Europa meridional
Europa Meridional | ||
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Superficie | 1 484 264 km² | |
Población | 150 689 555 hab. | |
Densidad | 101,5 hab./km² | |
Países |
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Dependencias |
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Zona horaria | UTC, UTC+1, UTC+2 | |
Ciudades más pobladas |
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Organizaciones regionales | EuroMed, Unión Europea, Unión por el Mediterráneo | |
Europa Meridional o Europa del Sur es una de las veintidós subregiones en que la Organización de las Naciones Unidas divide el mundo. Está compuesta por dieciséis países: Albania, Andorra, Bosnia y Herzegovina, Chipre, Ciudad del Vaticano, Croacia, Eslovenia, España, Grecia, Italia, Macedonia del Norte, Malta, Montenegro, Portugal, San Marino y Serbia, más el territorio británico de ultramar de Gibraltar. En ocasiones, también se incluye a Francia, o al menos, a la región lingüística y cultural de Occitania en esta.
También diversos sociólogos e historiadores subdividen la región en otras categorías, como son la Europa mediterránea, la balcánica o la del Este.[1]
Geografía
[editar]Europa del Sur se extiende desde los Pirineos y los Alpes hacia el sur, hasta las costas del mar Mediterráneo. La región incluye tres penínsulas principales: la ibérica, la itálica y la balcánica.
También comprende importantes islas mediterráneas como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Malta, Creta y las Islas Baleares. Limita al norte con Europa Occidental y Europa Central, al este con Europa del Este, al sur con el mar Mediterráneo y África del Norte, y al oeste con el océano Atlántico.
Clima y biodiversidad
[editar]Clima mediterráneo
[editar]El clima mediterráneo se caracteriza por veranos cálidos y secos e inviernos suaves y húmedos. Este tipo de clima es predominante en gran parte de Europa del Sur, especialmente en las zonas costeras. La vegetación típica incluye bosques de pinos, matorrales y plantas resistentes a la sequía. Estas condiciones climáticas favorecen una biodiversidad rica y una agricultura variada, siendo la región mediterránea considerada uno de los puntos críticos de biodiversidad global.[2]
Clima Subtropical Húmedo
[editar]En el norte de Italia y partes de los Balcanes, se encuentra un clima subtropical húmedo, caracterizado por veranos cálidos y húmedos e inviernos frescos. Este clima favorece la presencia de bosques mixtos y una gran variedad de especies vegetales y animales. La vegetación incluye árboles de hoja perenne como pinos, cedros, magnolias y palmeras, así como plantas frutales como el banano, la piña y la papaya.[3]
Clima Alpino
[editar]En las zonas montañosas, como los Alpes y los Pirineos, el clima es alpino, con inviernos fríos y veranos frescos. Este clima se caracteriza por temperaturas bajas y una corta temporada de crecimiento, lo que limita la diversidad de especies. Sin embargo, estas regiones albergan ecosistemas únicos con especies adaptadas a las condiciones extremas, como praderas y matorrales de montaña.
Historia
[editar]La historia de Europa del Sur es testigo de grandes civilizaciones, transformaciones políticas y conflictos que han dado forma a la región tal como la conocemos hoy.
Antigüedad
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La región de Europa del Sur fue la cuna de algunas de las civilizaciones más influyentes del mundo occidental. Grecia, que alcanzó su apogeo entre los siglos V y IV a.C., es conocida por sus avances en filosofía, política, arte y ciencia. Filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles sentaron las bases del pensamiento occidental.[4]
En el siglo I a.C., el Imperio romano surgió en la Península itálica, expandiéndose por la mayor parte de Europa, el norte de África y Asia Menor. La Roma imperial consolidó un sistema de derecho que todavía influye en los sistemas legales de muchos países modernos. Tras la caída del Imperio romano de Occidente en 476 d.C., la región se fragmentó, pero Roma siguió siendo un centro de poder y cultura en el Imperio bizantino.
Edad Media
[editar]Con la caída del Imperio romano, Europa del Sur se dividió en varios reinos y territorios. En la Península ibérica, la invasión musulmana en el siglo VIII dio origen a Al-Ándalus, un próspero Estado islámico que fue un centro de aprendizaje y convivencia entre musulmanes, cristianos y judíos.[5] La Reconquista, que culminó en 1492, recuperó la península ibérica para los cristianos, mientras que España y Portugal iniciaban una era de exploración global.

En Italia, las ciudades-estado como Venecia, Florencia y Génova jugaron un papel fundamental en el comercio y el arte. La Italia medieval fue el núcleo del Renacimiento, un periodo que marcó el resurgimiento de las artes y las ciencias con figuras como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.[6]
Los Balcanes estuvieron bajo la influencia del Imperio bizantino hasta su caída en 1453, y posteriormente, los otomanos dominaron la región durante varios siglos. Durante este periodo, los pueblos balcánicos vivieron bajo un régimen feudal y las tensiones religiosas fueron frecuentes.
Edad Moderna
[editar]La Edad Moderna comenzó con los descubrimientos geográficos. En el siglo XV, Portugal y España iniciaron exploraciones que llevaron a la creación de vastos imperios coloniales. Cristóbal Colón, apoyado por los Reyes Católicos de España, llegó a América en 1492, lo que marcó el inicio de una era de exploración y expansión global.
Durante este tiempo, Italia, aunque políticamente fragmentada, se convirtió en el centro del Renacimiento, donde florecieron las artes, la arquitectura y la ciencia. Esta era marcó un renacimiento cultural que tuvo un impacto duradero en Europa y el mundo.[7]
Los Balcanes continuaron siendo un punto de tensión entre los Habsburgo, otomanos y el Imperio ruso, hasta que el colapso del Imperio otomano en el siglo XIX dio lugar a la independencia de muchos de estos países.
Edad Contemporánea
[editar]En el siglo XIX, el crecimiento de los movimientos nacionalistas llevó a la unificación de Italia en 1861[8] y a la independencia de los Balcanes del Imperio otomano. España y Portugal también vivieron cambios políticos, aunque con un carácter más conservador y autocrático.

El siglo XX estuvo marcado por dos Guerras Mundiales, en las que Europa del Sur se vio profundamente afectada. Durante la dictadura de Franco en España, el Estado Novo en Portugal y la Junta de los Coroneles en Grecia, los tres países pasaron por largos periodos de autoritarismo. Las transiciones democráticas de la década de 1970 fueron fundamentales para la integración de los países del sur de Europa en la Unión Europea, que se consolidó en las décadas siguientes.[9] A pesar de estos retos, la región sigue siendo un crisol de culturas, con una fuerte identidad europea que se refleja en su patrimonio, economía y política. La participación activa en la Unión Europea ha permitido una mayor cooperación económica e integración política, aunque los problemas de desigualdad económica y migración continúan siendo un tema de debate.[10]
Economía
[editar]La economía de Europa del Sur ha estado históricamente marcada por el comercio, la agricultura y el turismo, con una influencia profunda de las civilizaciones mediterráneas y la evolución de los mercados internos. Durante el siglo XX, muchos países experimentaron un proceso de industrialización y modernización, aunque con diferencias en ritmo y éxito. La integración en la Unión Europea fue clave para naciones como España, Portugal, Italia y Grecia, que vieron un crecimiento acelerado tras el acceso a fondos europeos y la liberalización económica.

En la actualidad, la región presenta una gran diversidad económica. Países como España, Italia y Portugal tienen economías mixtas con industrias avanzadas, mientras que otras naciones como Albania, Bosnia y Montenegro dependen más de sectores como la agricultura y el turismo. Grecia y Chipre han enfrentado crisis económicas en las últimas décadas pero han conseguido estabilizarse. Croacia y Eslovenia, tras su incorporación a la UE, han aumentado su competitividad. Malta y Andorra aprovechan su atractivo como centros financieros y turísticos, mientras que San Marino y la Ciudad del Vaticano tienen modelos económicos únicos por su tamaño y características administrativas.
Dentro del conjunto del sur de Europa, las economías de España e Italia destacan como las más grandes. En 2023, Italia generó aproximadamente el 39 % del PIB total del sur de Europa, mientras que España aportó cerca del 34 %. Portugal, Grecia y los países de los Balcanes occidentales —como Serbia, Croacia y Albania— contribuyeron con porcentajes menores, aunque importantes dentro de sus respectivos contextos nacionales[11].
Puesto | País | PIB (en USD) |
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1 | ![]() |
3 690 000 millones |
2 | ![]() |
2 772 000 millones |
3 | ![]() |
508 510 millones |
4 | ![]() |
436 757 millones |
5 | ![]() |
191 560 millones |
6 | ![]() |
187 190 millones |
7 | ![]() |
117 990 millones |
8 | ![]() |
74 280 millones |
9 | ![]() |
58 200 millones |
10 | ![]() |
55 140 millones |
Puesto | País | PIB (en USD) |
---|---|---|
1 | ![]() |
59 603 |
2 | ![]() |
45 735 |
3 | ![]() |
45 263 |
4 | ![]() |
41 132 |
5 | ![]() |
41 091 |
6 | ![]() |
36 192 |
7 | ![]() |
35 332 |
8 | ![]() |
30 002 |
9 | ![]() |
25 756 |
10 | ![]() |
25 674 |
Mirando al futuro, la economía del sur de Europa dependerá en gran medida de la digitalización, la transición ecológica y la integración económica con el resto del continente. La inversión en energías renovables y tecnología podría fortalecer a países como España y Portugal. Italia y Grecia podrían mejorar su infraestructura y sostenibilidad, mientras que los países balcánicos podrían beneficiarse de una mayor integración en la UE. Sin embargo, desafíos como el desempleo juvenil, la inflación y las tensiones políticas seguirán siendo factores determinantes. Adaptarse a estos retos y diversificar sus economías será clave para asegurar un crecimiento sólido y equilibrado en los próximos años.
Idiomas
[editar]Véase también: Lenguas de Europa

Lenguas romances
[editar]La familia de lenguas más extendida en el sur de Europa es la de las lenguas romances. Estas lenguas son herederas del latín y se expandieron desde la península itálica, siendo representativas del suroeste de Europa (véase el Arco Latino). Las lenguas romances predominantes en el sur de Europa son el italiano (hablado por más de 50 millones de personas en Italia, Malta, San Marino y Ciudad del Vaticano) y el español, con más de 40 millones de hablantes en España, Andorra y Gibraltar. Otras lenguas romances comunes incluyen el portugués (hablado en Portugal y Andorra), el francés (presente en el Valle de Aosta en Italia y Andorra), el catalán (hablado en el este de España, Andorra y la ciudad sarda de Alguer en Italia), el gallego (en el noroeste de España), el mirandés (en el noreste de Portugal) y el occitano, hablado en el Valle de Arán en Cataluña y los Valles Occitanos en Italia.[14]
Lenguas eslavas
[editar]Las lenguas eslavas meridionales se hablan en varios países de los Balcanes. El serbocroata (con la variedades bosnia, croata, serbia y montenegrina) se habla en Kosovo, Croacia, Serbia, Bosnia, Montenegro, al norte de Macedonia del Norte y en Italia (Molise).[15] El esloveno se utiliza en Eslovenia, Italia (en Friuli-Venecia Julia) y Croacia (en Istria), mientras que el macedonio es la lengua de Macedonia del Norte.
Otras lenguas
[editar]Las lenguas helénicas o griego, que tiene unos 15 millones de hablantes, tiene una amplia presencia en Grecia, Chipre y el sur de Albania.
El inglés se utiliza como segunda lengua en algunas zonas del sur de Europa. Sin embargo, como lengua primaria, su presencia es reducida, limitándose a Gibraltar (junto con el español) y Malta (donde es secundaria al maltés). El inglés también está ampliamente difundido en Chipre.
Existen otros grupos lingüísticos en el sur de Europa. El albanés se habla en Albania, en el parcialmente reconocido país de Kosovo, y en algunas partes limítrofes de Macedonia del Norte, Montenegro, Grecia y Serbia. El maltés es una lengua semítica, oficial en Malta, que desciende del árabe siciliano pero se escribe con el alfabeto latino y presenta fuertes influencias del latín y el italiano. El vasco se habla en el País Vasco, una región ubicada en el norte de España y el suroeste de Francia. El turco, una lengua túrcica, tiene hablantes en Chipre, Kosovo, Grecia, Macedonia del Norte y Bosnia, mientras que el alemán se habla en Italia, especialmente en el Tirol del Sur.
Demografía
[editar]Distribución y densidad de población
[editar]El sur de Europa alberga a más de 150 millones de habitantes, distribuidos de manera desigual debido a la geografía montañosa, el clima y el desarrollo urbano. Las regiones costeras, especialmente a lo largo del mar Mediterráneo y el Atlántico en Portugal, concentran la mayor densidad poblacional, mientras que las áreas montañosas del interior y zonas rurales experimentan una densidad considerablemente menor. Por ejemplo, Italia y España tienen zonas de alta densidad como la llanura del Po o el corredor mediterráneo español, contrastando con regiones montañosas como los Apeninos o el Sistema Ibérico, que están menos pobladas[16].
Además de los factores geográficos y climáticos, la densidad de población en el sur de Europa también está influenciada por la actividad económica y la infraestructura. Las grandes ciudades y áreas metropolitanas han crecido debido a la concentración de empleo, servicios y oportunidades educativas, atrayendo a poblaciones rurales y extranjeras. En contraste, las zonas con menor desarrollo económico y acceso limitado a servicios básicos han visto una disminución de habitantes, lo que ha generado desafíos en términos de sostenibilidad y acceso a recursos.[17]
Principales áreas urbanas
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Las ciudades más pobladas del sur de Europa incluyen metrópolis como Madrid, Milán, Barcelona, Roma, Belgrado, Nápoles, Atenas o Lisboa y, que funcionan como centros políticos, económicos y culturales de sus respectivos países. Madrid y Milán superan los seis millones de habitantes en sus áreas metropolitanas, mientras que otras ciudades como Barcelona, Roma, Nápoles y Atenas también tienen poblaciones superiores a los tres millones[18].
Tendencias demográficas
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La región enfrenta importantes desafíos demográficos, entre ellos el envejecimiento poblacional y las bajas tasas de natalidad. Italia, Grecia y Portugal se encuentran entre los países con las tasas de fertilidad más bajas de Europa, situándose por debajo del nivel de reemplazo generacional de 2,1 hijos por mujer[19]. Esto ha generado una presión creciente sobre los sistemas de bienestar y ha motivado políticas de incentivo a la natalidad e inmigración.
La pirámide poblacional en muchos países de la región muestra una base estrecha (pocos jóvenes) y una parte superior ancha (muchos adultos mayores). Esto genera problemas para financiar pensiones y salud por haber menos gente joven trabajando, y puede afectar la economía. Las políticas de natalidad e inmigración buscan cambiar esta forma de la pirámide aumentando los nacimientos y la población en edad de trabajar.
Migración e inmigración
[editar]Históricamente, el sur de Europa fue emisor de emigrantes hacia América y el norte de Europa durante los siglos XIX y XX. El flujo migratorio hacia esta zona de Europa proviene de diversas regiones del mundo. España, Italia y Grecia han recibido un importante número de migrantes de África, especialmente del Magreb y África Subsahariana, así como de Asia, con comunidades procedentes de China, Pakistán y Filipinas. También hay una notable inmigración desde América Latina, con países como Venezuela, Colombia y Argentina entre los principales emisores de migrantes. Además, Europa del Este ha sido otra fuente relevante, con ciudadanos de Rumania, Bulgaria y Ucrania buscando oportunidades en el sur del continente.
Por otro lado, existe un movimiento migratorio dentro de los propios países del sur de Europa, con personas trasladándose entre España, Italia, Portugal y Grecia en busca de empleo, mejor calidad de vida o nuevas oportunidades. Ciudades como Barcelona, Milán y Lisboa han atraído trabajadores y estudiantes de los países vecinos, lo que ha favorecido la interconexión cultural y económica en la región.[20]
Urbanización y distribución territorial
[editar]El proceso de urbanización ha sido intenso, especialmente en las últimas décadas del siglo XX y primeras del XXI. No obstante, muchas regiones siguen manteniendo una estructura rural dispersa, en especial en los Balcanes y algunas islas del Egeo y el Mediterráneo. La urbanización ha contribuido a un despoblamiento progresivo de zonas interiores y montañosas, fenómeno conocido como "España vaciada" o "Italia interna", con consecuencias sociales y económicas de largo alcance[21].
Referencias
[editar]- ↑ «Filosofía griega». Enciclopedia de la Historia del Mundo. 2019. Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ Agrozapiens. «Clima mediterráneo: características, regiones y su impacto en el medio ambiente». Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ Geoenciclopedia. «Clima subtropical: qué es, características, flora y fauna». Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ «Filosofía griega». Enciclopedia de la Historia del Mundo. 2019. Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ «La España de las tres culturas». Alcalibe. 2015. Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ «Guía completa sobre el arte en el Renacimiento». IFEMA Madrid. 2024. Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ «Las ciudades-estado italianas». CLIO. 2023. Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ «El Risorgimento». National Geographic Historia. 2020. Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ «Las personas de edad y la migración». Migration Data Portal. 2022. Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ «Consecuencias del cambio climático». Comisión Europea. 2023. Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ International Monetary Fund (IMF), "World Economic Outlook Database", October 2023. https://www.imf.org
- ↑ Fondo Monetario Internacional (Octubre 2024). «World Economic Outlook Database». Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ Fondo Monetario Internacional (abril de 2025). «World Economic Outlook (abril de 2025): PIB per cápita en precios corrientes». Consultado el 23 de abril de 2025.
- ↑ «Lenguas romances». Concepto.de. Consultado el 24 de abril de 2025.
- ↑ «Lengua Croata». Croatia.eu. Consultado el 24 de abril de 2025.
- ↑ Eurostat, "Population density by NUTS 3 region", 2023. https://ec.europa.eu/eurostat
- ↑ Eurostat. Demografía de Europa. Estadísticas visualizadas – Edición 2021. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2021. Disponible en línea. Consultado el 25 de abril de 2025.
- ↑ United Nations, "World Urbanization Prospects: The 2018 Revision", Department of Economic and Social Affairs, Population Division. https://population.un.org/wup
- ↑ OECD Family Database, "Fertility rates", 2022. https://www.oecd.org
- ↑ Fundación Pablo VI. Demografía: Sur y Este de Europa, de países de emigración a países de inmigración. Síntesis de la sesión del 11 de abril de 2024 del seminario "¿Cómo responde Europa?". Disponible en: [1](https://www.fpablovi.org/sintesis-europa/1882-demografia-sur-y-este-de-europa-de-paises-de-emigracion-a-paises-de-inmigracion). Consultado el 25 de abril de 2025.
- ↑ ESPON, "Shrinking Rural Regions in Europe", 2020. https://www.espon.eu