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Diferencia entre revisiones de «Siesta»

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[[Archivo:Die Hängematte.jpg|thumb|''La hamaca'' (''Die Hängematte'') de [[Gustave Courbet]] ([[1844]]).]]
[[Archivo:Mexico trip 2007 2 974.jpg|thumb|Siesta de los perros callejeros en San Cristóbal, [[Chiapas]].]]
[[Archivo:Hombre echando una siesta en San Cristóbal, Cusco, Perú, 2015-07-31, DD 49.JPG|thumb|Siesta en San Cristóbal, Cusco, Perú.]]
[[Archivo:Hora de la siesta en Ciudad Ho Chi Minh, Vietnam, 2013-08-14, DD 01.JPG|miniaturadeimagen|Siesta sobre una moto en Vietnam.]]
{{otros usos|Siesta (desambiguación)}}
La '''siesta''' es una costumbre consistente en descansar algunos [[minuto (tiempo)|minutos]] (entre veinte y treinta, por lo general, pero puede llegar a durar un par de horas) después de haber tomado el [[almuerzo]], entablando un corto sueño con el propósito de reunir [[energía]]s para el resto de la jornada.


==Características==
==Características==

Revisión del 11:27 21 mar 2018

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Características

Está presente en partes del sur de Europa e Hispanoamérica, pero también en China, Taiwán, Filipinas, India, Oriente Medio y África del Norte. Esta palabra viene de la hora sexta romana,[1]​ que designa la hora solar sexta, correspondiente a las 12 del mediodía con respecto al sol, o sea, alrededor de las 14 h., momento en el cual se hacía una pausa de las labores cotidianas para descansar y reponer fuerzas.

La siesta también tiene una explicación biológica. Es una consecuencia natural del descenso de la sangre después de la comida desde el sistema nervioso al sistema digestivo, lo que provocaba una consiguiente somnolencia. Teniendo en cuenta lo copiosas que suelen ser las comidas españolas frente a otras rutinas y regímenes alimenticios europeos[cita requerida] que distribuyen las comidas abundantes más hacia el principio de la jornada, y a la propia cronobiología: independientemente de haber comido o no, la depresión postprandial es un elemento que surge tras aproximadamente ocho horas tras el despertar.[2]​ Por otra parte, en los trópicos, lugares colonizados por España, y en la misma España, situada al sur de Europa, en ese lapso es cuando hace más calor, e incluso los animales retornan a sus guaridas para descansar.[cita requerida]

Está demostrado científicamente que una siesta de no más de 30 minutos (más tiempo puede trastocar el reloj biológico natural y causar insomnio por la noche) mejora la salud en general y la circulación sanguínea (aunque esto es discutible: hay estudios epidemiológicos serios que afirman que fomenta el infarto de miocardio)[3]​ y previene el agobio, la presión o el estrés. Además, favorece la memoria y los mecanismos de aprendizaje y proporciona la facultad de prolongar la jornada de trabajo al poderse resistir sin sueño hasta altas horas de la noche con poca fatiga acumulada.[4]

Personajes como Albert Einstein cantaron sus alabanzas y Winston Churchill, que aprendió la costumbre en Cuba, fue un entusiasta cultivador de la misma, con la consecuencia inesperada de que sus colaboradores quedaban rendidos cuando le veían a él tan fresco a las dos de la madrugada y con ganas de trabajar más, durante los días de la Segunda Guerra Mundial. Uno de los escritores más importantes de la literatura española del siglo XX, premio Nobel, Camilo José Cela, con su sarcasmo habitual, ensalzó la práctica y disfrute de esta costumbre tan española. El novelista decía de la siesta que había que hacerla "con pijama, Padrenuestro y orinal".

Siesta del carnero

Aquella siesta que se duerme antes de comer se conoce como siesta del carnero[5]​ y también canóniga.

"en invierno al humero imitador y en verano la siesta del carnero".[cita requerida]

Véase también

Referencias

  1. [1] DRAE, consultado el 23 de diciembre de 2011
  2. Ebert, D., K.P. Ebmeier, T. Rechlin, and W.P. Kaschka, "Biological Rhythms and Behavior", Advances in Biological Psychiatry. ISSN 0378-7354
  3. Hannia Camposa y Xinia Siles, "Siesta and the risk of coronary heart disease: results from a population-based, case-control study in Costa Rica", International Journal of Epidemiology Volume 29, Issue 3 pp. 429-437. http://ije.oxfordjournals.org/content/29/3/429.abstract
  4. http://www.abc.es/20110718/sociedad/abci-beneficios-siesta-201107181536.html
  5. [2] DRAE, consultado el 11 de diciembre de 2011

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