Batalla de Turín (312)

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Batalla de Turín
Guerra entre Constantino I y Majencio

Imperio romano en 311. Territorios correspondientes a los tetrarcas.
Fecha Primavera de 312
Lugar Augusta Taurinorum (actual Turín), en el norte de Italia
Coordenadas 45°04′00″N 7°42′00″E / 45.066667, 7.7
Casus belli Vengar la muerte del padre de Majencio.
Resultado Victoria de Constantino el Grande.
Beligerantes
Ejército de Constantino Ejército de Majencio
Comandantes
Constantino I Desconocido

La batalla de Turín o batalla de Augusta de los Taurinos (en latín: Augusta Taurinorum) fue un enfrentamiento militar que tuvo lugar en la primavera de 312, durante la guerra civil entre los emperadores romanos Constantino I (r. 306-337) y Majencio (r. 306-312). Este fue el segundo combate entre los ejércitos imperiales de Italia, durante el conflicto y fue trabado en las inmediaciones de la ciudad de Augusta de los Taurinos (actual Turín).[1]

Es incierto el número de los soldados participantes, pues las fuentes sobrevivientes suministraron valores discrepantes. Pero, independientemente de estos datos, la batalla de Turín resultó en una importante victoria de Constantino. Muchas ciudades de la llanura Padana abrieron sus puertas al emperador vencedor, permitiéndole proseguir su marcha sin contratiempos, por el interior de la península itálica, en búsqueda de las fuerzas remanentes de Majencio.[2]

Antecedentes

Desde el año 293, el Imperio Romano se hallaba dividido en Oriente y Occidente, y cada parte se encontraba gobernada por un augusto o emperador principal, y un césar o emperador secundario. En 305, Constancio Cloro y Galerio fueron designados como augustos, mientras que a Maximino Daya y a Flavio Severo se les otorgó la dignidad de césares.[3]

En 306, Constancio Cloro (r. 293-306), falleció en la ciudad de Eboracum (actual York), mientras se preparaba para hacer frente a las incursiones de los pictos. El augusto de Oriente, Galerio (r. 293-311), elevó a Flavio Severo (r. 305-307) como augusto en su reemplazo, cargo que asumió con el nombre de Severo II. Luego nombró a Constantino, el hijo de Constancio, como césar de Occidente.[3]

Cabeza del Coloso de Constantino, a la izquierda. Busto de Majencio a la derecha.

Majencio (r. 306-312), llamó a su padre Maximiano (r. 285-305, 310) de su retiro para cogobernar Italia juntos como emperadores. Asimismo, el 28 de octubre de 306, se autonombró princeps. Estos actos fueron considerados por Galerio como rebelión, enviando a Severo II a sofocarla. Con la ayuda de un ardid de Maximiano, Severo fue hecho prisionero, muriendo en 317 en circunstancias no muy claras.[3][4]​ En 308, Galerio convocó la conferencia de Carnunto, en donde se nombró al general Flavio Valerio Liciniano Licinio (r. 308-324) como augusto de Occidente, a fin de combatir y derrocar a los usurpadores, pero en lugar de hacerlo, prefirió no participar.[5]​ En el mismo año, Maximiano intentó deponer a su propio hijo pero fracasó, huyendo a la corte de Constantino en la Galia.[4][6]​ En el verano de 310, cuando Constantino acudió a extinguir una rebelión de los francos, Maximiano aprovechó la oportunidad para proclamarse como nuevo emperador, pero al retornar este, Maximiano huyó a Masilia, siendo rápidamente apresado por Constantino, quien lo obligó a suicidarse.[6][7]

En 311, Majencio declaró la guerra a Constantino con el argumento de pretender vengar la muerte de su padre. Constantino en respuesta invadió el norte de Italia. Después del sitio de Segusio (actual Susa, en Italia),[8]​ el ejército constantiniano se dirigió al sur, venciendo a las tropas de Majencio que se encontraban cerca de Augusta Taurinorum (actual Turín).[9][10][11]​ Constantino continuó hasta Mediolanum (hoy Milán), ciudad que le abrió las puertas y lo acogió hasta mediados del verano, luego de lo cual, proseguió su marcha.[12][13]

La batalla

Batalla de Constantino contra Majencio, fresco ubicado en el Palacio Apostólico en el Vaticano. Obra de Giulio Romano (1520 a 1524).

El ejército de Majencio estaba compuesto principalmente por escuadrones de caballería pesada (clibanarios y catafractos). Al comenzar la batalla, la caballería majenciana avanzó en una formación de cuña, lo que llevó a Constantino ordenar el repliegue del centro de su respectiva caballería (que a diferencia de su rival, era ligera), y de este modo, permitir que sus flancos rodearan al enemigo y entorpecieran sus movimientos. Para optimizar el combate, Constantino había equipado previamente a sus soldados con clavas perforantes que inutilizarían la coraza enemiga, a la vez que ordenó a su infantería avanzar contra el ejército enemigo, para cortar la ruta de escape.[1]​ El éxito de las fuerzas constantinianas resultó siendo fácil y rápido.[14][15]

Augusta de los Taurinos rechazó dar refugio a las fuerzas replegadas de Majencio, prefiriendo abrir sus puertas a Constantino.[2][16]​ Otras ciudades de la llanura Padana enviaron emisarios a Constantino, felicitándolo por su triunfo. El emperador victorioso se dirigió hacia Mediolanum (hoy Milán), donde encontró las puertas abiertas. Constantino descansó junto con su ejército en Milán, hasta mediados del verano de 312, continuando su camino a Brixia (actual Brescia).[2]​.

Consecuencias

Una vez en Brescia, Constantino lucharía nuevamente contra la caballería majenciana, obteniendo otra contundente victoria.[13][12]​ Luego, se dirigió con prontitud hacia la ciudad de Verona, en donde se trabaría un nuevo combate contra un gran contingente enemigo, dirigido por Ruricio Pompeyano. Este sería el penúltimo triunfo en su exitosa campaña a través de Italia.[17]​ A partir de aquí, marcharía hacia Roma para enfrentarse directamente con Majencio en la batalla del Puente Milvio, cuyo triunfo marcó el fin de la sistema tetrárquico, y llevó a Constantino a convertirse en la máxima autoridad de los territorios occidentales del Imperio romano, mientras su cuñado Licinio, reinaba en las provincias orientales.[18][19]

Véase también

Referencias

  1. a b Odahl, 2004, pp. 102,317-318.
  2. a b c Jones, 1978, p. 71.
  3. a b c DiMaio, 1996b.
  4. a b DiMaio, 1997a.
  5. DiMaio, 1997c.
  6. a b DiMaio, 1997b.
  7. Barnes, 1981, pp. 34-35.
  8. Odahl, 2004, p. 101.
  9. Barnes, 1981, p. 41.
  10. Jones, 1978, p. 70.
  11. Odahl, 2004, pp. 101-102.
  12. a b Barnes, 1981, pp. 41-42.
  13. a b Odahl, 2004, p. 103.
  14. Barnes, 1981, p. 41,305.
  15. Jones, 1978, p. 70-71.
  16. Odahl, 2004, p. 102.
  17. MacMullen, 1969, p. 71.
  18. Barnes, 1981, p. 42.
  19. Curran, 2000, p. 67.

Bibliografía