Nuestra Señora del Buen Aire
Nuestra Señora del Buen Aire, Nuestra Señora del Buen Ayre, Virgen del Buenaire o Virgen del Bonaire (Madonna di Bonaria) es una de las advocaciones marianas de la Bienaventurada Virgen María. Fue considerada por los navegantes españoles como la patrona de los navegantes y su nombre dio origen al de la ciudad de Buenos Aires. En su conmemoración se ha establecido la fiesta de la Virgen del Buen Aire, el día 25 de marzo.
Historia
Orden de Santa María de la Merced
En 1218, el caballero catalán don Pedro Nolasco nacido en Barcelona en 1189 (hoy santo), fundó por indicación de la Santa Virgen María, la Orden de Santa María de la Merced, para redimir cautivos de los sarracenos.
Santuario de Nuestra Señora de Bonaria
En 1323, las tropas de Jaime II desembarcaron en un punto entonces próximo a Cagliari, conocido como el Cerro de Bonaria y conquistaron la isla. Como signo de agradecimiento a Dios, construyeron una iglesia que donaron a la Orden de la Merced sobre la cima de un monte que era conocido con el nombre de Buen Ayre y luego Bonaria por los italianos. Este nombre se debía a que Cagliari tenía una depresión en su centro donde se juntaban los humos del fuego de la ciudad, una especie de esmog, mientras que la cima sobresalía de esa humareda. El templo o basílica es el primer y principal ejemplo de la arquitectura gótica en Cerdeña. Nuestra Señora de Bonaria es la patrona de Cerdeña, y es en realidad una imagen que representa a la Virgen de la Candelaria, por esta razón, en Cerdeña se celebra la Fiesta de la Virgen de Bonaria, el 2 de febrero.
Milagro de Nuestra Señora del Buen Aire
El beato fray Carlo Catalano, un noble de Cagliari que había ido a Barcelona para hacer varias gestiones y que allí ingresó en la Orden Mercedaria, fue el fundador del convento. Él profetizó que un hecho prodigioso se produciría en la costa de la isla tras su muerte.
Según la tradición, esta profecía se cumplió el 25 de marzo de 1370 cuando una nave procedente de Cataluña fue sorprendida por una gran tormenta. Los marineros en aquellas circunstancias decidieron echar al mar toda la carga, entre la cual había una pesada caja. En el momento en que arrojaban la caja, el mar y la tormenta se calmaron en forma repentina y aunque el resto de las pertenencias tiradas se hundió, la caja se mantuvo a flote. A medida que intentaban acercarse a ella esta se alejaba. Así continuaron la travesía hasta que llegaron a Cagliari donde la caja se varó.
Los marineros intentaron abrirla sin éxito, hasta que un niño decidió llamar a los hermanos mercedarios que estaban en el convento. Estos no tuvieron dificultad en trasladar la caja al convento y abrirla. Pero para su sorpresa encontraron en el interior una imagen de Nuestra Señora de la Candelaria con una candela encendida en su mano derecha. Deciden entonces entronizarla en el altar mayor bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Aire.
La devoción a la milagrosa imagen se difundió rápidamente por toda Cerdeña, especialmente entre los marineros que la convirtieron en su abogada y protectora. De Cerdeña esta devoción pasó a Sevilla, donde se venera una imagen con este título en el Palacio de Santo Telmo, en la iglesia parroquial de San Bernardo e incluso hay una imagen que es titular de una parroquia, la de Nuestra Señora del Buen Aire, y de la hermandad que allí reside.
Fundación de Buenos Aires
Al conocerse la historia de cómo la imagen había salvado a los marinos, y del milagroso desenlace, los navegantes comenzaron a venerarla y se convirtió en su patrona. Uno de esos navegantes fue el español Pedro de Mendoza. Este marino fue el primer Adelantado del Río de la Plata y en 1536 arribó a lo que llamó bahía de la Candelaria, en dicho río, sobre lo que hoy es la bahía de la ciudad de Montevideo. Luego decidió esperar intencionalmente hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria, para arribar a la costa oeste y fundar, al desembarcar, el asiento de Nuestra Señora del Buen Aire, hecho que es conocido actualmente como la primera fundación de la ciudad de Buenos Aires. Dos religiosos llevaron además una imagen de la virgen. La ciudad se abandonó posteriormente y Buenos Aires fue nuevamente fundada en otra posición por Juan de Garay en 1580.
En la actualidad, una imagen donada por la Federación Sarda Argentina hace medio siglo, se encuentra en la plaza Cerdeña, frente a la Dirección Nacional de Migraciones (Avenida Antártida Argentina 1355, Buenos Aires).
Bibliografía
- Luqui Lagleyze, Julio A. (1994). Buenos Aires, sencilla historia: La trinidad. Librerías Turísticas. ISBN 950-99400-8-9.