Elecciones generales de España de febrero de 1836

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Elecciones generales de 1836

149 escaños en el Estamento de Procuradores
Fecha 26 de febrero de 1836
Tipo Legislativa
Período 17 de marzo de 1836 -
23 de mayo de 1836

Demografía electoral
Población 12,162,172
Hab. registrados 64,800

Resultados
Juan Álvarez Mendizábal – Partido Progresista
Escaños obtenidos 119  42
  
78 %
Francisco Martínez de la Rosa – Partido Moderado
Escaños obtenidos 30  81
  
22 %

Presidente del Consejo de Ministros

Las elecciones generales de España de febrero de 1836 se celebraron el 26 de febrero de 1836 para elegir la II Legislatura de las Cortes Generales bajo el Estatuto Real durante el Reinado de Isabel II.

Antecedentes[editar]

La caída del gabinete de Martínez de la Rosa en mayo de 1835 fue sucedida por un breve gobierno de José María Queipo de Llano, conde de Toreno, en línea con asegurar el régimen establecido en el Estatuto Real. El mayor problema del Gobierno seguía siendo la Primera Guerra Carlista. Sin embargo, el presidente intentó limar asperezas con los progresistas llamando al Ministerio de Hacienda a Juan Álvarez Mendizábal. Ello conllevó una radicalización en las posturas liberales, sobre todo con medidas desamortizadoras contra la Iglesia. Los revolucionarios pedían la restitución de la Constitución de 1812. La situación se fue agravando y en el verano de 1835 se desataron los disturbios, saqueos y matanzas por varias zonas del país como Barcelona, Zaragoza, Málaga, Cádiz y otras ciudades, quedando varias regiones fuera del control del Gobierno. Intentando aplacar los ánimos, tras un breve ministerio del general Álava, la reina regente María Cristina encomendó la formación del gabinete a Juan Álvarez Mendizábal.

Mendizabal agrupó en su persona la presidencia y el Ministerio de Hacienda. La prioridad en su programa de gobierno fue el fin de la guerra civil en seis meses, para ello se esmeró en la desamortización y exclaustración eclesiástica, así como la disolución de órdenes religiosas. Con ello pretendía aliviar la deuda del Estado y poder acceder al crédito internacional para financiar la guerra contra el carlismo. Igualmente pretendía movilizar a los liberales más exaltados reformando el Estatuto Real en un sentido más democrático.

Sin embargo, la guerra no remitió en seis meses. Debido a ello, la deuda del Estado no pudo reducirse, más bien al contrario, no dejó de aumentar, y con ello, la situación económica no hizo sino empeorar. Además, las disputas en torno a la reforma política aumentaron y con ocasión de la discusión sobre la reforma electoral y otras derrotas parlamentarias del Gobierno debido a la mayoría moderada, se planteó una cuestión de confianza. Finalmente, la Reina con el Consejo de Ministros decidieron disolver las cámaras y convocar elecciones.[1]

Sistema electoral[editar]

Derecho a voto[editar]

Según el Estatuto Real el sufragio era censitario: solo se permitió el voto a los mayores contribuyentes y a los miembros de los ayuntamientos. La reforma de los ayuntamientos aprobada por el Real Decreto de 23 de julio de 1835 aumentó el control del Gobierno sobre las elecciones reduciendo el número de miembros de las corporaciones locales.[2]

Elegibilidad[editar]

Para ser elegido, aparte de cumplir los requisitos de elector, había que ser varón, mayor de 30 años, ser natural de la provincia, haber vivido por lo menos un año en ella y poder demostrar capacidad económica o intelectual.

Antiguo convento del Espíritu Santo, cuya iglesia se empleó como salón de sesiones del Estamento de Procuradores del Estatuto Real (vista del año 1843).

Método de elección[editar]

Para la elección de los diputados se utilizó el sistema de voto mayoritario en 48 circunscripciones con más de un diputado y una con uno solo.[3]​ El decreto de 20 de mayo de 1834 articuló el procedimiento electoral mediante el sufragio restringido, censitario (masculino), secreto, igual, personal, e indirecto (de segundo grado), a través de la Junta de partido y de provincia, plurinominal, con las provincias como circunscripciones, que se sustentaba en un reducido cuerpo electoral, contrario a los deseos de soberanía nacional de los liberales más progresistas.[4]

Resultados[editar]

Estamento de Procuradores[editar]

Partido Tendencia Escaños % Votos % Diferencia
Partido Progresista Liberalismo democrático 119 78% - -
119/149
Crecimiento42
Partido Moderado Liberalismo doctrinario 30 22% - -
30/149
Decrecimiento81
Total 149 100% - -
149/149
Fuente: Estrada Sánchez (1998), p. 268.[5][6]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Guerrero Latorre, Ana; Pérez Garzón, Sisinio; Rueda Hernanz, Germán (2004). Historia política, 1808-1874. Istmo. pp. 190-196. ISBN 84-7090-321-7. 
  2. Estrada Sánchez (1998), p. 267-268
  3. Carreras, Albert; Tafunell, Xavier (Coords.) (2005). Estadísticas históricas de España, siglos XIX-XX. Bilbao: Fundación BBVA. pp. 1074-1091. ISBN 84-96515-00-1. 
  4. Araque Hortangas, Natividad. «Las primeras elecciones celebradas con el Estatuto Real de 1834». Cuadernos de Historia Contemporánea 32 (2010): 95-108. 
  5. Estrada Sánchez, Manuel (1998). «El enfrentamiento entre doceañistas y moderados por la cuestión electoral (1834-1836)». Revista de Estudios Políticos (Nueva Época) 100. 
  6. «Reseña de los trabajos ejecutados en el Estamento de Procuradores durante la legislatura.». Diario de Sesiones de Cortes. Estamento de Procuradores. 1836.