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* [[Ptolomeo II Filadelfo]]
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ADRIANA MENDEZ


== Galería ==
== Galería ==

Revisión del 13:56 1 feb 2010

Museo del Louvre en París.

Un museo (del latín musēum y éste a su vez del griego Μουσείον) es una institución pública o privada, permanente, con o sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo, y abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y expone o exhibe, con propósitos de estudio, educación y deleite colecciones de arte, científicas, etc., siempre con un valor cultural, según el International Council of Museums (ICOM). La ciencia que los estudia se denomina museología y la técnica de su gestión museografía.

Este tipo de colecciones, casi siempre valiosas, existió desde la Antigüedad: En los templos se guardaban objetos de culto u ofrendas que de vez en cuando se exhibían al público para que pudiera contemplarlos y admirarlos. Lo mismo ocurría con los objetos valiosos y obras de arte que coleccionaban algunas personas de la aristocracia en Grecia y en Roma; los tenían expuestos en sus casas, en sus jardines y los enseñaban con orgullo a los amigos y visitantes. Es en el Renacimiento cuando se da el nombre de "museo" tal y como lo entendemos hoy a los edificios expresamente dedicados a tales exposiciones. Por otra parte están las galerías de arte, donde se muestran pinturas y esculturas. Su nombre deriva de las galerías (de los palacios y castillos), que eran los espaciosos vestíbulos de forma alargada, con muchas ventanas o abiertos y sostenidos por columnas o pilares, destinados a los momentos de descanso y a la exhibición de objetos de adorno, muchas veces obras de arte.

Vista del palacio (Winter Palace) desde la Plaza del Palacio (San Petersburgo) en San Petersburgo, casa del Museo del Hermitage.

Un museo en la actualidad es un establecimiento complejo que requiere múltiples cuidados. Suele estar dotado de una amplia plantilla de trabajadores de las más diversas profesiones. Generalmente cuentan con un director y uno o varios curadores, además de restauradores, conservadores, analistas, administradores, conserjes, personal de seguridad, entre otros. Los expertos afirman que el verdadero objetivo de los museos debe ser la divulgación de la cultura, la investigación, las publicaciones al respecto y las actividades educativas. En los últimos años ha surgido la idea de las exposiciones itinerantes en las que museos de distintas ciudades aportan algunas de sus obras para que puedan verse todas reunidas en un mismo lugar (idealmente, otro museo). Es aún muy pronto para tener una evaluación correcta sobre los beneficios de esta nueva costumbre, siendo que hay conocedores del tema tanto a favor como en contra, y todos los razonamientos expuestos son respetables.

Actualmente existen una gran variedad de museos: museos de cera, museos de ciencias y técnica, museos de arte, museos históricos, museos de historia natural, museos dedicados a personalidades y museos arqueológicos, por nombrar sólo algunos.

En 1977 la ONU declaró el 18 de mayo como Día Internacional de los Museos.

Historia

Origen de los museos

Museo de Historia Natural de Londres

En su origen, un museo era un templo de musas, un lugar sagrado que ellas frecuentaban, y no hay que olvidar que, en su origen, las musas eran las diosas de la memoria. Más tarde, en la época de la dinastía Ptolemaica, Ptolomeo Filadelfo mandó construir en Alejandría un edificio al que llamó Museo (otras fuentes aseguran que su fundador fue Ptolomeo I Sóter, padre del anterior). Estaba dedicado al desarrollo de todas las ciencias y servía además para las tertulias de los literatos y sabios que vivían allí, bajo el patrocinio del Estado. En aquel museo se fue formando poco a poco una importante biblioteca.

Los escritores latinos señalan la existencia de un significado adicional de "museo". Todo parece indicar que así llamaban en la antigüedad romana a unas grutas con unas características especiales, y que, situadas dentro de las villas, sus propietarios las utilizaban para retirarse a meditar.

Edad Antigua

Las primeras colecciones del arte las encontramos en los peristilos de los templos antiguos. Delfos, la ciudad de los oráculos, se gloriaba de poseer un tesoro de esta especie repartido en tantas salas como diversos pueblos había: el templo de Juno en Samos y el Acrópolis de Palas en Atenas estaban llenos de obras maestras del arte. Eran estos los dones que había ofrecido su piedad y que se habían puesto en orden con una rara inteligencia. Los sucesores de Alejandro se esforzaron en reunir esculturas du todas clases. Con ellas hacían más ostentosas sus marchas de triunfo y además las empleaban en el embellecimiento de sus capitales: el arte, en estas ocasiones, daba vida y movimiento al cuadro.[1]

Roma siguió este ejemplo. Las imágenes de los dioses de los pueblos vencidos formaron parte del cortejo del vencedor y vinieron en el mismo lugar que los prisioneros. Entre los emperadores romanos, vemos a Nerón que hizo venir de Delfos 500 estatuas para adornar su palacio imperial y aumentar el lujo y la pompa del mismo. Todo esto, sin embargo, no formaba aun lo que llamamos boy un museo. Los edificios públicos y los palacios estaban adornados con mucho gusto. El arte se mezclaba allí con la naturaleza viva y aumentaba sus encantos. Bien pronto la grandeza romana hubo de sufrir la ley común cayendo bajo el peso de la barbarie: la tierra se apresuró entonces a cubrir y a ocultar los tesoros del arte para sustraerlos de este modo al furor de destrucción que parecía animar a las hordas invasoras.[1]

Edad moderna

Uffizi,Florencia

Al principio del siglo XV, Roma solo poseía cinco estatuas antiguas de mármol y una de bronce. Bien pronto se abrió en Florencia una nueva era para las artes. En el siglo de los Medicis les dio un impulso poderoso. Cosme I se dedicó a reunir antigüedades y echó así los cimientos del célebre museo de Florencia. No permaneció mucho tiempo solo en el camino a que lo habían lanzado su genio y su gusto para las artes porque muy luego otros principes se disputaron la gloría de conquistar un nombre protegiéndolas. Un Medicis fue también, a saber el papa León X, quien llevó á Roma el buen gusto de su familia. Su villa sobre el monte Pincio fue el punto central en que se depositaron esas obras maestras que se encontraban, merced a las mas activas e inteligentes investigaciones.[1]

Todas las familias nobles de Roma y de Italia participaron de esta laudable inclinación: se emprendieron con ardor algunas excavaciones y se continuaron con perseverancia: estos trabajos no fueron infructuosos y la tierra restituyó todo lo que había ocultado y todo lo que habia salvado de la destrucción. Estas colecciones empezaron a formarse al mismo tiempo que las de medallas. La familia de Este fue la primera que formó un gabinete de piedras grabadas: las inscripciones que en ellas se leían oscilaron hasta el más alto punto el interés y la curiosidad. La civilización que entonces renacía necesitaba para enlazarse con la civilización antigua y descansar así sobre una base sólida, de todas las máximas que la antigüedad había dejado escritas. El gusto por las medallas y las piedras grabadas trajo bien pronto en pos de sí el de las estatuas: estas, sin embargo, permanecieron largo tiempo donde podían servir de adorno en las bibliotecas, en los salones de los palacios de los príncipes y gustaba aun el verlas en parajes abiertos. Bajo este punto de vista, la disposición de las antigüedades en la ciudad borgesa era admirable: desgraciadamente, cuando volvieron a Italia las preciosidades que se le habían arrancado, no pudo reclamar sus despojos, porque Francia las había comprado.[1]

Época contemporánea

Luego de la Primera Guerra Mundial (1918) surgió la Oficina Internacional de Museos, la cuál estructuró los criterios museo gráficos cuyos programas y soluciones técnicas son vigentes hoy en dia. En 1945 surge el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés) y en 1948 aparece la publicación periódica Museum mediante la cual se difunden hasta hoy en día las actividades de los museos en el mundo.


Museo del Prado ubicado en Madrid, España.

Medidas de seguridad

Museos Vaticanos

Los museos actuales cuentan con varias medidas de seguridad para proteger sus obras:

  • Circuito cerrado de televisión: cámaras de seguridad que graban constantemente las salas del museo.
  • Vitrinas: protegen cuadros y esculturas del exterior, además de mantenerlas a una temperatura constante.
  • Infrarrojos pasivos: captan fuentes de emisión de calor, por ejemplo, el cuerpo humano.
  • Detectores volumétricos: registran desde la presencia de intrusos hasta los cambios de temperatura.
  • Cortinas de rayos láser: haces de luz constante que protegen lo exhibido.
  • Campos magnéticos: detectan cuando algo los atraviesa.
  • Detectores de peso: protegen detectando las variaciones del peso de lo que hay sobre ellos, activando la alarma.
  • Detectores de humo y demás artefactos para prevenir incendios.

Véase también

Galería

Bibliografía

  • Dictionnaire des Antiquités Romaines et Grecques. Librairie de Firmin-Didot et Compagnie. Paris, 1883.

Enlaces externos

Referencias

  1. a b c d Enciclopedia moderna: diccionario universal. Francisco de P. Mellado. 1851

http://daniel-museos.blogspot.com