Atalanta


Atalanta (griego clásico: Ἀταλάντη, Atalántē)[1] es una heroína vinculada al ciclo arcaico de la mitología griega, especialmente reconocida por sus habilidades para la caza y por su velocidad insuperable en la carrera. Calímaco dice que Atalanta fue una de las heroínas más queridas para Artemisa y que incluso le enseñó a cazar con perros y a dar siempre en el blanco.[2]
Genealogía
[editar]Hay dos tradiciones sobre su origen, que podría ser de Arcadia o de Beocia. En la genealogía arcadia se dice que era hija de Yaso, hijo de Licurgo, y de Clímene, hija de Minias. Para Eurípides y otros, su padre es más bien Ménalo. Sin embargo, la versión más difundida, especialmente desde Hesíodo, es en la que Atalanta es hija de Esqueneo, gracias a lo cual se la relaciona con la cultura beocia.[3] O también se dice que Atalanta era una esclava de Artemisa.[4]
Infancia
[editar]El padre de Atalanta, que deseaba hijos varones, la abandonó.[3] Quien se la llevó para exponerla no la mató, sino que se fue hasta el monte Partenio para abandonarla junto a un manantial. Poco tiempo después llegó una osa con los pechos llenos de leche, a la que unos cazadores le habían arrebatado sus crías. Como por algún impulso divino —ha de sobreentenderse la acción de Artemisa—, atraída por la criatura, la osa la amamantó y así se convirtió en su nodriza. Unos cazadores, que venían hostigando a la bestia, recogieron y criaron a la niña, que aún no tenía nombre.[5]
Juventud como cazadora
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Con la edad, poco a poco, su cuerpo fue creciendo. Amaba apasionadamente su virginidad, huía del trato con los hombres y deseaba la soledad. Ocupó el más alto de los montes arcadios. Las pieles de los animales que cazaba servían de lecho a Atalanta. Vestía ropas sin artificios para no diferenciarse de Artemisa; decía que admiraba tanto a la diosa en esto como en su propósito de permanecer virgen hasta el fin de sus días. Su naturaleza la había dotado de extraordinaria velocidad y ninguna bestia ni ningún hombre, aunque le tendiera una trampa, podía escapar de ella. Pero cuando era ella la que quería huir, nadie conseguía atraparla. Estaban enamorados de ella no sólo cuantos la habían visto, sino que incluso había quienes la amaban sólo por su fama.[5]
Siendo todavía niña, su altura ya superaba la de una mujer formada; era hermosa como ninguna otra doncella del Peloponeso en aquellos tiempos. Tenía un aire viril y fiero que se debía en parte al alimento que había recibido de aquella osa, en parte a su continuo ejercicio por los montes. Por su fiereza carecía de la delicadeza propia de una doncella pero cultivaba su cuerpo en sus acciones de caza y con ejercicios gimnásticos. Su cabello era rubio y tenía el rostro bronceado por el sol.[5]
En cierta ocasión, en mitad de la noche, sus vecinos celebraban una fiesta. Se trataba de dos centauros, Hileo y Reco. Prendiendo fuego a los árboles se dirigieron contra la joven como infames pretendientes. Al ver desde su cueva el fuego se dio cuenta de quiénes eran aquellos que la rondaban. Tensó su arco y mató a uno de ellos; el otro, encolerizado, intentó matar a Atalanta, pero esta también lo mató con sus flechas.[5][3] También se dice que en Cifanta estaba la fuente de Atalanta, de la que brotó en el instante en que la joven golpeó una roca con su jabalina en una cacería cuando tuvo sed.[6]
Participación en empresas heroicas
[editar]Su fama se difundió sobre todo después de participar en la cacería del jabalí de Calidón y de que en los juegos fúnebres en honor de Pelias logró vencer en la lucha a Peleo, padre de Aquiles.[3][7]
En la cacería del jabalí de Calidón tuvo un papel muy relevante. Algunos cazadores se negaban a participar en la cacería en compañía de Atalanta por ser mujer, pero Meleagro les obligó a partir con ella. Se dice que las flechas de Atalanta fueron las primeras en alcanzar al jabalí y Meleagro, que fue el que finalmente lo mató, regaló la piel a la heroína. Hubo una disputa posterior puesto que los tíos de Meleagro arrebataron la piel del jabalí a Atalanta, pero Meleagro los mató y devolvió la piel a la cazadora.[8]
La Biblioteca mitológica la incluye en la lista de los Argonautas, el grupo de héroes que partió en un difícil viaje en busca del vellocino de oro.[8] En esta versión ella sería la única mujer que participó en esta travesía. En cambio, en las Argonáuticas de Apolonio de Rodas se relata que ella quiso embarcar en la expedición pero Jasón rechazó su ofrecimiento puesto que temía que se desatasen riñas entre el resto de la tripulación por tratar de obtener su amor.[9]
Carrera de los pretendientes
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Más tarde encontró a sus progenitores y, persuadida por su padre para que se casara, se dirigió a un lugar apto para un estadio y, habiendo clavado en medio una estaca de tres codos de alto, hacía que desde allí iniciasen la carrera los pretendientes, a quienes ella perseguía armada con un venablo: si el pretendiente era alcanzado debía morir, y en caso contrario se casaría.[3] En el Catálogo de mujeres se nos dice que el padre de Atalanta, Esqueneo, al ver a la multitud de pretendientes, arengó públicamente que quien la venciera en la carrera se desposaría con su hija sin pagar la dote de bodas.[10]
Ya habían perecido varios pretendientes hasta que uno de ellos, llamado ora Hipómenes, ora Melanión, consiguió vencerla. Para ello usó una treta gracias a una ayuda divina: llevaba con él unas manzanas de oro que le había regalado Afrodita, y que procedían del jardín de las Hespérides[11] o del jardín que Afrodita tenía en Tamasos.[12] Cada vez que la joven iba a darle alcance en la carrera, Hipómenes dejaba caer una de las manzanas, que Atalanta se detenía a recoger admirada por el oro. Mientras ella se distraía con cada manzana que caía, el joven logró llegar antes a la meta.[3][13][14] Esqueneo, por su argucia, le entregó de buen grado a su hija como esposa.[14]
Metamorfosis en leones
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Las leyendas dicen que Hipómenes y Atalanta se atrevieron a consumar su amor físico en un recinto sagrado y por ello los dioses los transformaron, a ella en leona y a él en león. Unos dicen que lo hicieron estando una vez de caza en un recinto de Zeus.[3] Otros alegan que Hipómenes, al llevarse a Atalanta a su patria, olvidándose de que había vencido con la ayuda de Afrodita, no le dio las gracias. Airada Afrodita, mientras él ofrecía sacrificios en el monte Parnaso en honor a Zeus Victorioso, se encendió el de pasión y yació con Atalanta en el santuario. Zeus fue el responsable de la metamorfosis, pues los dioses les niegan los placeres de Afrodita.[14] O bien la metamorfosis la operó la Madre Cibeles y de la misma manera los unció a su propio carro para que tiraran de él.[15]
La idea de que los leones no copulaban entre ellos era parte de una creencia antigua. Efectivamente algunos autores refieren que el león, al percibir olor del leopardo en su compañera, la ataca, y que hay cruces entre leones y leopardos.[16] Otros refieren que debido a que los leones no copulan entonces Atalanta e Hipómenes, ahora con la forma de animales, están condenados a no poder nunca unirse.[11] Sea lo que fuere ambos leones aparecen representados en la fuente de Cibeles del paseo del Prado de Madrid.
Descendencia
[editar]Atalanta dio a luz un hijo, Partenopeo, que participó en la primera expedición de Los siete contra Tebas. El nombre del consorte de Atalanta y padre de Partenopeo varía, siendo este Hipómenes o Melanión,[17] o bien Meleagro[18] o puede que Ares.[19]
Referencias
[editar]- ↑ En griego moderno: Αταλάντη; en latín e italiano: Atalanta
- ↑ Calímaco: Himno III (a Artemisa), vv. 215-219
- ↑ a b c d e f g Biblioteca mitológica III,9,2.
- ↑ Filodemo: De pietate, 60
- ↑ a b c d CLAUDIO ELIANO: Historias curiosas XIII,1.
- ↑ PAUSANIAS: Descripción de Grecia III,24,2.
- ↑ Sin embargo, en la Fábula 273, Higino dice que Peleo fue vencedor de la lucha en estos juegos fúnebres.
- ↑ a b Biblioteca mitológica I,8,2.
- ↑ APOLONIO DE RODAS: Argonáuticas I,769.
- ↑ Catálogo de mujeres, fr. 75 (West) = Papiro de la Sociedad Italiana 130
- ↑ a b Servio, sobre la Eneida III, 113
- ↑ Ovidio: Las metamorfosis X, 638‑680
- ↑ OVIDIO: Metamorfosis X,644.
- ↑ a b c HIGINO: Fábulas 185.
- ↑ Ovidio: Las metamorfosis X, 686
- ↑ Plinio el Viejo: Historia natural, VIII
- ↑ Pseudo-Apolodoro: Biblioteca III 9, 2; Pausanias: Descripción de Grecia III 12, 9; Servio, sobre la Eneida VI, 480
- ↑ Higino: Fabulae, 70, 99, 270
- ↑ Pseudo-Apolodoro, Biblioteca mitológica, 3. 9. 2; Servio, sobre la Eneida VI, 480
Enlaces externos
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Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Atalanta.
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Hipómenes.
- Hipómenes y Atalanta en Las metamorfosis, de OVIDIO: Libro X, 559 - 706 (en el texto latino, 560 - 707). Texto español en Wikisource.
- X: texto latino en Wikisource.
- HIGINO: Fábulas (Fabulae).
- 185: Atalanta (Atalanta).
- Texto inglés en el sitio Theoi.
- Texto latino en el sitio de la Bibliotheca Augustana (Augsburgo).
- Ed. de 1872 en el Internet Archive: texto latino en facsímil electrónico.
- Texto inglés en el sitio Theoi.
- 185: Atalanta (Atalanta).
- BULFINCH, Thomas: Mitología de Bulfinch (Bulfinch's Mythology).
- I: La era de la fábula o Historias de dioses y héroes (The Age of Fable o Stories of Gods and Heros, 1855).
- I, 18: Meleagro y Atalanta (Meleager and Atalanta): texto, en inglés, en el sitio del Internet Sacred Text Archive.
- El mismo texto en Wikisource.
- Traducción portuguesa en Wikisource.
- I: La era de la fábula o Historias de dioses y héroes (The Age of Fable o Stories of Gods and Heros, 1855).
- MENZIES, Louisa: Lives of the Greek Heroines (Vidas de las heroínas griegas), 1880.
- Atalanta (Atalanta).
- Texto, en inglés, en el sitio del Internet Sacred Text Archive.
- Atalanta (Atalanta).
- PALÉFATO: Sobre fenómenos increíbles (Περὶ ἀπίστων); XIII: Sobre Atalanta y Melanión (Περὶ Ἀταλάντης καὶ Μειλανίωνος).
- Traducción de 1838, al francés, de Félix Van Hulst, de la Universidad de Lieja; en Wikisource.
- Imágenes de Atalanta, en el sitio del Instituto Warburg.
- Atalanta, en el sitio del Proyecto Perseus.
- Imágenes de Hipómenes, en el sitio del Instituto Warburg.
- Hipómenes, en el sitio del Proyecto Perseus.