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JESÚS LUISA ESNAOLA

Vivencias que tuvo un funcionario del Gobierno Vasco en el Exilio en la post Guerra Civil de España, pasó por campos de internamiento en Francia y Marruecos. Estuvo en la clandestinidad y escapó en barcos Alsina y Quanza para llegar al segundo exilio en México. Practicó bailes y folclore vasco para aligerar la vida en condiciones difíciles.

Errenteria, España 1904 – Kambo, Francia 1972

Matrimonio, trabajo, danza y Guerra Civil. Nació en Errenteria, Gipuzkoa en 1904. Fue el mayor de cuatro hijos. Aunque inició su vida laboral como comerciante, no tardó en adentrarse en la danza folclórica vasca, como dantzari en Saski Naski, la Academia de Danzas y Eusko Gaztedi[1]​. A inicios de la Guerra Civil en España, con 32 años contrae matrimonio con Irune Saseta. Formó parte de las defensas rurales Mendigoizales de Gipuzkoa[2]​. Le nombran Secretario General de Gobernación en el Gobierno Vasco, bajo las órdenes del Consejero del Interior, Telesforo Monzón[3]​. A su cuñado, Kandido Saseta, el militar de carrera de mayor rango y adherente al nacionalismo vasco, el Lehendakari José Antonio Agirre le encomendó la conformación de las milicias vascas Eusko Gudarostea. Debido al avance en el frente de guerra, Irune, la esposa de Jesús, se vio forzada al exilio en Francia. En febrero de 1937 dio a luz a su primer hijo, Yon de Luisa, en Donibane Lohizune. La vida fue acompañada por la muerte; tres semanas más tarde Kandido su cuñado, fallecía en el frente de Asturias y en abril Gernika era bombardeada.

Finaliza Guerra Civil e inicia primer exilio. La caída de Barcelona a inicios de 1939 presagió la derrota final del Ejército Republicano y las comunidades autónomas que lo apoyaron. De Barcelona, el Presidente de la República Manuel Azaya, el de la Generalitat de Catalunya Lluís Companys y el Lehendakari Agirre salieron a Francia en febrero. La vida personal de Jesús Luisa vuelve a ser trastocada por eventos nacionales de gran envergadura. Dos días después de que Francisco Franco anunció su triunfo el 1º de abril de 1939, nació Unai, el segundo hijo de Jesús e Irune, en el hospital de campaña de Bidart, a las afueras de Biarritz. Dicho hospital que atendió a mutilados de guerra y población civil desplazada, llevaba el nombre de La Roseraire de Ilbarritz y fue administrado por el Gobierno Vasco del Exilio.

Expresiones culturales entre la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. La dinámica actividad diplomática del Gobierno Vasco en el exilio incluyó la formación de un ensamble musical, coral, dancístico y coreográfico denominado Eresoinka (1937-1939). Jesús Luisa formó parte de dicha iniciativa. Con base en Sara, Pyrénées Atlantiques, tuvo representaciones en París, así como gira a Bélgica y Holanda. Compartió la dirección coreográfica con Manuel Sota y Aburto. Esta embajada cultural vasca se vio truncada tanto por la post Guerra Civil de España como por el arranque de la Segunda Guerra Mundial.

Campos de internamiento en Francia. La culminación de la Guerra Civil de España detonó un éxodo de refugiados hacia Francia. Se estima que llegaron 226 mil exiliados al departamento Pyrénées Orientales, duplicando su población. Para gestionar esta crisis humanitaria, el Gobierno de Francia estableció una serie de campos de internamiento donde se canalizó al río humano compuesto por civiles y militares republicanos, vascos e internacionalistas, quienes huían del régimen de Franco. El Gobierno Vasco en el Exilio estableció en Perpignan una Oficina de Evacuación en apoyo al éxodo[4]​. A ella se le asignó a tres Consejeros: Eliodoro de la Torre (Hacienda y Salud), Juan de los Toyos (Empleo) y a Telesforo Monzón (Interior). Éste último iba acompañado por Jesús Luisa. En medio de aquel gran desastre humanitario, las funciones de Jesús, junto con otros funcionarios, fue integrar un censo de los refugiados vascos en los centros de detención, apoyar con enseres y comida, fomentar la organización con base en la identidad euskaldun y apoyar en la parte anímica. El mayor y más conocido de todos los campos de esa zona fue Argeles sur Mer. Bajo el liderazgo de algunos vascos en ese campo de detención y con el apoyo del Gobierno Vasco en el Exilio, se conformó una comuna denominada Gernika Berri. Jesús Luisa, junto con otros compañeros, se dedicaron a que el día a día fuera más llevadero. En representación de un gobierno que había perdido, y sin papeles oficiales, llevaron negociaciones con distintas autoridades francesas con miras a mejorar las deplorables condiciones de detención de los vascos. Desde París el gobierno francés planteó repartir los cientos de miles de refugiados hacia el interior del país. El campo de detención del departamento de Bearn se ubicó en Gurs. Fue conformado principalmente por republicanos, vascos e internacionalistas y posteriormente también incluyó a importantes contingentes de judíos. Jesús junto con algunos funcionarios del Gobierno Vasco en el Exilio se mudaron a la población vasco-francesa de Mauleón-Lixarre para estar cerca de Gurs y continuar gestionando apoyos materiales y anímicos[5]​. La irrupción de los alemanes a París el 22 de junio de 1940 no tardó en truncar las tareas de auxilio. Con una progresión vertiginosa, los alemanes tardaron cinco días en tocar Baiona, y Hitler visitó a Franco en Hendaia el 23 de septiembre.

Clandestinidad y preparativos de salida de Europa. El Gobierno Vasco en el Exilio y los funcionarios que daban apoyo a los deportados entran en clandestinidad. La mujer de Jesús y sus dos hijos, asentados en Baiona, se vieron obligados a volver a Bizkaia. El paso por la frontera controlada por soldados alemanes y franquistas, conocido como la muga, lo realizó Irune con sus hijos Yon, de dos años, y Unai, como bebé en brazos. Mujer e hijos se separaron de Jesús los siguientes cinco años. La clandestinidad de Jesús no era viable en el largo plazo, por lo que, junto con su jefe Telesforo Monzón, iniciaron las pesquisas para huir de la Europa en guerra. Si bien estaban en la zona oficialmente controlada por el gobierno de Vichy, la colaboración de las autoridades francesas con el servicio secreto alemán ponía en riesgo que tenían de ser capturados y deportados a España. Desde Marseille, con esfuerzos conjuntos de los gobiernos de México y Argentina, se organizó la salida de un contingente de vascos en el barco Alsina. El Cónsul mexicano en Francia, Don Gilberto Bosques, abandonó París para estar breve temporada en Baiona y finalmente reubica el Consulado de México en Marseille[6]​. El General Lázaro Cárdenas, Presidente de México, envío a Luis I. Rodríguez para organizar el traslado de hasta 100,000 españoles republicanos, catalanes y vascos refugiado en Francia. Luis I. Rodríguez negoció con el Mariscal Petain el Convenio México Francia para tal fin. El Ministro Rodríguez elaboró una lista de “Responsables de Primer Grado para los Efectos de Migración”, con el efecto de “garantizar una efectiva protección sobre sus personas … expuestas a la rabiosa persecución…”[7]​.

Dicha lista incluyó a los principales personajes políticos de la República, Generalitat Catalana y Gobierno Vasco, entre ellos Telesforo Monzón y Jesús Luisa. Para dar un orden de magnitud, el Consulado de México en Marseille hospedó y alimentó a 40 mil refugiados a través de propiedades arrendadas, además de brindar visas y organizar los buques de salida desde Francia hacia México. Los recursos financieros llegaron desde México, tanto de parte de su gobierno y de la organización de refugiados republicanos ahí asentada, a través de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE), lidereada por Indalecio Prieto, ex Ministro de Hacienda de España en la República, ex Consejal de Bilbao y Diputado por Bizkaia. También la comunidad vasca en México organizó colectas además de servir como garantes de migración para acoger a exiliados. Tanto en Gurs como en el Alsina, las circunstancias de guerra unieron el destino de judíos, republicanos y vascos. El barco Alsina, con bandera francesa y perteneciente a la Société Générale de Transports Maritimes a Vapeur, zarpó de Marseille con rumbo a Sudamérica. Los boletos de primera fueron comprados mayoritariamente por ciudadanos de origen judío. En segunda clase viajó un nutrido grupo de republicanos, entre ellos el Sr Manuel Azaña, ex Presidente de Gobierno durante la República. El Gobierno Vasco adquirió boletos de tercera clase; allí se enlistaron la hermana del Lehendakari Agirre, Telesforo Monzón y Jesús Luisa, además de un nutrido grupo de familias euskaldunes[8]​.


Buque Alsina, campos de detención en Marruecos y el barco Quanza. El paquebot Alsina bajo una muy fuerte inspección policiaca francesa[9]​ partió de Marseille el 15 de enero de 1940. Cruzó el estrecho de Gibraltar y tocó el puerto de Dakar, (hoy Senegal) el 28 de enero. En dicho puerto se había librado, unos meses antes, una importante batalla naval entre Gran Bretaña y Francia, ésta última ya bajo el mando del gobierno colaboracionista de Vichy. Aún lejos de Europa, los pasajeros del Alsina volvían a ser testigos de la ola de destrucción de la Segunda Guerra Mundial. Bajo este contexto, la Marina Británica había aplicado un “cerrojo” en el Atlántico para evitar el suministro de bienes hacia la Alemania nazi, prohibiendo la navegación de embarcaciones sospechosas que pudieran cometer actos desestabilizantes contra los Aliados. Se requería de una autorización denominada el navy cert para que una embarcación pudiera cruzar el Atlántico, el Alsina al ser un barco de bandera francesa, no pudo conseguir dicha autorización[10]​. El buque fondeó en Dakar en una espera interminable para tripulación y pasajeros. El calor era asfixiante y la comida no tardó en escasear. La convivencia entre los pasajeros vascos fue animada por clases de euskera, coro y bailables vascos. Una vez más Jesús traía la cultura como un bálsamo para llevar mejor los momentos difíciles y mantener la identidad. La tripulación se amotinó y el Alsina regresó a Casablanca (hoy Marruecos y en aquel entonces bajo dominio francés). Desembarcaron los pasajeros y los ubicaron en dos campos de detención Sidy-el-Ayachi y Kashba-Tadla[11]​.

Jesús Luisa junto con los demás vascos, republicanos y pasajeros de origen judío, pasaron cinco largos meses internados en dichos campos. Si bien no existen registros de actos de violencia contra los internos, la comida era escasa y las condiciones sanitarias muy pobres. México, Argentina y Estados Unidos se movilizaron para la transportación de estos “náufragos en tierra firme”. La comunidad vasca en Nueva York siguió los pormenores del Alsina, a través de los hermanos Ramón y Manuel de la Sota y Aburto. Indalecio Prieto junto con otros vascos radicados en Nueva York concibieron la solución para los “náufragos en tierra firme” del Alsina: “…A finales de septiembre Indalecio Prieto llegó a Nueva York para tratar de solucionar de forma definitiva la odisea del Alsina… Manu Sota anuncia que los refugiados saldrían de Casablanca el 28 de octubre. Prieto se había movilizado y, a través de la JARE, envía a Casablanca el Quanza, navío portugués…”[12]​.

Segundo exilio y retorno a Iparralde. El barco Quanza zarpó de Casablanca el 31 de octubre de 1941 con destino a La Habana, Cuba y Veracruz, México. Telesforo Monzón y Jesús Luisa desembarcaron en el puerto mexicano el 19 de noviembre de ese año. Jesús adquirió la nacionalidad mexicana para él y su familia, que lo alcanzarían al término de la Segunda Guerra Mundial. Dedicado principalmente al comercio, siempre estuvo ligado al Centro Vasco de México, en el cual participó como tesorero en múltiples gestiones además de promotor de bailes y música vasca. Volvió a Iparralde en los años setenta y formó el grupo de danza vasca en Hazparne, retomando su antigua veta cultural y dancística del Eresoinka. Fallece en el vecino poblado de Kambo. Su esposa Irune nunca regresó a su Gipuzkoa natal.

  1. Arana Martija, José Antonio (1986). Erseoinka. Embajada Cultural Vassca 1937-1939. Vitoria-Gasteiz: Servicio Central de Publicacoines del Gobierno Vasco. p. 63-64. 
  2. Aunamendi, Eusko-Ikaskuntza (Enero 2023). «Políticos y cargos públicos: Luisa Esnaola Jesús». 
  3. Diario Oficial del País Vasco. Número 11. 19 de octubre de 1936. 
  4. Aguirre Herrániz, Pablo (2012). Exilio Republicano en Francia (1939-1940) El Caso de los Refugiados Españoles en Basses-Pyrénées. Una Acogida Bajo Sospecha. Zaragoza: Universidad de Zaragoza. p. Nota al pie, página 134. 
  5. Chueca, Josu (2007). Gurs El Campo Vasco (Serie de Historia edición). Tafalla: Txalaparta. ISBN 978-84-8136-490-3. 
  6. Castellanos, Mónica (2022). Aquellas Horas que nos Robaron. El Desafío de Gilberto Bosques. Cd de México: Debolsillo. 
  7. El Colegio de México (2000). La Protección de los Refugiados Españoles, Julio a Diciembre 1940. Misión de Luis I . Rodríguez en Francia. 
  8. Amezaga, Aranzazu (2010). Crónicas del Alsina. Pasajeros de la Libertad. Xamezaga. 
  9. Kitson, Simon (2014). Police and Politics in Marseille, 1936 – 1945. Brill. p. 112. 
  10. Chueca, Josu (28 de enero de 2012). «Alsina. Euskal Exodoren Ezina.». Argia. 
  11. Hindley, Meredith (2017). Destination Casablanca: Exile, Espionage and the Battle of North Africa in World War II (Public Affaires edición). Nueva York: Hachette Book Group. 
  12. Aguirre, Anna M; San Sebastián, Koldo (2018). Newyorktarrak. Origen de la Comunidad Vasca en Nueva York 1880-1955. (Uranzadi 30 edición). Vitoria-Gasteiz: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. p. 184.