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* [http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/tutorials/crohnsdiseasespanish.html Tutorial sobre la enfermedad], [[MedlinePlus]]
* [http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/tutorials/crohnsdiseasespanish.html Tutorial sobre la enfermedad], [[MedlinePlus]]
* [http://www.whonamedit.com/synd.cfm/1397.html Enfermedad de Crohn en WhoNamedIt]
* [http://www.whonamedit.com/synd.cfm/1397.html Enfermedad de Crohn en WhoNamedIt]
* [http://gedii.med.up.pt/ GEDII - Grupo de Estudo da Doença Inflamatória Intestinal] (Portugal)


{{IprNoticias|Carencia de una bacteria podría ser la clave de la enfermedad de Crohn}}
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Revisión del 15:31 15 mar 2011

Enfermedad de Crohn

Los tres tipos más frecuentes de Crohn atendiendo a la zona afectada de los intestinos: A - ileal, B - ileocolónica y C - colónica
Especialidad gastroenterología
eMedicine med/477

La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica autoinmune en la cual el sistema inmunitario del individuo ataca su propio intestino produciendo inflamación. Frecuentemente la parte afectada es el íleon o tramo final del intestino delgado, aunque la enfermedad puede aparecer en cualquier lugar del tracto digestivo.

La enfermedad fue descrita por primera vez por Giovanni Battista Morgagni (1682-1771). John Berg en 1898 y el cirujano polaco Antoni Leśniowski en 1903[1]​ describieron más casos de la dolencia. En 1932[2]​ la información fue publicada otra vez por Burrill Bernard Crohn y de su apellido proviene el nombre más conocido de la enfermedad.

El origen exacto de la enfermedad es desconocido, pero se sabe de factores de carácter genético y ambiental que aumentan el riesgo de padecerla. Varios estudios han asociado la enfermedad a un gen del cromosoma 16.

Este mal se engloba dentro del grupo de las enfermedades inflamatorias intestinales (E.I.I., I.B.D.), del cual también forma parte la colitis ulcerosa.

Tipos

Desde mediados del año 2006, se acepta la llamada clasificación de Montreal, que fue propuesta por la Organizacón Mundial de Gastroenterología, y que clasifica a los pacientes en función de la edad de comienzo, localización de la enfermedad y comportamiento de esta.

En cuanto a la edad de comienzo, se distinguen los tipos A1 (menos de 16 años), A2 (de 16 a 40) y A3 (más de 40).

En cuanto a la localización, L1 (íleon y quizás zonas vecinas del ciego), L2 (colon sólo) y L3 (suma de L1 y L2); además, se añade "+L4" en caso de que el paciente tenga afectada la parte alta del tubo digestivo (esófago, estómago, duodeno, yeyuno o íleon proximal).

En cuanto al comportamiento, definimos B1 (tipo inflamatorio, predominan las manifestaciones de inflamación), B2 (tipo estenosante, predominan las estenosis o estrecheces en el tubo digestivo) y B3 (tipo perforante, predominan las fístulas y fisuras). En cualquier caso, si hay afectación de la región anal, se añade "+P".

Así, una persona que comienza con la enfermedad a los 30 años, tiene afectado el colon y el esófago, y tiene un patrón con estrecheces de intestino y, además, fístulas en el ano, tiene patrón A2,L2+L4,B2+p.

Dependiendo del lugar de la inflamación se clasifica el Crohn en:

  • Ileocolitis, es la forma más común, afecta la parte inferior del intestino delgado (íleon) y el intestino grueso (colon).
  • Enteritis de Crohn, afecta al intestino delgado en general,
  • Ileítis, que afecta al íleon o porción final del intestino delgado.
  • Enfermedad de Crohn gastroduodenal, que causa inflamación en el estómago y la primera parte del intestino delgado, denominada duodeno.
  • Yeyunoileítis, que ocasiona parches de inflamación desiguales en la mitad superior del intestino delgado (yeyuno)
  • Colitis de Crohn (granulomatosa), que afecta al colon.

Fases

La enfermedad se caracteriza por períodos de actividad (brotes) e inactividad (remisión). Estos períodos varían según los pacientes, en algunos la remisión dura años; sin embargo en otros se pueden producir brotes continuos. Las fases de remisión se caracterizan por la ausencia de síntomas, mientras en las fases de actividad se presentan mayoritariamente dolores abdominales, diarrea, vómitos, obstrucciones, fiebre, pérdida de apetito y pérdida de peso.

Síntomas

Los pacientes con enfermedad de Crohn pueden tener síntomas muy variables. Unos pocos no sufren casi molestias, otros pocos tienen molestias graves y continuas, y la mayoría se encuentra entre uno y otro extremo, con síntomas que aparecen y desaparecen, mejorando generalmente con el tratamiento.

Dependiendo de dónde esté localizada la enfermedad, los síntomas pueden variar. Las personas con afectación del intestino delgado, la más común, tienen sobre todo diarrea, dolor abdominal y lo que se llama síntomas generales: debilidad, pérdida de peso, falta de apetito. En el caso de la afectación del colon, va a predominar la diarrea, a veces con sangre.

También el tipo de enfermedad determina los síntomas. Los pacientes que tienen síntomas inflamatorios suelen tener más dolor y diarrea, mientras que los que tienen síntomas de estenosis o estrechez, tienen más dolor, e incluso pueden presentar obstrucción intestinal.

Es importante recordar que la enfermedad de Crohn puede afectar al ano, produciendo lesiones de tipo fístula, absceso o úlcera, con sus correspondientes molestias.

En cada paciente se pueden añadir otros síntomas, como los dependientes de la anemia (debilidad, palidez), de las manifestaciones extraintestinales (dolores articulares, lesiones en la piel) o muchos otros síntomas digestivos (vómitos, por ejemplo).

Los niños con Crohn pueden sufrir retrasos en el rendimiento escolar, en el desarrollo sexual y en el crecimiento.

Tratamiento

Hoy por hoy, la enfermedad de Crohn no es curable, pero sí controlable, y la mayoría de las personas pueden hacer una vida normal. El fin del tratamiento es evitar nuevos brotes o reducir la duración de los que surgen. Algunos de los tratamientos son:

Tratamiento farmacológico, que sigue siendo la base, y que incluye diversas familias de fármacos. Los glucocorticoides se suelen emplear en los brotes agudos, y los inmunosupresores como la azatioprina, la mercaptopurina o el metotrexato, para mantener el efecto a largo plazo. Últimamente se han desarrollado las llamadas terapias biológicas, como el infliximab y el adalimumab, que consiguen detener la inflamación, a veces de manera importante, aunque no son necesarias en todos los pacientes.

Tratamiento quirúrgico: en el cual se extirpa la parte de intestino afectada y la persona queda libre de síntomas a corto plazo. Esta operación nunca es curativa, ya que en la mayoría de los casos la inflamación reaparece cerca del lugar de la cirugía. El uso de antinflamatorios puede retrasar la recurrencia de la inflamación. Hay casos en que los pacientes han durado hasta más de 15 años sin síntomas.

Tratamiento alternativo dietético: existen dietas bajas en carbohidratos, basadas en la ingestión de hidratos de carbono específicos y no complejos, que podrían ser efectivas, más en los casos de crohn que colitis ulcerosa, aunque no en todos los casos. El fundamento científico al respecto sería el siguiente: Siendo la enfermedad de Crohn una enfermedad autoinmune, el cuerpo se ataca a sí mismo. Pero, ¿por qué? Algunos científicos has lanzado la hipótesis de que esto se debe a que el sistema inmunitario confunde tejidos del organismo con estructuras de ciertas bacterias y/o virus. Muchas de estas bacterias se alimentan de almidón (un hidrato de carbono complejo). Por tanto, eliminando gran parte del almidón de la dieta y ciertos azúcares complejos como por ejemplo la lactosa, estas bacterias (klebsiella, cándida, etc.) se quedan sin alimento y mueren. Entonces el sistema inmunitario se vuelve menos agresivo y no ataca con tanta virulencia a los intestinos del aparato digestivo. Por ejemplo, en el caso de la espondilitis anquilosante (enfermedad autoinmune de origen reumático que suele provocar inflamaciones intestinales como la enfermedad de Crohn, se baraja la posibilidad de que la bacteria en cuestión sea Klebsiella. Al menos esa es la teoría del doctor Alan Ebriger y su "Dieta de Londres" o Jean Seignalet y su "Dieta ancestral". Los planteamientos de la bióloga Elaine Gottschall son en todo similares.

Sin embargo, es preciso apuntar que no hay estudios excesivamente concluyentes al respecto y que generalmente, estas dietas sólo consiguen disminuir la intensidad de la enfermedad de Crohn y patologías similares. De todas formas, en el caso de la enfermedad de Crohn se suele recomendar a los pacientes que eviten los alimentos que les produzcan molestias. Más concretamente, si hay estrecheces intestinales, no se debe tomar demasiada fibra.

Tratamientos sintomáticos: en ocasiones, es necesario tomar ciertos medicamentos para aliviar los síntomas, como pueden ser las resinas tipo colestiramina o colestipol, para reabsorber la bilis que el intestino no es capaz de eliminar. También a veces se emplean antidiarreicos (siempre con vigilancia médica). No hay que olvidar el apoyo psicológico que estos pacientes necesitan a veces.

Perspectivas

Actualmente se están llevando a cabo numerosas investigaciones en el campo de la farmacogenómica, con el fin de examinar si la dotación genética de un individuo permite determinar su susceptibilidad a la enfermedad o su respuesta al tratamiento. Es de especial interés el uso de los llamados biochips, que permitirán en el futuro probablemente predecir qué evolución va a tener cada individuo. Hoy en día, los estudios genéticos no tienen ninguna aplicabilidad en el día a día.

Hay muchos nuevos tratamientos en estudio para la enfermedad de Crohn. Es necesario destacar algunas líneas de investigación:

  • La primera, que ya se está empleando en parte, son los llamados tratamientos biológicos, que emplean sustancias fabricadas artificialmente pero que imitan a otras que nuestro cuerpo posee. Ya se emplean el infliximab y el adalimumab, y pronto seguirán otros como el certolizumab, el natalizumab y el visilizumab. En general, se usan en formas bastante intensas o graves de la enfermedad. Los que ya se conocen ofrecen resultados comprobados en el día a día que han cambiado la vida de muchos pacientes, pero ni sirven a todos, ni son la curación. Estos tratamientos biológicos consisten en apagar durante un pequeño espacio de tiempo la reacción del sistema inmune, lo que deja paso a posibles infecciones. Este corto espacio de tiempo alargado durante varias tomas produce un efecto de desinflamación a largo plazo.
  • La segunda línea de investigación, es el tratamiento de la infección por micobacterias. Algunos equipos médicos creen que el causante de la enfermedad de Crohn es una bacteria llamada Mycobacterium avium paratuberculosis (MAP). Esta bacteria produce en el ganado la enfermedad de Johne, similar a la enfermedad de Crohn. Como es una bacteria capaz de infectar a diversas especies, se cree que una de ellas sería la humana, en que causaría la enfermedad de Crohn. Un grupo tradicionalmente interesado en este aspecto es el del Dr. Hermon Taylor, en Londres (se pueden consultar vídeos explicativos en la red). No obstante, en otra investigación llevada a cabo en Australia, en donde se trató a un grupo de 213 pacientes, o bien de esta manera o con placebo,[3]​ los resultados no son concluyentes. Al cabo de 2 años, no hubo diferencias en la evolución de la enfermedad entre los pacientes tratados y los que recibieron placebo. Los medicamentos empleados son conocidos, algunos son antibióticos de la familia de los macrólidos (claritromicina) y otros son fármacos usados contra la tuberculosis clásica (clofazimina, rifabutina). No hay aún, sin embargo, una pauta clara y recomendable. En resumen, no hay noticias fehacientes de tratamientos nuevos en esta línea, y antes de que se permita la comercialización, se requiere evidencia médica más sólida. Es de esperar que algunos centros puedan, entretanto, llevar a cabo programas experimentales de tratamiento.
  • Una tercera línea es el uso de larvas de nemátodos (gusanos redondos TSO), que pueden tener algún interés pero de momento se encuentran en fase muy inicial. En un estudio, la administración de larvas de Trichiuris suis durante 24 semanas a 29 pacientes con enfermedad de Crohn demostró resultados notables. El 79,3% de los pacientes mostraron respuesta al tratamiento y el 72,4% de los pacientes entraron en remisión.

Referencias

Lichtenstein GR, Hanauer SB, Sandborn WJ; Practice Parameters Committee of American College of Gastroenterology. Management of Crohn's disease in adults. Am J Gastroenterol. 2009;104(2):465-483.

Fry RD, Mahmoud N, Maron DJ, Ross HM, Rombeau J. Colon and rectum. In: Townsend CM, Beauchamp RD, Evers BM, Mattox KL, eds. Sabiston Textbook of Surgery. 18th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 50.

Rutgeerts P, Vermeire S, Van Assche G. Biological therapies for inflammatory bowel diseases. Gastroenterology. 2009;136(4):1182-1197.


  1. A. Lesniowski. Przyczynek do chirurgii kiszek. Medycyna, Warsaw, 1903, 31: 460-464, 483-489, 514-518.
  2. B. B. Crohn, L. Ginzburg, G. D. Oppenheimer. Regional ileitis; a pathologic and clinical entity. Journal of the American Medical Association; Chicago, 1932, 99: 1323-1329.
  3. Two-year combination antibiotic therapy with clarithromycin, rifabutin, and clofazimine for Crohn's disease (2007)

Véase también

Enlaces externos