Diferencia entre revisiones de «Internet de las cosas»

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|título=The internet of things
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Revisión del 08:43 14 sep 2016

Descripción gráfica del mundo interconectado.

Internet de las cosas (en inglés: Internet of things, abreviado IoT)[1][2]​ es un concepto que se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con internet.[3]​ Alternativamente, Internet de las cosas es el punto en el tiempo en el que se conectarían a internet más “cosas u objetos” que personas.[4]​ También suele referirse como el internet de todas las cosas o internet en las cosas. Si los objetos de la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio, podrían ser identificados y gestionados por otros equipos, de la misma manera que si lo fuesen por seres humanos.[5][6]

nacin prpusoso El concepto de internet de las cosas lo propuso Kevin Ashton en el Auto-ID Center del MIT en 1999,[7]​ donde se realizaban investigaciones en el campo de la identificación por radiofrecuencia en red (RFID) y tecnologías de sensores.[8]

Por ejemplo, si los libros, termostatos, refrigeradores, la paquetería, lámparas, botiquines, partes automotrices, etc. estuvieran conectados a Internet y equipados con dispositivos de identificación, no existirían, en teoría, artículos fuera de stock o medicinas caducadas; sabríamos exactamente la ubicación, cómo se consumen y se compran productos en todo el mundo; el extravío sería cosa del pasado y sabríamos qué está encendido o apagado en todo momento.[9][10]

El internet de las cosas debería codificar de 50 a 100 000 billones de objetos y seguir el movimiento de estos; se calcula que todo ser humano está rodeado de por lo menos 1000 a 5000 objetos.[11]​ Según la empresa Gartner, en 2020[12]​ habrá en el mundo aproximadamente 26 mil millones de dispositivos con un sistema de adaptación al internet de las cosas.[13]​ Abi Research, por otro lado, asegura que para el mismo año existirán 30 mil millones de dispositivos inalámbricos conectados al Internet.[14]​Con la próxima generación de aplicaciones de Internet (protocolo IPv6) se podrían identificar todos los objetos, algo que no se podía hacer con IPv4. Este sistema sería capaz de identificar instantáneamente por medio de un código a cualquier tipo de objeto.[15]

La empresa estadounidense Cisco, que está desarrollando en gran medida la iniciativa del internet de las cosas, ha creado un “contador de conexiones” dinámico que le permite estimar el número de “cosas” conectadas desde julio de 2013 hasta el 2020.[16]​ El concepto de que los dispositivos se conectan a la red a través de señales de radio de baja potencia es el campo de estudio más activo del internet de las cosas. Este hecho se explica porque las señales de este tipo no necesitan ni Wi-Fi ni Bluetooth. Sin embargo, se están investigando distintas alternativas que necesitan menos energía y que resultan más baratas, bajo el nombre de “Chirp Networks”.[17]

Actualmente, el término internet de las cosas se usa con una denotación de conexión avanzada de dispositivos, sistemas y servicios que va más allá del tradicional M2M (máquina a máquina) y cubre una amplia variedad de protocolos, dominios y aplicaciones.[18]​ El servicio touchatag de Alcatel-Lucent y el gadget Violeta Mirror pueden proporcionar un enfoque de orientación pragmática a los consumidores del internet de las cosas, por el que cualquiera puede enlazar elementos del mundo real al mundo en línea utilizando las etiquetas RFID (y códigos QR en el caso de touchatag).

Definición original

Bill Joy imaginó la comunicación D2D (del inglés: Device to Device, dispositivo a dispositivo), como parte de su estructura de las "Seis Webs" (en 1999 en el Foro Económico Mundial de Davos);[19]​ pero no fue hasta la llegada de Kevin Ashton que la industria dio una segunda oportunidad al internet de las cosas.

En un artículo de 2009 para el diario RFID, "Esa cosa del 'internet de las cosas'", Ashton hizo la siguiente declaración:

Los ordenadores actuales —y, por tanto, internet— son prácticamente dependientes de los seres humanos para recabar información. Una mayoría de los casi 50 petabytes (un petabyte son 1024 terabytes) de datos disponibles en internet fueron inicialmente creados por humanos, a base de teclear, presionar un botón, tomar una imagen digital o escanear un código de barras. Los diagramas convencionales de internet, dejan fuera a los routers más importantes de todos: las personas. El problema es que las personas tienen un tiempo, una atención y una precisión limitados, y no se les da muy bien conseguir información sobre cosas en el mundo real. Y eso es un gran obstáculo. Somos cuerpos físicos, al igual que el medio que nos rodea. No podemos comer bits, ni quemarlos para resguardarnos del frío, ni meterlos en tanques de gas. Las ideas y la información son importantes, pero las cosas cotidianas tienen mucho más valor. Aunque, la tecnología de la información actual es tan dependiente de los datos escritos por personas que nuestros ordenadores saben más sobre ideas que sobre cosas. Si tuviéramos ordenadores que supieran todo lo que tuvieran que saber sobre las “cosas”, mediante el uso de datos que ellos mismos pudieran recoger sin nuestra ayuda, nosotros podríamos monitorizar, contar y localizar todo a nuestro alrededor, de esta manera se reducirían increíblemente gastos, pérdidas y costes. Sabríamos cuando reemplazar, reparar o recuperar lo que fuera, así como conocer si su funcionamiento estuviera siendo correcto. El internet de las cosas tiene el potencial para cambiar el mundo tal y como hizo la revolución digital hace unas décadas. Tal vez incluso hasta más.[20]

Los estudios relacionados con el internet de las cosas están todavía en un punto muy temprano de desarrollo. Como resultado carecemos de una definición estandarizada para este término. Una encuesta realizada por varios investigadores resume de alguna manera el término.[21]

Accesibilidad universal a las cosas mudas

Una visión alternativa, desde el mundo de la Web semántica, se centra más bien en hacer que todas las cosas (no sólo las electrónicas, inteligentes o RFID) tengan una dirección basada en alguno de los protocolos existentes, como el URI. Los objetos o las cosas no conversan, pero de esta forma podrían ser referenciados por otros agentes, tales como potentes servidores centralizados que actúen para sus propietarios humanos.

Obviamente, estos dos enfoques convergen progresivamente en direccionables y en más inteligentes. Esto es poco probable que suceda en situaciones con pocos spimes (objetos que pueden ser localizados en todo momento), y mientras tanto, los dos puntos de vista tienen implicaciones muy diferentes. En particular, el enfoque universal de direccionamiento incluye cosas que no pueden tener comportamientos de comunicación propios, como resúmenes de documentos.[15]

Control de objetos

Se estima que el proyecto cuesta 19 billones de dólares estadounidenses, según el director ejecutivo de Cisco[22]​ y, como eso, muchos dispositivos del internet de las cosas formarán parte del mercado internacional. Jean-Louis Gassée (miembro inicial en el grupo de alumnos de Apple y cofundador de BeOS) ha escrito un artículo interesante en el Monday Note,[23]​ hablando del problema que surgirá con mayor probabilidad: hacer frente a los cientos de aplicaciones que habrá para controlar esos dispositivos personales.

Existen múltiples enfoques para resolver este problema, uno de ellos es la llamada “Interacción predecible”[24]​ donde las decisiones se tomarán en la nube independientemente y predirán la siguiente acción del usuario para provocar alguna reacción. A pesar de que esto es interesante, siempre se necesitará ayuda manual.

Algunas empresas ya han visto el vacío existente en este mercado y están trabajando en la creación de protocolos de comunicación entre dispositivos. Algunos ejemplos son la alianza AllJoyn que está compuesta por 20 líderes en tecnología a nivel mundial y otras compañías como Intel que está elaborando el CCF (siglas en inglés: Common Connectivity Framework, significa Marco de Conectividad Común).

Ciertos emprendedores han optado por mostrar sus capacidades técnicas tratando de encontrar soluciones posibles y eficaces al problema planteado. Estos son algunos de ellos:

  • AT&TVida digital” es la solución más conocida. En su página web[25]​ cuenta con todo tipo de medidas domóticas que se pueden controlar a través de una aplicación del teléfono móvil.
  • Muzzley utiliza una sola aplicación con la que poder acceder a cientos de dispositivos[26]​ gracias a que los fabricantes están comenzando a unirse a su proyecto de APIs[27]​ con el fin de proporcionar una única solución para controlar los dispositivos personales.
  • My shortcut[28]​ es una propuesta que incluye un conjunto de dispositivos que permiten al usuario establecer una interacción con la aplicación, al estilo Siri. Mediante el uso de comandos de voz, se le ofrece la posibilidad al usuario de utilizar las herramientas más comunes del internet de las cosas.
  • Realtek, “IoT my things” es también una aplicación que pretende controlar un sistema cerrado de dispositivos de Realtek tales como sensores.[29]

Los fabricantes se están percatando del problema y están empezando a lanzar al mercado productos con APIs abiertas y estas empresas de aplicaciones se aprovechan de integraciones rápidas.

Por otro lado, muchos fabricantes todavía están esperando para ver qué hacer y cuándo empezar. Esto puede resultar en un problema de innovación, pero al mismo tiempo supone una ventaja para las empresas pequeñas ya que pueden adelantarse y crear nuevos diseños adaptados al internet de las cosas.

Internet 0

Internet 0 (internet cero) es un nivel o capa física de baja velocidad diseñada con el fin de asignar “direcciones IP sobre cualquier cosa”. Fue desarrollado en el Centro de Bits y Átomos del MIT por Neil Gershenfeld, Raffi Krikorian y Danny Cohen. Cuando se inventó, se estaban barajando algunos otros nombres, y se nombró así para diferenciarlo del “internet2” o internet de alta velocidad. El nombre fue elegido para enfatizar que se trataba de una tecnología lenta, pero al mismo tiempo, barata y útil. Fue acuñado por primera vez, durante el desarrollo del Media House Project que desarrolló el grupo Metapolis y el Media Lab del MIT inaugurado en Barcelona el 25 de septiembre de 2001, y dirigido por Vicente Guallart y Neil Gershenfeld. Este sistema habilita una plataforma de computación ubicua, es decir, acerca el concepto de internet de las cosas puesto que por ejemplo, en una oficina todos los objetos podrían estar sujetos al control común por medio del internet 0, que se encargaría de recopilar información y mostrársela al usuario en cuya mano estaría tomar la decisión de qué hacer. En el prototipo desarrollado, las cosas se podían conectar entre ellas a partir de una estructura espacial, que incluía la estructura física, una red de datos y una red eléctrica.

En el internet 0 las etiquetas RFID son un paquete físico que forman parte de la red y el usuario puede comunicarse con ellas compartiendo datos. De este modo se puede extraer información y actuar conforme a los datos extraídos.[30]

Características

Inteligencia

El Internet de las cosas probablemente será "no determinista" y de red abierta (ciberespacio), en la que entidades inteligentes auto-organizadas (servicio Web, componentes SOA) u objetos virtuales (avatares) serán interoperables y capaces de actuar de forma independiente (que persiguen objetivos propios o compartidos), en función del contexto, las circunstancias o el ambiente. Se generará una Inteligencia Ambiental (construida en Computación ubicua).

La versión industrial del IoT se conoce como IIoT, Industrial Internet of Things, de sus siglas en inglés. Incluirá determinismo, fiabilidad y sincronismo.

Arquitectura

El sistema será probablemente un ejemplo de "arquitectura orientada a eventos[31], construida de abajo hacia arriba (basada en el contexto de procesos y operaciones, en tiempo real) y tendrá en consideración cualquier nivel adicional. Por lo tanto, el modelo orientado a eventos y el enfoque funcional coexistirán con nuevos modelos capaces de tratar excepciones y la evolución insólita de procesos (Sistema multi-agente, B-ADSC, etc.).

En una Internet de las Cosas, el significado de un evento no estará necesariamente basado en modelos determinísticos o sintácticos. Posiblemente se base en el contexto del propio evento: así, será también una Web Semántica. En consecuencia, no serán estrictamente necesarias normas comunes que no serían capaces de manejar todos los contextos o usos: algunos actores (servicios, componentes, avatares) estarán auto referenciados de forma coordinada y, si fuera necesario, se adaptarían a normas comunes (para predecir algo sólo sería necesario definir una "finalidad global", algo que no es posible con ninguno de los actuales enfoques y normas).

¿Sistema caótico o complejo?

En semi-bucles abiertos o cerrados (es decir, las cadenas de valor, siempre que sean una finalidad global pueden ser resueltas), por lo tanto, serán consideradas y estudiadas como un Sistema complejo, debido a la gran cantidad de enlaces diferentes e interacciones entre agentes autónomos, y su capacidad para integrar a nuevos actores. En la etapa global (de bucle abierto completo), probablemente esto será visto como una caótica medioambiental (siempre que los sistemas tengan siempre finalidad).

Consideraciones temporales

En esta Internet de los objetos, hecha de miles de millones de eventos paralelos y simultáneos, el tiempo ya no será utilizado como una dimensión común y lineal,[32]​ sino que dependerá de la entidad de los objetos, procesos, sistema de información, etc. Este Internet de las cosas tendrá que basarse en los sistemas de TI en paralelo masivo (computación paralela).

Libertad

La libertad individual puede ser restringido o cancelada en caso de golpe militar. Quien llega al poder por un golpe en teoría podría bloquear todos los vehículos conectados a la red, apague los aparatos de televisión y otros dispositivos conectados a la red.


Empresas y productos

Véase también

Referencias

  1. http://www.cisco.com/web/solutions/trends/iot/overview.html
  2. IdC por sus siglas en español http://www.cisco.com/web/LA/soluciones/executive/assets/pdf/internet-of-things-iot-ibsg.pdf ,p 2
  3. Conner, Margery (27 de mayo de 2010). Sensors empower the "Internet of Things" (Issue 10). pp. 32-38. ISSN 0012-7515. 
  4. http://www.cisco.com/web/LA/soluciones/executive/assets/pdf/internet-of-things-iot-ibsg.pdf
  5. P. Magrassi, A. Panarella, N. Deighton, G. Johnson, “Computers to Acquire Control of the Physical World”, Gartner research report T-14-0301, 28 September, 2001
  6. Commission of the European Communities (18 de junio de 2009). «Internet of Things — An action plan for Europe» (pdf). COM(2009) 278 final. 
  7. http://www.rfidjournal.com/articles/view?4986
  8. Sean Dodson (9 de octubre de 2003). «The internet of things». The Guardian. 
  9. Gershenfeld, Nel; Raffi Krikorian y Danny Cohen, "The Internet of Things" Scientific American, octubre 2004, p. 79.
  10. [1]
  11. Waldner, Jean-Baptiste (2007). Inventer l'Ordinateur du XXIeme Siècle. London: Hermes Science. pp. p254. ISBN 2746215160. 
  12. «9.700 millones de objetos conectados». 
  13. «Gartner Says the Internet of Things Installed Base Will Grow to 26 Billion Units By 2020». Gartner. 12 de diciembre de 2013. Consultado el 2 de enero de 2014. 
  14. More Than 30 Billion Devices Will Wirelessly Connect to the Internet of Everything in 2020, ABI Research
  15. a b Waldner, Jean-Baptiste (2008). Nanocomputers and Swarm Intelligence. London: ISTE. pp. p227-p231. ISBN 1847040020. 
  16. "Cisco Connections Counter:" dynamic, online widget displays the number of connections being made at any one moment in time. http://newsroom.cisco.com/feature-content?type=webcontent&articleId=1208342
  17. Francis daCosta, Intel Technical Books, Rethinking the Internet of Things
  18. J. Höller, V. Tsiatsis, C. Mulligan, S. Karnouskos, S. Avesand, D. Boyle: From Machine-to-Machine to the Internet of Things: Introduction to a New Age of Intelligence. Elsevier, 2014, ISBN 978-0-12-407684-6
  19. Jason, Pontin (2005). ”ETC: Bill Joy's Six Webs”. 
  20. Kevin Ashton: That 'Internet of Things' Thing. In: RFID Journal, 22 July 2009. Retrieved 8 April 2011
  21. Charith Perera, Arkady Zaslavsky, Peter Christen, and Dimitrios Georgakopoulos (2013). «Context Aware Computing for The Internet of Things: A Survey». Communications Surveys Tutorials, IEEE. Early Access (n/a): 1-44. doi:10.1109/SURV.2013.042313.00197. 
  22. Cisco CEO says it will be a 19 trillion dollar market
  23. Jean-Louis Gassée opinion
  24. intel predictive interaction analysis
  25. ATT digital life home automation solution
  26. Integrations with a world of IoT's like Nest, Belkin WeMo and others
  27. API's for joining the ecosystem
  28. his shortcust website
  29. Realtek My Things Application on Google Play
  30. URL:http://elpais.com/diario/2007/05/17/ciberpais/1179368665_850215.html%7CTítulo del artículo: El reto del internet de las cosas|Autor: Tomás Delclós|Fecha: 17-05-2007|Medio: Diario EL PAÍS
  31. Philippe Gautier, «RFID y adquisición de datos Evenementielles: retours d'expérience chez Benedicta», páginas 94 a 96, Systèmes d'Information et Management - revista trimestral N ° 2 vol. 12, 2007, ISSN 1260-4984 / ISBN 978-2-7472-1290-8, éditions ESKA. [2]
  32. Janusz Bucki, ADSC-OrgTemps-fr.htm "L'organisation et le temps" (en francés)

Notas

  1. Waldner, Jean-Baptiste (2007). Inventer l'Ordinateur du XXIeme Siècle. London: Hermes Science. pp. p254. ISBN 2746215160. 
  2. Waldner, Jean-Baptiste (2008). Nanocomputers and Swarm Intelligence. London: ISTE. pp. p227-p231. ISBN 1847040020. 
  3. Sean Dodson (9 de octubre de 2003). «The internet of things». The Guardian. 
  4. Sean Dodson (16 de octubre de 2008). «The net shapes up to get physical». The Guardian. 

Enlaces externos