Diferencia entre revisiones de «Luis XVI de Francia»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 201.240.94.178 (disc.) a la última edición de AVBOT
Línea 35: Línea 35:
* [[María Sofía Helena Beatriz de Francia]] ([[9 de julio]] de [[1786]] – [[19 de junio]] de [[1787]]).
* [[María Sofía Helena Beatriz de Francia]] ([[9 de julio]] de [[1786]] – [[19 de junio]] de [[1787]]).


Tras la muerte de su abuelo Luis ascendió al trono francés, coronándolo en la [[catedral de Reims]] el [[11 de junio]] de [[1775]] con una nueva corona, con rubíes, zafiros y el diamante más fino del mundo, [[El Regente]]. Con el nombre de Luis XVI. Tenía en ese momento veinte añitos.
Tras la muerte de su abuelo Luis ascendió al trono francés, coronándolo en la [[catedral de Reims]] el [[11 de junio]] de [[1775]] con una nueva corona, con rubíes, zafiros y el diamante más fino del mundo, [[El Regente]]. Con el nombre de Luis XVI. Tenía en ese momento veinte años.


== Primeros años de reinado ==
== Primeros años de reinado ==

Revisión del 23:25 8 jun 2009

Luis XVI
Rey de Francia y de Navarra
Reinado
10 de mayo de 1774-21 de septiembre de 1792
Predecesor Luis XV
Sucesor

Luis XVII (de jure)

Luis XVIII (Restauración)
Información personal
Nombre completo Louis-Auguste
Coronación 11 de junio de 1775, Reims
Nacimiento 23 de agosto de 1754
Palacio de Versalles, Versalles, Francia
Fallecimiento 21 de enero de 1793 (38 años)
París, Francia
Sepultura Eventualmente en la Basílica de Saint-Denis, Saint-Denis, Francia
Familia
Casa real Borbón
Padre Luis, Delfín de Francia (1729–1765)
Madre

María Josefina de Sajonia (1731–1767)

Consorte María Antonieta (1755–1793)
Hijos María Teresa (1778–1851)
Luis José (1781–1789)
Luis XVII (1785–1795)
María Sofía Helena Beatriz (1786–1787)

Firma Firma de Luis XVI

Luis XVI (Versalles, 23 de agosto de 1754París, 21 de enero de 1793) fue rey de Francia y de Navarra entre 1774 y 1789 y rey de los franceses entre 1789 y 1792, que ostentó el título de duque de Berry. Fue arrestado durante la insurrección del 10 de agosto (véase Revolución Francesa), juzgado por la Convención Nacional, declarado culpable de traición y condenado a la guillotina el 21 de enero de 1793. Su ejecución marcó el fin de la monarquía absolutista en Francia. Como irónico se puede destacar el hecho de que durante su coronación visitó un colegio donde un pequeño, llamado Maximilien Robespierre, leyó un discurso en latín para alabarlo.

Infancia y ascenso al trono

Luis XVI fue el tercer hijo de Luis Fernando, Delfín de Francia y María Josefina de Sajonia. La segunda esposa del Delfín era hija deFederico Augusto III de Polonia, Rey de Polonia. Su padre murió joven y nunca llegó a reinar por lo que la descendencia pasó a Luis, que sucedió así a su abuelo Luis XV. Su padre no se ocupó de su educación, la cual le fue confiada al Duque de La Vauguyon. La educación de Luis se centró más en las artes y las ciencias que en lo necesario para gobernar un país, debido en parte al duque de La Vauguyon y en parte a los intereses personales de Luis, el cual tenía gran interés por materias como la geografía o la historia. Luis demostró tener una gran capacidad para el estudio y una gran memoria. De hecho, fue el primer rey francés en saber inglés.

El 16 de mayo de 1770 contrajo matrimonio con María Antonieta, hija de Francisco de Lorena (Francisco I de Austria) y de María Teresa I de Austria, de la casa de los Habsburgo y aunque fuera un matrimonio concertado Luis llegó a querer mucho a María Antonieta, llegando a decirle cariñosamente «¿Pero tú me quieres?». Fue un padre muy afectuoso; cuando Luis José enfermó visitaba al niño cinco o seis veces al día y en la Prisión del Temple asumió la educación de su hijo Luis Carlos. María Antonieta sería su única esposa, con la que tuvo cuatro hijos:

Tras la muerte de su abuelo Luis ascendió al trono francés, coronándolo en la catedral de Reims el 11 de junio de 1775 con una nueva corona, con rubíes, zafiros y el diamante más fino del mundo, El Regente. Con el nombre de Luis XVI. Tenía en ese momento veinte años.

Primeros años de reinado

El comienzo del reinado de Luis sufrió un grave contratiempo con la restauración de los Parlamentos, decisión tomada por el ministro Marepas en noviembre de 1774. Los Parlamentos, centro del poder aristocrático, habían sido abolidos en el año 1771 por el ministro de Luis XV, Maupeou. Su recuperación ponía en entredicho el poder de la monarquía y daría pie a sucesos posteriores.

Los ministros de Luis al comienzo de su reinado: Turgot y Malesherbes llevaron a cabo unas reformas económicas liberales que modificara el viejo colbertismo por un sistema de mercado libre. Dichas reformas conmocionaron a las clases favorecidas económicamente, la nobleza y el clero, que, además, formaban los recién restaurados Parlamentos. La oposición de éstos a las reformas económicas finalizó con el despido de Turgot y a la dimisión de Malesherbes en 1776, el cual fue sustituido por el banquero suizo Jacques Necker.

La Guerra de la Independencia

Tras la victoria de los independentistas norteamericanos sobre los británicos en la batalla de Saratoga, Francia y España vieron una oportunidad para tomarse la revancha de la Guerra de los Siete Años y su desastroso, para los franceses, Tratado de París de 1763. Por ello, Luis apoyó firmemente a la Revolución Americana. Esta medida iba, inicialmente, en contra de los intereses del país, que estaba en una difícil situación económica, ya que apoyar una guerra resultaría muy costoso. Las posibilidades de recuperar el esfuerzo económico de la guerra en una paz victoriosa se vieron frustrados con el Tratado de Versalles de 1783 en el cual los franceses no consiguieron grandes aportaciones, aumentando así la deuda estatal. Necker dimitió en 1781 y fue sustituido por Calonne y Brienne, para ser restituido en 1788.

El colapso de la monarquía y la Revolución

Los intentos de Calonne de seguir en la línea de sus predecesores y organizar una serie de reformas económicas necesarias para sacar al estado de su precaria situación económica se encontraron, como en ocasiones anteriores, con el rechazo frontal de las clases privilegiadas. El reinado de Luis y su política poco firme había propiciado un incremento del poder aristocrático, el cual había dificultado el llevar a cabo las reformas necesarias tanto en aspectos económicos como judiciales.

En 1787, los Parlamentos se habían convertido en un órgano de poder que llegó incluso a desacatar las órdenes reales. Luis reaccionó reformando el Parlamento, limitando mucho sus funciones. En 1789, la resistencia a la reforma económica llevó a Luis a convocar los Estados Generales por primera vez desde 1614. Pretendía así conseguir aprobar las reformas económicas, dotando de mayor poder al Tercer Estado, para hacer frente así a la oposición de la nobleza. Esta convocatoria fue uno de los acontecimientos que llevaron a convertir el malestar social en la Revolución Francesa, la cual comenzó en junio de 1789. El Tercer Estado se autoproclamó Asamblea Nacional. Los intentos de Luis de tomar el control de la Asamblea dieron lugar a reacciones antimonárquicas como el Juramento del Juego de Pelota, la declaración de la Asamblea Nacional Constituyente el 9 de julio y la Toma de la Bastilla el 14 de julio. En octubre, la familia real fue trasladada del Palacio de Versalles al Palacio de las Tullerías.

Luis era muy popular y solícito con las reformas sociales, políticas y económicas propuestas por la Revolución. Los principios revolucionarios de soberanía popular, a través de los principios centrales y democráticos de eras posteriores marcó una brecha decisiva con los principios de trono y altar de la monarquía absolutista, los cuales eran el centro del gobierno contemporáneo. Esta diferencia resultaría en una oposición de los revolucionarios a cualquier forma de élite gobernante en Francia y, prácticamente, a casi todos los gobiernos europeos. Sin embargo, algunos de los personajes más destacados del movimiento revolucionario inicial fueron cuestionando los principios del control popular del gobierno. Algunos, entre los que destaca Honoré Mirabeau, hicieron planes secretos para restaurar el poder monárquico de una nueva forma.

Regreso de Luis a París tras su captura en Varennes.

Sin embargo, la muerte de Mirabeau y las depresiones de Luis acabaron con las posibilidades de restaurar la monarquía. Luis no era, sin embargo, tan reaccionario como alguno de sus hermanos, el conde de Artois y el conde de Provenza, a los que mandó numerosos mensajes, públicos y privados, para que cesaran en sus intentos de hacer un contragolpe de estado. Sin embargo, Luis se sentía molesto por el nuevo gobierno, principalmente por su cuestionamiento del papel tradicional de la monarquía y el trato que recibían él y su familia. Estaba especialmente molesto por estar, en la práctica, prisionero en las Tullerias, donde su mujer era humillada al tener que tener siempre soldados revolucionarios vigilándola en su habitación, incluso cuando dormía, y por la prohibición del nuevo régimen de permitirle tener un confesor y sacerdotes católicos de su elección, en vez de los «sacerdotes constitucionales» creados por la Revolución.

Fin de su reinado

Ejecución de Luis XVI.

El 21 de junio de 1791, Luis intentó huir de París a la actual Bélgica (en aquellos días parte del Sacro Imperio Romano Germánico) con su familia. Sin embargo, fallos en la planificación de la huida causaron el suficiente retraso para que pudieran ser identificados y capturados en Varennes. Supuestamente, Luis fue capturado mientras estaba comprando en una tienda, en la que su dependiente le reconoció por su cara inscrita en las monedas con las que pagó. Luis fue trasladado de vuelta a París, donde continuó como Rey constitucional, aunque bajo arresto domiciliario hasta 1792.

El 25 de julio de 1792, Carlos Guillermo Fernando, Duque de Brunswick, sobrino de Federico el Grande y comandante de las fuerzas prusianas, publicó un manifiesto (el llamado Manifiesto de Brunswick) que amenazaba a los parisinos con una venganza ejemplar si la familia real recibía algún daño, amenazando también con castigar cualquier tipo de oposición a los ejércitos prusianos o a la reinstauración forzada de la monarquía. El manifiesto fue considerado como la prueba definitiva de que existía una conspiración entre Luis y fuerzas extranjeras (en este caso Prusia) en contra de Francia. Luis fue arrestado oficialmente el 13 de agosto de 1792. El 21 de septiembre de ese mismo año, la Asamblea Nacional declaró la República en Francia.

El proceso contra Luis comenzó el 1 de diciembre de 1792, bajo cargos de alta traición. Fue sentenciado a muerte en la guillotina el 21 de enero de 1793, por 361 votos a favor (uno de los cuales era de su primo Felipe Igualdad), 288 en contra y 72 abstenciones. Despojado de todos sus títulos por el gobierno republicano, el Ciudadano Luis de Borbón, llamado así por los revolucionarios para quitarle su rango de rey, fue guillotinado frente a una multitud embravecida. A su muerte, su hijo de ocho años, Luis Carlos, se convirtió, para los monárquicos franceses y algunos estados extranjeros, en Luis XVII, rey de Francia de jure, a pesar de que Francia había sido declarada república.

El testamento político de Luis XVI

Con el fin de justificarse ante los franceses antes de huir de París en junio de 1791 Luis XVI redactó un texto político, cuyo manuscrito fue reproducido en los Archivos parlamentarios publicados bajo el Segundo Imperio y luego desapareció hasta el 2009, cuando fue redescubierto en Estados Unidos.

Este documento se conoce como su testamento político, que no se debe confundir con su voluntad expresada en la prisión del Temple, la cual tiene un carácter más familiar y moral[1]

Antes de huir a Varennes, la noche del 20 al 21 de junio de 1791, el último rey del Antiguo Régimen entregó su declaración al mayordomo, La Porte, con el fin de que al día siguiente la entregara al Presidente de la Asamblea, Alexandre de Beauharnais.[2]

El manuscrito original desapareció junto con otro documento del hermano de Luis XVI, el conde de Provence, en el cual el propio rey lo encargaba de relatar las injusticias sufridas por la familia real desde 1789. De esta manera, Luis XVI "implicaba al conde en el proyecto de fuga y le obligaba, de paso, a dejar París el mismo día, evitando así que el conde aprovechara la situación para hacerse con el trono",[3]​ como sucedería a la postre, con el nombre de Luis XVIII.

La declaración es larga (seis hojas) y en ocasiones mal estructurada. Al comienzo el rey desea manifestar su más profunda concepción política; se siente libre de la coacción, las falsas pretensiones y las reservas que ha debido imponerse desde el inicio de la Revolución. Sostiene que desde el momento de montarse en la silla de su caballo él será diferente(«une fois le cul sur la selle, il serait tout autre»). Estar lejos de París y la Asamblea, le proporciona su verdadera concepción de los sucesos revolucionarios, desde la reunión de los Estados Generales, y expresa su ideal político: una monarquía constitucional con un monarca poderoso .

Luis XVI termina su declaración política con las siguientes palabras:

"Franceses y especialmente vosotros parisinos, vosotros, los habitantes de una ciudad que a los antepasados de Su Majestad les gustaba llamar la buena ciudad de París, cuidaos con las sugerencias y las mentiras de vuestros falsos amigos, volved a vuestro Rey, él será siempre vuestro padre, vuestro mejor amigo. Qué placer haría olvidar todos los insultos personales, y reunirse en medio de vosotros ahora que una Constitución será aceptada libremente hará que nuestra santa religión sea respetada, que el Gobierno se constituirá sobre una base estable y útil por su acción, que la propiedad y la situación de cada quien no serán perturbadas, que las leyes no se violarán con impunidad, y finalmente la libertad se posará sobre bases firmes e inquebrantables. En París, 20 de junio de 1791, Luis."[4]

Precisamente esta Declaración, o Manifiesto, como se le denominó durante el juicio a Luis XVI, se convertiría en una de las pruebas de cargo por el Terror en su contra, como enemigo de la Revolución.

En el acta de acusación leída en la Convención por Lindet, el 10 de diciembre de 1792, la cita específicamente para demostrar la duplicidad del rey y sus malvados propósitos. "Sin duda, dice Lindet, es este Manifiesto el destinado a sumergir a Francia en los horrores de la guerra civil(...) Su Manifiesto del 20 de junio certifica sus intenciones hostiles; quería derrocar el Estado porque no quería las leyes ni la Constitución que había jurado mantener."[5]

Filmografía

Robert Morley como Luis XVI en la película María Antonieta de 1938
Año Película Director Actor
1916 My Lady's Slipper Ralph Ince Joseph Kilgour
1921 Las dos huérfanas D.W. Griffith Lee Kohlmar
1931 Danton Hans Behrendt Ernst Stahl-Nachbaur
1938 La Marseillaise Jean Renoir Pierre Renoir
1938 María Antonieta W.S. Van Dyke Robert Morley
1954 Madame du Barry Christian-Jaque Serge Grand
1956 María Antonieta, reina de Francia Jean Delannoy Jacques Morel
1981 Historia del Mundo Mel Brooks Mel Brooks
2001 The Affair of the Necklace Charles Shyer Simon Shackleton
2006 Marie - Antoinette Francis Leclerc Olivier Aubin
2006 María Antonieta Sofia Coppola Jason Schwartzman


Predecesor:
Luis XV
Rey de Francia y Navarra
17741789
Sucesor:
Abolición del título
Predecesor:
Nuevo título
Rey de los franceses
17891792
Sucesor:
Convención Nacional
Predecesor:
Él mismo como Rey
Rey Titular de Francia
17921793
Sucesor:
Luis XVII

Referencias

  • Eiras Roel, Antonio (1993). «Luis XVI de Francia». Gran Enciclopedia Rialp. Tomo 14. Madrid: Ediciones RIALP. ISBN 84-321-0678-X. 
  • Weiss, Juan Bautista (1931). Historia Universal, Volumen XV: Los Estados Unidos. La Revolución Francesa. Barcelona: Tipografía La Educación. 
  1. [testamento de Luis XVI, traducción al inglés].
  2. Paradoja de la historia,Beauharnais habría de ser en breve el primer esposo de Josefina, la futura emperatriz de los franceses
  3. Le testament politique de Louis XVI retrouvé
  4. « Français, et vous surtout Parisiens, vous habitants d'une ville que les ancêtres de Sa Majesté se plaisaient à appeler la bonne ville de Paris, méfiez-vous des suggestions et des mensonges de vos faux amis, revenez à votre Roi, il sera toujours votre père, votre meilleur ami. Quel plaisir n'aura-t-il pas d'oublier toutes ses injures personnelles, et de se revoir au milieu de vous lorsqu'une Constitution qu'il aura acceptée librement fera que notre sainte religion sera respectée, que le gouvernement sera établi sur un pied stable et utile par son action, que les biens et l'état de chacun ne seront plus troublés, que les lois ne seront plus enfreintes impunément, et qu'enfin la liberté sera posée sur des bases fermes et inébranlables. A Paris, le 20 juin 1791, Louis.»
  5. Publicada en el periódico de la época El Monitor, tomo XV, p. 715.

Véase también

Enlaces externos