Negroide

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Negroide es un término que describiría una raza humana según la definición de Johann Friedrich Blumenbach (1752-1840). Es un concepto antropológico y no genético.

Dicho grupo humano correspondería básicamente a lo que otros han definido como raza negra, aún cuando su uso cayó es desuso con el advenimiento de la genética humana.

Las razas no existen, ni biológicamente ni científicamente. Los hombres por su origen común, pertenecen al mismo repertorio genético. Las variaciones que podemos constatar no son el resultado de genes diferentes. Si de "razas" se tratara, hay una sola "raza": la humana.
José Marín Gonsáles, Doctor en Antropología de la Universidad La Sorbonne de París[1]

Aunque hay otros especialistas que no tienen una opinión tan radical, especialmente a la luz de los descubrimientos en el campo de la genética de los últimos años y la secuenciación del genoma humano.

Hay una censura muy intensa en la manera que se nos permite pensar y hablar de la diversidad de gente en la Tierra. Oficialmente, "somos todos iguales: no hay razas". Erróneo, como las viejas ideas sobre la raza; los estudios modernos sobre el genoma revelan un panorama sorprendente, apasionante y diferente de la diversidad genética humana. Por término medio, unas razas somos genéticamente similares a otras en un 99,5%. Este porcentaje no es el que se barajaba antes; es menor que el calculado previamente, que era del orden del 99,9%. Para poner en perspectiva esta diferencia, que puede parecer minúscula, hay que subrayar que genéticamente somos similares en alrededor de un 98,5%, o puede que más, a los chimpancés, que son nuestros parientes evolutivos más próximos. En otras palabras, este nuevo porcentaje reviste gran importancia para nosotros. Entre otras cosas, deriva de muchas diferencias genéticas pequeñas que se han conocido a partir de estudios comparativos de poblaciones humanas. Todo esto significa guste o no, que puede haber muchas diferencias genéticas entre poblaciones humanas, incluso diferencias que podrían corresponder a la antigua clasificación por razas, y diferencias que son reales, en el sentido de que hacen a un grupo determinado mejor que otro a la hora de dar respuesta a un determinado problema particular del medio en que se desenvuelve. Esto no quiere decir en modo alguno que haya un grupo que en general sea ‘superior’ a otro, o que un grupo debería ser preferido sobre otro. Ahora bien, nos pone sobre aviso de que debemos estar dispuestos a hablar de diferencias genéticas entre poblaciones humanas.
Mark Pagel, Biólogo Evolutivo, Universidad de Reading[2]

A veces los aborígenes australianos, los melanesios y los negritos fueron incluidos en la raza negroide en la antropología y cartografía popular. Sin embargo, ya en 1870, Thomas Huxley sugirió que los aborígenes australianos, los negritos, los melanesios, así como los papúes (los habitantes de Nueva Guinea) debían ser referidos como una raza separada conocida como australoide.[3]​ Esto se había convertido en una práctica general en la década de 1940.

El concepto de la raza negroide se originó con el método tipológico de clasificación racial.[4]

Carleton Stevens Coon rechazó la noción de una raza negroide unificada en su libro de 1962 llamado El origen de las razas, en el cual divide la población africana negra en una raza congoide y otra capoide.

Descripción

Las tres mayores razas de acuerdo a la enciclopedia alemana Meyers Konversations-Lexikon de 1885-1890. Los subtipos de la raza negroide se muestran en tonos marrones.

De acuerdo a la antropología clásica, no obstante, correspondería a la variante humana proveniente de África. Es una de las cuatro razas principales según la teoría de Blumenbach. El término negroide hace referencia también a una clasificación de las tipologías craneanas humanas propia de África y actualmente puede ser considerado ofensivo fuera de un contexto forense o arqueológico.

Dado que la mayoría de los restos con estas características pertenecen a etnias africanas, se ha identificado con grupos de pueblos cuya principal característica es el color oscuro de su piel, identificadolo con la raza negra de la antropología clásica. Estos individuos se caracterizan, por lo general, por tener una tez muy oscura, cabeza alargada, frente ligeramente abombada, nariz chata y más ancha de lo normal, ojos oscuros, labios más gruesos de lo normal, pelo oscuro y muy rizado, estatura y piernas altas.

Uso en la antropología física

Ashley Montagu catalogó a "los rasgos estructurales neoténicos en que ... los negroides difieren de los caucasoides ... la nariz achatada, la raíz plana de la nariz, las orejas más estrechas, las articulaciones más estrechas, el cráneo con eminencias frontales, el cierre tardío de las suturas premaxilares, la menor vellosidad, las pestañas más largas, [y] el patrón cruciforme de los segundos y terceros molares" [5]

En antropología física, el término es una de las tres clasificaciones raciales generales de los seres humanoscaucasoide, mongoloide y negroide. Bajo este esquema de clasificación, los seres humanos son divisibles en amplios subgrupos basados en características fenotípicas como la morfología craneal y esquelética.

Extensiones posteriores de la terminología, como en El origen de las razas de Carleton S. Coon colocan a esta teoría en un contexto evolutivo, Coon divide a la especie homo sapiens en cinco grupos, caucasoide, capoide, congoide, australoide y mongoloide, basado en el momento de su evolución del homo erectus.[6][7]​ Colocó a la raza capoide como una entidad racial separada y etiquetó las dos divisiones principales de lo que llamó la raza congoide como los "negros africanos" y los "pigmeos", dividió a los indígenas africanos en estos dos grupos distintos en función de su fecha de origen y a una clasificación floja de mera apariencia — sin embargo, esto llevó a un desacuerdo entre los enfoques que datan de divergencia y a resultados contradictorios consiguientes.[7][8]Cavalli-Sforza no acepta esta división doble, señalando que los pigmeos tienen una firma genética muy diferente que otros negros africanos, que deben haber tenido originalmente su propio idioma ahora desconocido, pero desde entonces han adoptado la lengua de los pueblos bantúes de alrededor de ellos. Cavaill-Sforza no acepta como Coon hizo que cada raza haya evolucionado por separado; acepta el paradigma dominante en la actualidad, la Teoría desde África, es decir, que todos los seres humanos son descendientes de pequeños grupos de personas que emigraron de África a partir de unos 60.000 años atrás.

Antropometría craneofacial

En la antropometría craneofacial moderna, el término negroide describe las funciones que caracterizan a los cráneos de los negros. Esto incluye a una amplia y redonda cavidad nasal; sin presa o umbral nasal; huesos nasales en forma de cabaña Quonset hut; una notable proyección facial en el área de mandíbula y la boca (prognatismo); un paladar en forma rectangular; una forma cuadrada o rectangular de la órbita del ojo;[9]​ y dientes grandes.[10]​ Aún son ampliamente utilizados internacionalmente en la identificación de los restos humanos, pero algunos han cuestionado su precisión en las diferentes poblaciones humanas que se han desarrollado muy cerca una de la otra y en los de herencia étnica mixta. Por ejemplo, un estudio reciente de cráneos nubios antiguos concluyó que:

"La asignación de un origen racial esquelético se basa principalmente en las características estereotipadas que se encuentran con mayor frecuencia en las poblaciones geográficamente más distantes. Aunque esto es útil en algunos contextos (por ejemplo, para ordenar material esquelético de ascendencia mayormente de África occidental de material esquelético de ascendencia mayormente europea occidental), no logra identificar a las poblaciones que se originan en otras partes y tergiversa patrones fundamentales de diversidad biológica."[11]

Véase también

Referencias

  1. Las "razas" biogenéticamente, no existen, pero el racismo sí, como ideología
  2. [1]
  3. Huxley, Thomas On the Geographical Distribution of the Chief Modifications of Mankind. 1870. August 14, 2006
  4. O'Neil, Dennis. Palomar College. "Biological Anthropology Terms." 2006. May 13, 2007. [2]
  5. Montagu, Ashley Growing Young Published by Greenwood Publishing Group, 1988 ISBN 0-89789-166-X
  6. Jackson Jr., John (June de 2001). «“In Ways Unacademical”: The Reception of Carleton S. Coon's The Origin of Races». Journal of the History of Biology 34 (2): 247-285. doi:10.1023/A:1010366015968. 
  7. a b Keita, S.O.Y.; Rick A. Kittles (September de 1987). «The Persistence of Racial Thinking and the Myth of Racial Divergence». American Anthropologist 99 (3): 534-544. doi:10.1525/aa.1997.99.3.534. 
  8. Dobzhansky, Theodosius; Ashley Montagu; C. S. Coon (1963). «Two Views of Coon's "Origin of Races" with Comments by Coon and Replies». Current Anthropology 4 (4): 360-367. doi:10.1086/200401. 
  9. Forensic Anthropology – Ancestry
  10. Brace CL, Tracer DP, Yaroch LA, Robb J, Brandt K, Nelson AR, Clines and clusters versus "race:" a test in ancient Egypt and the case of a death on the Nile, (1993), Yrbk Phys Anthropol 36:1–31, p.18
  11. L’engle Williams, Frank; Robert L. Belcher, George J. Armelagos (April de 2005). «Forensic Misclassification of Ancient Nubian Crania: Implications for Assumptions about Human Variation» (PDF). Current Anthropology 46 (2): 340-346. doi:10.1086/428792.  Parámetro desconocido |fechaaceso= ignorado (se sugiere |fechaacceso=) (ayuda)