Cristianización en Guipúzcoa

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La cristianización que sustituyó a las prácticas paganas en la provincia española de Guipúzcoa es un tema controvertido dados los escasos documentos existentes de la época.[1]

Fue la romanización y el desarrollo de las vías romanas y marítimas la vía a través de la cual se expandió el cristianismo por el mundo.

Guipúzcoa no despertó mucho interés para el Imperio y había logrado permanecer en gran medida al margen de su influencia[2]​ y al margen también de cualquier tipo de cristianización.[3]

Iglesia de San Vicente en San Sebastián.

El único núcleo importante romano en la provincia fue Irún (Oiasso)[4]​ con sus minas cercanas de Arditurri.[5]

Se piensa que la convivencia entre ambas culturas fue de colaboración incluso en algunos casos formando parte del ejército imperial.[6]

En el periodo romano en Guipúzcoa no existían prácticamente caminos —y mucho menos vías romanas—, no se hablaba ninguna lengua, más bien algún dialecto no identificado actualmente, ni por casualidad cercana al latín. Había pocos emplazamiento que pudiesen ser considerados núcleos de población. El contacto con la romanización se circunscribía a la parte oriental de la provincia y a los puertos costeros que formaban parte de la ruta comercial o via maris entre Castro Urdiales y Burdeos.[3]

Sus habitantes, según los autores greco-latinos, eran paganos y «salvajes». Pertenecían a la tribu de los várdulos que era un pueblo de origen celta[7]​ asentado en el territorio desde el año 250 a. C. entre las cuencas de los ríos Urumea y Deva.[8]

Los visigodos, que eran arrianos, empujaron a la desaparición del imperio romano hacia el siglo IV.[9]

Guipúzcoa sufrió varios ataques por parte de los hérulos en el año 456 en siete naves sobre la costa[10]​ y entre los siglos VI y VIII los vecinos bascones, que ya habían tenido contacto con la cristianización, fueron expandiéndose por la provincia desplazando a los várdulos[11]​ que emigraron hacia tierras de la actual Castilla.[12]

Es plausible que de esta manera, aunque hubiera habido algún germen cristiano en la provincia, comenzara la cristianización definitiva de Guipúzcoa hacia los siglos VII y VIII[13]​ potenciándose posteriormente con los inicios del Camino de Santiago que desarrolló diferentes vías de comunicación a partir del siglo X.

Rápidamente la religión cristiana ocupó un lugar preferente en la sociología y la cultura guipuzcoana hasta finales del siglo XX.

En otro orden de cosas, la inquisición española (1478-1834) no tuvo en Guipúzcoa tribunales inquisitoriales, estando los más cercanos en Calahorra-Durango y posteriormente en Logroño.[14]

La inquisición fue una herramienta poderosa para mantener la ortodoxia católica frente al luteranismo, la vigilancia de los judíos conversos y moriscos, brujerías y demás manifestaciones mágicas, blasfemia, homosexualidad, tenencia y tráfico de libros prohibidos etc.

Los castigos aplicados podían ser: una multa, servir en galeras como remeros durante un tiempo determinado, penas de prisión o ser quemados vivos, que en Guipúzcoa fue una pena esporádica.[15]

La Inquisición fue más activa en sus inicios y desapareció en Guipúzcoa en 1820 con la clausura del tribunal inquisitorial de Logroño. Es destacable que instituciones de éstas características se desarrollaron ampliamente en Europa.[16]

Un hito relevante del cristianismo en Guipúzcoa la protagonizó el guipuzcoano Ignacio de Loyola (Loyola, 1491-Roma, 1556) fundando la Compañía de Jesús también llamada orden de los Jesuitas culminando con la creación del Santuario de Loyola en 1738.[17]

Primeras representaciones religiosas[editar]

Las poblaciones más antiguas de la provincia de Guipúzcoa, fueron fundadas por los reyes de Navarra y los reyes de Castilla entre el siglo XII y el siglo XIV, amuralladas y mayormente sobre agrupaciones humanas preexistentes que contaban ya, probablemente, con algún templo cristiano primitivo.[18]

Las iglesias y monasterios conservados más antiguos se documentan a partir del siglo XII como los de Zumaya, Motrico, San Sebastián, Usúrbil, Zarauz, Orio, Icíar, Deva, Fuenterrabía, Éibar, Elgóibar, Elgueta, Placencia, Salinas de Leniz, Azpeitia. Cestona o Hernani.

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A lo largo de la historia, el cristianismo ocupó un lugar preferente en la vida cotidiana en áreas como la beneficencia, sanidad, cultura, política, misiones, etc.

Muchos guipuzcoanos (hombres y mujeres) participaron de una u otra manera en su movimiento.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Aragón Ruano, Álvaro. «Síntesis de la Historia de Guipúzcoa. pg 133.». Diputación Foral de Guipúzcoa. 
  2. «Vasconia o la España sin romanizar». Tesis Doctoral de Claudio Sánchez Albornoz. 
  3. a b Cristianización en el País Vasco. 
  4. «Museo de Oiasso». Enciclopedia Auñamendi. 
  5. «Arditurri, Yacimiento minero romano». Oarsoaldea. 
  6. «Vascos en las legiones romanas». Diario Vasco. 
  7. Larrañaga, Koldo. «Ohienart y el tema de los orígenes vascos». Universidad del País Vasco. 
  8. Aranguren Martiarena. «Vasconismo». Noticias de Guipúzcoa. 
  9. «Visigodos». National Geographic. Historia. 
  10. «Saqueo costero de los hérulos». Enciclopedia Auñamendi. 
  11. A. Schulten. «Las referencias sobre los vascones hacia el año 810 dc». Sociedad de Estudios Vascos. 
  12. «Bardulia, la primitiva Castilla». Condado de Castilla. 
  13. «Religión». Enciclopedia Auñamendi. 
  14. «Inquisición». Enciclopedia Auñamendi. 
  15. «El mito de la Inquisición Española». Diario Vasco. 
  16. Izquierdo, Marcelino. «Logroño celebra los 200 años sin Inquisición». La Rioja. 
  17. «Biografía de San Ignacio de Loyola». Biografías y vidas. 
  18. Ayerbe, Rosa. La Fundación de Villas en Guipúzcoa.