Puente del Diablo

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Die Teufelsbrücke St. Gotthard (William Turner, 1803-04). Una representación artística romántica de un puente del diablo, el del paso de San Gotardo.

La designación puente del Diablo hace referencia a varias docenas de antiguos puentes que, según la tradición popular, habrían sido construidos por el Diablo, con su ayuda, o incluso en contra de sus deseos. La mayoría son puentes en arco medievales que se encuentran en Europa y que destacaron, casi siempre, por los obstáculos técnicos superados en su construcción, aunque en muchas ocasiones también por su estética o gracia, o por su importancia económica o estratégica para la comunidad a la que servían.

Leyendas asociadas

Son varias las leyendas asociadas con este tipo de puentes. Muchas de ellas presentan a un constructor de puentes y al Diablo como su adversario; reflejando las dificultades que debieron enfrentar obreros y diseñadores en la construcción de los mismos. Este sería el caso del famoso Teufelsbrücke erigido en el Paso de San Gotardo. En otros casos la denominación testimonia el asombro ante el logro que representaban dichas construcciones; dado que algunos de esos puentes tuvieron, en su momento, los mayores arcos del mundo. Entre ellos el Puente del Diablo, en Martorell, el Puente del Diablo, en Céret o el Ponte del Diavolo (o Ponte della Maddalena), en Borgo a Mozzano, Toscana. (Véase Anexo:Puentes en arco más largos del mundo).

Ciertas versiones de la leyenda mencionan a una anciana o un simple pastor necesitados de cruzar un abismo, habrían hecho un pacto con el diablo; el demonio construiría el puente a cambio del alma del primero que lo cruzara. Después de realizada l obra, a menudo durante la noche, el Diablo era engañado por su adversario, por ejemplo, tirando un pan para atraer a un perro como primer transeúnte. En el caso del Steinerne Brücke de Regensburg, la leyenda habla de que el diablo habría ayudado en una competencia entre los constructores del puente y los de la catedral (de hecho, de construcción más tardía); terminada la obra con la victoria de los obreros de puente, un ligero golpe en el mismo ocasionó un salto del diablo al vacío sin conseguir su premio. Otro caso como el de un sargento y su unidad (en obvia desventaja) que al escapar de sus enemigos quedan atrapados en la punta de un cerro; el sargento hace un trato con el diablo y este le dice que si el puente queda terminado antes de que el gallo cante por tercera vez se llevara su alma, al final logran salvarse de milagro y continúan con su camino.

Alrededor de este tipo de puentes se han generado tal cantidad de leyendas que forman una categoría especial en el sistema de clasificación Aarne-Thompson de fábulas y cuentos de hadas (la categoría número 1191). Algunas de esas leyendas tienen elementos de otras categorías relacionadas, como por ejemplo Engañando al Diablo (categoría 1196) o El contrato del Diablo (categoría 756B).

Puentes del Diablo (lista incompleta)

España

Francia

Italia

Portugal

  • Ponte do Diabo, en Vila Nova;
  • Ponte do Diabo, en Misarela;

Reino Unido

Suiza

Otros lugares

  • Puente del Diablo, en Potosí, Bolivia;
  • Puente Malleco, en Collipulli, Chile: Según la leyenda, este puente fue terminado por el Diablo, quien puso un perno de oro que sostenía el peso de dicha estructura. A cambio, el demonio obtuvo las almas de los obreros que trabajaron en su construcción. En la actualidad la leyenda añade que que quien logre hallar y quitar el perno de oro del puente, será el dueño de las almas cautivas y el puente se desmoronará.
  • Dyavolski most (Дяволски мост), cerca de Ardino, Bulgaria;
  • Puente del Común, en Bogotá-Chia, Colombia;
  • Hudičev most, en Bohinj, Eslovenia;
  • Hudičev most, en Tolmin, Eslovenia;
  • Duivelsbrug, en Breda, Países Bajos;
  • Moara Dracului, en Câmpulung Moldovenesc, Rumania;
  • Kuradisild, en Tartu, Estonia;
  • Puente del Diablo, en Puente Grande, Tonalá; Jalisco;
  • Puente de Piedra, en Grecia, Provincia de Alajuela, Costa Rica: Es un puente de arco natural casi perfecto, realizado por erosión. Cuenta la leyenda que los boyeros (dueños de carretas haladas por bueyes) debían hacer un largo desvío de varios días para poder vadear el río donde se encuentra el puente, y que presuntamente no estaba en ese entonces. Una noche, un boyero que cargaba en su carreta víveres , gallos y gallinas, y que no quería dar el agobiante rodeo, convocó al diablo y lo retó a que construyera un puente en ese lugar antes de que el gallo cantara (es decir, al alba), y que a cambio le entrería su alma. El diablo, o pizuicas como se le llama por esos lugares, se puso a la tarea con tanta velocidad que era evidente que iba a concluirla a tiempo. Pero el boyero, astuto, corrió hacia su carreta y despertó a uno de sus gallos, hasta lograr hacerlo cantar, y con ello salvó su alma, pasando por el puente mientras el diablo se marchaba, frustrado por no poderse robar un alma y por no concluir el puente. Como prueba, se suele señalar una oquedad más o menos en el centro del puente, en forma ovoide, que según se dice era el lugar donde el Diablo no alcanzó a colocar la última laja. Actualmente el Puente de Piedra se utiliza efectivamente para el tráfico, pues una carretera pasa por encima. Es patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica desde 1994.

Véase también