Paquita Gorroño

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 23:30 8 feb 2022 por J.M.Domingo (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Paquita Gorroño
Información personal
Nombre de nacimiento Francisca López Cuadrado Ver y modificar los datos en Wikidata
Apodo La Pasionaria de Rabat y La Passionnée de Rabat Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 5 de noviembre de 1913 Ver y modificar los datos en Wikidata
Madrid (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 22 de agosto de 2017 Ver y modificar los datos en Wikidata (103 años)
Rabat (Marruecos) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Rabat Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Activista, Conseiller du roi y asistente personal Ver y modificar los datos en Wikidata
Empleador
Seudónimo Paquita Gorroño Ver y modificar los datos en Wikidata
Lealtad Segunda República Española Ver y modificar los datos en Wikidata

Francisca López Cuadrado, más conocida como Paquita Gorroño (Madrid, 5 de noviembre de 1913 - Rabat, 22 de agosto de 2017), fue una militante del Partido Comunista Español, exiliada a Marruecos en 1939, donde residió el resto de su vida y donde se la conocía como La Pasionaria de Rabat.

Primeros años

Paquita Gorroño nació en Madrid, el 5 de noviembre de 1913, en el seno de una familia acomodada, compuesta por los padres, un hermano cuatro años mayor, y los abuelos maternos, republicanos y anticlericales, que ejercieron sobre ella gran influencia.

En aquella casa de la calle San Bernabé se recibían con frecuencia visitas de importantes intelectuales y políticos: Tomás Bretón, del que se dice que compuso allí La verbena de la Paloma, y Blasco Ibáñez, que traía del extranjero libros prohibidos. Por las noches, en las tertulias familiares junto al brasero, se leían y comentaban los grandes autores europeos, Víctor Hugo y Dumas, y nacionales, destacando la lectura de los Episodios nacionales, que según sus propias palabras le permitieron «obtener buenas notas en Historia, que compensaban las pésimas en Aritmética».[1]

Fue educada en el anticlericalismo y su abuelo era muy admirador de Pablo Iglesias, a cuyos mítines solía acudir. También en este ambiente familiar tuvo las primeras experiencias de solidaridad de clase, pues ante las huelgas de mineros, los sindicatos animaban a la población a recoger a los niños de los mineros en casas particulares, y los López recogieron a algunos de esos niños: «Esa fue mi primera lección de solidaridad», recordará años después.[2]

Los años de la República y la Guerra Civil

Recién inaugurada la República sus padres la enviaron a estudiar a París. De vuelta a Madrid, el conocimiento del idioma francés hizo que obtuviera buenas colocaciones como secretaria, estando a punto de ingresar en Iberia como azafata, pero el comienzo de la guerra civil truncó su carrera.

La familia fue evacuada a Valencia y allí sus conocimientos del francés le proporcionan un empleo junto al subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública, Wenceslao Roces. Con él entró en el Partido Comunista, conoció a la Pasionaria y leyó a Marx a través de las traducciones que hacía para Roces. Su trabajo para el Partido Comunista fue siempre voluntario, era la «manera en que podía ayudar», según las palabras recogidas en sus memorias.[1]

De Valencia pasó a Barcelona y en enero de 1939 inició el exilio camino de la frontera francesa junto a un convoy que transportaba heridos. Su madre la había precedido en el exilio y la esperaba en Perpiñán.

Exilio en Marruecos

Vivió como una refugiada más en el campo de El Bolou, del que escapó en dirección al Magreb, única salida si se contaba con familiares en esa zona. Utilizando ya el apellido de su marido y acogiéndose a la existencia de un tío de él en Rabat, salió la pareja, acompañada de la madre de ella, desde Port Vendres rumbo a Orán y desde allí hasta Rabat, donde lograron sobrevivir: él como conductor de camiones y ella primero sirviendo en un restaurante y luego como niñera. Cuando el mariscal Petain prohibió a las mujeres trabajar fuera del hogar, se dedicó a dar clases particulares a familias acomodadas, lo que le abrió otras puertas.[2]

Siendo secretaria del director del Colegio Imperial conoció al rey Mohamed V, ya que su hijo Mulay Hassan estudiaba allí. En 1955, al volver del exilio donde había pasado dos años la familia real marroquí, el príncipe Hassan la contrató como secretaria e intérprete, a pesar de que conocía su militancia política. Trabajó para él entre 1956 y 1959 en su tarea de unificación de las Fuerzas Armadas Reales, y siempre mantuvo su fidelidad a la casa real marroquí.[3]

A pesar de sus contactos y posición, Gorroño nunca olvidó su condición de refugiada política. Acudía con frecuencia al barrio del Océan de Rabat, donde fundó, junto a las mujeres de los exiliados, la Alianza de Mujeres Antifascistas. En un mitin en el Cinema Royal en apoyo de los presos españoles, habló con tanta vehemencia que pasaron a llamarla la Pasionaria de Rabat.

Gorroño llevó a cabo durante la década de los 40 una gran actividad política en Marruecos: participó en la creación de la Federación Sindical General de Trabajadores, luchó por la unidad de anarquistas y socialistas españoles, franceses y marroquíes, recogió firmas para el indulto de presos, entre los que estaba Julián Grimau y organizó manifestaciones antifascistas en Rabat, como la del 3 de mayo de 1945, tras la caída de Berlín. Todo ello sin olvidarse del aspecto social creando diversos festivales culturales infantiles.

Con la caída de Berlín, Gorroño creyó que Franco iría detrás, pero su desilusión se prorrogó décadas hasta la muerte del dictador, e incluso más allá.

Esa desilusión la hizo quedarse en Rabat, donde se jubiló con 64 años dedicándose en la década de los 70 a viajar por los países del este. Su único hijo, Rubi, estudió y se quedó a vivir en Praga, a donde Gorroño viajaba dos veces al año. A fin de desenvolverse mejor en ese país, comienza a estudiar ruso con 64 años, pues el checo no podía estudiarse en Rabat. El conocimiento del ruso no le sirvió de mucho en Praga, pero sí en la U. R. S. S. a donde viajó un tiempo después.[1]

Memorias y últimos años

En el 2007, con 93 años, inició la redacción de sus memorias que fueron prologadas por el director del Instituto Cervantes, Federico Arbós, y publicadas por Bernabé López García en 2013, con motivo de su centenario.

Para esta ocasión se reunieron en la Casa de España en Rabat numerosas personalidades. A pesar de que su salud ya se veía afectada por la edad, Gorroño conservaba su excelente buen humor: «Me siento un poco vieja», manifestó.

Su salud se fue deteriorando progresivamente, sufriendo una rotura de cadera que la inmovilizó en la cama en los últimos meses.

Murió en su casa de Rabat el 22 de agosto de 2017 y sus restos fueron enterrados en el cementerio cristiano de Rabat sin ningún rito religioso, pero envuelta en la bandera de la República bajo el lema «¡Salud y República!» como último adiós. En su recuerdo se leyeron algunos textos de amistades que no pudieron estar presentes.[4]

Referencias

  1. a b c Bernabé López García, ed. (2013). Paquita Gorroño (Francisca López Cuadrado) Una exiliada en Rabat (102 años en unas páginas). Bubok Publishing S. L. 
  2. a b «Paquita Gorroño, la 'Pasionaria de Rabat'». Consultado el 29 de septiembre de 2017. 
  3. «La exiliada republicana Paquita Gorroño celebra su centenario en Rabat - Sábado, 09 Noviembre 2013 18:11». El Confidencial. Consultado el 11 de enero de 2020. 
  4. «El último adiós a la 'Pasionaria de Rabat': "¡Salud y República!"». Consultado el 2 de octubre de 2017.