad y con iguales derechos". Esto implica que no existan los primogénitos en ningún parto múltiple.

En el caso de los gemelos dicigóticos, que proceden de dos fecundaciones separadas, aunque generalmente muy próximas o casi simultáneas, el orden del parto no se relaciona de ninguna manera específica con el de la fecundación. El orden depende de los lugares de anidamiento de los respectivos embriones en el endometrio uterino, y este lugar es aleatorio. Nace primero, en condiciones normales, el que ha crecido más cerca de la salida del útero, pero como los dos fueron gestados juntos y al mismo tiempo no hay uno mayor.

Gemelos semiidénticos

Los gemelos monocigóticos pueden desarrollarse de manera diferente, debido a los diferentes genes que son activados.[17]​ Más inusuales son los "gemelos semiidénticos". La hipótesis es que estos gemelos se producen cuando un óvulo no fertilizado se divide en dos óvulos adjuntos idénticos, que son viables para la fecundación. Ambos óvulos clonados luego son fecundados por espermatozoides diferentes y los huevos unidos experimentan las duplicaciones celulares desarrollándose como un blastómero quimérico. Si este blastómero experimenta un suceso de gemelación, dos embriones serán formados, los cuales tendrán diferentes genes paternos e idénticos genes maternos.

Esto da como resultado un par de gemelos con idénticos genes del lado de la madre, pero genes diferentes del lado del padre. Las células en cada feto portan genes de cualquiera de los espermatozoides, dando como resultado quimeras. Esta hipótesis ha sido especulada solamente hasta que fue documentada recientemente por la medicina occidental.[18][19][20]

Mitos

Existen muchos mitos con respecto a los mellizos que son falsos, como por ejemplo: que si su nacimiento signifique un salto en la generación de la familia; que ser gemelo se herede y que su presencia en las familias entrañe mayores posibilidades de volver a tenerlos (es cierto para el caso de los mellizos, no de los gemelos); que existan leyes que prohíban a los mellizos estar en el mismo grado escolar, o que tengan que estar separados en diferentes aulas de la escuela; que el que nazca primero sea el mayor desde el punto de vista biológico; que si tienen el mismo genoma, signifique que desarrollarán las mismas enfermedades; o que no se vean diferenciados entre sí a lo largo de toda su vida y permanezcan siempre idénticos.[21]

Véase también

Referencias

  1. Los miles de gemelos rubios de ojos azules no eran 'hijos científicos' del nazi Mengele
  2. Coks Feenstra (2007). El gran libro de los gemelos, pág. 7. Barcelona, ediciones Medici. ISBN 978-84-9799-024-0. 
  3. Patricia Maxwell Malstrom y Janet Poland (200). Ser padres de gemelos, trillizos y más. Barcelona, Océano. ISBN 84-494-1781-3. 
  4. Definición de univitelino; DRAE, 22ª ed.
  5. a b «En el vientre materno: Preguntas y respuestas. Documental de National Geographic Channel con la colaboración de Dodot.». National Geographic. 12-8-2009. Consultado el 13 de agosto de 2009. 
  6. Explicación tipos de placenta
  7. Blog para profesionales médicos ecografistas
  8. Definición de "gemelo"; DRAE, 22ª ed.
  9. Definición de "mellizo"; DRAE, 22ª ed.
  10. Definición de "gemelo"; DRAE, avance 23ª ed.
  11. Definición de "mellizo"; DRAE, avance 23ª ed.
  12. «cuate», en Diccionario de la lengua española (22ª ed.). Real Academia Española (2001). Consultado el 16 de enero de 2012.
  13. Ramón Cordero G., Catedrático U. A. Chapingo, Cuate o mellizo; Para el nombre del autor ver Gemelos y cuates.
  14. «morocho», en Diccionario de la lengua española (22ª ed.). Real Academia Española (2001). Consultado el 29 de mayo de 2009.
  15. «jimagua», en Diccionario de la lengua española (22ª ed.). Real Academia Española (2001). Consultado el 29 de mayo de 2009.
  16. «cuache», en Diccionario de la lengua española (22ª ed.). Real Academia Española (2001). Consultado el 29 de mayo de 2009.
  17. Gilbert, Scott F. (2006). «Non-identical Monozygotic Twins». Developmental biology. Sunderland, Mass: Sinauer Associates. ISBN 0-87893-250-X. OCLC 172964621. Consultado el 30 de septiembre de 2008. 
  18. Souter, Vivienne L.; Melissa A. Parisi, Dale R. Nyholt, Raj P. Kapur, Anjali K. Henders, Kent E. Opheim, Daniel F. Gunther, Michael E. Mitchell, Ian A. Glass and Grant W. Montgomery (April de 2007). «A case of true hermaphroditism reveals an unusual mechanism of twinning». Hum. Genet. 121 (2): 179-85. PMID 17165045. doi:10.1007/s00439-006-0279-x.  Parámetro desconocido |fechaaceso= ignorado (se sugiere |fechaacceso=) (ayuda)
  19. LiveScience Staff (26 de marzo de 2007). «Rare Semi-Identical Twins Discovered». Imaginova. 
  20. Whitfield, John (2007). «'Semi-identical' twins discovered». Nature. doi:10.1038/news070326-1. 
  21. Desmitifican creencias sobre los gemelos

Enlaces externos