Culicidae

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Mosquitos

Anopheles gambiae, un vector endémico de la malaria.
Taxonomía
Dominio: Eukaryota
Reino: Animalia
Subreino: Metazoa
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Subclase: Pterygota
Infraclase: Neoptera
Superorden: Endopterygota
Orden: Diptera
Suborden: Nematocera
Infraorden: Culicomorpha
Familia: Culicidae
Subfamilias
Anatomía de un Culex adulto.
Mosquito y cactus. Visto con un lente macro.

Los culícidos (Culicidae) son una familia de dípteros nematóceros conocidos coloquialmente como mosquitos, y en algunas partes de América como zancudos.[1]​ Incluye, entre otros, los géneros Anopheles, Culex, Psorophora, Ochlerotatus, Aedes, Sabethes, Culiseta y Haemagogus. En la actualidad existen un total de 39 géneros y 135 subgéneros reconocidos con algo más de 3500 especies reconocidas.[2]​ El descubrimiento de nuevas especies así como cambios en la sistemática y las dificultades en la aceptación de algunos taxones hace imposible reflejar cifras exactas.[3]​ Son insectos voladores, que poseen un cuerpo delgado y patas alargadas; el tamaño de los adultos varía según las especies, pero rara vez superan los 15 mm. Las larvas y pupas se desarrollan en el agua.

Alimentación

En la mayoría de los culícidos hembra, las piezas bucales forman una larga probóscide preparada para perforar la piel de los mamíferos (o en algunos casos de aves, reptiles o anfibios) para succionar su sangre.[4]​ Las hembras requieren del aporte de proteínas de la sangre para poder iniciar el ciclo gonotrófico y poder hacer así una puesta de huevos. Cada puesta ha de ser precedida de la ingesta de sangre. La dieta de los machos consiste en néctar, savia y jugos de frutas, generalmente ricos en azúcares. Los órganos bucales de los machos difieren de los de las hembras en aquello que los habilita para succionar sangre. Excepcionalmente, las hembras de un género de mosquitos, Toxorhynchites, no ingieren sangre y sus larvas son predadoras de otras larvas de mosquitos. El comportamiento picador (trófico) de estas especies es muy variable habiendo especies que pican preferentemente a las aves y otras a los mamíferos con toda una gradación intermedia.

Larva de Anopheles, aproximadamente 8 mm de largo, sur de Alemania

Desarrollo

Anatomía de una larva de Culex
Imagen microscópica de la cabeza
Ciclo vital del mosquito

Como en otros insectos holometábolos (con metamorfosis completa) el desarrollo atraviesa cuatro fases distintas: huevo, larva, pupa y adulto. Las larvas carecen de patas; el tórax es más ancho que el abdomen. Son acuáticas. Muchas especies tienen un tubo o sifón al final del abdomen que les permite respirar en el aire.Son bastante movibles. Se alimentan de algas, protozoos y residuos orgánicos.

La tasa de crecimiento corporal depende de la especie y de la temperatura. Por ejemplo, Culex tarsalis puede completar su ciclo vital en 14 días a 20 °C y en sólo diez días a 25 °C. Algunas especies tienen ciclos vitales de apenas siete días y otras, en el extremo opuesto, de varias semanas. Las larvas de Ochlerotatus detritus se pueden desarrollar lentamente a bajas temperaturas durante más de un mes.

Las larvas de culícidos se encuentran en casi cualquier masa de agua que se encuentre estancada durante al menos una semana, desde el ecuador hasta casi el círculo polar ártico. Así podemos encontrar larvas en pantanos, marismas, canales, charcos, riberas de ríos, costas, agujeros de árboles, axilas foliares, interior de plantas carnívoras, bidones, cisternas y todo tipo de recipientes al aire libre. No es necesario que haya una gran cantidad de agua. En la mayoría de casos, una altura de 1 cm de agua puede ser suficiente para completar su etapa larvaria.

Larvas y pupa de mosquito en la superficie del agua

Generalmente, los huevos quedan inactivos a temperaturas bajas o en periodos de sequía, esperando condiciones favorables para desarrollarse. Así por ejemplo las hembras de los géneros Aedes y Ochlerotatus suelen depositarlos en lugares propensos a inundarse como marismas, zonas deprimidas e inundables, recipientes o huecos de árboles, esperando mareas o lluvias que inunden sus hábitats.

Tanto las fases preimaginales (larvas y pupas) como los adultos, son depredados por una gran diversidad de organismos. Las fases acuáticas son atacadas por diversas especies de peces, renacuajos de anfibios, larvas de escarabajos acuáticos, notonéctidos y muchos otros grupos de insectos. Los adultos son depredados por arañas, libélulas, anfibios, aves, murciélagos así como otros grupos de insectos.

Taxonomía y evolución

El mosquito más antiguo conocido con un anatomía similar a la de especies modernas fue encontrado en ámbar canadiense del Cretácico.[5]​ Otra especie relacionada aún más antigua fue encontrada en ámbar birmano de 90 a 100 millones de años.[6]​ Recientemente se han encontrado dos mosquitos fósiles de 46 millones de años de antigüedad con cambios morfológicos muy pequeños comparados con especies recientes.[7]​ Estos fósiles son los más antiguos con presencia de sangre en el abdomen.[8][9]

Se piensa que las especies de Anopheles del nuevo y viejo mundo divergieron evolutivamente hace alrededor de 95 millones de años.[10]

Subfamilias

Géneros

Adultos del mosquito de la fiebre amarilla Aedes aegypti, miembro típico de la subfamilia Culicinae. Macho, izquierda, hembras a la derecha. Nótese que el macho tiene antenas más gruesas y plumosas

Enfermedades

Como otros insectos hematófagos, los culícidos son vectores de enfermedades infecciosas. Los esfuerzos para erradicar éstas a menudo eligen como blanco la exterminación de los vectores, porque para el agente infeccioso con frecuencia no existen terapias curativas eficaces, como en la fiebre amarilla, o ni siquiera vacunas, como en el dengue y la malaria. Tradicionalmente se les ha combatido tanto en su fase larvaria como en estado adulto, desecando zonas inundables o tratando con insecticidas sus focos de cría y lugares de reposo incluyendo casas. Estas actuaciones comportaron a menudo efectos secundarios ambientales más o menos graves. Antes de la aparición de insecticidas se aplicó la lucha biológica en gran medida, usando peces depredadores, murciélagos y hasta libélulas. Actualmente, en la mayoría de países desarrollados, la lucha contra los mosquitos se basa en el control integrado y en especial en el control larvario usando bacterias tóxicas contra los mosquitos como es el caso de Bacillus thuringiensis var. israelensis.[11]

Picaduras de mosquito en la espalda.
El fósil más antiguo (Culex malariager) con presencia de Plasmodium malaria
  • El vector de la malaria humana está constituido por diversas especies del género Anopheles. Esta enfermedad es la enfermedad infecciosa que causa más morbilidad y mortalidad, con más de 200 millones de casos cada año en todo el mundo y es uno de los factores que más inciden en la economía de los países más afectados, especialmente en el continente africano. Anopheles gambiae y Anopheles funestus son probablemente las especies animales que más muertes causan en humanos debido a la transmisión de esta letal enfermedad.[12]
  • En zonas endémicas el mosquito tigre (Aedes albopictus) es vector en la trasmisión de enfermedades como el dengue en América Central, del Sur y zona del Pacífico, la fiebre amarilla, la fiebre del chikunguña y como otras especies de Culícidos, puede ser transmisor de otras enfermedades, especialmente arbovíricas.

Servicios de los ecosistemas

Además de su papel como transmisores de enfermedades humanas y de animales, los mosquitos tienen otras funciones en los ecosistemas, proporcionando ciertos servicios. Los machos adultos y también las hembras de muchas especies visitan las flores para alimentarse de néctar, así realizan polinización.[14]​ Son parte significante de ecosistemas en zonas húmedas, donde desempeñan un papel en el ciclo del carbono y del nitrógeno al punto de ser considerados bioindicadores por algunos biólogos como Martina Schäfer (2004)[15]​ y Willott (2004).[16]​ Contribuyen a la biodiversidad de los llamados puntos calientes (lugares de mayor diversidad de especies en la tierra).[17]

Las larvas son parte del zooplancton de numerosas zonas húmedas,[18]​ pero con características diferentes a las de otros dípteros.[19]​ Las larvas y adultos son una fuente de nutrición de numerosos depredadores (insectos, peces, anfibios, lagartijas, aves). Transfieren biomasa de los ambientes acuáticos a la tierra.[14][20]​ Algunas larvas constituyen una parte importante de la biomasa de ecosistemas acuáticos, alimentándose de microorganismos y desechos orgánicos, purificando así el agua.[20]​ Participan en la purificación de aguas estancadas y sus cadáveres y desechos contribuyen nitrógeno como fertilizante de plantas.[14]

Referencias

  1. Real Academia Española (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  2. Reinert, JK. 2001. Revised list of abbreviations for genera and subgenera of Culicidae (Diptera) and notes on generic and subgeneric changes. Journal of the American Mosquito Control Association 17(1): 51-55.
  3. Harbach, R.E. (2011). Mosquito Taxonomic Inventory.
  4. Bastidas, Rodolfo y Zavala, Yanet. 1995. Principios de Entomología Agrícola. Ediciones Sol de Barro. ISBN 980-245-006-5
  5. G. O. Poinar (2000). «Paleoculicis minutus (Diptera: Culicidae) n. gen., n. sp., from Cretaceous Canadian amber with a summary of described fossil mosquitoes» (PDF). Acta Geologica Hispanica 35: 119-128. Archivado desde el original el 29 de octubre de 2013. Consultado el 11 de septiembre de 2018. 
  6. Borkent A, Grimaldi DA (2004). «The earliest fossil mosquito (Diptera: Culicidae), in Mid-Cretaceous Burmese amber». Annals of the Entomological Society of America 97 (5): 882-888. ISSN 0013-8746. doi:10.1603/0013-8746(2004)097[0882:TEFMDC]2.0.CO;2. 
  7. «Discovery of new prehistoric mosquitoes reveal these blood-suckers have changed little in 46 million years». Smithsonian Science News. 7 de enero de 2013. Consultado el 27 de octubre de 2015. 
  8. Briggs, D.E. (2013). «A mosquito's last supper reminds us not to underestimate the fossil record». Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 110 (46): 18353-4. PMC 3832008. PMID 24187151. doi:10.1073/pnas.1319306110. 
  9. Greenwalt, D.E.; Goreva, Y.S.; Siljeström, S.M.; Rose, T.; Harbach, R.E. (2013). «Hemoglobin-derived porphyrins preserved in a Middle Eocene blood-engorged mosquito». Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 110 (46): 18496-18500. PMC 3831950. PMID 24127577. doi:10.1073/pnas.1310885110. 
  10. Calvo E, Pham VM, Marinotti O, Andersen JF, Ribeiro JM (2009). «The salivary gland transcriptome of the neotropical malaria vector Anopheles darlingi reveals accelerated evolution of genes relevant to hematophagy» (PDF). BMC Genomics 10 (1): 57. PMC 2644710. PMID 19178717. doi:10.1186/1471-2164-10-57. 
  11. WHO (2009). Dengue Guidelines for Diagnosis, Treatment, Prevention and Control. Geneva: World Health Organization. ISBN 92-4-154787-1. 
  12. «Lymphatic Filariasis». World Health Organisation (WHO) website. World Health Organisation (WHO). Consultado el 24 de agosto de 2011. 
  13. Muslu H; Kurt O; Özbilgin A (2011). «[Evaluation of mosquito species (Diptera: Culicidae) identified in Manisa province according to their breeding sites and seasonal differences]». Turkiye Parazitol Derg (en turkish) 35 (2): 100-4. PMID 21776596. doi:10.5152/tpd.2011.25. 
  14. a b c Nature. 466, 432-434 (2010) Ecology: A world without mosquitoes, Janet Fang.
  15. Schäfer M (2004) Mosquitoes as a part of wetland biodiversity (http://www.diva-portal.org/smash/record.jsf?pid=diva2:165446 résumé]), PDF, 64 pages
  16. Willott E (2004) Restoring nature, without mosquitoes ? Restoration Ecology, 12 : 147-153
  17. Väisänen R & Heliövaara K (1994) Hot-spots of insect diversity in northern Europe. Annales Zoologici Fennici 31:71-81
  18. Batzer DP & Wissinger SA (1996) Ecology of insect comm unities in nontidal wetlands. Annual. Review of Entomology 41:75-100.
  19. Beaver J Miller-Lemke AM & Acton JK (1999) Midsummer zooplankton assemblages in four types of wetlands in the Upper Midwest, USA. Hydrobiologia 380:209-220
  20. a b Moustique, ennemi public, revue La Salamandre, Número 199, agosto 2010, p. 24.

Enlaces externos