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Aun así Lynch realizó acciones para detener los embarques de nuevas armas que llegaban a Perú, sin mucha suerte. Debió regresar el [[1 de noviembre]] de [[1880]] al [[Puerto de Quilca]], departamento peruano de [[Arequipa]], donde le esperaba la comandancia de la primera división del Ejército, dirigida por el general [[Antonio Villagrán]], quien debió dejar el mando por su negación de poder realizar las operaciones que exigía el alto mando chileno.
Aun así Lynch realizó acciones para detener los embarques de nuevas armas que llegaban a Perú, sin mucha suerte. Debió regresar el [[1 de noviembre]] de [[1880]] al [[Puerto de Quilca]], departamento peruano de [[Arequipa]], donde le esperaba la comandancia de la primera división del Ejército, dirigida por el general [[Antonio Villagrán]], quien debió dejar el mando por su negación de poder realizar las operaciones que exigía el alto mando chileno.

La piratería es una actividad tan antigua como la navegación misma. Una embarcación privada o estatal amotinada atacaba a otra en aguas internacionales o lugares sometidos a la jurisdicción o no de un Estado con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave. Quienes realizaban esta práctica se denominaban piratas y robaban por cuenta propia.

Patricio Lynch, quien se comportó como un vulgar bucanero, los bucaneros eran matarifes de reses y se convirtieron en carniceros de hombres. Fue propio del Caribe y el segundo cuarto del siglo XVII. Pero, además, Lynch por su comportamiento durante el ataque artero, traicionero y a mansalva a los puertos y haciendas del litoral peruano, desprotegidos, abandonados por la inercia de Nicolás de Piérola, recibió el calificativo de filibustero, “el que captura el botín libremente”.

Con seguridad se preguntarán por qué el calificativo de “pirata-corsario-bucanero-filibustero” que se le endilgó a Patricio Lynch, el gran almirante chileno que recorrió nuestra costa desde Arica hasta Paita, dejando a su paso destrucción, desolación, impunidad, muerte, robo, imponiendo cupos a las poblaciones indefensas, destruyendo la infraestructura de las haciendas, etc.

Después de la caída de Arica en manos chilenas y la muerte de Bolognesi, la flota chilena tenía nuestro océano libre para desplazarse sin temor y transportar sus vituallas, personal y proseguir las operaciones militares hacia nuestra capital, tal como era el interés del ministro de guerra chileno Manuel Vergara, quien contaba con el apoyo del Ejército en poder de Baquedano.

La opinión pública estaba azuzada por los diarios chilenos que deseaban la continuación de la guerra, como El Independiente de Santiago del 23 de agosto de 1880, que expresaba: “A Lima! para dar el golpe de muerte a esa serpiente, para firmar en el palacio de los virreyes el tratado de paz que nos dé, como reparación e indemnización de guerra, la costa del Pacífico hasta el grado 19; a Lima, en fin, para satisfacer el anhelo vehemente de nuestros soldados”.


=== Campaña de Lima ===
=== Campaña de Lima ===

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Patricio Lynch Solo de Zaldívar
Información personal
Apodo "El Último Virrey del Perú"
"El Príncipe Rojo"
Nacimiento 1 de diciembre de 1824 Ver y modificar los datos en Wikidata
Santiago de Chile (Chile) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 13 de mayo de 1886 Ver y modificar los datos en Wikidata (61 años)
Alta mar Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Argentina
Familia
Padre Estanislao Lynch Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Escuela Militar del Libertador Bernardo O'Higgins Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Diplomático, político y militar Ver y modificar los datos en Wikidata
Lealtad ChileBandera de Chile Chile
Rama militar Marina Real británica Ver y modificar los datos en Wikidata
Mandos


  1. Comandante de Transporte
  2. Jefe Militar y político de Tarapacá
  3. Comandante de la 1ª. División del Ejército de Chile; 1880
Rango militar General en Jefe en campaña, Vicealmirante
Conflictos

Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana Primera Guerra del Opio Guerra del Pacífico:

Título Patricio Lynch
Vicealmirante de la Armada de Chile y General en Jefe del Ejército de Chile.

Patricio Javier de los Dolores Lynch Solo de Zaldívar (Santiago de Chile, 1 de diciembre de 1824 - alta mar, cerca de Tenerife, 13 de mayo de 1886), conocido como Patricio Lynch, fue un Vicealmirante de la Armada de Chile, General en Jefe del Ejército de ocupación del Perú y ministro plenipotenciario de Chile en España.

Fue el quinto Vicealmirante de Chile, nombrado el 8 de agosto de 1883. Apodado, en Chile, el "Último Virrey del Perú" por su labor y operaciones realizadas en la ocupación de ese país. Fue hijo de Estanislao Lynch Roo, argentino de origen irlandés, y de Carmen Solo de Zaldívar Rivera. Inició su carrera en la Escuela Militar, de la que pasó a la armada a los 13 años. Participó en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, en la Primera Guerra del Opio de parte de Inglaterra y en la Guerra del Pacífico.[1]​ Murió a bordo del vapor inglés Cotopaxi, en Tenerife.[2]

Infancia

Acudió al Colegio Argentino de los hermanos Zapata, en Santiago. En esa escuela fue compañero de Aníbal Pinto y Manuel Baquedano, quienes años después servirían juntos en altos cargos de la nación.[3]​ Cuando tenía 12 años, Lynch ingresó a la Academia Militar, donde se formaban juntos los oficiales del Ejército y la Armada, impulsado por la vocación naval. Fue nombrado cadete el 2 de marzo de 1837 cursando rápidamente sus estudios, debido a que el país se encontraba participando en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. Obtuvo su promoción a guardiamarina el 21 de febrero de 1838, a los 13 años.[3]​ Se embarcó como aspirante de guardiamarina en la corbeta Libertad al mando de Robert Winthrop Simpson. Su primer enfrentamiento fue en el Combate Naval de Casma en 1838.[4]

Guerra del opio

En febrero de 1840 se incorporó a la Royal Navy por petición del almirante británico Ross, con 16 años de edad. Participó en unas veinte acciones de guerra en la Primera Guerra del Opio de 1841, por cuya participación fue ascendido a teniente. En Inglaterra se le consideraba uno de los mayores valores, por lo que les extrañó que en su país le tuvieran escaso aprecio, como se lo hizo ver el almirante James Hillyar al presidente Federico Errázuriz Zañartu. Lynch acompañó a su jefe, el Capitán de Navío Sir Thomas Herbert, durante toda la campaña en China y tomó parte en nueve combates, entre ellos los asaltos de Cantón, Amoy, Chusán y Ningpoo.[4]

Durante la acción en que, comandando un grupo de hombres, tomó Tsinhan, ocurrió una curiosa anécdota. Cuando vencía su bando (los ingleses), escuchó que el jefe chino decía: "estamos jodidos". Lynch comprendió que el interlocutor era chileno y lo salvó de morir. Se trataba de Francisco Guerrero, que después de esa escaramuza volvió a Chile y se incorporó a su ejército.[2]

En julio de 1847 al mando de un buque mercante partió hacia California durante la llamada Fiebre del oro, llevando a varios chilenos aventureros, gracias al permiso sin sueldo que le concedió la Armada. Su aventura duró poco tiempo y tuvo que regresar a su país.

Vuelta a Chile

En 1849 se casó con la viuda Julia Borgoño Vergara, hija del general José Manuel Borgoño Núñez, vencedor de la resistencia realista en Chiloé. Este matrimonio le significó un castigo de parte de la Armada, por haberlo realizado sin su permiso. De este matrimonio nacieron dos hijas, Julia y María Teresa, y un hijo, de su mismo nombre.[5]

De regreso en Valparaíso, fue designado ayudante del almirante e intendente del puerto, Manuel Blanco Encalada. Junto a él sofocó los intentos revolucionarios de 1851 a pesar de considerarse opositor de Manuel Montt, lo que le mereció ascender al grado de Capitán de Fragata, entregándosele el mando del Bergantín Janequeo.[5]

Petición de retiro

Tuvo un conflicto político con el presidente Manuel Montt a finales del año 1853, lo que le significó el retiro involuntario de la Armada en enero de 1854.[5]​ El incidente estaba relacionado con la petición del gobierno de transportar presos políticos en su bergantín, cuestión a la que Lynch se negó.

Se retiró a las actividades agrícolas, reencontrándose con sus amigos de la infancia, como Aníbal Pinto y Domingo Santa María, que llegarían a ser presidentes de Chile.

Reincorporación

Debido al inicio de la Guerra Hispano-Sudamericana, reincorporaron a Patricio Lynch al servicio activo en diciembre de 1865, con el grado de Capitán de Fragata graduado. A pesar de esto no tuvo participación directa en la guerra.

En 1867, Lynch fue nombrado gobernador marítimo y comandante del Batallón Naval de Valparaíso, adjudicándosele sólo labores administrativas. Cinco años después, en junio de 1872 fue ordenado agregado del ministerio de Guerra y Marina en Santiago, colaborando en una compleja reestructuración de la Armada de Chile.

Guerra del Pacífico

Inicios de la guerra

Al estallar la Guerra del Pacífico, Lynch solicitó un puesto en la escuadra, el que no obtuvo debido a la animadversión de sus colegas de armas, basado fundamentalmente en su estadía en el extranjero. Se le nombró en cambio comandante general de transportes, en donde demostró grandes dotes como organizador, que fueron notadas por el ministro de Guerra Rafael Sotomayor Baeza. La misión de Lynch fue la de mantener las líneas de suministros y víveres para la Escuadra.[5]

Ayudó en la organización de los desembarcos en Antofagasta y en Pisagua, además de tener que enfrentar las correrías del Huáscar por el Pacífico. Por su desenvolvimiento en estas acciones es que a fines de noviembre de 1879 fue nombrado Comandante de Armas y gobernador marítimo de Iquique por el ministro Rafael Sotomayor.

Lynch se encargó de establecer y mantener el servicio telegráfico secreto, al mando de un batallón cívico de Infantería. De esta forma debió firmar varios telegramas, anunciando los resultados de las batallas. Por su trabajo, el gobierno lo ascendió a capitán de navío efectivo en julio de 1880.[5]

Expedición Lynch

Ese mismo año, el presidente Aníbal Pinto encomendó al capitán organizar una fuerza militar para atacar las empresas azucareras de caña, en el norte del Perú, desde donde se obtenían recursos para la guerra. Sin embargo, la operación tuvo sus inconvenientes y fue catalogada como destructiva, porque además se destruyeron industrias de extranjeros neutrales, además del ferrocarril de Etén a Chiclayo en el que había intereses ingleses. En la expedición fueron destruidas e incendiadas propiedades peruanas en Chimbote, Supe, Paita, Eten, Chiclayo, Ferreñafe y Cayaltí, así como edificios del gobierno peruano y los ferrocarriles de la costa del norte del Perú.

Aun así Lynch realizó acciones para detener los embarques de nuevas armas que llegaban a Perú, sin mucha suerte. Debió regresar el 1 de noviembre de 1880 al Puerto de Quilca, departamento peruano de Arequipa, donde le esperaba la comandancia de la primera división del Ejército, dirigida por el general Antonio Villagrán, quien debió dejar el mando por su negación de poder realizar las operaciones que exigía el alto mando chileno.

La piratería es una actividad tan antigua como la navegación misma. Una embarcación privada o estatal amotinada atacaba a otra en aguas internacionales o lugares sometidos a la jurisdicción o no de un Estado con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave. Quienes realizaban esta práctica se denominaban piratas y robaban por cuenta propia.

Patricio Lynch, quien se comportó como un vulgar bucanero, los bucaneros eran matarifes de reses y se convirtieron en carniceros de hombres. Fue propio del Caribe y el segundo cuarto del siglo XVII. Pero, además, Lynch por su comportamiento durante el ataque artero, traicionero y a mansalva a los puertos y haciendas del litoral peruano, desprotegidos, abandonados por la inercia de Nicolás de Piérola, recibió el calificativo de filibustero, “el que captura el botín libremente”.

Con seguridad se preguntarán por qué el calificativo de “pirata-corsario-bucanero-filibustero” que se le endilgó a Patricio Lynch, el gran almirante chileno que recorrió nuestra costa desde Arica hasta Paita, dejando a su paso destrucción, desolación, impunidad, muerte, robo, imponiendo cupos a las poblaciones indefensas, destruyendo la infraestructura de las haciendas, etc.

Después de la caída de Arica en manos chilenas y la muerte de Bolognesi, la flota chilena tenía nuestro océano libre para desplazarse sin temor y transportar sus vituallas, personal y proseguir las operaciones militares hacia nuestra capital, tal como era el interés del ministro de guerra chileno Manuel Vergara, quien contaba con el apoyo del Ejército en poder de Baquedano.

La opinión pública estaba azuzada por los diarios chilenos que deseaban la continuación de la guerra, como El Independiente de Santiago del 23 de agosto de 1880, que expresaba: “A Lima! para dar el golpe de muerte a esa serpiente, para firmar en el palacio de los virreyes el tratado de paz que nos dé, como reparación e indemnización de guerra, la costa del Pacífico hasta el grado 19; a Lima, en fin, para satisfacer el anhelo vehemente de nuestros soldados”.

Campaña de Lima

El alto mando chileno revisa restos de las defensas peruanas

En 1881 fue integrado al ejército, participando en las batallas de San Juan y Miraflores. Como comandante de la primera división chilena, su actuación en estas batallas mereció que sus soldados lo aclamaran como "héroe de Chorrillos".[2]

Fue llamado "el príncipe rojo" por los chinos que liberó en Cerro Azul, quienes trabajaban en condiciones de semi esclavitud en las haciendas peruanas. Su conocimiento del idioma chino le permitió reclutarlos como fuerzas auxiliares del ejército chileno. En 1881, tras ser ascendido a Contralmirante, se le confirió el gobierno militar y político de la zona de ocupación, administrando los territorios ocupados en el Perú hasta 1884.[1]

Comandante en Jefe de Ejército de Ocupación

El 4 de mayo de 1881, asumió como Comandante en Jefe de Ejército de Ocupación chileno, quedando a cargo de la ciudad de Lima. Reactivó los servicios públicos, dando marcha al correo, el telégrafo, el ferrocarril, los hospitales y las cárceles. En Chile fue apodado "El último Virrey del Perú".[2]

En el año 1882, estando aún en la ciudad de Lima, fue electo diputado por Santiago. Agradeció el gesto de los votantes, pero no pudo presentarse pues organizaba la Campaña de la Sierra contra el general Andrés Avelino Cáceres y los guerrilleros que lo apoyaban y que se enfrentaban a la ocupación chilena. Envió las expediciones Letelier, Gana y del Canto a la sierra donde ocurrieron los combates de La Concepción y Sangra.

El 23 de octubre desocupó Lima llevando sus tropas a Miraflores, Barranco y Chorrillos. El mismo día entraba a Lima el coronel Miguel Iglesias instalándose en el Palacio de Gobierno. En El Callao se arrió la bandera chilena y se izó la bandera peruana, que fue saludada con 21 cañonazos del Blindado Cochrane.

Después de la Guerra

Regreso a Chile

Patricio Lynch, de vuelta en Chile.

En su ausencia, el senado le concedió el grado de vicealmirante. Se convirtió así en el quinto vicealmirante de la Armada el 8 de agosto de 1883.

Patricio Lynch llegó al puerto de Valparaíso el 20 de agosto de 1884 y fue recibido con los más dignos honores. Mediante una ley, el Congreso Nacional de Chile le otorgó el título de General en Jefe en campaña, así se desempeñara o no en el cargo.[5]

Como enviado plenipotenciario

El 24 de septiembre de 1884 fue designado ministro plenipotenciario de Chile en España, donde presentó sus credenciales al rey Alfonso XII para negociar la paz definitiva con ese reino, luego de la Guerra Hispano-Sudamericana, su misión fue todo un éxito. El gobierno español le concedió la Gran Cruz del Mérito Naval y la Orden de Calos III.[2]

Un año más tarde, por su salud debilitada, pidió regresar a su país, pasando por Francia y Alemania para consultar médicos, al mismo tiempo que cumplía encargos del gobierno de Chile.

El 13 de mayo de 1886, en el viaje de regreso a Chile, a bordo del barco "Cotopaxi", falleció Patricio Lynch, el hombre de guerra más completo que ha producido América hispana.[1][2]

Referencias

Bibliográficas

  • Márquez Allison, Antonio (2000). Historia de Chile Ilustrada. Editorial Ercilla Ltda. 109.457. 
  • Poblete Manterola, Rafael (1979 (2°). "Monografías de los Generales que actuaron como Comandantes Superiores del Ejército y como Jefes de Estado Mayor en la campaña de 1879-1883". Santiago. Memorial del Ejército de Chile, Biblioteca del Oficial, Vol. LXI. Editora Gabriela Mistral. 
  • Rojas, Luis Emilio (1991). Nueva Historia de Chile. Editorial OPECE. 77.997. 

Notas

  1. a b c Historia de Chile desde la Prehistoria hasta 1891, Francisco Antonio Encina.
  2. a b c d e f Forjadores de Chile Contemporáneo. Carlos Edwards, Julio Retamal
  3. a b Rodriguez, Juan (2000). «Almirante Patricio Lynch Solo de Zaldívar». Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 23 de julio de 2007. 
  4. a b Armada de Chile; Vicealmirante Lynch
  5. a b c d e f Biografía de Patricio Lynch

Enlaces externos