Parados: Edgardo Andrada, Aurelio Pascuttini, José Mesiano, Hugo Mateos, Otto Sesana, José Jorge González, Daniel Carnevali; hincados: Enzo Gennoni, Ricardo Palma, Aldo Poy, Roberto Gramajo, Alberto Gómez.
La temporada 1968 fue la vigesimoctava para el Club Atlético Rosario Central participando de los torneos de la Primera División de la Asociación del Fútbol Argentino desde 1939. Nuevamente el cuadro de Barrio Arroyito fue protagonista en los dos certámenes del año, dando lugar en esta campaña a más juveniles formados en la escuela de fútbol del club. El entrenador Miguel Ignomiriello continuó con su plan de mayor profesionalización de toda el área fútbol, y al mantenerse la mayor parte de los titulares del equipo del año anterior, logró repetir las buenas actuaciones. Entre las bajas más sensibles se encontraron las de José Casares y Héctor Pignani, ambos remplazados por juveniles: Aurelio Pascuttini y Alberto Gómez respectivamente. Entre las altas fue relevante la llegada de Hugo Mateos desde Estudiantes de La Plata, quien tuvo buena participación en el primer equipo. Otros juveniles que causaron alto impacto con sus goles fueron Raúl Castronovo y Luis Giribet, especialmente durante el Nacional. En cuanto a las campañas, en el Metropolitano obtuvo el tercer puesto en su grupo, tal como había sucedido en la edición anterior, aunque en esta oportunidad sin lograr pelear la clasificación a semifinales, debido a un arranque con flojos resultados que a la larga lo marginaron de dicha posibilidad. En tanto, en el Nacional se vio la mejor cara del conjunto canalla, logrando sumar 21 puntos y quedar a solo uno de Vélez Sarsfield. River Plate y Racing Club, equipos que definieron el título mediante un triangular desempate que favoreció a los velezanos;[1] al disputarse el campeonato a una sola rueda, la fortuna quiso que a Central le tocara enfrentar a estos tres rivales en condición de visitante, cayendo en todos los partidos. Cobra mayor importancia este dato al tener en cuenta que en Arroyito la Academia jugó siete cotejos, ganando seis y empatando uno, y sin recibir goles, lo cual demuestra el poderío del elenco de origen ferroviario jugando en casa. El habitual once titular contó por novena temporada consecutiva con Edgardo Andrada como su guardavallas; en defensa, los marcadores centrales fueron Pascuttini, aportando una destacada cuota de gol, y José Agustín Mesiano, quien de esta forma terminó por retrasarse unos metros en la cancha, mientras que por las puntas se afianzaron el uruguayo José Jorge González y Otto Sesana; en la línea media Carlos Griguol continuó liderando el equipo, acompañado por Gómez y Ricardo Palma, con activa incidencia del antes mencionado Mateos; en el sector ofensivo se hizo definitivamente un lugar el santiagueño Roberto Gramajo, completando la línea Aldo Pedro Poy y Enzo Gennoni, con la participación también de Castronovo y el Oreja Giribet.[2][3][4]
En el inicio del Campeonato Metropolitano, Central cae como local ante River Plate por 1-0 el día 3, en la que sería la única derrota del canalla en dicha condición durante la temporada; durante el resto del mes reparte sus resultados, al triunfar ante Gimnasia en La Plata y Quilmes en Arroyito, empatar en casa ante Independiente y caer ante Vélez Sarsfield en Liniers.[2]
Tras perder ante Huracán por 1-0 el día 21, el conjunto auriazul completó las primeras nueve fechas con una escasa cantidad de goles: cinco a favor y cuatro en contra. Además finalizó los primeros tiempos de estos cotejos empatados, ocho de ellos sin abrir el marcador. Esta tendencia se revertiría, en los tantos convertidos, a lo largo de la temporada.[2]
Un par de derrotas (versus Independiente en la jornada 14 y ante Quilmes en la 16) más un empate en el clásico ante Newell's Old Boys le impiden mantener la esperanza de llegar a las semifinales, obteniendo durante este mes una única victoria (frente a Los Andes).[2]
Cierra positivamente la campaña tras derrotar a Tigre y Huracán, empatando ante Chacarita y Argentinos. De esta manera logra 27 puntos, quedando a 4 de River, segundo clasificado. Se destaca Roberto Artemio Gramajo, al marcar 8 goles en las últimas 13 fechas del certamen.[2]
El arquero Andrada participa en dos cotejos amistoso con la Argentina frente a Perú, los 29 de agosto (2-2) y 1 de este mes (1-1).[5] El día 13, en cotejo válido por la segunda fecha del Nacional, Central derrota a San Lorenzo de Almagro, campeón del Metropolitano de este mismo año, por 2-0 como local, goles de Gramajo y Timoteo Griguol.[2]
Cumplimentada la mitad del Campeonato Nacional, Central obtiene 4 victorias, 1 empates y 3 derrotas; estas últimas le quitarían al fin del torneo la posibilidad del título, ya que todas ellas fueron ante los equipos que terminarían igualando en la cima de la tabla con un punto más que el canalla. En la caída 2-4 ante Vélez, sucedida el día 6, el DT Miguel Ignimiriello dispuso el primer cambio de un futbolista de campo en la historia del primer equipo auriazul; Raúl Castronovo remplazó a Enzo Gennoni.[2]
El día 3 iguala en cero ante Boca Juniors en Arroyito, en el que sería el único partido como local del certamen en el que el once centralista no resultó triunfante; las posteriores tres victorias, conseguidas en forma consecutiva, lo reposicionarían en la lucha por el campeonato. Derrotó a Lanús como visitante por 4-1, a Estudiantes de La Plata (reciente campeón de la Copa Libertadores)[6] por 3-0 en Rosario y a Independiente Rivadavia por 1-0 también en casa.[2] El día 27 se disputa en el estadio de Arroyito el partido de ida de la Copa Carlos Dittborn de 1968, en la que Argentina vence 4-0 a su par de Chile; el arquero albiceleste fue Edgardo Andrada, quien también dio presente en el cotejo revancha jugado el 4 de diciembre en tierras transandinas, derrota 1-2, quedando el título a manos argentinas.[7]
En el tramo final del torneo, iguala el día 1 frente a Huracán en el Palacio Ducó, derrota el día 7 a Huracán de Ingeniero White por 4-0 en Bahía Blanca y cierra con un nuevo triunfo, esta vez versus Independiente y por 2-0 en Arroyito el día 13. Finaliza a un solo punto de Vélez, Racing y River, quienes para desempatar disputaron un triangular del que salió victorioso el primero de ellos. Central redondeó una gran campaña en la que en sus siete partidos disputados en condición de local no recibió goles (en toda la temporada solo le marcaron seis en dieciocho cotejos en su estadio), logrando seis victorias. En este torneo se destacaron por su alta efectividad en la red rival el debutante Raúl Castronovo (7 goles en 10 partidos) y Luis Giribet (6 en 9 cotejos). En esta temporada tuvo un buen rendimiento como visitante, tal cual lo había hecho en 1967, ganando 6, empatando 6 y perdiendo 7 partidos. En la campaña en general, mejoró respecto de la anterior al conseguir dos triunfos más, superarla en siete goles a favor y en siete tantos en contra menos.[2] El día 17 se produce el debut de Aurelio Pascuttini en la Selección Argentina enfrentando en cotejo amistoso frente a Polonia (victoria 1-0), jugando también Andrada; ambos repetirían cinco días después en el empate en un tanto frente a Yugoslavia. Estos partidos se disputaron en el estadio General San Martín de Mar del Plata.[8]