Educación para el desarrollo sostenible

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La educación para el desarrollo sostenible es un campo disciplinar que busca generar mecanismos y propuestas educativas para educar a niños, jóvenes y adultos en el desarrollo sostenible.[1]​ El concepto surgió a partir de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992.[2]

En 2005 se inició el Decenio para la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS).[3]​ Posteriormente el concepto fue incorporado en la Agenda 2030 y está cristalizado en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, «Educación de calidad».[4]​ La educación para el desarrollo sostenible también es reconocida en el Acuerdo de París.[5]

A menudo se lo utiliza como concepto equivalente o similar a la educación ambiental, pero el concepto es más amplio, ya que incluye educación sobre la igualdad de género y los derechos humanos. Existen varias críticas al concepto de la educación para el desarrollo sostenible.[6]

La UNESCO ha pedido que la educación para el desarrollo sostenible sea un componente central de los sistemas educativos en todos los niveles para 2025.[7]​ Más de 80 ministros y viceministros y 2.000 especialistas en educación y medio ambiente se comprometieron a tomar medidas concretas para transformar el sistema de aprendizaje para incluir , adoptando la Declaración de Berlín sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) al final de la Conferencia Mundial virtual que se llevó a cabo durante tres días (17 al 19 de mayo de 2021) en Berlín.

La UNESCO analiza los planes de estudios y los marcos curriculares de unos 50 países. La organización resalta que más de la mitad de los planes de estudios de esos países no hace referencia al cambio climático, mientras que sólo el 19% se ocupa de la biodiversidad.[cita requerida]

Definición[editar]

El ODS 4 contempla la educación para el desarrollo sostenible en su meta 4.7:[8][9]

De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.

La EDS atraviesa numerosos aspectos de la vida cotidiana de las personas que incluyen el cuidado del medio natural pero, como bien se plantean en los 17 ODS en los que se refieren objetivos relativos también al medio social y al modelo económico, va más allá: “el medio ambiente es el ambiente cercano, cotidiano, aquel en el que pequeñas iniciativas pueden comenzar a modificar actitudes, modos de actuar y formas de juzgar”.[10]

Objetivos[editar]

Desde esta perspectiva educativa se debe favorecer la acción, participación y movilización del destinatario como protagonista, por lo que no se trata únicamente de enseñar contenidos o aumentar las capacitaciones: la UNESCO sostiene que existen competencias clave que los ciudadanos necesitan para vivir responsablemente en un mundo sostenible y que las mismas no se pueden enseñar, sino que se adquieren durante la experiencia y la reflexión:[11]

  • Competencia de pensamiento sistémico: las habilidades para reconocer y comprender las relaciones; para analizar los sistemas complejos; para pensar cómo están integrados los sistemas dentro de los distintos dominios y escalas; y para lidiar con la incertidumbre.[12]
  • Competencia de anticipación: las habilidades para comprender y evaluar múltiples escenarios futuros - el posible, el probable y el deseable - para crear visiones propias de futuro; para aplicar el principio de precaución; para evaluar las consecuencias de las acciones; y para lidiar con los riesgos y los cambios.
  • Competencia normativa: las habilidades para comprender y reflexionar sobre las normas y valores que subyacen en nuestras acciones; y para negociar los valores, principios, objetivos y metas de sostenibilidad en un contexto de conflictos de intereses y concesiones mutuas, conocimiento incierto y contradicciones.
  • Competencia estratégica: las habilidades para desarrollar e implementar de forma colectiva acciones innovadoras que fomenten la sostenibilidad a nivel local y más allá.
  • Competencia de colaboración: las habilidades para aprender de otros; para comprender y respetar las necesidades, perspectivas y acciones de otros (empatía); para comprender, identificarse y ser sensibles con otros (liderazgo empático); para abordar conflictos en grupo; y para facilitar la resolución de problemas colaborativa y participativa.
  • Competencia de pensamiento crítico: la habilidad para cuestionar normas, prácticas y opiniones; para reflexionar sobre los valores, percepciones y acciones propias; y para adoptar una postura en el discurso de la sostenibilidad.
  • Competencia de autoconciencia: la habilidad para reflexionar sobre el rol que cada uno tiene en la comunidad local y en la sociedad (mundial); de evaluar de forma constante e impulsar las acciones que uno mismo realiza; y de lidiar con los sentimientos y deseos personales.
  • Competencia integrada de resolución de problemas: la habilidad general para aplicar distintos marcos de resolución de problemas a problemas de sostenibilidad complejos e idear opciones de solución equitativa que fomenten el desarrollo sostenible, integrando las competencias antes mencionadas.

Referencias[editar]

  1. «Educación para el desarrollo sostenible». UNESCO (en inglés). 21 de julio de 2015. Consultado el 11 de septiembre de 2021. 
  2. «Education for sustainability: from Rio to Johannesburg, lessons learnt from a decade of commitment». unesdoc.unesco.org. 2002. Consultado el 11 de septiembre de 2021. 
  3. «Educación para el Desarrollo Sostenible – Educación para el Desarrollo Sostenible». Consultado el 11 de septiembre de 2021. 
  4. «Liderar el ODS 4 - Educación 2030». UNESCO. 9 de marzo de 2013. Archivado desde el original el 21 de septiembre de 2021. Consultado el 11 de septiembre de 2021. 
  5. «Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible: objetivos de aprendizaje». unesdoc.unesco.org. Consultado el 11 de septiembre de 2021. 
  6. Hernández Ramos, María José; Tilbury, Daniela (2006). «Educación para el desarrollo sostenible, ¿nada nuevo bajo el sol? Consideraciones sobre cultura y sostenibilidad». Revista Iberoamericana de Educación (40). 
  7. «La UNESCO quiere que la educación ambiental sea un componente clave de los planes de estudio para 2025». UNESCO. 20 de mayo de 2021. Consultado el 24 de noviembre de 2021. 
  8. Naciones Unidas. «Educación». Desarrollo Sostenible. Consultado el 11 de septiembre de 2021. 
  9. «ODS4: Educación | Global Education Monitoring Report». es.unesco.org. Consultado el 11 de septiembre de 2021. 
  10. Gomera Martínez (2011). «Análisis, medición y distribución de la conciencia ambiental en el alumnado universitario:Una herramienta para la educación ambiental». Tesis de doctorado. Consultado el 24 de abril de 2020. 
  11. UNESCO, ed. (2017). Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible: objetivos de aprendizaje. ISBN 978-92-3-300070-4. Consultado el 24 de abril de 2020. 
  12. Romano, Mariana (1 de diciembre de 2017). «El enfoque sistémico hace ver el mundo de otra manera». Consultado el 30 de abril de 2021.