Manuel Giménez Fernández

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 01:40 9 dic 2019 por PedroAcero76 (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Manuel Giménez Fernández

Ministro de Agricultura
4 oct. 1934-3 abr. 1935

Diputado en Cortes
por Badajoz y Segovia
1933-1939

Información personal
Nacimiento 6 de mayo de 1896
Sevilla
Fallecimiento 27 de febrero de 1968
Sevilla
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Político, historiador, jurista, abogado y catedrático Ver y modificar los datos en Wikidata
Empleador Universidad de Sevilla Ver y modificar los datos en Wikidata
Partido político

Manuel Giménez Fernández (Sevilla, 6 de mayo de 1896 - id., 27 de febrero de 1968) fue un académico y político español, miembro de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) durante la II República, llegó a ser Ministro de Agricultura. Tras la Guerra Civil, encabezó uno de los dos partidos de oposición demócrata cristiana a la dictadura de Franco.

Biografía

Nacido el 6 de mayo de 1896 en Sevilla,[1]​ se doctoraría en 1922 con la tesis titulada Contribución al estudio del moderno Derecho Electoral en la Universidad Central.[2]​ Fue catedrático de Derecho Canónico en la Universidad de Sevilla desde 1934; ese mismo año inició su carrera política como concejal en el ayuntamiento de la ciudad llegando a ser su teniente de alcalde.

Al proclamarse la Segunda República participará en las elecciones de 1933 resultando elegido por la circunscripción de Badajoz tras lo cual se integrará en la CEDA posicionándose en su ala más liberal y progresista. Ministro de Agricultura entre el 4 de octubre de 1934 y el 3 de abril de 1935 en el gobierno presidido por Alejandro Lerroux, su política de moderadas reformas forzará su dimisión. Dimitió a causa de una propuesta de Ley de Reforma Agraria que provocó la hostilidad del Bloque Nacional de Calvo Sotelo, ya que los intereses económicos de los votantes del Bloque eran contrarios a la doctrina social de la Iglesia que enarbolaba el ministro para justificar su tarea reformista. Un diputado monárquico llegó a exclamar: «Si su señoría se propone apoderarse de nuestras tierras apoyándose en encíclicas, nos haremos cismáticos».[3]

En las elecciones de 1936 fue nuevamente elegido diputado a Cortes en esta ocasión por la circunscripción de Segovia. Pese a su afiliación política, no apoyó el golpe de estado de julio, lo que estuvo a punto de costarle la vida. Giménez estaba en la localidad andaluza de Chipiona cuando estalló la Guerra Civil, y milicianos falangistas y carlistas le amenazaron de muerte. Fue el general Queipo de Llano quien acabó con tal situación.[4]​ Agradecido a Queipo, Giménez se comprometió a no contactar con José María Gil Robles, lo que supuso su neutralización política hasta 1943, año en el que el general le liberó de su compromiso.[5]

Posteriormente se distanció políticamente de Gil Robles, lo que dio lugar a que creara el partido ilegal Izquierda Demócrata Cristiana que agrupó entre otros, a significativos juristas de la oposición al franquismo, que ganaron elecciones en el seno de colegios de abogados, mantuvieron una relación operativa con dirigentes emplazados en el exilio, impulsaron y suscribieron el pacto "Unión de Fuerzas Democráticas" y promovieron junto con las restantes fuerzas de la oposición la denominada "Unión de Fuerzas Democráticas" que impulsó el Congreso de Munich en 1962. Izquierda Demócrata Cristiana, como su nombre indica, estaba emplazada algo más a la izquierda que la Democracia Social Cristiana de su antiguo jefe de filas.[6]

Falleció el 27 de febrero de 1968.[7]

Política y pensamiento

Inicialmente vinculado a la facción de Ángel Ossorio dentro del maurismo, durante la Segunda República se distinguió como un diputado anómalo dentro de la CEDA, adscrito a posiciones de centro político.[8]​ Su propuesta de reforma agraria polarizó a la coalición en defensores y detractores de esta, valiéndole recibir los apelativos de «bolchevique blanco» y «marxista disfrazado».[9]

Según Hugh Thomas, su costumbre de invocar encíclicas papales para defender sus proyectos enfurecía a muchos.

En su vertiente de historiador se declaraba seguidor de una línea teísta, interpretando algunos acontecimientos históricos como premios o castigos del Dios cristiano.[10]

Posiblemente su frase más famosa sea: "No tengo nada contra los obispos españoles, salvo dos cosas: no creen en Dios y no han hecho el bachillerato".

Referencias

  1. Heras, 1969, p. 495.
  2. Calvo González, 1986, pp. 215-216.
  3. Peña González, José (2007). El único estadista. Fundamentos. p. 201. ISBN 978-84-245-1138-8. 
  4. Barba, 2001, p. 40.
  5. Barba, 2001, p. 41.
  6. Tusell, 1989, pp. 153-155.
  7. Heras, 1969, p. 496.
  8. Seco Serrano, 1991.
  9. Lowe, 2010, pp. 71-72.
  10. Giménez Fernández, 1955, pp. 309-336.

Bibliografía


Predecesor:
Cirilo del Río Rodríguez
Ministro de Agricultura

4 de octubre de 1934-3 de abril de 1935
Sucesor:
Juan Benayas Sánchez