Rita Luna

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Rita Luna
Información personal
Nombre de nacimiento Rita Luna García
Nacimiento 28 de abril de 1770
Málaga, Provincia de Málaga, España
Fallecimiento 1832 Ver y modificar los datos en Wikidata
Madrid (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Actriz
Años activa 1789 - 1832

Rita Luna García (Málaga, 28 de abril de 1770Madrid, 6 de marzo de 1832), fue una actriz española del siglo XVIII. Rival de la Tirana, a la que sustituyó en el olimpo de la compañía de los Reales Sitios y los teatros madrileños de la época. Fue retratada en varias ocasiones por su paisano aragonés Francisco de Goya.

Biografía

Hija de cómicos, fueron sus padres Joaquín Alonso Luna y Magdalena García, ambos procedentes de Aragón, en concreto del pueblo turolense de Oliete. Como consecuencia de la vida ambulante de la familia, Rita nació en la capital malagueña en la primavera de 1770.

En 1789, con 19 años, hizo su debut en el teatro que el actor Sebastián Briñoli había instalado en la calle del Barco de Madrid. Comenzó a sobresalir en comedias clásicas como Casa con dos puertas mala es de guardar, de Calderón de la Barca, y un año después fue contratada por la compañía de los Reales Sitios. En 1790, y al parecer por influencia del Conde de Floridablanca, Rita ingresó como segunda dama en el Corral del Príncipe, sustituyendo en la compañía de Manuel Martínez a su hija a Francisca Martínez, recién jubilada.[1]​ Allí rivalizó con María del Rosario Fernández, "la Tirana", primera dama de los teatros de la Corte, y asimismo retratada por Goya.

Destacó sobre todo en los papeles sentimentales y lacrimógenos. De su éxito interpretando la sultana de La esclava del negro ponto de Luciano Comella, se conserva una calcografía en el Museo Municipal de Madrid que la representa con el atavío que lució en esa ocasión. Estos triunfos y su arrolladora juventud acabaron provocando los celos de "la Tirana".[nota 1]​ Dada la tensión entre ambas, poco después Rita decidió pasar al Coliseo de la Cruz, donde debutó con la obra de Agustín Moreto El desdén con el desdén; allí se consagró, durante dieciséis años.[nota 2]​ De las intrigas que la rodeaban da idea el hecho de que Goya le regaló un cuadro en el que aparecía ella en el campo con un perro ladrándole a los pies, y con la siguiente inscripción: "Los perros ladran a la Luna porque no la pueden morder".[2]

No fue favorita de Leandro Fernández de Moratín, al parecer porque al dramaturgo no le gustó cómo representó el papel de doña Isabel en El viejo y la niña.

Últimos años

En 1806 abandonó la escena, aun soltera y quizá amargada por algún amor no correspondido que amargó sus últimos años, que dedicó a la caridad y cierta beatería. Así volvió a pintarla Goya, hacia 1815, de medio cuerpo y con una mirada melancólica y triste. Pertenecía a la Cofradía de la Virgen de la Novena o del Silencio, como la mayoría de los actores y literatos de Madrid.

La Guerra de la Independencia obligó a Rita Luna a viajar de un lado a otro del país. Primero fue a Málaga y de allí a Carratraca, en Toledo y otros puntos del país, estableciéndose por fin en el Real Sitio de El Pardo en 1821. Durante una visita a su hermana Josefa en Madrid enfermó de pulmonía y murió el 6 de marzo de 1832.

Referencias

  1. Cotarelo y Mori, Emilio (2007). María del Rosario Fernández, la Tirana. Primera dama de los teatros de la Corte. Madrid, Asociación de Directores de Escena de España. pp. 300 - 305. ISBN 9788495576750. 
  2. Gómez García, Manuel (1997). Diccionario del teatro. Madrid, Ediciones Akal. p. 457. ISBN 8446008270. 
  • Antonio Tordera Sáez, "Historia e historias del teatro: la actriz Rita Luna", Del oficio al mito: el actor en sus documentos (ed. de Evangelina Rodríguez Cuadros), Valencia, Servei de Publicacions de la Universitat, 1997, pp. 339-359.

Notas

  1. Cuentan los cronistas de la época que la Tirana se fingió enferma para obligar a Rita Luna a representar, sin previo estudio, Celos no ofenden al sol, si bien, precavida ésta, ya se había estudiado antes el papel "por si las moscas", como en efecto sucedió, y consiguiendo un éxito igual o mayor.
  2. Así lo relató el periodista José Felipe de Olivé en Diversión de las personas de talento (1800), pp. 37-48.

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