Florentino Asensio Barroso

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Beato Florentino Asensio Barroso

Obispo de Euroea in Epiro'
11 de noviembre de 1935 - 9 de agosto de 1936
Predecesor Pedro Dionisio Tibiletti (25 de enero de 1929 - 13 de septiembre de 1934)
Sucesor Alfredo del Tomba (10 de julio de 1937 - 10 de agosto de 1944)

Administrador apostólico de la diócesis de Barbastro
11 de noviembre de 1935 - 9 de agosto de 1936
Predecesor Nicanor Mutiloa e Irurita, C.SS.R. (Administrador apostólico, 17 de noviembre de 1927 al 1 de mayo de 1935)
Sucesor Arturo Tabera Araoz, C.M.F. (Administrador apostólico: 18 de febrero de 1946; obispo: 2 de febrero de 1950 al 13 de mayo de 1950)

Título Obispo - Mártir
Información religiosa
Ordenación sacerdotal 1 de junio de 1901
Ordenación episcopal 26 de enero de 1936
Culto público
Beatificación 4 de mayo de 1997, por Juan Pablo II
Festividad 9 de agosto
Información personal
Nombre Beato Florentino Asensio Barroso
Nacimiento Villasexmir, 16 de octubre de 1877
Fallecimiento Barbastro, 9 de agosto de 1936
Profesión prelado
Alma máter Pontificia Universidad de Valladolid

''Ut omnes unum sint (Que todos sean uno)

Florentino Asensio Barroso (Villasexmir, 16 de octubre de 1877 - Barbastro, 9 de agosto de 1936) fue un prelado español, consagrado obispo en 1936. Se desempeñó de forma efectiva como administrador apostólico de la diócesis de Barbastro durante unos pocos meses antes de ser torturado y ejecutado. Fue uno de los trece obispos asesinados durante la Guerra Civil Española, víctima de la persecución religiosa. Fue proclamado mártir por la Iglesia católica romana y beatificado por Juan Pablo II en 1997.

Vida

Primeros años y sacerdocio

Florentino Asensio Barroso nació el 16 de octubre de 1877 en Villasexmir (Valladolid), por entonces perteneciente a la diócesis de Palencia. Era hijo de Jacinto Asensio González, vendedor ambulante, y de Gabina Barroso Vásquez, quien atendía una tienda del poblado. El matrimonio tuvo nueve hijos. Florentino recibió el bautismo en la parroquia de la Asunción de Villasexmir el 24 de octubre de ese año, y la confirmación por Don Juan Lozano y Torreira, obispo de Palencia, el 6 de junio de 1878, en la misma iglesia.

Ingresó muy joven en el seminario de Valladolid. En la misma ciudad accedió al sub-diaconado y al diaconado el 22 de septiembre y el 22 de diciembre de 1900, respectivamente. Fue ordenado presbítero con tan solo 23 años, el 1 de junio de 1901.[1]

El 2 de agosto de 1901 fue nombrado coadjutor de la parroquia de Villaverde de Medina, en la cual permaneció durante un año y medio. Luego, fue trasladado a Valladolid, donde el arzobispo José María Cos y Macho le confió el 1 de marzo de 1905 su secretaría (capellanía) particular y archivo episcopal, y el 11 de octubre de ese año la mayordomía del palacio episcopal.

Sin abandonar estas funciones continuó sus estudios y obtuvo su doctorado en Teología en la Pontificia Universidad de Valladolid el 29 de agosto de 1906. El Consejo Académico lo propuso como profesor de Metafísica, trabajo que desarrolló durante el ciclo lectivo 1909-1910.

El 30 de abril de 1910 fue elegido canónigo de la Catedral. El 4 de febrero de 1915 fue designado director ejecutivo de los fondos de la Arquidiócesis y capellanías y el 3 de julio de 1918 fue promovido a una canonjía de gracia.

Su labor se multiplicó: fue el confesor del Seminario Conciliar de Valladolid y de las Hermanas Oblatas (1920-1935), del monasterio cisterciense de Las Huelgas (1923-1935) y del Hospital de Esgueva (1930- 1935). En 1925 fue nombrado párroco de la parroquia del capítulo metropolitano de Valladolid. Desde febrero 1932 hasta abril 1935 fue director del Apostolado de la Oración.

Obispo

Interior de la Catedral de Santa María de la Asunción de Barbastro, donde el obispo Florentino Asensio Barroso desarrolló su breve ministerio episcopal.

Su celo pastoral le dio fama, y en 1935 el Nuncio Apostólico Federico Tedeschini le comunicó que el papa Pío XI lo proponía a la dignidad episcopal con sede en Barbastro (Huesca). Fue designado obispo de Euroea in Epiro (Euroeensis in Epiro) y administrador apostólico de Barbastro el 11 de noviembre de 1935 y consagrado obispo en Valladolid el 26 de enero de 1936, siendo su consagrador principal el arzobispo Remigio Gandásegui y Gorrochátegui.[1]​ Tomó posesión de la sede de Barbastro como administrador apostólico el 8 de marzo de aquel año, entrando discretamente el día 15 para evitar disturbios anticatólicos.

Como comenta Montero Moreno (1999, op.cit.), su ministerio episcopal como administrador apostólico de Barbastro (una pequeña diócesis del norte de España), no solo fue muy breve (seis meses) sino signado por la violencia extrema. Vio caer en primer término a su vicario general y asistió al arresto de casi todos sus sacerdotes. En esa pequeña diócesis de los Pirineos había a su llegada 131 sacerdotes, de los que 113 fueron asesinados, incluyendo 50 misioneros claretianos, algunos estudiantes de teología, un monasterio entero de 19 benedictinos, y 9 padres escolapios que tenían en esa zona un convento y un colegio.

Su arresto, tortura y muerte

Con la sublevación militar fue arrestado en la residencia episcopal, y encarcelado el 22 de julio de 1936. Al atardecer del día 8 de agosto, fue trasladado a una celda solita­ria de la cárcel del Ayuntamiento, en la misma plaza. En los interrogatorios a que fue sometido fue torturado repetidamente, sufriendo la amputación de la bolsa escrotal.[2]

Capilla de San Carlos Borromeo, en la Catedral de Santa María de la Asunción de Barbastro. Allí se veneran las reliquias incorruptas del obispo Florentino Asensio Barroso.

En la madrugada del 9 de agosto de 1936 le llevaron, junto con otros doce detenidos, en un "camión de la muerte" al cementerio, donde fue fusilado. Murió al tiempo que bendecía y perdonaba a sus asesinos. Su cadáver fue arrojando a una fosa común. Al terminar la guerra civil, se efectuó un proceso de identificación de los allí enterrados. Florentino Asensio Barroso fue fácilmente iden­tificado por las iniciales que marcaban su ropa interior. Su cuerpo fue hallado incorrupto.[3]​ Sus restos fueron exhumados y depositados en la cripta ubicada bajo el presbiterio de la Catedral de Santa María de la Asunción de Barbastro.

Beatificación

Fue declarado mártir de la Iglesia católica y la ceremonia de su beatificación fue presidida por el papa Juan Pablo II el 4 de mayo de 1997.[4]​ Su festividad se celebra el 9 de agosto. En ocasión de su beatificación, sus reliquias incorruptas fueron trasladadas a la capilla de San Carlos Borromeo en la misma Catedral, y depositadas en un sepulcro nuevo ubicado detrás del altar, donde actualmente se veneran.[3]

Sucesión


Predecesor:
Nicanor Mutiloa e Irurita
Administrador apostólico de Barbastro
11 de noviembre de 1935 (designación) - 9 de agosto de 1936
Sucesor:
Arturo Tabera Araoz
Predecesor:
Pedro Dionisio Tibiletti

Obispo de Euroeensis in Epiro

11 de noviembre de 1935 (designación) - 9 de agosto de 1936
Sucesor:
Alfredo del Tomba

Referencias

  1. a b Cheney, David M. (20 de febrero de 2011). «Bishop Bl. Florentino Asensio Barroso †». Catholic Hierarchy (en inglés). Consultado el 29 de febrero de 2012. 
  2. Zavala, José María (2011). Los horrores de la guerra civil. Testimonios y vivencias de los dos bandos. 416 páginas. Albacete, España: Popular Libros, DeBolsillo. ISBN 978-84-9793-413-8. «La muerte del obispo administrador apostólico de Barbastro, Florentino Asensio Barroso, fue una de las más crueles de toda la persecución religiosa. Detenido el 20 de julio de 1936, fue sometido a torturas y vejaciones de todo tipo mientras sus captores intentaban en vano hallar algún delito que tranquilizara sus conciencias. Entre risotadas y trivialidades, los milicianos decidieron cortarle los testículos, «así podremos comer cojones de obispo», según dijeron. Y de las palabras pasaron inmediatamente a los hechos. Con un cuchillo sufrió el obispo esta mutilación física [...]». 
  3. a b Conferencia Episcopal Española. Oficina para las Causas de los Santos (2008). González Rodríguez, María Encarnación, ed. Los primeros 479 santos y beatos mártires del siglo XX en España. Quiénes son y de dónde vienen. Madrid: Editorial EDICE. pp. 273-274. ISBN 978-84-7141-635-3. 
  4. Juan Pablo II (4 de mayo de 1997). «Homilía de la ceremonia de beatificación de Florentino Asensio Barroso, Ceferino Giménez Malla, Gaetano Catanoso, Enrico Rebuschini y María Encarnación Rosal». Libreria Editrice Vaticana. Consultado el 25 de enero de 2012. 

Bibliografía

  • Cárcel Ortí, Vicente. (2000). La gran persecución: España, 1931-1939. Barcelona: Ed. Planeta. ISBN 84-08-03519-3
  • Montero Moreno, Antonio. (1999 [1961]). Historia de la persecución religiosa en España, 1936-1939. Madrid: BAC. ISBN 84-7914-383-5
  • Redondo, Gonzalo. (1993). Historia de la Iglesia en España, 1931-1939, 2 tomos. Madrid: Rialp. ISBN 84-321-2984-4

Enlaces externos