Detector de mentiras

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El llamado detector de mentiras, máquina de la verdad o polígrafo es un tipo particular de instrumento de medición utilizado para el registro de respuestas fisiológicas. Generalmente registra las variaciones de la presión arterial, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la respuesta galvánica o conductancia de la piel, que se generan ante determinadas preguntas que se realizan al sujeto sometido a la prueba.

Se considera que fue inventado en 1938 por Leonarde Keeler , del Departamento de Policía de Berkeley (California), quien creó el primer polígrafo de tres canales que imprimía sus resultados en papel.

Este tipo de polígrafo es comúnmente conocido por su uso como supuesto detector de mentiras sin validación científica alguna, pese a su credibilidad en la cultura popular y algunas entidades estatales y privadas.[1][2]

Principios de funcionamiento

Los defensores del polígrafo afirman que el sustrato bioquímico de las emociones se encuentra correlacionado de forma directa con la reactividad corporal; que la linealidad estímulo → pensamiento → emoción → adecuación anatomofisiológica → respuesta es un ciclo que inalterablemente se presenta en cualquier proceso conductual humano; que es posible medir las reacciones corporales de las emociones; y que para cada estado emocional, existe un espectro psicofisiológico bien definido ligado a la actividad emotiva del sujeto. De estas cuatro afirmaciones, las tres últimas no han podido demostrarse mediante el uso del método científico y la última es demostrablemente incorrecta.[3]

La discordancia del contenido de emisión de datos y su correlación con pensamientos alternos en su evocación emotiva, provocan la variación de las constantes orgánicas. Las medidas de esta disonancia, son valoradas en las pruebas de polígrafo. Está claro que la conceptualización de mentira es diferente para cada sujeto y los niveles basales son individuales y diferenciados pero, en opinión de los defensores del polígrafo, la tensión emotiva que provoca el conocimiento propio de la verdad modifica ostensiblemente la progresión orgánica de una persona que engaña sobre un aspecto específico. Consideran, por tanto, notorios los indicadores de medida de discordancia del pensamiento, al valorar que la inexactitud conceptual en las emociones provocadas ante un tema específico y la activación compleja de neurotrasmisores modifica las constantes orgánicas. Es imposible saber qué piensa la persona, pero creen poder medir la reacción corporal que un sujeto muestra ante la presentación de un tema. La evidencia forense en la prueba de polígrafo, pues, sería la medida de la reacción fisiológica correspondiente de eventos comparados en la memoria del sujeto y la emisión de respuestas específicas.

Sin embargo, no parece existir ningún patrón común en la respuesta anatomofisiológica de los seres humanos ante un hecho eminentemente moral y psicológicamente complejo como es la mentira. De hecho, ni siquiera ha podido demostrarse que todos los seres humanos presenten este tipo de reacciones diferenciadas al realizar afirmaciones verdaderas o falsas.[3]

Uso

El polígrafo tiene su uso más amplio en los organismos de inteligencia y de policía, sobre todo en los Estados Unidos y otros países de su área de influencia, donde se ha utilizado para determinar si una persona miente o no. En este caso se sustenta en la hipótesis de que las respuestas fisiológicas de una persona cambian de forma medible cuando miente.

En Europa se usa fundamentalmente en la asignación de algunos puestos de trabajo por parte de empresas privadas y algunos organismos de seguridad. En Estados Unidos se usó como prueba de descargo a favor del sospechoso.

Cabe recalcar que el polígrafo no es un instrumento que detecte mentiras por sí mismo, ya que no está diseñado para eso, sino para medir el cambio de flujo de corriente que se transmite a través del dedo índice de cada mano y la placa del dedo: solamente detecta las respuestas fisiológicas del organismo. Estas reacciones son interpretadas por personas u ordenadores siguiendo un método que carece de validación científica.

David T. Lykken creó la técnica del conocimiento de la culpabilidad, utilizando información que sólo sabe la persona culpable. Sin embargo, Lykken ha pasado a formar parte también de los críticos del uso del polígrafo como detector de mentiras.[1]

Los nuevos polígrafos digitales son usados actualmente por agencias gubernamentales como el U.S. Secret Service, F.B.I., C.I.A., D.E.A., Policías Locales, fiscalías etc., así como por gabinetes privados de investigación, a la vez que son denigrados por la Academia de Ciencias y en general las organizaciones científicas.

Crítica: Mintiendo al detector de mentiras

Muchos científicos de todo el mundo se han rebelado contra la utilización del polígrafo por los organismos de seguridad y las entidades privadas. Un informe de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, realizado sin la colaboración de expertos en el uso del polígrafo -según denuncia de la American Polygraph Association- estimó que de aplicarse a una muestra a 10.000 personas, de las cuales diez fueran espías, en el resultado más probable es que sólo ocho de éstas serían identificados por el polígrafo como tales, a la vez que serían considerados probables espías y rechazados 1598 (casi el 16 %) de los inocentes.[3]

Un caso utilizado para desacreditar la utilización del polígrafo como detector de mentiras fue el de un agente doble Aldrich Ames, quien al parecer superó dos pruebas del detector aplicadas por expertos de la CIA mientras trabajaba para la Unión Soviética entre 1985 y 1991.[4]​ Otros espías notorios que han pasado la prueba del detector sin mayores dificultades fueron Karl Koecher (en los años 1980),[5]Ana Belén Montes (en el año 2000),[6]​ o Leandro Aragoncillo (en 2005).[7]

Los detractores del polígrafo describen varias contramedidas fácilmente detectables por un examinador experto, para eliminar cualquier eficacia residual del detector de mentiras, basada en el temor, la anécdota y las contradicciones o confesiones espontáneas que inspira.[2]​ La más básica es no admitir nunca nada que pueda lesionar los intereses de la persona que padece la prueba. Otras técnicas están orientadas a modificar de manera anómala las reacciones corporales durante las preguntas de control.[1]​ Probablemente, el mejor consejo fue el que recibió Ames de su controlador del KGB, expertos en toda clase de técnicas de interrogatorio legales e ilegales: "Duerme bien, descansa, y acude a la prueba descansado y relajado. Sé simpático con el operador del polígrafo, establece una buena relación y muéstrate cooperativo. Sobre todo, mantén la calma y nunca te detectarán."[8]​ Y, efectivamente, no le detectaron.

En la actualidad el polígrafo es utilizado por agencias de inteligencia, policías y sectores privados de más de noventa países. Sin embargo, La mayoría de psiquiatras, psicólogos, neurólogos, neurofisiólogos y otros científicos coinciden en que hay poca base para la validez de las pruebas de polígrafos. En algunos países de Iberoamérica el polígrafo es utilizado como prueba judicial, tal es el caso de Guatemala y Panamá. En Estados Unidos el polígrafo se admite como prueba judicial bajo estipulación; es decir mediante acuerdo entre el fiscal y el defensor, en los siguientes estados: Arizona, Arkansas, California, Deaware, Florida, Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Kansas, Nevada, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Ohio, Utah, Washington y Wyoming es admisible como prueba si el juez decide aceptarlo. En el estado de Nuevo México se admite plenamente como prueba judicial. De otra parte en los tribunales de apelación que están divididos en doce distritos, el polígrafo se admite a discreción del juez de ocho distritos; bajo estipulación y admisión del juez de dos distritos; únicamente en el Fourth Circuit y el DC circuit no es admitido. Actualmente también puede usarse como prueba en otros países como el Japón, Sudáfrica e Israel. En España y en Europa en general no es frecuente el uso del polígrafo en los tribunales, quienes suelen mostrarse reticentes en la admisión de este tipo de pruebas.

Existen varios factores que sugieren la suspensión completa del uso del polígrafo, por no cumplir como una prueba completamente científica. Uno de ellos es la llamada "entrevista". En la entrevista el examinador debe primero tratar de ganarse la confianza del examinado, haciéndole preguntas que en ocasiones no vienen al caso. Pueden comenzar desde la niñez e ir aumentando de tono hasta inducirle la idea de que su vida no ha sido tan "honrada" como cree. El examinador comenzará a profundizar en el caso que se le presenta y si lo considera necesario puede aumentar el tiempo de "entrevista". El tiempo aproximado de entrevista debe ser de tres horas, pero el examinador puede aumentarlo a seis o más horas o hacer sesiones de varios días. Esto se parece más a un interrogatorio ilegal en ausencia de abogado que a un examen de rutina para detectar el engaño.

Cultura popular

Son numerosos los programas televisivos que han incorporado interrogatorios con polígrafo. Algunos de ellos son: Al Posto Tuo de Rai Due , Dimmi la Veritá de Rai Uno en Italia , La Hora de la Verdad y En Antena de Antena 3TV , La Máquina de la Verdad y Enemigos Íntimos de Telecinco y Sálvame Deluxe con Belén Esteban en España, Nada más que la verdad de Caracol TV en Colombia , Destapados de Canal 5 Televisa en México, As Tardes da Júlia y A Tarde é Sua de TVI en Portugal, El valor de la verdad de Frecuencia Latina en Perú y Bates Motel (serie de televisión).

Referencias

  1. a b c Lykken, David T. A Tremor in the Blood: Uses and Abuses of the Lie Detector, 2nd ed., New York: Plenum Trade, 1998, pp. 273-279.
  2. a b The Skeptic's Dictionary, Polygraph ("lie detector") "I don't know anything about lie detectors other than they scare the hell out of people. --Richard Nixon" (...) "Case after case can be used to exemplify that the polygraph works. There are the cases of those who failed the test and whose lying was corroborated by other evidence. There are the cases of those who, seeing they are failing the test, suddenly confess. What is the evidence that the rate of correct identification of lying corroborated by extrinsic evidence is greater than the rate of identification of lying by non-technological means? There isn't any. The proofs are anecdotal or based on fallacious reasoning such as thinking that a correlation proves a causal connection"
  3. a b c National Research Council of the National Academies (USA), The Polygraph and Lie Detection, Washington DC
  4. Ames provides personal insight into the U.S. Government's reliance on polygraphs in a 2000 letter to Steven Aftergood of the Federation of American Scientists. [1]
  5. Kessler, Ron. "Moscow's Mole in the CIA: How a Swinging Czech Superspy Stole America's Most Sensitive Secrets," Washington Post, April 17, 1988, C1.
  6. Bachelet, Pablo (October. 13, 2006). «Book outlines how spy exposed U.S. intelligence secrets to Cuba». McClatchey Washington Bureau.  "She first came under U.S. suspicion in 1994, when Cuba detected a highly secret electronic surveillance system. Montes took a polygraph test and passed it."
  7. Ross, Brian and Richard Esposito (October. 6, 2005). «Investigation Continues: Security Breach at the White House». ABC News.  "Officials say Aragoncillo passed several lie detector tests that are routinely given to individuals with top secret clearances."
  8. Weiner, Tim, David Johnston, and Neil A. Lewis, Betrayal: The Story of Aldrich Ames, an American Spy, 1995.

Enlaces externos