Diferencia entre revisiones de «Carpetanos»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
m →‎Bibliografía: enlace externo a books
Jorgelrm (discusión · contribs.)
Revertir - vandalismo
Línea 119: Línea 119:
Los carpetanos fueron un pueblo relativamente próspero respecto a otras tribus célticas como [[Lusitanos|lusitanos]], [[Vettones|vetones]] y [[Celtíberos|celtíberos]] aunque siempre sin alcanzar los niveles los [[Iberos|Íberos]] y [[Turdetanos|turdetanos]]. No nos es conocido que hayan recurrido a las razias de pillaje sobre sus vecinos; antes bien, fueron ellos los que las sufrieron, principalmente de los lusitanos. Tampoco nos consta que se alistasen de manera habitual como [[Mercenario|mercenarios]]; de hecho, su inclusión en el ejército de Aníbal fue resultado de la presión militar cartaginesa.
Los carpetanos fueron un pueblo relativamente próspero respecto a otras tribus célticas como [[Lusitanos|lusitanos]], [[Vettones|vetones]] y [[Celtíberos|celtíberos]] aunque siempre sin alcanzar los niveles los [[Iberos|Íberos]] y [[Turdetanos|turdetanos]]. No nos es conocido que hayan recurrido a las razias de pillaje sobre sus vecinos; antes bien, fueron ellos los que las sufrieron, principalmente de los lusitanos. Tampoco nos consta que se alistasen de manera habitual como [[Mercenario|mercenarios]]; de hecho, su inclusión en el ejército de Aníbal fue resultado de la presión militar cartaginesa.


Las actividades económicas de los carpetanos eran diversas:{{Harvnp|Hurtado Aguña|2001|pp=71-75}}{{Harvnp|Märtens Alfaro|Contreras Martínez|Ruiz Zapatero|Baquedano Pérez|2009|pp=218-219}}
Las actividades económicas de los carpetanos eran diversas:<ref>Hurtado Aguña, J. (2001): La economía del área carpetana en época republicana y altoimperial. dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/263454.pdf</ref><ref>Märtens Alfaro, G. et alii (2006): El Llano de la Horca (Santorcaz). Un asentamiento carpetano en los albores de la romanización.</ref>


Con diferencia, la principal fue la agricultura, principalmente trigo y cebada. La Carpetania, con grandes llanuras y bañada por el [[Río Tajo|Tajo]], [[Río Guadiana|Guadiana]] y sus afluentes era un terreno medianamente fértil que propiciaba una agricultura extensiva de secano incluso hortofrutícola en las riberas del Tajo. En época de malas cosechas, se recurría a las bellotas que proporcionaba el [[Bosque mediterráneo|bosque mediterráneo]], abundante en su territorio.
Con diferencia, la principal fue la agricultura, principalmente trigo y cebada. La Carpetania, con grandes llanuras y bañada por el [[Río Tajo|Tajo]], [[Río Guadiana|Guadiana]] y sus afluentes era un terreno medianamente fértil que propiciaba una agricultura extensiva de secano incluso hortofrutícola en las riberas del Tajo. En época de malas cosechas, se recurría a las bellotas que proporcionaba el [[Bosque mediterráneo|bosque mediterráneo]], abundante en su territorio.
Línea 141: Línea 141:
En la Carpetania se practicaba igualmente el ritual fúnebre de exponer los cadáveres de los guerreros caídos en combate a los buitres, considerados aves sagradas. Este ritual se ha documentado en otras tribus célticas hispanas y entre los [[Oretanos|oretanos]] situados al sur de los carpetanos.{{Harvnp|Blázquez Martínez|1999|pp=315-316 (p. 10 en la versión digitalizada)}}
En la Carpetania se practicaba igualmente el ritual fúnebre de exponer los cadáveres de los guerreros caídos en combate a los buitres, considerados aves sagradas. Este ritual se ha documentado en otras tribus célticas hispanas y entre los [[Oretanos|oretanos]] situados al sur de los carpetanos.{{Harvnp|Blázquez Martínez|1999|pp=315-316 (p. 10 en la versión digitalizada)}}


Por otro lado, los carpetanos tenían una serie de espacios intramuros conocidos como ''“santuarios domésticos gentilicios”'' de los que es un buen ejemplo el localizado en El Cerron [[Illescas (Toledo)|(Illescas)]] donde se rendía culto a un antepasado mítico ilustrado en un [http://www.flickr.com/photos/juanalcor/8186818074/ relieve] que representa el viaje al mundo de ultratumba de dos personajes heroizados.{{Harvnp|Pereira Sieso|2011|p=27}}
Por otro lado, los carpetanos tenían una serie de espacios intramuros conocidos como ''“santuarios domésticos gentilicios”'' de los que es un buen ejemplo el localizado en El Cerron [[Illescas (Toledo)|(Illescas)]] donde se rendía culto a un antepasado mítico ilustrado en un [http://www.flickr.com/photos/juanalcor/8186818074/ relieve] que representa el viaje al mundo de ultratumba de dos personajes heroizados.<ref>Pereira Sieso, J. (2010): Nuestros ancestros los carpetanos; en Pintia Vaccea, anuario nº 4. http://www.pintiavaccea.es/publicaciones.php?seccion=4</ref>


La pieza arqueológica más popular recuperada hasta ahora de los carpetanos, la denominada [[Pátera de Titulcia|«Pátera de Titulcia»]], se ha asociado a un uso para [[libación|libaciones]] durante sus ceremonias sacras.<ref>{{Cita web|obra=[[El País|Diario El País]]|fecha={{Fecha|27|10|2010}}|título=Titulcia, plata carpetana en un subsuelo mágico|url=http://elpais.com/diario/2010/10/27/madrid/1288178664_850215.html}}</ref>
La pieza arqueológica más popular recuperada hasta ahora de los carpetanos, la denominada [[Pátera de Titulcia|«Pátera de Titulcia»]], se ha asociado a un uso para [[libación|libaciones]] durante sus ceremonias sacras.<ref>{{Cita web|obra=[[El País|Diario El País]]|fecha={{Fecha|27|10|2010}}|título=Titulcia, plata carpetana en un subsuelo mágico|url=http://elpais.com/diario/2010/10/27/madrid/1288178664_850215.html}}</ref>
Línea 154: Línea 154:
En el 221&nbsp;a.&nbsp;C., tras la muerte de [[Asdrúbal el Bello|Asdrúbal]], toma el mando de los ejércitos cartagineses en la península [[Aníbal Barca]] dando un carácter más agresivo a la política cartaginesa que culminará con el ataque a Roma. Lo primero que hace es acometer una expansión del territorio controlado reforzando su alianza con los [[Oretanos|oretanos]] y atacando a varios pueblos de la meseta. El objetivo de estos ataques es múltiple: proporcionarse suministros y soldados así como asegurar la retaguardia de su principal territorio antes de su expedición a Italia.{{Harvnp|González Wagner|1999|pp=271-274}}
En el 221&nbsp;a.&nbsp;C., tras la muerte de [[Asdrúbal el Bello|Asdrúbal]], toma el mando de los ejércitos cartagineses en la península [[Aníbal Barca]] dando un carácter más agresivo a la política cartaginesa que culminará con el ataque a Roma. Lo primero que hace es acometer una expansión del territorio controlado reforzando su alianza con los [[Oretanos|oretanos]] y atacando a varios pueblos de la meseta. El objetivo de estos ataques es múltiple: proporcionarse suministros y soldados así como asegurar la retaguardia de su principal territorio antes de su expedición a Italia.{{Harvnp|González Wagner|1999|pp=271-274}}


El primer ataque se dirige en el mismo año 221 a. C. contra los [[Olcades|olcades]] –pueblo limítrofe y aliado con los carpetanos– a los que toma y saquea su capital [[Altia]]. Este ataque provocó la práctica desaparición de los olcades como tribu propia pasando éstos a diluirse dentro de las tribus celtíberas y entre los carpetanos.{{Harvnp|Gonzalbes Cravioto|2000|p=181}}
El primer ataque se dirige en el mismo año 221 a. C. contra los [[Olcades|olcades]] –pueblo limítrofe y aliado con los carpetanos– a los que toma y saquea su capital [[Altia]]. Este ataque provocó la práctica desaparición de los olcades como tribu propia pasando éstos a diluirse dentro de las tribus celtíberas y entre los carpetanos.<ref>Gonzalbes Cravioto, Enrique (2000): Caput Celtiberiae. La tierra de Cuenca en las fuentes clásicas. Pag.181.</ref>


En la primavera del siguiente año (220 a. C.) Aníbal inicia una campaña a través del sur de la meseta que le lleva hasta el territorio de los [[Vacceos|vacceos]] donde toma [[Salamanca|Helmantike]] y Arbucala obteniendo abundante botín. Es a la vuelta desde Arbucala hasta [[Qart Hadasht]] (Cartagena) cuando, al atravesar su territorio, un gran ejército carpetano con ayuda de supervivientes vacceos y olcades le hace frente en la [[Batalla del Tajo]] al intentar cruzar dicho río. A pesar de su inferioridad numérica y del lastre del botín, Aníbal consigue salir victorioso gracias a superioridad táctica.<ref>{{cita web |url=http://books.google.es/books?id=jv8EqBuWec4C&pg=PA37&dq=carpetanos&hl=es&sa=X&ei=PGcCU8rNGYmO7AaX3oCgAg&ved=0CDUQ6AEwAQ#v=onepage&q=carpetanos&f=false |título=Los pueblos prerromanos en Castilla-La Mancha de Gregorio Carrasco Serrano |fechaacceso=17 de febrero de 2014|idioma= }}</ref>
En la primavera del siguiente año (220 a. C.) Aníbal inicia una campaña a través del sur de la meseta que le lleva hasta el territorio de los [[Vacceos|vacceos]] donde toma [[Salamanca|Helmantike]] y Arbucala obteniendo abundante botín. Es a la vuelta desde Arbucala hasta [[Qart Hadasht]] (Cartagena) cuando, al atravesar su territorio, un gran ejército carpetano con ayuda de supervivientes vacceos y olcades le hace frente en la [[Batalla del Tajo]] al intentar cruzar dicho río. A pesar de su inferioridad numérica y del lastre del botín, Aníbal consigue salir victorioso gracias a superioridad táctica.<ref>{{cita web |url=http://books.google.es/books?id=jv8EqBuWec4C&pg=PA37&dq=carpetanos&hl=es&sa=X&ei=PGcCU8rNGYmO7AaX3oCgAg&ved=0CDUQ6AEwAQ#v=onepage&q=carpetanos&f=false |título=Los pueblos prerromanos en Castilla-La Mancha de Gregorio Carrasco Serrano |fechaacceso=17 de febrero de 2014|idioma= }}</ref>
Línea 263: Línea 263:
* {{Cita publicación|título=Breve esquema del proceso de indogermanización de España|año=1951|título=Breve esquema del proceso de indogermanización de España|nombre=Antonio|apellido={{Versalita|García y Bellido}}|enlaceautor=Antonio García y Bellido|publicación=Argensola: Revista de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses|issn=0518-4088|número=8|formato=pdf|url=http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2110599.pdf}}
* {{Cita publicación|título=Breve esquema del proceso de indogermanización de España|año=1951|título=Breve esquema del proceso de indogermanización de España|nombre=Antonio|apellido={{Versalita|García y Bellido}}|enlaceautor=Antonio García y Bellido|publicación=Argensola: Revista de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses|issn=0518-4088|número=8|formato=pdf|url=http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2110599.pdf}}
* {{cita libro
* {{cita libro
| apellidos = {{versalita|Gonzalbes Cravioto}}
| apellidos = Gonzalbes Cravioto
| nombre = Enrique
| nombre = Enrique
| editorial = [Universidad Castilla-La Mancha]
| editorial = [Universidad Castilla-La Mancha]
Línea 269: Línea 269:
| año = [[2000]]
| año = [[2000]]
| isbn = 978-84-8427-084-3
| isbn = 978-84-8427-084-3
| url=http://www.google.es/books?id=cL14XX16moIC&vq=caput&dq=related:OCLC14066778&hl=es&source=gbs_navlinks_s
}}
}}
* {{cita libro|título=Romanidad e indigenismo en Carpetania|nombre=María Pilar|apellidos={{versalita|González-Conde}}|lugar=Alicante|año=1987|isbn=84-398-8401-X|url=http://www.cervantesvirtual.com/obra/romanidad-e-indigenismo-en-carpetania-0/}}
* {{cita libro|título=Romanidad e indigenismo en Carpetania|nombre=María Pilar|apellidos={{versalita|González-Conde}}|lugar=Alicante|año=1987|isbn=84-398-8401-X|url=http://www.cervantesvirtual.com/obra/romanidad-e-indigenismo-en-carpetania-0/}}
Línea 276: Línea 275:
* {{Cita publicación|título=Las gentilidades presentes en los testimonios epigráficos procedentes de la Meseta meridional|nombre=Julián|apellido={{Versalita|Hurtado Aguña}}|publicación=Boletín del Seminario de Estudios de Arte y ArqueologíaBSAA|ISSN=0210-9573|número=69-70|año=2003|páginas=185-206|url=http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1404299}}
* {{Cita publicación|título=Las gentilidades presentes en los testimonios epigráficos procedentes de la Meseta meridional|nombre=Julián|apellido={{Versalita|Hurtado Aguña}}|publicación=Boletín del Seminario de Estudios de Arte y ArqueologíaBSAA|ISSN=0210-9573|número=69-70|año=2003|páginas=185-206|url=http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1404299}}
* {{Cita publicación|título=La economía del área carpetana en época republicana y altoimperial |nombre=Julián|apellido={{Versalita|Hurtado Aguña}}|publicación=Iberia. Revista de la Antigüedad|ISSN=1575-0221|número=4|año=2001|páginas=71-86|url=http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=263454}}
* {{Cita publicación|título=La economía del área carpetana en época republicana y altoimperial |nombre=Julián|apellido={{Versalita|Hurtado Aguña}}|publicación=Iberia. Revista de la Antigüedad|ISSN=1575-0221|número=4|año=2001|páginas=71-86|url=http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=263454}}
* {{Cita publicación|nombre=Gabriela|apellido={{Versalita|Märtens Alfaro}}|nombre2=Miguel|apellido2={{Versalita|Contreras Martínez}}|nombre3=Gonzalo|apellido3={{Versalita|Ruiz Zapatero}}|nombre4=Enrique|apellido4={{Versalita|Baquedano Pérez}}|isbn=|título=El Llano de la Horca (Santorcaz). Un asentamiento carpetano en los albores de la romanización(en: Actas de las III Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid,2006)|año=2009|pp=201-222|url=http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-Disposition&blobheadervalue1=filename%3D03+II+EDAD+DEL+HIERRO+EN+MADRID.pdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1220574615586&ssbinary=true}}}}
* {{Cita publicación|nombre=Jorge|apellido={{Versalita|Morín de Pablos}}|nombre2=Dionisio|apellido2={{Versalita|Urbina Martínez}}|isbn= 84-616-0349-4|título=Estudio de material cerámico en el cerro de La Gavia, Villa de Vallecas (Madrid) (parte de: "El Primer Milenio a.C. en la Meseta Central.)|año=2012|pp=204-223|url=http://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=509943}}
* {{Cita publicación|nombre=Jorge|apellido={{Versalita|Morín de Pablos}}|nombre2=Dionisio|apellido2={{Versalita|Urbina Martínez}}|isbn= 84-616-0349-4|título=Estudio de material cerámico en el cerro de La Gavia, Villa de Vallecas (Madrid) (parte de: "El Primer Milenio a.C. en la Meseta Central.)|año=2012|pp=204-223|url=http://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=509943}}
* {{Cita publicación|apellido={{Versalita|Pereira Sieso}}|nombre=Juan|formato=pdf|url=http://www.pintiavaccea.es/publicaciones.php?seccion=4|título=Nuestros ancestros. Los carpetanos (Anuario Vaccea nº 4)|pubicación|isbn=978-84-7359-685-5|año=2011|editor=Centro de Estudios Vacceos "Federico Wattenberg" de la Universidad de Valladolid|páginas=18-28}}
* {{Cita publicación|apellido={{Versalita|Pereira Sieso}}|nombre=Juan|formato=pdf|url=http://www.pintiavaccea.es/publicaciones.php?seccion=4|título=Nuestros ancestros. Los carpetanos (Anuario Vaccea nº 4)|pubicación|isbn=978-84-7359-685-5|año=2011|editor=Centro de Estudios Vacceos "Federico Wattenberg" de la Universidad de Valladolid|páginas=18-28}}

Revisión del 15:33 18 feb 2014

Carpetanos
Información geográfica
Área cultural Carpetania
Equivalencia actual Madrid y Castilla-La Mancha (España)
Información antropológica
Pueblos relacionados Celtíberos
Idioma Celtíbero
Asentamientos importantes
Toletum, Complutum, Consabura, Segóbriga, Contrebia Carbica

Situación de los carpetanos en relación con otros grupos étnicos prerromanos.

El pueblo carpetano fue una de las tribus prerromanas que habitaban la Península Ibérica. Se incluyen dentro de los pueblos de filiación céltica o indoeuropea[1]​ que poblaban el centro, norte y oeste peninsulares, ubicándose concretamente en la Meseta Sur, un área con sustrato mayoritariamente indoeuropeo.[2]​ Su situación cerca de los territorios íberos de la península posibilitó que recibieran influencias culturales de éstos lo que ha llevado a la historiografía a confusiones sobre su adscripción.

Fueron un pueblo relativamente próspero que aprovechó la posibilidades agrícolas de su territorio y las oportunidades de comercio que ofrecía su situación geográfica. Con una estructura política descentralizada, no tuvieron grandes diferencias sociales entre ellos ya que no se han encontrado enterramientos suntuosos que lo indicasen ni tampoco son conocidas actuaciones suyas como mercenarios o razias de saqueo sobre sus vecinos, algo de lo que sí fueron protagonistas las capas más desfavorecidas de otras tribus prerromanas.

No dieron grandes líderes como Istolacio, Indíbil o Viriato ni fueron protagonistas de sucesos como Numancia o Sagunto por lo que han sido algo olvidados por la historiografía tradicional española.

Sufrieron un gran desgaste en su lucha contra los cartagineses lo que debilitó posteriormente sus posibilidades de resistencia frente los romanos contra los que lucharon ayudados o quizá dirigidos por sus vecinos vetones y celtíberos. Acabaron por integrarse en el 179 a. C. como aliados en la Hispania romana de una manera pragmática ya que las fuentes no nos han transmitido rebeliones posteriores en su territorio, antes bien, nos han informado que sufrieron las razias de los cercanos lusitanos o los ataques de las tropas de Quinto Sertorio.

Etnogénesis

A lo largo del primer milenio a. C. se da en la Península Ibérica un complejo proceso de etnogénesis con la formación de los diferentes pueblos prerromanos que, a grandes rasgos, se diferencian en tres grupos:[3]

a) Los turdetanos e íberos que se extienden por la franja abierta al mar Mediterráneo siendo los más cultos y civilizados.

b) Los vascones y otros pueblos afines de filiación no indoeuropea que ocupan zonas junto a los Pirineos.

c) Los pueblos indoeuropeos resultado de una invasión muy antigua[4]​ (en una época en que los dialectos occidentales no se habían diferenciado aún) y que acabarían evolucionado con un desarrollo dispar que iría desde los más arcaicos como lusitanos y astures hasta los más desarrollados celtíberos.

Extensión de la cultura Cogotas I

Los carpetanos formarían parte del grupo indoeuropeo o «protocéltico». Las raíces de la formación de este pueblo se sumergen en la cultura de Cogotas I que representa la Edad del Bronce final en una extensa área peninsular entre la que se encuentra la zona donde habitaron los carpetanos.[5]​ Esta cultura de Cogotas I se prolonga hasta finales del siglo VIII a. C. y ofrece características que la relacionan con un sistema cultural indoeuropeo arcaico.[6]​ En el área carpetana se dan asentamientos tanto en cerro como en llano, caracterizados ambos por la falta de arquitectura en duro y asociados a un carácter estacional con alta movilidad de la población.

Sobre este sustrato “protocéltico” se daría una evolución a partir del siglo VIII a. C. en la que se fue generalizando el castro con poblados de viviendas circulares, cerrados y situados en alto para controlar y defender un pequeño territorio sobre la base de una mayor estabilidad de la población. Esta evolución, debida probablemente a una creciente inestabilidad, generaría también una estructura social basada en una incipiente jerarquización con élites guerreras.[7]

A partir del siglo VI a. C. se forma la cultura celtibérica en las altas tierras del Sistema Ibérico y de la Meseta Oriental, caracterizada principalmente por la adopción del hierro para el armamento y por la aparición una estructura social gentilicia, menos rica, pero semejante a la que aparece en Europa Central, Norte de Italia y Sur de Francia. El urbanismo evoluciona con la paulatina aparición de grades castros, algunos de los cuales acabarían convirtiéndose en los grandes oppida que encontraron cartagineses y romanos. En estos nuevos poblados se da una sustitución de las anteriores viviendas circulares por rectangulares cuyos muros posteriores forman parte de la muralla defensiva.

Distribución de los pueblos celtas:
     Territorio central Hallstatt, en el siglo VI a. C.      Máxima expansión celta, en el siglo III a. C.      Área Lusitana de Iberia, donde la presencia Celta está demostrada.      Las seis "naciones celtas" que retuvieron las lenguas celtas en la edad moderna.      Áreas donde las lenguas celtas tienen presencia generalizada actualmente.

Sobre el origen de esta cultura celtibérica existen dos hipótesis: la «invasionista»[8][9]​ que la fundamenta en la invasión de grupos humanos de tipo hallstattico que traerían consigo estos elementos culturales y otra concepción alternativa[10]​ («Evolucionista») que, aunque no excluye el movimiento de gentes, basa la aparición de esta cultura en una evolución y aculturación local con la adopción de los elementos comunes por contactos e intercambios.

Esta cultura celtibérica se extendería paulatinamente desde su zona nuclear hacia occidente por la Meseta hasta llegar al Atlántico provocando una “celtización” del substrato “protocéltico” preexistente que quedaría fragmentado y absorbido por esta nueva cultura plenamente celta identificada como tal por las fuentes clásicas.[11]

Los “protocarpetanos” situados inmediatamente al occidente de la Celtiberia experimentaron dicha “celtización” que aunque no alcanzaría el grado de desarrollo de los celtíberos propiamente dichos, sí los haría más evolucionados que tribus como los lusitanos de rasgos más arcaicos.

En una última fase, a partir del siglo IV a. C. los carpetanos reciben influencias culturales de las zonas ibéricas situadas al sur de su territorio adoptando innovaciones tecnológicas tales como el torno de alfarero, la molienda de cereales, el horno de tiro variable o la siderurgia; innovaciones que conllevarían una mayor especialización social y acentuarían la jerarquización preexistente.[12]

En resumen, y de manera simplificada, los carpetanos serían el resultado de la evolución de un grupo de la población indoeuropea o “protocéltica” peninsular que alcanzaría un grado intermedio de "celtización" y que adoptaría elementos culturales de las zonas íberas.

Desde finales de los años 90 parte de la historiografía ha puesto en duda el carácter de grupo étnico de los carpetanos,[13]​ llegando, en sus postulados más extremos, a afirmar que los carpetanos serían una «construcción artificial creada por Roma durante la conquista de la Península».[14]​ Sin embargo, parte de la estudios más recientes[15][16]​ niegan estos postulados ya que consideran que las categorías con las que los romanos interpretaban las realidades indígenas tenían ciertas reglas y fundamentos[17]​ y sucesos como la decisión colectiva de los 3000 guerreros carpetanos del ejército de Aníbal de abandonarle al conocer el objetivo final de la campaña, denotan un grupo étnico destacado y de acusada personalidad que se reconocía como tal y tenía una base territorial. Además de esto, según nos han transmitido las fuentes clásicas, la actitud de los carpetanos durante los diferentes sucesos históricos en los que se vieron envueltos o sucedieron junto a ellos (ataque cartaginés, segunda guerra púnica, conquista romana, guerras lusitanas, guerras celtíberas y guerras sertorianas) fue siempre homogénea en todas las poblaciones que se citan de su territorio.

Localización

Territorio de los carpetanos con indicación de sus poblaciones históricas y principales vías de comunicación.

Su ubicación se localizaba en la zona central de la península Ibérica, principalmente en el curso alto del río Tajo y llegando por el sur a la cuenca alta del río Guadiana y por el norte al Sistema Central así como al valle del río Henares, en el territorio que comprende parte de las actuales provincias españolas de Guadalajara, Toledo, Madrid, Ciudad Real y Cuenca.

La situación de los carpetanos en relación a otros pueblos prerromanos los ubicaba al oeste de los olcades y celtíberos, al norte de los oretanos, al este de los vetones y al sur de los vaceos. Las diferencias socioculturales de los carpetanos con sus pueblos vecinos han ayudado de manera importante para delimitar de manera más precisa su territorio.

Las fuentes clásicas nos han transmitido el nombre de un buen número de sus poblaciones, principalmente aquellas situadas junto a las vías de comunicación más importantes o que fueron protagonistas de algún suceso bélico.[18]​ A estas poblaciones históricas hay que sumar las que han sido descubiertas por la arqueología y de las que desconocemos su nombre, por lo que se denominan como el paraje de su localización (Cerro de la Gavia, Cerro Gollino, Plaza de Moros, Cerro del Ecce Homo, etc.).

Cerro del Ecce Homo en el término municipal de Alcalá de Henares

Los principales núcleos urbanos de los carpetanos: Toletum, correspondiente al actual Toledo, Complutum; la actual Alcalá de Henares; Consabura, la presente Consuegra y Segóbriga junto a Saelices (Cuenca) adquirieron el estatuto legal municipal poco después de la conquista romana.

Sus vías principales de comunicación comunicaban el centro de su territorio con las tribus vecinas y sus centros de población más importantes. Estas rutas seguían el río Tajo y sus afluentes en dirección suroeste - noreste, mientras que, partiendo de esta vía principal, otras rutas comunicaban con el noroeste y el sureste.

Estructura sociopolítica

La estructura sociopolítica de los carpetanos resultaba ciertamente atípica ya que no desarrollaron una jerarquización total así como una centralización del poder semejante a la que se dio en algunos pueblos vecinos como celtíberos, vacceos o vetones.[19]​ Los carpetanos se organizaron de una manera descentralizada sobre la base de polis, ciudades estado o ámbitos comarcales de varias poblaciones vecinas. A pesar de esto, a la llegada de Aníbal fueron capaces de hacerle frente levantando en armas y organizando un enorme ejército que estimaciones actuales[20]​ calculan en 40 000 guerreros y que las fuentes clásicas elevaban hasta los 100 000 soldados. Otros hechos históricos, como el mencionado abandono al unísono del ejército de Aníbal por parte del contingente carpetano, nos hacen ver que, a pesar de esta descentralización, los carpetanos estaban acostumbrados a actuar de manera conjunta y coordinada.

La anterior manera de actuar quedó muy mermada a la hora de hacer frente a la conquista romana. Durante este periodo, las fuentes clásicas no nos hablan propiamente de “carpetanos” sino que relatan los hechos militares que afectaron a varias de sus ciudades mencionando únicamente a sus habitantes.[21]​ En este periodo aparecieron líderes como Hilerno quien capitaneó la coalición de pueblos célticos con los que primeramente se enfrentaron los Romanos al inicio de la conquista de Carpetania, o Thurro que aglutinó a los últimos carpetanos resistentes a Roma y con el que acordaría Graco el tratado de "Amicitia" que integró a Capetania en la Hispania romana.

La base de la sociedad carpetana la constituía la familia nuclear (padres e hijos). Sobre este soporte, se daban las Gentilidades, habituales en los pueblos indoeuropeos, que se organizaban sobre el fundamento de un parentesco consanguíneo entre descendientes de un mismo antepasado común, generalmente mitificado, que daba nombre a este grupo suprafamiliar. Estas unidades organizativas contaban con un reducido número de miembros siendo de carácter restringido y cerrado y actuando dentro de unos límites territoriales definidos.[22]​ La arqueología ha conseguido distinguir a través de los testimonios epigráficos del periodo romano casi 30 gentilidades carpetanas, tales como Bocouriqum (en Manzanares el Real), Duitiqum (en Segóbriga), Manganiqum (en Puebla de Montalbán), Solicum (en Navas de Estena) o Venatioqum (en Alconchel de la Estrella).

Cultura material

Bronce de Santorcaz

La cultura material carpetana se manifiesta en diversos tipos de manufacturas de las cuales la arqueología ha venido sacando a la luz un repertorio todavía escaso y por tanto abierto a diferentes interpretaciones. De lo obtenido hasta ahora, se puede destacar:

a) Cerámicas:[23]

Video externo
Vaso de los Caballos.
Atención: este archivo está alojado en un sitio externo, fuera del control de la Fundación Wikimedia.

Los carpetanos producían útiles cerámicos de diversos tipos: tinajas para almacenamiento, cerámica de cocina para uso doméstico y varios tipos de contenedores de mayor tamaño. Las decoraciones utilizadas en su fabricación presentan diversas semejanzas con las producidas por tribus vecinas tanto célticas como íberas resultado de los procesos de contacto con las mismas. Así, podemos encontrar decoraciones de tipo celtibérico numantino como el denominado «Vaso de los Caballos» de Santorcaz y decoraciones de tipo ibérico, tanto con motivos geométricos como con pintura jaspeada.

b) Fíbulas:[24]

Dentro de este elemento de la cultura material, se producían tanto fíbulas con inspiraciones culturales de origen levantino como fíbulas de caballito de adscripción a La Tène que reflejan el valor asignado al caballo como elemento aristocrático. También se han encontrado ejemplares con representaciones figurativas que apoyan la evidencia de la llegada de influencias de este arte lateniense a mediados del siglo III a. C.

c) Otros elementos:

Video externo
Relieve de Illescas.
Atención: este archivo está alojado en un sitio externo, fuera del control de la Fundación Wikimedia.

Entre otras manifestaciones de la cultura material de los carpetanos destacan dos objetos de contenido religioso: la denominada «Pátera de Titulcia» asociada a un uso en ceremonias sacras y que se ha convertido en su elemento más emblemático; y el conocido como «Relieve de Illescas», el cual, desde su aparición hace 30 años continúa siendo un unicum en la península Ibérica.[25]​ En este relieve se representan dos carros con sus aurigas y entre ellos un personaje saludando con el brazo en alto; siguiendo a los carros aparece un animal fantástico —un grifo— que cierra el cortejo.[26]​ Esta escena se ha asociado al viaje al mundo de ultratumba y la heorización de antepasados míticos en el marco de su culto dentro de una gentilidad carpetana.

La caza ocupaba también un lugar destacado dentro de la iconografía carpetana; otro de los objetos más relevantes de su cultura material es una placa de bronce descubierta en Santorcaz en la que, junto a motivos geométricos, aparecen un ciervo y varias aves gallináceas.

Economía

Monte encinar de El Pardo; los carpetanos aprovecharon el bosque mediterráneo situado en su territorio para su actividad ganadera y cinegética así como fuente de bellotas que complementaban y sustituían al cereal en épocas de malas cosechas.

Los carpetanos fueron un pueblo relativamente próspero respecto a otras tribus célticas como lusitanos, vetones y celtíberos aunque siempre sin alcanzar los niveles los Íberos y turdetanos. No nos es conocido que hayan recurrido a las razias de pillaje sobre sus vecinos; antes bien, fueron ellos los que las sufrieron, principalmente de los lusitanos. Tampoco nos consta que se alistasen de manera habitual como mercenarios; de hecho, su inclusión en el ejército de Aníbal fue resultado de la presión militar cartaginesa.

Las actividades económicas de los carpetanos eran diversas:[27][28]

Con diferencia, la principal fue la agricultura, principalmente trigo y cebada. La Carpetania, con grandes llanuras y bañada por el Tajo, Guadiana y sus afluentes era un terreno medianamente fértil que propiciaba una agricultura extensiva de secano incluso hortofrutícola en las riberas del Tajo. En época de malas cosechas, se recurría a las bellotas que proporcionaba el bosque mediterráneo, abundante en su territorio.

Moneda acuñada en Contrebia Carbica

Como ganaderos, los carpetanos no destacaron tanto como sus vecinos vetones. La oveja y la cabra fueron los animales principales siendo complementado el consumo de carne con lo obtenido por la caza que tuvo que ser abundante.

Su situación entre las zonas íberoturdetanas y las célticas favoreció una importante actividad comercial propiciando la aparición de varias cecas como Toletum, Contrebia Carbica o Complutum. A esta actividad ayudó la presencia de sal fácilmente extraíble de las lagunas salinas situadas en su territorio.

Dentro de la actividad manufacturera, contaban con talleres textiles, alfareros, metalúrgicos e incluso orfebres. Estos talleres se solían situar en zonas específicas de sus poblaciones con el fin de mitigar los efectos molestos de los mismos.

Religión

Pátera de Titulcia, utilizada por los carpetanos en ceremonias religiosas

La religión entre los pueblos prerromanos de Hispania era de carácter politeista variando la tipología o los nombres de los dioses según el pueblo o el territorio donde eran adorados. Estos dioses personificaban las fuerzas de la naturaleza y las relacionadas con la propia supervivencia del individuo o grupo. Debido a su origen, los carpetanos[29]​ practicaban una religión de raíz céltica pero con un carácter más arcaico respecto a sus parientes de la Galia con diferencias tales como la no inclusión del aspecto druídico.

Los carpetanos utilizaron santuarios a cielo abierto donde rendían culto a sus dioses como Epona, protectora de los caballos o Ataecina, que posiblemente fue una Magna Mater importante de carácter tutelar y suministradora de bienes terrenales.

Mármol representando a la deidad Ataecina

También adoraban una divinidad asociada al agua, cuyo nombre romanizado nos ha llegado como Aironis. Esta divinidad se veneraba en fuentes y manantiales.

Como en otras partes de Hispania, el toro también era objeto de veneración siendo asociado a la fecundidad del ganado y a la otra vida, apareciendo en estelas funerarias acompañado de representaciones del sol, la rueda, la luna y las estrellas.

En la Carpetania se practicaba igualmente el ritual fúnebre de exponer los cadáveres de los guerreros caídos en combate a los buitres, considerados aves sagradas. Este ritual se ha documentado en otras tribus célticas hispanas y entre los oretanos situados al sur de los carpetanos.[30]

Por otro lado, los carpetanos tenían una serie de espacios intramuros conocidos como “santuarios domésticos gentilicios” de los que es un buen ejemplo el localizado en El Cerron (Illescas) donde se rendía culto a un antepasado mítico ilustrado en un relieve que representa el viaje al mundo de ultratumba de dos personajes heroizados.[31]

La pieza arqueológica más popular recuperada hasta ahora de los carpetanos, la denominada «Pátera de Titulcia», se ha asociado a un uso para libaciones durante sus ceremonias sacras.[32]

Periodo histórico

Por periodo histórico entendemos aquel para el que las fuentes clásicas nos han transmitido información sobre Carpetania y los carpetanos. Este periodo se puede dividir en las etapas comunes de la historia de Hispania.

Conquista cartaginesa

La presencia cartaginesa en la península ibérica proporciona la primera ocasión en que los carpetanos aparecen en los textos históricos que nos transmite Polibio[33]​ y Tito Livio.[34]​ Los carpetanos son uno de los pueblos peninsulares que más resistencia ofrece frente al cartaginés.

Aníbal Barca; El famoso general cartaginés dirigió la primera batalla campal de su carrera militar contra los carpetanos junto al río Tajo.

En el 221 a. C., tras la muerte de Asdrúbal, toma el mando de los ejércitos cartagineses en la península Aníbal Barca dando un carácter más agresivo a la política cartaginesa que culminará con el ataque a Roma. Lo primero que hace es acometer una expansión del territorio controlado reforzando su alianza con los oretanos y atacando a varios pueblos de la meseta. El objetivo de estos ataques es múltiple: proporcionarse suministros y soldados así como asegurar la retaguardia de su principal territorio antes de su expedición a Italia.[35]

El primer ataque se dirige en el mismo año 221 a. C. contra los olcades –pueblo limítrofe y aliado con los carpetanos– a los que toma y saquea su capital Altia. Este ataque provocó la práctica desaparición de los olcades como tribu propia pasando éstos a diluirse dentro de las tribus celtíberas y entre los carpetanos.[36]

En la primavera del siguiente año (220 a. C.) Aníbal inicia una campaña a través del sur de la meseta que le lleva hasta el territorio de los vacceos donde toma Helmantike y Arbucala obteniendo abundante botín. Es a la vuelta desde Arbucala hasta Qart Hadasht (Cartagena) cuando, al atravesar su territorio, un gran ejército carpetano con ayuda de supervivientes vacceos y olcades le hace frente en la Batalla del Tajo al intentar cruzar dicho río. A pesar de su inferioridad numérica y del lastre del botín, Aníbal consigue salir victorioso gracias a superioridad táctica.[37]

Durante el asedio a Sagunto, un año después, en 219 a. C., el ataque de los carpetanos contra los reclutadores cartagineses obliga a Aníbal a dejar el mando a su lugarteniente Maharbal y dirigirse personalmente con parte de las tropas a la Carpetania para someterlos.[38]

Segunda Guerra Púnica

Durante la Segunda Guerra Púnica los carpetanos continúan con su hostilidad frente a los cartagineses que mantendrán constante a diferencia de otros pueblos peninsulares como celtíberos o ilergetes que lucharán a favor o en contra de romanos y cartagineses según las circunstancias.

En el verano del siguiente año 218 a. C., 3000 mercenarios carpetanos se niegan a cruzar los pirineos y abandonan el ejército cartaginés cuando conocen que el verdadero objetivo de la campaña es el ataque a Roma.[39]

Incluso durante los momentos más bajos de los romanos en la península cuando, tras la muerte de sus generales en la derrota del Betis superior y su repliegue al norte del Ebro, Cartago parece tener la victoria a su alcance, los carpetanos continúan su resistencia contra los cartagineses. Cuando al año siguiente —210 a. C.— Publio Cornelio Escipión llega a la península, se encuentra con que Qart Hadasht (Cartagena) está desguarnecida al encontrarse el ejército que la debía proteger en Carpetania ocupado en el asedio de una de sus ciudades.[40]

Conquista romana de la Carpetania

Avance romano en la península ibérica.

El derrumbe cartaginés en el 206 a. C. dejó un aparente vacío de poder que las tribus más poderosas como ilergetes, celtíberos o lusitanos trataron de ocupar. Los carpetanos quedaban entre los celtíberos y las tribus lusitanas y vetonas por lo que eran objetivo de sus tendencias expansivas. Tras el desgaste padecido contra los cartagineses, es probable que parte de su población viera la conquista romana como un mal menor frente a una absorción por sus vecinos, amén de la consciencia de inevitabilidad de la victoria de Roma tras el poderío alcanzado por ésta con las derrotas de Cartago, Macedonia y el sometimiento de la parte más rica y avanzada de la península ibérica.

Tras la pacificación final en el 195 a. C. por el cónsul Marco Porcio Catón del territorio peninsular arrebatado a los cartagineses y el posterior licenciamiento de sus legiones, la intención romana fue mantener seguro el territorio adquirido pero la conducta belicosa de las tribus del interior obligó a los romanos a una continua expansión de su área de influencia.[41]​ La conquista romana de Carpetania tuvo como propósito inicial la protección de sus ricos territorios en el sur peninsular; primero se buscó establecer una línea defensiva en el río Tajo para luego eliminar la amenaza de la expansión celtíbera sobre el oriente del territorio carpetano.

La conquista necesitó un relativamente breve espacio de tiempo: los 14 años que transcurrieron entre 193 y 179 a. C. Los carpetanos parecen actuar siempre bajo la órbita de vetones y sobre todo celtíberos.[42]​ Fue la falta de ayuda de estos últimos lo que provocó finalmente la rendición de Cértima así como la alianza del caudillo Thurro con los romanos tras la caída de la última ciudad carpetana resistente: Alce. Tras los tratados de Graco y la integración de los carpetanos en la esfera romana –probablemente mediante un tratado de Amicitia-[43]​ la Carpetania se convirtió en una parte leal y segura de la Hispania romana por lo que sufrió en ocasiones el pillaje y los ataques de tribus vecinas. Su conquista se desarrolló en cuatro campañas:


193-192 a. C.: Marco Fulvio Nobilior,[44]​ gobernador de la provincia Ulterior se dirige hacia el Tajo donde derrota junto a Toletum a una coalición de vacceos, vetones y celtíberos capturando a su líder, el Rex Hilernus. No consigue tomar Toletum ya que en la primavera siguiente la vuelve a atacar para tomarla finalmente a pesar de un nuevo apoyo de los vetones.

186–185 a. C.: Lucio Quintio Crispino, pretor de la provincia Citerior y Cayo Calpurnio Pisón,[45]​ de la Ulterior, de manera combinada, concentran sus ejércitos en la Beturia y marchan hacia Carpetania donde son derrotados en una primera batalla junto a Dipo y Toletum. Tras reorganizar su ejército con el reclutamiento de auxiliares en ciudades aliadas se dirigen al norte cruzando el Tajo para enfrentarse y vencer junto a este río a un importante ejército indígena de 35 000 hombres del que sólo consiguen sobrevivir 4000.

181 a. C.: Quinto Fulvio Flaco,[46]​ gobernador de la Citerior acomete una campaña contra los celtíberos que inicia en la Carpetania donde derrota a un ejército celtibero junto a Aebura para posteriormente dirigirse hasta Contrebia Carbica. Los carpetanos sitiados piden ayuda a los celtíberos que no acuden debido al mal tiempo por lo que la ciudad acaba rindiéndose.

179 a. C.: Tiberio Sempronio Graco,[47]​ gobernador de la Citerior, acomete el sometimiento final de Carpetania y actúa en su zona oriental. Toma Cértima y Alce, últimos reductos carpetanos que para entonces se hallaban en una especie de protectorado celtíbero. Tras estas victorias emprende una campaña por la Celtiberia que finaliza con la pacificación de la zona y la firma de unos pactos que permiten un cuarto siglo de paz la cual no se vería interrumpida hasta el 154 a. C. con las acciones que desencadenan la segunda guerra celtíbera.[48]

Carpetania queda finalmente integrada en el mundo romano con un tratado de "Amicitia” que haría que en el 151 a. C. Lucio Licinio Lúculo atacara la ciudad de Cauca aduciendo venir en auxilio de los carpetanos quienes habían sido atacados por los vacceos.[49]

Guerras Lusitanas

Viriato

Durante las guerras lusitanas (155-146 a. C.) la Carpetania, por la fertilidad de su terreno y su naturaleza de fiel aliado de los romanos,[50]​ es objeto de varias razias por parte de Viriato,[51]​ quien ya en el 147 a. C. saquea estas tierras sin que las guarniciones romanas del Tajo y Guadiana puedan hacer nada para evitarlo.

En el siguiente año 146 a. C., el cuestor Cayo Plaucio llega de Roma con 10 000 soldados y 1300 jinetes siendo derrotado por Viriato en la Carpetania, quien a continuación establece su campamento en el denominado "Monte de Venus" identificado con la actual Sierra de San Vicente. Desde este campamento vuelve a saquear la Carpetania llegando hasta Segóbriga a cuyos habitantes roba el ganado. El caudillo lusitano impone igualmente a los carpetanos un tributo sobre sus cosechas bajo la amenaza de destruirlas.

En el año 139 a. C., el cónsul Quinto Servilio Cepión rompe la tregua acordada con Viriato algunos años antes; éste, cogido por sorpresa en la Beturia, huye a la Carpetania mientras destruye todo a su paso y es perseguido por los romanos que no consiguen neutralizarlo[52]​ y evitar su huida hasta Lusitania.

Guerras Sertorianas

Quinto Sertorio. Gerard van Kujil 1638

Durante la época de las Guerras Sertorianas[53]​ (80–72 a. C.) la Carpetania debió permanecer del lado Optimate ya que las fuentes clásicas solo nos han transmitido ataques de las tropas de Sertorio contra poblaciones carpetanas. La región tuvo que sufrir una gran inestabilidad durante esos años: varios asentamientos como El Llano de la Orca (Santorcaz) y Cerro Gollino (Corral de Almaguer) fueron abandonados y por otro lado son relativamente frecuentes los “tesorillos” de monedas ocultas[54]​ que los arqueólogos han encontrado datados en esos años.

En el 78 a. C. Lucio Hirtuleyo, lugarteniente de Sertorio derrota en esta zona a Domicio Calvino, gobernador de la citerior asaltando Consabura, una de las ciudades carpetanas más importantes. El siguiente año, 77 a. C., el propio Quinto Sertorio tras salir de Lusitania se dirige hacia el este, atraviesa el territorio veton y finalmente entra Carpetania donde somete la ciudad de Caracca.

Restos arqueológicos

Archivo:Pobladogavia3.jpg
Restos del Poblado Carpetano de La Gavia, en el Parque Lineal del Manzanares.

La arqueología ha desenterrado bastantes poblados carpetanos algunos de los cuales han sido acondicionados para su visita. Entre ellos son de destacar:

Se trata de los restos de un poblado ocupado entre los siglos IV y II a. C. que se han acondicionado para su visita por parte del público siendo de destacar la reconstrucción de una vivienda carpetana.

Gran poblamiento carpetano-romano amurallado de unas 30 hectáreas del que se puede apreciar su configuración urbana, edificios públicos, abundantes hornos y hogares así como una alberca. También ha sido acondicionado para su visita por el público.

Población amurallada situada en un promontorio de difícil acceso junto al arroyo de las Barranquillas[57]​ que por los restos recogidos tuvo que tener una importante actividad comercial.

Se trata un importante yacimiento aunque la parte prerromana descubierta es escasa y descubierta en contextos arqueológicos posteriores.

Importante oppidum de unas 14 hectáreas que fue abandonado en el siglo I a. C. lo que ha posibilitado la recuperación de un importante ajuar doméstico exhibido actualmente en museos.

Son los restos de la histórica población de Contrebia Carbica que contaba con 3 murallas y varios torreones.

Se trata de un poblamiento establecido para aprovechar las ventajas defensivas de un espolón. Fue objeto de destrucción por fuego en el siglo III a. C.

Por otro lado, piezas importantes recuperadas de los carpetanos, tales cómo la Pátera de Titulcia, el Bronce de Santorcaz o el Relieve de Illescas pueden ser contempladas en los museos Arqueológico de Madrid (Alcalá de Henares) o el de Santa Cruz (Toledo).

Véase también

Referencias

  1. Salinas de Frías, 1986-1987, p. 32.
  2. González-Conde, 1992, p. 300.
  3. Almagro Gorbea, 1999, pp. 21-22.
  4. Tovar Llorente, 1957, p. 81.
  5. Salvador Conejo, 2011, p. 96.
  6. Almagro Gorbea, 1992, p. 8.
  7. Almagro Gorbea, 1999, p. 27.
  8. García y Bellido, 1951, pp. 224-225.
  9. Tovar Llorente, 1957, p. 82.
  10. Almagro Gorbea, 1999, p. 36.
  11. Almagro Gorbea, 1999, p. 52.
  12. Salvador Conejo, 2011, p. 101.
  13. Urbina Martínez, 1998, p. 183.
  14. Serrano Madroñal, Sánchez López y Hombrados Mar, 2012, pp. 65-69.
  15. Ruiz Zapatero y Álvarez Sanchís, 2013, pp. 346-347.
  16. Pereira Sieso, 2011, p. 18.
  17. Wolf, 2009, pp. 207-217.
  18. Urbina Martínez, 1998, p. 187.
  19. Ruiz Zapatero y Álvarez Sanchís, 2013, pp. 350-351.
  20. Fournie, 2006, p. 37.
  21. González-Conde, 1987, pp. 25-26.
  22. Hurtado Aguña, 2003, p. 186.
  23. Morín de Pablos y Urbina Martínez, 2012, pp. 204-223.
  24. Urbina Martínez, 2012, pp. 188-200.
  25. Urbina Martínez, 2012, p. 192.
  26. Balmaseda Muncharaz y Valiente Cánovas, 1981, pp. 215-238.
  27. Hurtado Aguña, J. (2001): La economía del área carpetana en época republicana y altoimperial. dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/263454.pdf
  28. Märtens Alfaro, G. et alii (2006): El Llano de la Horca (Santorcaz). Un asentamiento carpetano en los albores de la romanización.
  29. Salvador Conejo, 2011, pp. 279-298.
  30. Blázquez Martínez, 1999, pp. 315-316 (p. 10 en la versión digitalizada).
  31. Pereira Sieso, J. (2010): Nuestros ancestros los carpetanos; en Pintia Vaccea, anuario nº 4. http://www.pintiavaccea.es/publicaciones.php?seccion=4
  32. «Titulcia, plata carpetana en un subsuelo mágico». Diario El País. 27 de octubre de 2010. 
  33. Polibio III, 13, 5-14, 10
  34. Livio, Tito: XXI, 5, 1-17
  35. González Wagner, 1999, pp. 271-274.
  36. Gonzalbes Cravioto, Enrique (2000): Caput Celtiberiae. La tierra de Cuenca en las fuentes clásicas. Pag.181.
  37. «Los pueblos prerromanos en Castilla-La Mancha de Gregorio Carrasco Serrano». Consultado el 17 de febrero de 2014. 
  38. Livio, Tito: XXI, 11, 13.
  39. Livio, Tito: XXI, 13, 4-6.
  40. Polibio X, 7, 4-5.
  41. Blázquez Martínez, J.M. (1962): El impacto de la conquista de Hispania en Roma, Pag. 8. http://www.cristoraul.com/SPANISH/sala-de-lectura/HistoriaUniversal/ImperioRomano/ImpactodelaconquistadeHispania.pdf
  42. Salinas de Frías, Manuel (1985): Indigenismo y romanización en Carpetania, pág. 30.
  43. Knapp, R.C. (1973): Roman provinces of Iberia to 100 B.C. Pág. 46
  44. Livio, Tito: XXXV, (7, 6) y (22, 5).
  45. Livio, Tito: XXXIX, (20, 3) y (30 - 31)
  46. Livio, Tito: XL, 33
  47. Livio, Tito: XL, 36 y 44
  48. Carrasco Serrano, 2003, p. 53.
  49. Apiano: Iberia, 50-52
  50. González-Conde, 1987, pp. 32.
  51. Apiano: Iberia, 62-63-64
  52. Apiano: Iberia, 70
  53. Frontino, IV, 5, 19; Floro, II, 10, 6; Orosio, V, 23.
  54. Hurtado Aguña, Julián (1994): La presencia del ejército romano en Carpetania; en Memorias de historia antigua, vól. 15-16. Pág. 76
  55. Gobierno de la Comunidad de Madrid (ed.). «Hábitat Carpetano de Miralrío (Rivas Vaciamadrid)». 
  56. Gobierno de la Comunidad de Madrid (ed.). «Conjunto arqueológico de la Dehesa de la Oliva (Patones)». 
  57. VV.AA (2005). El Cerro de la Gavia: El Madrid que encontraron los romanos (pdf). Museo de San Isidro - Ayuntamiento de Madrid. ISBN 84-7812-605-8. 
  58. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (ed.). «Parque Arqueológico de Segóbriga». 
  59. Gobierno de la Comunidad de Madrid (ed.). «Excavaciones arqueológicas en El Llano de la Horca (Santorcaz)». 
  60. Diputación Provincial de Cuenca (ed.). «Yacimiento Fosos de Bayona». 
  61. Urbina Martínez, García Vuelta y Urquijo, 2004, p. 166.
  62. «L POBLADO DE PLAZA DE MOROS (I). ASPECTOS GENERALES». 

Bibliografía

Bibliografía adicional

Enlaces externos