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Movimiento social[editar]

El movimiento social es una forma de acción colectiva que hace referencia a la solidaridad para promover o impedir cambios sociales. Surge como una manera de percibir la realidad, ya que vuelve controvertido un aspecto de ésta que previamente era aceptado como normativo. Esto supone una ruptura de los límites del sistema normativo y relaciones sociales en el que se desarrolla su acción; que tiene capacidad para producir nuevas normas y legitimaciones en la sociedad.[1]

Estos movimientos tienen un papel fundamental como transformadores de la realidad social y suponen tanto un fortalecimiento del espacio público como de la sociedad.[2]

Las definiciones propuestas sobre movimiento social comparten los siguientes aspectos:  [2]
1. Las redes informales de interacción Entre una pluralidad de individuos, grupos y organizaciones que mueven recursos entre ellas y que crean las condiciones previas para la movilización.
2. Las creencias compartidas y la solidaridad El grupo es considerado movimiento social cuando tienen un sistema de creencias y un sentido de pertenencia compartido
3. La acción colectiva en torno a temas conflictivos Esta clase de movimientos centra su objetivo en conflictos sociales y/o culturales buscando facilitar u oponerse a un cambio social.
4. El uso de la protesta pública Es lo que les distingue de otros actores políticos (lobbys), aunque no todos los movimientos sociales lo emplean.

Concepto[editar]

El concepto “movimientos sociales” ha sido objeto de múltiples definiciones, presentándose en ciertos casos en un sentido tan genérico que se vuelve sinónimo de cualquier acción emprendida colectivamente según un interés u objetivo compartido.[3]

Sin embargo, no todas las formas de acción colectiva son movimientos sociales ni todas las formas de organización social son iguales y producen los mismos efectos. La búsqueda de la emancipación es una respuesta reflexiva para romper con las estructuras opresivas y ganar mayor libertad, mediante la creación de nuevas formas de estructuración.[2]

Hay una serie de etapas en el desarrollo teórico del concepto. En la primera, se identifican principalmente con el movimiento obrero, marcado por enfoques como el comportamiento colectivo y modelos de privación relativa, aunque con limitaciones teóricas significativas. La segunda etapa se inicia con las revueltas de 1968 y las contribuciones de los norteamericanos con la teoría de la movilización de recursos, y los europeos con el paradigma de los nuevos movimientos sociales. La tercera etapa, a finales de los ochenta, se caracteriza por un acercamiento entre interpretaciones de ambos continentes, coincidiendo con el aumento y diversidad de los movimientos sociales, lo que permite el desarrollo de nuevas metodologías como procesos de enmarcamiento, estructura de oportunidad política y redes. La última etapa se relaciona con contribuciones más recientes marcadas por el contexto de la globalización y el debate sobre la institucionalización y normalización tanto de los movimientos como de la teoría[3]

Surgimiento[editar]

Los movimientos sociales se originan a raíz de una problemática o crisis social, económica y política determinada. Generalmente suelen ser influidos por los cambios sociales generados a lo largo de la historia. Inicialmente el término de cambio social aparece en la Revolución Industrial en Inglaterra o con la Ilustración en la Revolución Francesa, constatando la gran transformación de la sociedad, es decir, el paso de una sociedad premoderna a una sociedad moderna. Este momento fue decisivo, ya que trajo consigo uno de los cambios de estratificación social más importantes de la historia; la abolición de la sociedad estamental.

El choque entre corrientes y orientaciones ideológicas también supuso un gran impacto en el surgimiento de los movimientos sociales; algunas fueron revolucionarias ante las crisis y otras reaccionarias frente al cambio. Las personas al mando de estos movimientos fueron conocidos como “Agentes de cambio social” y a lo largo de la historia se reconocen como figuras de ejemplo a seguir. Algunas de ellas fueron:

Emmeline Pankhurst y Susan B. Anthony, líderes frente al movimiento sufragista, Martin Luther King como líder frente a los derechos civiles o Brenda Howard y Harvey Milk como líderes frente al movimiento LGBT entre muchos otros.[2]

Perspectivas[editar]

  1. La perspectiva del “comportamiento colectivo”. Desde esta corriente, los movimientos sociales son definidos como una acción colectiva que contrasta con el comportamiento “organizativo” e “institucionalizado”. Estos autores destacan que el liderazgo en la colectividad existente viene determinado a través de una respuesta informal. Por tanto, no se utiliza un procedimiento formal con una autoridad legitimada.
  2. “Teoría de la movilización de recursos” (TMR). Los factores organizativos en los movimientos sociales tienen gran influencia en este aspecto. Estos se consideran opiniones y creencias que van a servir de base para moldear cambios de algunos aspectos de la estructura social y/o en la distribución de recompensas. Además de estos movimientos sociales, se tienen contra movimientos que cuestiona la existencia de los propios movimientos sociales. Se definen como un grupo de opiniones y creencias en una determinada población que se posiciona contra un movimiento social, es decir, se opone.
  3. Perspectiva del “proceso político”. Desde el análisis de esta perspectiva, se tiene que los movimientos sociales se presentan como organizaciones continuadas a lo largo del tiempo y a través de la proposición de una serie de cambios reflexivos que son compartidos por las partes se conforma una identidad compartida. Esta organización con poder permitía que las personas sin representación formal de sus propios intereses pudieran ser representadas. Dicha organización hablaba en nombre de estas personas, puesto que se compartían intereses, se respaldan las demandas o los cambios mediante manifestaciones.
  4. Según Touraine, se tiene la aproximación de los nuevos movimientos sociales (NMS). Desde esta corriente, Alain Touraine establece una relación entre los movimientos sociales y el conflicto dominante en una determinada sociedad. Se presenta una cita acerca de la definición de movimiento social para el autor: "un movimiento social es el comportamiento colectivo organizado de un actor de clase luchando contra su adversario de clase por el control social de la historicidad en una comunidad dada”.
Touraine señala que era “una juventud consumidora, que había recibido una educación nueva, que pedía vivir una sexualidad más abierta“, lo que se tradujo en algunos avances como “el feminismo moderno“.

Como dos aspectos claves para entender el concepto de movimiento social según Touraine se encuentran por una parte, la idea de un movimiento social que se combina en tres principios: el de identidad, el  de oposición y un principio de totalidad. A través de la identificación hacia uno mismo, a sus oponentes y a los temas que entran en conflicto se produce la formación de la identidad. Y por otra parte, se hace referencia a la gran variedad de creencias y orientaciones existentes en los movimientos sociales.[2]

Tipología[editar]

Véase: Anexo: Movimientos sociales

Según la historia, nacen tipos de movimientos unos más usuales e históricos que otros como: movimiento obrero, movimiento feminista, movimiento hippie, movimiento LGBT… No obstante, existen multitud de estos:

  • Feminismo: busca la igualdad universal entre hombres y mujeres.
  • Movimiento LGBT: defiende y reclama los derechos de todas aquellas personas que pertenecen al colectivo LGBT
  • Sindicalismo: movimientos obreros que defienden y reivindican los derechos de los trabajadores y controla sus manifestaciones.
  • Antirracismo: En contra de la discriminación de seres humanos por motivo de raza o etnia.
  • Anticomunismo: Oposición a la intervención y control del Estado, defendiendo la libertad individual.
  • Antifascismo: En contra de las políticas fascistas.
  • Laicismo: Apuesta por un estado sin una religión dominante
  • Teología de la liberación: movimiento católico en favor de los más pobres
  • Antiespecismo: ponen en valor la igualdad social, jurídica y moral entre humanos y animales. Estrechamente relacionado con el veganismo.
  • Ecologismo: Apuesta y propone el respeto con el medio ambiente desde la sociedad.
  • Pacifismo: movimientos para mantener la paz y evitar guerras con fines políticos.
  • Movimiento anticonsumismo: rechazo al consumo excesivo y contaminante del mercado.
  • Movimiento antiglobalización: denuncian las consecuencias de la globalización.

Los movimientos sociales, según Blumer (sociólogo y psicólogo de la Escuela de Chicago, presidiendo la American Sociological Association en 1956), se dividen en dos tipos: los “movimientos revolucionarios” y los “movimientos de reforma”.

Los movimientos revolucionarios[editar]

Los movimientos revolucionarios son aquellos que discrepan y se oponen a las normas y valores que existen en una sociedad o momento determinado, intentando ocasionar un cambio en estos, por otros que consideran mejor.

A su vez, existen otros tres tipos de revolución: revolución política (generada para la transformación o cambio radical de un gobierno o instituciones políticas); revolución económica (se altera la distribución de la riqueza a través del movimiento inusual de los medios de producción y estructuras materiales de una sociedad); y revolución social (rebelión o alboroto que afectan a las interacciones sociales). Ejemplos de revoluciones: Revolución Francesa en 1789, Revolución rusa en 1917, Revolución cubana en 1959, etc.

Los movimientos de reforma[editar]

Los movimientos de reforma se diferencian de los movimientos revolucionarios en que, aceptan las normas y valores en la que está sustentada una sociedad determinada; no obstante, las utilizarán como instrumento de crítica sobre los defectos sociales a los que están posicionados en contra.

Los movimientos reformistas más importantes fueron tres, dando lugar a la aparición de tres grandes estructuras eclesiásticas: luterana, calvinista y anglicana.[2]

Características[editar]

  • Todos los movimientos sociales poseen redes de interacción, basándose en conexiones y en la colaboración entre individuos, grupos y organizaciones que comparten intereses, valores o visiones comunes.
  • Identidad compartida, los participantes del movimiento comparten una identidad colectiva que les une y les motiva a actuar juntos hacia un objetivo común.
  • Organización en torno a una problemática o conflicto común, debido a que los movimientos sociales suelen surgir como respuesta a alguna injusticia, desigualdad o situación problemática que afecte a los integrantes de este y busquen cambiar o resolver dicha situación.
  • Poseen estrategias de acción colectiva, para poder influir en políticas, normas o prácticas sociales, buscando generar cambios en el orden establecido.
  • Goza de vínculos estables en el tiempo, a pesar de que la intensidad de la participación pueda cambiar, los miembros de estos grupos suelen mantener relaciones duraderas y compromisos a largo plazo con la causa que defienden. Esto ayuda a la continuidad y la fuerza del movimiento.[4]

Diferencia de movimientos sociales y organizaciones

Los movimientos sociales, los partidos políticos y los grupos de interés, se diferencian en el hecho de que los movimientos sociales no se organizan como entidades, como sucede con ciertos grupos religiosos, por ejemplo. Los grupos de interés público, como las ONG, fundaciones y asociaciones, no pueden ser considerados como movimientos sociales debido a que no comparten una identidad ni un conjunto de creencias y valores comunes.

Un movimiento social deja de existir cuando las identidades organizativas lo controlan, excluyendo la participación de sus miembros. La participación de los miembros en asambleas, grupos de trabajo, comités, etc., es fundamental para el movimiento, ya que a través de estos canales pueden expresar sus opiniones y aportar ideas, fomentando así un sentido de pertenencia e identidad. Es importante destacar que el nivel de participación puede variar entre los miembros. En ocasiones, un movimiento social puede fusionarse con una organización e incluso un partido político.[2]

Diferencia de movimientos sociales, protestas, coaliciones y plataformas

Para que una acción o protesta, o incluso varias, sean consideradas un movimiento, es necesario que tengan elementos en común y que las personas involucradas compartan lazos de solidaridad e identidad. Esto significa que deben tener objetivos y demandas similares, así como una visión compartida sobre el cambio que desean lograr. Además, es importante que exista una conexión emocional entre los participantes, una sensación de pertenencia y apoyo mutuo.

Por otro lado, las plataformas o coaliciones no implican necesariamente una continuidad más allá de la situación colectiva específica en la que se forman. Pueden ser alianzas temporales o acuerdos puntuales para abordar un problema o situación en particular. A diferencia de un movimiento, no generan un sentido de identidad colectiva duradera ni una solidaridad arraigada entre sus miembros. Sin embargo, esto no significa que sean menos importantes o efectivas en su propósito específico.

En España, podemos encontrar un ejemplo destacado de cómo la evolución colectiva puede marcar la diferencia en los movimientos vecinales de los años sesenta y setenta. Al principio, la gente se organizaba para llevar a cabo acciones puntuales, como protestas, con el objetivo de exigir mejores condiciones en sus barrios. Sin embargo, con el paso del tiempo, estas demandas fueron adquiriendo un carácter más profundo, convirtiéndose en una forma de resistencia contra el régimen franquista y en un factor clave para impulsar cambios políticos durante la transición hacia la democracia.[2]

Relación con los cambios sociales y ejemplos de movimientos sociales que han ocasionado cambios sociales[editar]

Los movimientos sociales están directamente relacionados con los cambios sociales, debido a que están considerados como una estructura de los cambios sociales. Estos se generan cuando existe un conflicto, en una sociedad determinada, ocasionándose una acción colectiva influenciada por los agentes de cambio que se crean en esta. Como consecuencia, subyacen los movimientos sociales finalizando, en muchas ocasiones, en cambios sociales.

A lo largo de la historia, se han dado múltiples movimientos sociales, que han sido de gran relevancia para tener las distintas sociedades de las cuales disponemos hoy en día. Entre estos, se observan distintos movimientos que, con diferencia, han marcado un antes y un después en la historia de la humanidad:

Movimiento obrero
El movimiento obrero es un fenómeno social y político cuyo origen fue en Inglaterra en el siglo XVIII. El objetivo era mejorar el bienestar de los trabajadores y tuvo lugar por la Revolución Industrial y los cambios que trajo aparejada. Los agentes sociales que más auge tuvieron en este movimiento social son la clase obrera que en ese momento sufrían de abusos constantes de explotación laboral. Supuso un gran cambio en el mercado laboral y en las condiciones de los trabajadores, lo cual generó un cambio social.
Movimento LGTBI El movimiento LGTBI surge por la lucha de las personas de este colectivo para buscar una inclusión, normalización y eliminar la discriminación generada hacia este. Han sufrido mucho a lo largo de este proceso para llegar a donde han llegado hoy en día y ha ocasionado un gran cambio social en la humanidad como la conocemos, cada vez es mas común ver parejas homosexuales, pero aún así sufren muchos abusos y por ello todavía les queda una lucha por delante.
Movimiento feminista
El movimiento feminista busca conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. Cuestiona los roles asignados tradicionalmente según el género. Este movimiento surgió por los nulos derechos que tenían las mujeres, estaban excluidas de cualquier tipo de privilegio y sufrían mucho maltrato por parte de los hombres, por ello, era necesario que se actuase de manera inmediata y comenzaron las “olas feministas” para lograr la igualdad de derechos y a día de hoy se han logrado grandes cambios gracias a estas reivindicaciones y a esta gran lucha.

Actualidad[editar]

En la actualidad la manera en la que se perciben los movimientos sociales, se debe en gran medida a la corriente de pensamiento del interaccionismo simbólico. De tal forma que se definen como actos significativos capaces de producir cambios sociales. Esta perspectiva teórica puso el énfasis en dos procesos del comportamiento colectivo: el proceso de producción simbólica y el de construcción de la identidad.[2]

Los movimientos sociales se configuran actualmente como actores políticos colectivos, en cuyas reivindicaciones se presentan elementos propios de la globalización por la interrelación que provocan a escala global. Estos elementos son:

La manipulación de los medios de comunicación

La era digital genera más acercamiento con la protesta social.[5]

En la sociedad contemporánea los movimientos sociales mantienen una participación activa en la influencia de sucesos globales y locales. Este papel se relaciona con el que ejercen los gobiernos en la sociedad y puede generar un instrumento ideológico con la finalidad de crear una opinión pública concreta.

Lo local y lo global en el nuevo activismo transnacional

Los movimientos sociales y la sociedad actual se manifiestan en el marco de la globalización. Tienen una serie de características que permiten identificarlos como sus objetivos compartidos, organización estable, discurso transversal o temático, influencia en el poder político, uso de instrumentos simbólicos o emocionales, y relaciones de solidaridad con otros movimientos globales por la nuevas posibilidades abiertas por las TICs (Tecnologías de la Información y Conocimiento).

Este ambiente globalizado establece una interdependencia e interrelación entre los ciudadanos que generan movimientos sociales cada vez más extensos en cuanto a sus miembros con identidades comunes que buscan conformar una nueva sociedad global. Los movimientos sociales emplean hoy estrategias en las esferas mediáticas para llegar a toda la ciudadanía y poder manifestar sus argumentaciones contra decisiones que consideran injustas en los múltiples centros de reflexión, para lo que encuentran el apoyo y coordinación anhelados tanto gracias a los medios de comunicación como a las redes sociales.

La e-administración, el acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos y sus manifestaciones

En los últimos años la Administración electrónica se ha convertido en una nueva forma de gestión pública, basada en el establecimiento de relaciones directas de comunicación e interacción entre la Administración y los ciudadanos a través de las tecnologías de la información y la comunicación, especialmente a través de Internet, precisando un respeto a un nuevo sistema de relación del que surgen situaciones que deberán evitar distorsiones de la opinión pública.[6]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Santamarina Campos, Beatriz (6 de septiembre de 2010). «Movimientos sociales: una revisión teórica y nuevas aproximaciones». Boletín de Antropología 22 (39): 112-131. ISSN 2390-027X. doi:10.17533/udea.boan.6702. Consultado el 19 de febrero de 2024. 
  2. a b c d e f g h i Sánchez, C; González, F (2023). Estructura y Cambio Social. pp. 1-140. 
  3. a b Viguera, Aníbal (2009). «Movimientos Sociales y Lucha de Clases.». Conflicto Social 2 (1): 7-25. ISSN 1852-2262. Consultado el 19 de febrero de 2024. 
  4. Peiró i Gregòri, Salvador; Ochoa Cervantes, Azucena (2013). La educación y ciudadania en el siglo XXI. Imprensa da Universidade de Coimbra. pp. 177-219. Consultado el 19 de febrero de 2024. 
  5. Castro, Miguel (23 de marzo de 2018). «Los movimientos sociales son instancias productoras de sentido – Resonancias». Consultado el 19 de febrero de 2024. 
  6. Candela Talavero, José Enrique (2018). «Los movimientos sociales en la globalización, las nuevas tecnologías y la Administración Pública». Derecho & Sociedad (51): 297-305. ISSN 2079-3634. Consultado el 19 de febrero de 2024. 

Enlaces externos[editar]

  • Equipo editorial, Etecé. (2023, 7 febrero). Movimientos sociales - Concepto, historia y características. Concepto.
  • Montserrat Galcerán (22 de julio de 2013). «Marejadilla electoral. Movimientos sociales y Elecciones». Diagonal.
  • La investigación de los movimientos sociales desde la sociología y la ciencia política. Una propuesta de aproximación teórica - Josep Pont Vidal. Universitat Autònoma de Barcelona. Facultat de Ciències Polítiques i Sociologia