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Diferencia entre revisiones de «Pueblos indígenas de México»

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* [http://www.indigenasdf.org.mx Asamblea de Migrantes Indígenas de la Ciudad de México]
* [http://www.indigenasdf.org.mx Asamblea de Migrantes Indígenas de la Ciudad de México]
* [http://www.nacionmulticultural.unam.mx/100preguntas/ Edición electrónica del libro ''Los pueblos indígenas de México, 100 preguntas'' de Carlos Zolla y Emiliano Zolla Márquez, UNAM, 2005.]
* [http://www.nacionmulticultural.unam.mx/100preguntas/ Edición electrónica del libro ''Los pueblos indígenas de México, 100 preguntas'' de Carlos Zolla y Emiliano Zolla Márquez, UNAM, 2005.]
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== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 01:40 25 feb 2010

Los pueblos indigenas de México están integrados por ciudadanos mexicanos que se asumen étnicamente como indígenas y son considerados como tales por otros indígenas. En el segundo artículo de su constitución política, México se define a sí mismo como una nación pluricultural, en reconocimiento a los diversos pueblos indígenas que habitan en su territorio. La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) considera que la población indígena mexicana es de unos doce millones de personas, que corresponden aproximadamente al 11% de la población en México que se registraron en el I Conteo de Población (1995).[1]

En contraste con otros países de América Latina, donde los pueblos indígenas corresponden en su mayoría a un solo grupo lingüístico, cuyo idioma ha sido elevado a la categoría de cooficial en compañía del español, en México existen alrededor de 62 pueblos indígenas que hablan entre sesenta y dos y más de una centena de lenguas diferentes (dependiendo de la fuente consultada). Como parte de las leyes reglamentarias del artículo 2º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las lenguas de estos pueblos son reconocidas como lenguas nacionales, en la misma categoría que el español, pero en la práctica su uso oficial está extremadamente limitado: publicación de algunas leyes, educación bilingüe en los niveles más bajos, publicación de materiales de divulgación y algunos sitios de internet.

En México, la población indígena está distribuída por toda la nación pero se concentra especialmente en la sierra Madre del Sur, la Península de Yucatán y en las zonas más remotas y de difícil acceso, tales como la Sierra Madre Oriental, la Sierra Madre Occidental y áreas vecinas a éstas, no es numerosa la población indígena en México debido al mestizaje, pero la presencia de los nativos mexicanos dentro de la identidad nacional está muy presente por el alto desarrollo de las culturas mesoamericanas; al igual que sucede en el Perú, Bolivia y Guatemala, la población mestiza y blanca de México se ve fuertemente influenciada e identificada por el indigenismo a diferencia de otras naciones americanas. El estado con mayor población indígena es Oaxaca y el que tiene mayor población indígena dentro de su propio territorio es Yucatán, grupos étnicos como los zapotecos, mayas, nahuas, purépechas, mixtecos, yaquis, kikapúes y otomíes han logrado mejorar sus condiciones de vida y se han adaptado facilmente a la cultura del comercio y la globalización; apesar los esfuerzos realizados por diferentes organismos gubernamentales y no-gubernamentales en pro del reconcimiento legal de la cultura y de la calidad de vidad de los pueblos originarios de México, existe aún en otros grupos indígenas con un alto grado de marginación, discriminación, desnutrición y pobreza extrema que los está llevando a la extinsión de su cultura.

Origen del término indio

De español e indía produce mestizo

Cristobal Colón llegó a América el 12 de octubre de 1492 y, tras desembarcar en la isla de Guanahaní, en el archipiélago de las Bahamas, creyó haber llegado a alguna isla cercana a la India. El almirante llamó indios a los pobladores de la isla, aunque en realidad se trataba de taínos,[2]​ y para ser más específicos, se trataba de lucayos.[3]​ Lo que no imaginaba Colón es que al bautizar a los habitantes de Guanahaní con ese nombre —y luego hacerlo general para todos los habitantes de las islas y tierra firme que fue pisando en sus viajes— también estaba bautizando a innumerables pueblos de los cuales probablemente nunca tuvo noticia. Entre estos pueblos desconocidos están los mesoamericanos, oasisamericanos y aridoamericanos —y los descendientes de todos ellos—, pobladores del territorio que en la actualidad conocemos como México.

El término indio y sus derivados, como indígena, se emplean comúnmente para designar a los individuos pertenecientes a los pueblos originarios de América, aunque el término correcto es "indígena" y no indio. El hecho de que también sea empleado a modo de insulto entre y por los grupos centrales de las sociedades latinoamericanas es revelador de su carácter como designación de un conjunto de personas que se ubican en la periferia de la estructura social. Llamar a una persona indio es equivalente, en ciertos contextos, a calificar despectivamente a una persona como pobre, ignorante, gente sin razón. El significado social del término tiene una dimensión histórica que comienza precisamente en el tiempo del descubrimiento de América por parte de los europeos.

Historia

Laa llegada y establecimiento de colonias españolas en las Antillas tuvo consecuencias muy graves para los indígenas de aquella región americana. De hecho, prácticamente desaparecieron al paso de unas pocas décadas, forzados a trabajar en las encomiendas o asimilados cultural y racialmente a los recién llegados. Pero tras el descubrimiento de nuevas tierras más allá del Mar Caribe, hubo un replanteamiento de la posición que deberían tomar los españoles ante las sociedades más complejas que ocupaban el territorio continental. De entre los muchos pasajes que dejaron los cronistas españoles de la conquista de México, algunos de ellos revelan cierta sorpresa ante las ciudades de los mesoamericanos, establecimientos que poco tenían que ver con los que encontraron en las islas del Caribe. Bernal Díaz del Castillo describía en los siguientes un día de tianguis en Tlatelolco, según recordaba el día que los españoles subieron por primera vez al Templo Mayor.

Y después de bien mirado y considerado todo lo que habíamos visto, tornamos a ver la gran plaza y la multitud de la gente que en ella había, unos comprando, otros vendiendo, y el rumor y zumbido de voces y palabras que allí había sonaba más que de una legua, y entre nosotros hubos soldados que habían estado en muchas partes del mundo, y en Constantinopla, y en toda Italia y Roma, y dijeron que plaza tan bien acompasada y con tanto concierto y tamaña y llena de gente no la habían visto[4]

Pocos años después de la Conquista, tuvo lugar un duro debate entre múltiples posiciones que pretendían un acercamiento a los habitantes de las tierras sometidas. La legislación introducida por la Corona consideraba a los habitantes de las nuevas tierras conquistadas como súbditos de la Corona, pero introdujo formas de explotación para su evangelización a cambio de trabajo (como la encomienda o la mita), lo que revirtió muy negativamente en sus condiciones de vida. Los conquistadores sostenían que las nuevas tierras les pertenecían por derecho de conquista, mientras otros españoles proponían que la dominación española en América era un acto de injusticia, y que sus consecuencias para los naturales eran nefastas. Una de las plumas más típicas de esta posición es la de Bartolomé de las Casas, fraile dominico que escribió varios textos acerca de los destrozos que causaban los recién llegados en América. Por ejemplo, a propósito de la conquista de la Nueva España, Las Casas se quejaba ante la Corona de que durante los doce años que iban de la llegada de los europeos al suelo americano, iban cometiendo tantos hechos espantables que no podría bastar lengua ni noticia e industria humana para describirlos.

Así que, desde la entrada de la Nueva España, que fue a dieciocho de abril del dicho año de dieciocho, hasta el año de treinta, que fueron doce años enteros, duraron las matanzas y estragos que las sangrientas e crueles manos y espadas de los españoles hicieron continuamente en cuatrocientas e cincuenta leguas en torno cuasi de la ciudad de México e a su alrededor, donde cabían cuatro y cinco grandes reinos, tan grandes e harto más felices que España.[5]
La expansión de los españoles provocó conflictos con los indígenas. En 1734, los pericúes se levantaron contra los misioneros y mataron a algunos de ellos.

En respuesta a estos abusos la Corona separó jurídica y geográficamente a los indígenas de los europeos en las llamadas República de indios y República de españoles. El establecimiento del régimen colonial en la Nueva España significó en principio la sustitución de la cúspide azteca del poder establecido por españoles, es decir, el sometimiento de los pueblos vasallos del Imperio azteca a la Corona española. Esto significó el mantenimiento de las estructuras de poder locales en la 'República de Indios', con un régimen jurídico aparte pero inferior a la 'República de españoles': la Inquisición no tenía jurisdicción sobre los indios, pero éstos estaban obligados al pago de un impuesto personal. Los indígenas tenían un estatus jurídico intermedio entre los blancos y los miembros de otras razas ('República de castas'), pero su posición social era inferior, especialmente debido al desconocimiento del español. La política de evangelización fue en parte responsable de esta segregación social y lingüística pero también del mantenimiento de las lenguas indígenas, ya que en principio la Corona exigió a los evangelizadores predicar en las lenguas indígenas, después sólo en las principales y por último en náhuatl. Sólo en el siglo XVIII, cuando la proporción de hispanohablantes fue mayor, las escuelas e iglesias indígenas comenzaron a introducir el español.[6]

A largo plazo, sin embargo, los 'señoríos' indígenas cayeron en decadencia por la pérdida de población, su aislamiento geográfico y económico, la institución de la encomienda y la evolución política y económica, con lo que el poder pasó de forma definitiva a las ciudades habitadas por blancos y mestizos.

Los indígenas no aceptaron sumisamente la autoridad de la Nueva España y el predominio blanco y mestizo sobre sus tierras, sino que emprendieron numerosísimas rebeliones durante su historia: yaquis (1740, 1767)[1], mixes (1570), mayas (1712, 1761), rarámuris (1690, 1698), zapotecos (1660, 1770) y muchas otras, todas sometidas de forma sangrienta. Pero el Virreinato supuso una convulsión gigantesca en la forma de vida indígena, con nuevas relaciones de poder, una economía y alimentación diferentes (introducción del café, trigo, cebada, vacas, ovejas, gallinas, cerdos, aparición de la minería a gran escala) y una religión diferente (unida con la antigua en un sincretismo típicamente mexicano).

Independencia y siglo XIX

Benito Juárez, presidente de México (1858-1867; 1867-1872) y primer presidente de origen indígena.

La participación indígenas, fue importante para la Independencia de México, ésta no supuso grandes cambios para la aún entonces mayoría indígena de México. La imposición del español en todos los asuntos públicos[7]​ se acompañó de la obligatoriedad de la escuela primaria en español para toda la población, fue el cambio más trascendental para los indios.

Los procesos liberalizadores implicaron un nuevo golpe a la vida tradicional indígena, al eliminar los cabildos indígenas regidos por los usos y costumbres y las parcelas comunales, que fueron privatizadas y pasaron a manos de caciques locales. Esto empeoró aún más las condiciones de vida indígenas y los obligó en muchos casos a trabajar como semiesclavos para los nuevos amos.

Las rebeliones indígenas contra las continuas expropiaciones y la explotación por parte de blancos y mestizos continuaron: zapotecos (1839-1853), nahuas de Guerrero (1842-46), huastecos (1879-1882), yaquis (1825-1897) y la llamada Guerra de Castas, rebelión maya que creó un estado independiente en Yucatán. Estas rebeliones fueron sofocadas por el nuevo gobierno mexicano con tanta saña como el colonial, incluyendo deportaciones masivas, como la de yaquis a Yucatán o la venta de mayas como esclavos a Cuba,[8]​ después de las masacres de mestizos y blancos en numerosas ciudades de la península de Yucatán. La intolerancia entre los dos grupos no parecía sino crecer, como señala Justo Sierra O'Reilly en su libro 'Los indios de Yucatán':

Yo quisiera hoy que desapareciera esa raza maldita y jamás volviese a aparecer entre nosotros [...] yo los maldigo hoy por su ferocidad salvaje, por su odio fanático y por su innoble afán de exterminio.

El siglo XX vio sin embargo la llegada de un indio a la máxima jerarquía de la nación, Benito Juárez, zapoteco casado con criolla, y de un mestizo mixteco-criollo, Porfirio Díaz, quien sin embargo se distinguió por su política represora antiindígena y de 'blanqueamiento' de la población (Guerra del Yaqui, fin de la Guerra de Castas).

Siglo XX

Niños chatinos de Oaxaca.
Murales de Diego Rivera mostrando el maltrato de los indígenas por el hombre blanco.

A principios del siglo XX los indios mexicanos eran más de la mitad de la población, su participación en la Revolución Mexicana pidiendo tierras y mejores condiciones de vida, se vio satisfecha sólo parcialmente con la (reforma agraria, creación de ejidos), pero continuaron siendo marginados y pobres. El zapatismo fue un movimiento fundamental que influye fertemte entre los indígenas de zonas rurales, bajo el lema de La Tierra es de quien la trabaja.

En tiempo de la guerra de la independencia de 1810 encabezada por el padre Hidalgo, somos los indígenas que más sangre dimos por la independencia y libertad de nuestra patria. Pero después de esa guerra de independencia y de libertad los indígenas seguimos ocupando el mismo lugar de esclavos, de pobres, de humillados y olvidados, se ignoraron la sangre de nuestros caídos y la existencia de los que sobrevivieron. Entonces no hubo libertad ni independencia de los indígenas, solo se cambiaron de amos y señor. Luego la revolución de 1910, también somos los indígenas y campesinos los que más sangre y vida dimos por tierra y libertad porque fueron nuestros hermanos indígenas y campesinos los que pelearon con valentía y heroísmo sin temor de perder más que la propia vida. Pero después de esa revolución tampoco hubo tierra ni libertad para los indígenas y campesinos. Los que asumieron el poder a nombre de la revolución después del asesinato de nuestro general Emiliano Zapata también se olvidaron de los indígenas [...][9]

Durante este siglo, Diego Rivera pintó la revaloración de los pueblos indígenas de México de manera muy radical, surgieron fuertes sentimientos indígenistas y un xenofobismo hacia los hombres blancos como principales culpables de eterno sufrimiento de los estos mexicanos más desfavorecidos por las políticas nacionales. Muchos intelectuales mexicanos trababan de buscar en el indigenismo una base de la identidad nacional.

Los Acuerdos de San Andrés

Entre 1995 y 1996, San Andrés Larráinzar (Sakamch'en para los zapatistas) sería escenario de uno de los ejercicios más democráticos que se tenga memoria en la historia reciente de México. Gobierno y EZLN construirían entre estires y aflojes, pero de cara a la sociedad, las propuestas que luego tendrían que verse convertidas en acuerdos para firmar la paz. Para ello, tanto los delegados gubernamentales como los zapatistas se hicieron acompañar de asesores expertos para cada uno de los temas en las mesas; a saber:

  1. Derechos y Cultura Indígena
  2. Democracia y Justicia
  3. Bienestar y Desarrollo
  4. Conciliación en Chiapas
  5. Derechos de la Mujer en Chiapas

El año de 1996 llegaría con la respuesta política del EZLN acerca de los resultados de la Consulta Nacional e Internacional por la Paz y la Democracia y con la firma de los acuerdos de la primera de las seis mesas. Estos compromisos serían conocidos como los Acuerdos de San Andrés a raíz de la matanza de Ateal.

Siglo XXI

Mercado de Santo Domingo Tehuantepec, Oaxaca.
Anuncio de bienvenida a Ixmiquilpan (Hidalgo), con una leyenda en lengua otomí que dice Hogä ehe Nts'utk'ani ("Bienvenidos a Ixmiquilpan").

Aunque muchos grupos indígenas mexicanos han prosperidado económicamente al estar relacionados con la industria maderera, textil, de la construcción y turística, así como el comercio a gran escala y la exportación[10][11]​; no ha dejado de ser discriminada en este país aquella persona que habla una lengua indígena, la perdida de la lengua es aceptada por muchos los padres para evitar que sus hijos sean rechazados, principalmente los niños y jóvenes han perdido su habla materna para incorporarse rápidamente a esteriotipos de vida que surgen de la imitación y de programas televisivos.

Los indígenas mexicanos son un grupo importante de la migración hacia los Estados Unidos que tienen caracteristícas muy distintas en respecto a sus paísanos mestizos. Aunque los estadounidenses les llaman Latinos, los indígenas rechazan que se les ponga una etiqueta con la que no tienen nigún vínculo racial, ellos argumentan que estan emparentados más bien con los propios indígenas estadounidenses y no con los mestizos latinoamericanos o descendientes de países mediterráneos.

Ellos son participantes de sus fiestas y tradiciones en sus pueblos natales, no solo mandan remesas para construcción de sus viviendas sino que también financean para las actividades comunitarias com el Tequio o fiestas religiosas, muchos de ellos regresan a México en fechas importantes y después vuelven a cruzar hacia los Estados Unidos. Generalmente buscan trabajos relacionados con actividades agrícolas, pesqueras o ganaderas; ya que es muy importante entender la liga de la tierra y la naturaleza con la cosmogonía indigena de los pueblos mexicanos.

Algunos sufren burlas y rechazo de sus propios paísanos mexicanos que no son indígenas, muchas veces no logran compaginar con la forma de vida estadounidense o chicana; y a causa del desconocimiento de las leyes de este país han creado conflictos culturales o de comportamiento como: la venta o entrega de sus hijas a cambio de productos u objetos, otros problemas se sucitan en los departamentos multifamiliares por la celebración de ritos ancestrales sin conocer el régimen de condóminos.

Muchos son los problemas sociales y de salud que sufren los pueblos indígenas de México en el siglo XXI, entre estos está los problemas generados de la migración como la propagación de VIH SIDA principalmente entre las mujeres, la desintegración familiar, el alcoholismo y otras como la obesidad morbida por los malos habitos de alimentación (mismo problema que comparten con otros grupos indígenas de Estados Unidos y Canadá).

En la lucha por el cuidado de la naturaleza esta presente la voz de los pueblos originarios de México, en la defensa del medio ambiente está la denuncia de la tala clandestina de los bosques y el parovechamento irracional de estos, el cuidado del agua donde se vió la movilización de las mujeres mazahua en defensa de los derechos y en contra de adversidades surgidas por el proyecto Cutzamala.[12]

Debido a la discriminación de la que son objeto y al despojo de sus tierras por los rancheros apoyados por el gobierno del estado de Baja California, los kiliwas han hecho un pacto de muerte dentro de su comunidad; este pacto declara que ninguna mujer kiliwa traera un solo hijo más al mundo, acabando así con este pueblo y su sufrimiento para siempre.[13]

Pueblos

Pueblos indígenas de México
Grupo Nombre nativo Población étnica[14] Territorio étnico
Nahua Náhuatl 2.445.969 Centro de México
Maya Maya 1.475.575 Península de Yucatán
Zapoteco Binizáa 777,253 Valles, Sierra e Istmo
Mixteco Ñuu sávi 726.601 Región Mixteca
Otomí Hñähñü 646.875 Centro de México
Totonaca Tachihuiin 411.266 Sierra Madre Oriental
Tzotzil Batsil winik 406.962 Chiapas
Tzeltal Winik atel 384.074 Chiapas
Mazahua Jñatio 326.660 Valle de Toluca
Mazateco Ha shuta enima 305.836 Región de Tuxtepec (Oaxaca)
Huasteco Téenek 226.447 Región Huasteca
Chol Winik 220.978 Chiapas
Purépecha P'urhépechas 202.884 Meseta Tarasca
Chinanteco Tsa jujmí 201.201 Región de Tuxtepec
Mixe Ayüük 168.935 Sierra de Juárez
Tlapasnek Me'phaa 140.254 Montaña Guerrerense
Tarahumara Rarámuri 121.835 Sierra Tarahumara
Mayo Yoreme 91.261 Valles del Mayo y del Fuerte
Zoque O'de püt 86.589 Istmo de Tehuantepec
Chontal de Tabasco Yokot 79.438 Chontalpa (Tabasco)
Popoluca Tuncápxe 62.306 Istmo de Tehuantepec
Chatino Cha'cña 60.003 Costa de Oaxaca
Amuzgo Tzañcue 57.666 Montaña Guerrerense
Tojolabal Tojolwinik 54.505 Chiapas
Huichol Wixárika 43.929 Puerto Vallarta
Tepehuano O'dami 37.548
Triqui Guî zhiànjhan 29.018 Noroeste oaxaqueño
Popoloca [Ngigua] 26.249
Cora Nayeeri 24.390
Mame Qyool51 23.812
Yaqui Yoeme 23.411
Cuicateco Nduudu yu 22.984
Huave Ikööds 20.528
Tepehua Hamasipini 16.051
Kanjobal K'anjobal 12.974
Chontal de Oaxaca Slijuala sihanuk 12.663
Pame Xigüe 12.572
Chichimeca jonaz Ézar 3.169
Matlatzinca Botuná 3.005
Guarijío Makurawe 2.844
Chuj Chuj 2.719
Chocho Runixa ngiigua 2.592
Tacuate 2.379
Ocuilteco Pijejak 1.759
Pima Tohono o'odham 1.540
Jacalteco Abxubal 1.478
Kekchí K'ekchí 987
Lacandón Hach t'an 896
Ixcateco 816 Ixcatlan Oaxaca
Seri Comcaac 716 Costa sonorense
Motocintleco Qatok 692
Quiché Q'iché 524
Kakchiquel K'akchikel 675
Paipai Akwa'ala 418 Playas De Rosarito
Pápago Tohono o'odam 363
Cucapá Es péi 344 Mexicali
Kumiai Ti'pai 328 Cd.Tijuana
Kikapú Kikapooa 251
Cochimí Laymón, mti'pá 226 Ensenada
Ixil Ixil 224
Kiliwa Ko'lew 107
Aguacateco 59
Otros pueblos1 728
No especificado 202.597

1 Incluye ópata, solteco y papabuco

Pueblos indígenas de México

Notas

  1. INI, 1998.
  2. La traducción de este etnónimo —nombre de una etnia— es gente buena
  3. De donde el primer nombre del archipiélago de las Bahamas: islas Lucayas
  4. Díaz del Castillo, 1998: 173.
  5. Las Casas, 2007.
  6. La política del lenguaje en México, Shirley Brice Heath, INI, 1986.
  7. Sobre el lenguaje que debe usarse en los escritos de oficio, Congreso mexicano, 31 de mayo de 1822
  8. Guerra de castas, la venta de indios mayas a Cuba 1848-1861, Javier Rodríguez Piña, CONACULTA 1990.
  9. http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2005/2005_09_16_b.htm EZLN, Apertura de 'La otra campaña', 2006
  10. Programa hidrológico internacional
  11. Kikapuúes
  12. Mujeres mazahuas en la defenza del agua
  13. El extermninio de los pueblos indígenas del norte
  14. Según estimación del Instituto Nacional Indigenista (INI), 1995.

Libros célebres sobre los indios actuales

Bibliografía general

  • Agencia Central de Inteligencia (CIA, 2007): "México", en The World Factbook, consultado el 9 de marzo de 2007.
  • Díaz del Castillo, Bernal (1998): Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Porrúa, México.
  • Instituto Nacional Indigenista (INI: 1998): "Lenguas indígenas de México", en el sitio en internet de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), consultado el 9 de marzo de 2007.
  • De las Casas, Bartolomé (2007) [1552]: Brevísima relación de la destrucción de las Indias, en el espacio en internet Ciudad Seva, consultado el 9 de marzo de 2007.
  • Rodríguez Piña, Javier (1990): Guerra de castas: la venta de indios mayas a Cuba 1848-1861, Conaculta.
  • Cifuentes, Bárbara (1998): Historia de los pueblos indígenas de México: Multilingüismo a través de la historia, INI
  • Brice Heath, Shirley (1986): La política del lenguaje en México: de la colonia a la nación, INI

Enlaces externos

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Véase también