Las Vertientes (Córdoba)

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Las Vertientes
Localidad

Archivo:Logomuni2.JPG
Escudo

Las Vertientes ubicada en Provincia de Córdoba (Argentina)
Las Vertientes
Las Vertientes
Localización de Las Vertientes en Provincia de Córdoba (Argentina)
Coordenadas 33°17′00″S 64°34′40″O / -33.283333333333, -64.577777777778
Entidad Localidad
 • País Argentina
 • Provincia Bandera de la Provincia de Córdoba Córdoba
 • Departamento Río Cuarto
Intendente Francisco Romero, PJ
Altitud  
 • Media 504 m s. n. m.
Población (2010)  
 • Total 766 hab.
Gentilicio vertientero/a
Código postal X5839
Prefijo telefónico 0358

Las Vertientes es una localidad situada en el departamento Río Cuarto, provincia de Córdoba, Argentina.

Se encuentra situada en el sur del departamento y se puede llegar a través de la RN 8 aproximadamente a 24 km de la ciudad de Río Cuarto, y a 250 km aproximadamente de la Ciudad de Córdoba.

La principal actividad económica es la agricultura y la ganadería.

Población

Cuenta con 766 habitantes (Indec, 2010), lo que representa un leve incremento del 0,5% frente a los 762 habitantes (Indec, 2001) del censo anterior.

Gráfica de evolución demográfica de Las Vertientes entre 1991 y 2010

Fuente de los Censos Nacionales del INDEC

Historia

Antiguamente a la localidad de Las Vertientes se la llamaba "Los Jagüeles". El actual paraje situado al sur de la mencionada localidad, se llamaba por entonces Las Vertientes. Posteriormente se produjo el cambio con la denominación que se le conoce en la actualidad.

Debido a los múltiples documentos hallados en los archivos de Córdoba y en las parroquias de la zona, Las Vertientes tiene una fecha fundacional; la que se pudo establecer el 2 de febrero de 1840.

Estas tierras fueron dominios de las naciones originarias y desde los comienzos de siglo XIX ya se lo conocía como "Campo de los Jagüeles" de acuerdo a los antecedentes encontrados que datan de 1820. En el año 1820 el gobernador de Córdoba Juan Bautista Bustos otorga una Merced de Tierra a su cuñado Don Benito Maure que comprendía todo el "Campo de Los Jagüeles". Las tierras fueron otorgadas en razón de los valiosos servicios que había prestado este hombre a la Patria, las que conservó hasta 1828. El 17 de Noviembre de ese año el Coronel Benito Maure vende las tierras a Don Pedro Guerra. Posterior y consecutivamente en las fechas 28 de marzo de 1870, 31 de diciembre de 1871, y 26 de junio de 1872; Don Ambrosio Olmos compra el campo de Los Jagûeles. Ya dueño de estas tierras, por el año 1886, funda una colonia dentro del campo de Los Jagûeles con el nombre de Colonia Loma Redonda.

En el año 1934 la viuda y heredera de Don Ambrosio Olmos; Doña Adelia María Harislao de Olmos, vende estas tierras a Don Mauro Herlitzka y Doña Sofia Charpentier de Herlitzka. En el año 1937, Harislao de Olmos cambia el nombre de la estación de ferrocarril, la cual pasa a llamarse Las Vertientes, pero el pueblo continua llamándose Los Jagüeles. Hasta las elecciones nacionales para constituyentes del año 1994; en el Registro Electoral de la Nación figura como "Ciruito electoral 182 Los Jagüeles". En el año 1968 al crearse la Municipalidad, recién el pueblo toma el nombre de la estación de ferrocarril: Las Vertientes.

El campo de los jagüeles

Estas regiones que conocieron el espantoso y atronador grito del malón Indio y su galopar desenfrenado haciendo temblar el suelo de la pampa todavía salvaje e indómita como sus propios habitantes lo eran; es esta época de la guerra de la Independencia patria y de la larga y sangrienta Guerra contra el Indio; ya por el año 1820 estos parajes eran conocidos como "LOS JAGÜELES". Quizás este nombre se lo dieron los soldados de los cercanos fortines que en sus descubiertas tenían que atravesar estos campos desiertos, salpicados de lagunas formadas en épocas de intensas sequías; éstas se formaban en los bajos naturales y parecían ser verdaderos Jagüeles, los que utilizaban aun en épocas de sequías para proveerse de agua quienes cruzaban estas soledades. Nos cuenta el Coronel Manuel Baigorria en sus Memorias (pág. 157) que dos leguas al sur de la costa del Río Quinto, sobre el camino a Huinca Renanco, había un Jagüel que era utilizado por los viajeros que hacían la travesía a Ítalo (por entonces Guita Lobo); pero esto se encuentra fuera del campo de Los Jagüeles y a muchas leguas de distancia. En el año 1820 el Gobernador de Córdoba, Juan Bautista Bustos otorga una merced de tierra a su cuñado don Benito Maure, que comprendía todo el campo de Los Jagüeles. Campo que don Benito Maure conserva hasta el año 1828; esta Merced fue otorgada por los valiosos e importantes servicios prestados a la Patria por don Benito Maure. El 17 de noviembre de 1828 el Coronel Benito Maure vende a don Pedro Guerra todo el Campo denominado Los Jagüeles que se extiende desde el Orcovi. Dice la Escritura que: "La porción Norte se compró en ciento cincuenta pesos desde el Orcovi legua y media al Sur; al Norte hasta dar con otro terreno que posee el mismo Guerra, al sur del Arroyo Santa Catalina; al Este, legua y media; al Oeste lo que hubiere hasta dar con el mojón fijado por el comisionado Vargas".

El Fuerte de Los Jagüeles

Corre el año 1834; recientemente fracasa la campaña de pacificación de los indios emprendida por Juan Manuel de Rosas. Esta campaña tenía que ser apoyada a través de la Pampa central por el general José Ruiz Huidobro, pero este apoyo fracasó por la enemistad existente entre el general Huidobro y José Vicente Reinafé, por entonces Gobernador de Córdoba. Posteriormente y ya siendo gobernador Don Vicente Reinafé; y su hermano Francisco, Jefe de frontera Sur de la provincia, es este último quien realiza por todas estas superficies, una profunda exploración y estudios estratégicos. A su regreso a Córdoba tras informar a su hermano la situación fronteriza consigue de éste que se reparen los fuertes deteriorados por los ataques de los indios y por la acción del tiempo. En esta oportunidad fueron reacondicionados los fuertes de Santa Catalina (ubicado en las márgenes del arroyo de este nombre en las proximidades del actual pueblo de San Basilio, doce leguas al Sur de Río Cuarto, así lo especifica el Gobernador Manuel López), y el fuerte de San Fernando (hoy Sampacho). El jefe de la frontera Sur comisionó al Coronel José Elías Carranza para la construcción del fuerte “Los Jagüeles”. Con el paso del tiempo a todas estas fortificaciones se las llamó “Fuertes de la época Federal”.

Hay documentación que prueba que en el año 1839 el fuerte de Los Jagüeles contaba con una guarnición de 46 hombres entre Oficiales, Suboficiales y Soldados; se desconocen sus nombres, pues ellos pertenecen a la falange gloriosa de héroes anónimos que regaron con su sangre este bendito pedazo de suelo patrio en aras del progreso y la civilización; por ese entonces el San Fernando contaba con una guarnición de 23 hombres, La Carlota 42, Achiras 24, Santa Catalina 49, Río Cuarto 219; todos estos fuertes se encontraban a cargo de un jefe con sede en Río Cuarto. Al fuertes de Los Jagüeles se lo ubica a 6 leguas al suroeste de la Villa de la Concepción del Río Cuarto, a Loma Redonda a 6 leguas con el mismo rumbo partiendo desde Río Cuarto. La legua nacional por entonces se media a 5196 metros.

La Revolución Unitaria de 1840 trastornó la vida en nuestros fuertes, incluso el de Los Jagüeles; a esta revolución le siguieron muchas deserciones de los fortines con los indios unitarios del cacique Pai Paine, quien les brindó generoso asilo a quienes se habían plegado en los fortines a la Revolución Unitaria. Entre los unitarios refugiados con Paine quizás los más importantes fueron el Coronel Manuel Baigorria y Juan Saa, a quien los indios apodaron "Lanza Seca". Hubo numerosos fusilamientos entre los sublevados de los fortines; fue recién en el mes de octubre del año 1841 cuando el Coronel Domingo Meriles, al frente de su regimiento llamado "Guías Federales", restaura el orden y reorganiza la vida en todos los fuertes y fortines de la región, incluso el de Los Jagüeles. En épocas normales los jefes de los fuertes se encargaban de comprar directamente a los estancieros con fondos del Estado lo que se necesitaba; pero en épocas de emergencia era preciso recurrir al Comisario Proveedor que estaba en Río Cuarto y se encargaba del abastecimiento de los fuertes. Con la Reorganización del Coronel Meriles, en el año 1841 se designa un Comisario Proveedor con sueldo del Estado, para que se encargue en forma directa y permanente del abastecimiento de todas las guarniciones fronterizas. El Comisario Proveedor designado para el abastecimiento de los fuertes de esta región fue don Pedro Vargas; en el decreto de designación se menciona con claridad al Fuerte de Los Jagüeles, entre los que deben ser abastecidos por el Comisario Proveedor, esto consta en el artículo primero del decreto de mención. De acuerdo a las coordenadas fijadas por el Ministerio de Guerra y Marina de la Nación, la distancia existente entre el Fuerte Santa Catalina y el de Los Jagüeles es de 6 leguas al oeste y, del de Los Jagüeles al San Fernando (Sampacho), 5 leguas al suroeste; distancias éstas casi exactas; pero más exactos aún son los rumbos fijados con relación a los puntos cardinales: el Fuerte de Los Jagüeles y el San Fernando se encontraban sobre el Camino a Chile; es digno de admirar la exactitud de las distancias, dado las dificultades que existían para medir en esos lejanos tiempos. Esta línea de fronteras soportó 230 invasiones en 16 años; en no pocas oportunidades los fuertes fueron destruidos por la furia de los ranqueles; hay suficientes datos para fundar la creencia que los fuertes de Los Jagüeles y San Fernando fueron siempre reconstruidos por los sobrevivientes, continuando habitados, quizá reforzados por nuevas milicias. En el mes de noviembre de 1866 una gran invasión india ataca Río Cuarto, pero antes de que éstos llegaran a Río Cuarto, la población se entera de la proximidad del malón y avisan al fuerte Santa Catalina, desde donde parte con rumbo a Río Cuarto el Capitán Egidio Sosa con 160 soldados a su mando. Al llegar estas fuerzas a Río Cuarto, se enteran del rumbo que siguieron los Salvajes y salieron inmediatamente en su persecución; le dan alcance en lugar conocido como "Pozo del Poleo"; este lugar no es otra cosa que un jagüel natural rodeado de grandes poleos, siendo ésta la causa de su nombre; es aquí donde los Indios, al regreso de sus correrías, se detienen a descansar; esta vez también lo hicieron, cuando el Capitán Sosa y sus hombres les dan alcance, el 22 de noviembre de 1866; se libra en el lugar un duro combate donde las fuerzas militares recuperan 17 cautivas y ganado robado en Río Cuarto; pero otro malón hace su entrada en Río Cuarto y lo saquea; al regresar el Capitán Sosa se entera de este nuevo ataque, lanzándose en su persecución, es así como el 24 de noviembre de 1866, al pie de una Loma Redonda, en las proximidades del Fuerte de Los Jagüeles se libra un duro combate entre 800 indios y 160 soldados. Los soldados en esta batalla utilizaron el Remington de Caballería; las fuerzas militares recuperan aquí 24 cautivas que los indios en su triunfal retorno habían llevado a sus aduares del desierto. Mueren en el campo de batalla 50 indios, se toman 6 prisioneros y se recupera todo el ganado robado en Río Cuarto. Todo el armamento Indio es abandonado en el campo de batalla, las bajas militares fueron mínimas; esta batalla se registró en los Archivos del Ministerio de Guerra como «Combate de Los Jagüeles», por la proximidad que el teatro de la lucha tenía con el fuerte de este nombre y por encontrarse dentro del campo del mismo nombre, ya que se ubica el lugar del combate a escasa media legua de esta localidad de Las Vertientes (antes Los Jagüeles), con rumbo suroeste sobre el antiguo camino a Chile. Al Fuerte de Los Jagüeles se lo ubica 6 leguas al suroeste de Río Cuarto, a Loma Redonda se la ubica 6 leguas y media, con el mismo rumbo, partiendo de Río Cuarto; la longitud que por entonces tenía la Legua Nacional era de 5.196 metros. Hay suficiente material para afirmar que los fuertes de Los Jagüeles y San Fernando, después de cada destrucción causada por los indios, fueron reconstruidos por los propios sobrevivientes que de una u otra manera podían salvar sus vidas y su libertad del fiero ranquel; éstas fueron las consecuencias y el porqué estos lugares estuvieron siempre habitados.

EL CAMPO " LOS JAGÜELES": SU VENTA A AMBROSIO OLMOS

Los sucesores de don Pedro Guerra venden a don Ambrosio Olmos la fracción sur del campo Los Jagüeles que es de 3 leguas, 13 cuadras y 50 varas (medidas de la época) de naciente a poniente, sobre la banda norte del Arroyo Los Jagüeles. Los herederos de don Pedro Guerra fueron: Felipe y Gerónimo Guerra, Mauricia Guerra de Guerra, Secundina Guerra de Burgos, con fechas 28 de marzo de 1870, 31 de diciembre de 1872, 26 de junio de 1875, estas escrituras dicen así: "Nos Pablo Guerra, Mauricia Guerra, con la venia de mi esposo don Felipe Guerra, Gerónimo Guerra, Secundina Guerra, también con la venia de mi esposo don Desiderio Burgos, vendemos a don Ambrosio Olmos una parte del terreno que teníamos en el lugar denominado Los Jagüeles; siendo este terreno de 14 leguas, 686 cuadras, y 500 varas (medidas de la época), que es todo el terreno que tuvimos de nuestros finados padres, don Pedro Guerra, y doña Damiana Acosta". La primera de estas escrituras está fechada en Villa Nueva Provincia de Córdoba el 28 de marzo de 1870, las restantes en el mismo lugar y en las fechas señaladas con anterioridad, todas en las mismas condiciones que la primera y con las mismas constancias. Siendo el General Arredondo Ministro de Guerra del General Roca, en su segunda presidencia, acude a la memoria de los hombres para reemplazar así la falta de archivos nacionales sobre la vida y lucha en nuestras fronteras; con este propósito recurre a la memoria del Coronel Antonio Baigorria quien, según los relatos de quienes lo conocieron, aun ya en edad muy avanzada, era dueño de una memoria prodigiosa; en respuesta a una carta del General Arredondo, fechada el 10 de junio de 1899, lo consulta sobre lo acontecido en estas fronteras; el Coronel contesta el 17 del mismo mes y año y uno de los párrafos dice así: "A finales de 1869 o principios de 1870 (tres años después de la batalla de Los Jagüeles) se crea la Posta de Loma Re-donda", Esta loma fue el teatro de la batalla de Los Jagüeles y se encuentra a poco más de media legua del emplazamiento del antiguo Fuerte de Los Jagüeles; esta posta se crea junto con las de Santa Catalina, y Sampacho, La Posta de Los Jagüeles y Sampacho se encuentran camino a Chile. En el año 1875 Ambrosio Olmos hizo medir el campo de Los Jagüeles, de su propiedad, por Hudson; todo este campo le da una superficie de 38.924 hectáreas; en el año 1896 el campo está totalmente cercado con alambres; Olmos fue uno de los primeros estancieros que alambraron sus campos; fue también uno de los primeros, por no decir el primero, que introduce posturas forrajeras; entre la más importante se encontraba la alfalfa y otras posturas forrajeras para sus ganados vacunos y equinos, y fue perfeccionan-do las razas de sus vacunos en sus estancias. La primera de estas compras de tierras, la realiza cuatro años después del Combate de Los Jagüeles, porque este combate fue el que pacificó esta región, poniendo fin en forma total a las invasiones ranquelinas, llegando de esta manera la tranquilidad, la paz y el progreso a estos campos aún desiertos y solitarios; quedando a raíz de aquel histórico combate dentro del campo de Los Jagüeles un paraje muy conocido que se llamó «Loma Redonda», por ser esa loma el escenario del combate. De acuerdo con lo que cuenta el Coronel Manuel Baigorria en sus memorias, este lugar se encuentra sobre el camino que del Fortín San Fernando conduce a Río Cuarto. Por ser éste un paraje muy conocido, el Ministerio de Guerra y Marina nos dice que en ese sitio la Posta de Los Jagüeles es fuertemente militarizada, en el año 1839. Según don Ignacio Garzón en su Crónica de la frontera sur de Córdoba, no nos habla de una posta militarizada, sino del «Fuerte de Los Jagüeles», lugar que se encuentra sobre el camino a Chile entre Río Cuarto y el Fortín San Fernando. Recién en los finales del año 1869 o principios de 1870 se crea la Posta de Loma Redonda y esto es lo que el Cnel. Antonio Baigorria, en el párrafo cuarto de su carta al Gral. Arredondo, explica en detalle y de lo que ya hablamos, Por esta carta sabemos, y ésta es la prueba, que ya por el año 1870 Loma Redonda o Los Jagüeles, ya que Loma Redonda dista como ya dijimos media legua del emplazamiento del Antiguo Fuerte, que el lugar continuó poblado, por los habitantes que habían quedado del fuerte en el lugar, que fueron quienes poblaron la posta, sobre el camino a Chile, entre Río Cuarto y Sampacho. Hay quienes argumentan que por los escasos 25 km que separan este paraje de Río Cuarto, es casi seguro que no podía existir ninguna posta en Los Jagüeles; este argumento es desautorizado porque las postas se establecían a la distancia que un caballo podía recorrer al galope tendido, esto es entre 15 y 25 km. Como prueba de esto tenemos la Posta de Lagunilla a escasos 15 km de Río Cuarto sobre el camino Real a Chile que pasaba por Achiras; por los datos y documentación existente sabemos que a finales de 1869 o principios de 1870 se encontraba en Loma Redonda una posta.

El Ferrocarril cruza el Campo "Los Jagüeles"

En el año 1872 el Gobierno Nacional llama a licitación para iniciar la construcción del ferrocarril, ramal Río Cuarto-Villa Mercedes firmándose el contrato para la realización de la obra entre el Gobierno Nacional y la empresa Rootger & Cia., el 6 de agosto de 1873. Mientras se desarrollaban los trabajos del tendido de las líneas férreas, la empresa contratante establece un campamento de obreros ferroviarios en Loma Redonda. Al inaugurarse en el mes de agosto del año 1875 el ferrocarril, ese campamento no fue levantado como otros, sino que éste quedó poblado y la compañía del ferrocarril construye en el lugar un desvío para cortar los trenes. Allí llegan don Jaime Ortiz, como cambista, con su esposa doña Rosario Heredia. Don Jaime se establece como cambista en el lugar entre los años 1876 ó 1877, no se puede establecer con precisión la fecha. También en el lugar habita por esos años doña Ágata Cornejo, con su hijo Gregorio quien, desgraciadamente en Loma Redonda, un día 14 de marzo de 1881, fue encontrado sobre las vías del Ferrocarril Andino destrozado por el tren; tal lo que consta en la partida de defunción, del libro llevado para tales efectos, en la Capilla de Nuestra Señora del Tránsito de la Colonia de Sampacho. Nuevamente aparece Loma Redonda en los Archivos de Nuestra Se-ñora del Tránsito de la Colonia de Sampacho, pero esta vez en el Libro de Bautismos: en la página 154 se encuentra registrado el nacimiento y bautismo de doña Rosario Ortiz, que se celebró en la Capilla de Nuestra Señora del Tránsito de la Colonia de Sampacho, el 20 de octubre de 1885, pero el nacimiento se produjo el día 6 de octubre del año 1884, en Loma Redonda, siendo sus padres don Jaime Ortiz y doña Rosario Heredia; esto consta en la partida de Bautismo. Don Alfonso Tomassini, nieto de don Jaime Ortiz y doña Rosario Heredia, da testimonio de esto diciendo: "Mi madre nació en una casilla de madera del Ferrocarril Andino en el desvío de Loma Redonda, donde mi abuelo era cambista".

El Corralito

Cuenta el Coronel Antonio Baigorria al General Arredondo en la misma carta fechada el 17 de junio de 1889, que entre los años 1864 y 1868, libró varios combates con los indios que entraban y salían libremente por el suroeste, a los campos colonizados; uno de esos combates, quizás el más importante por ser el único que mencionó en su carta, se libró en los campos del Corralito; a estos campos también los cruza el Ferrocarril Andino, siendo construido un paso a nivel que se encontraba en un cuesta arriba; en ese lugar la empresa ferroviaria también construye otro desvío por la deficiencia de las máquinas que arrastraban los trenes, hasta que las máquinas se perfeccionaran. También en este lugar don Jaime se desempeñó como cambista y al terminar sus funciones en este último desvío es trasladado a Sampacho, donde viaja con su familia, continuando sus funciones de cambista en aquella importante estación. La mayor de la familia, compuesta por don Jaime Ortiz y doña Rosario Heredia, es doña Rosario Ortiz, quien a los 17 años contrae matrimonio con don Félix Tomassini, en la Iglesia del Santo Ángel de la Guarda, de Sampacho el día 30 de setiembre de 1902; todo esto probado mediante documentación y testimonio escrito prestado por don Alfonso Tomassini. La documentación consiste en fotocopia del Acta de Matrimonio del libro llevado para tales efectos en la Parroquia de Sampacho.

Colonia Nueva Sampacho

Antes de que los campos de Los Jagüeles, en la Colonia Loma Redonda, fuesen poblados por inmigrantes italianos y austriacos en su mayoría, se poblaron los campos nacionales, de lo que se dio a llamar “Colonia Nueva Sampacho", aproximadamente por el año 1887. Esta colonia dista, en parte, 6 km y en otras, 2 km y medio del campo Los Jagüeles, donde más tarde se funda la Colonia Loma Redonda. Entre los primeros colonos que llegaron a poblar esta Colonia Nacio-nal de Sampacho, uno de los pioneros fue don Francisco Tunut, quien se radica en esta colonia, en el lugar que se conocía como "Pozo del Poleo" y, a poco de establecerse en el lugar contrae matrimonio con doña Lucía Furlán, según el testimonio escrito que dan sus nietos, doña Adela Tunut de Crippa, don Reinaldo Tunut y doña Irma Tunut de Feresín; quienes además agregan en su testimonio que ese lugar es un bajo natural donde existía una gran laguna (hoy desaparecida); en sus orillas crecían grandes poleos, siendo éstos los que le dieron el nombre al lugar. También nos cuentan que los pocos habitantes que existían en el lugar a la llegada de los inmigrantes, le contaron a su abuelo que éste era el sitio donde los indios se sentaban a descansar al regreso de sus correrías en las tierras pobladas por el blanco. Siendo durante uno de estos descansos cuando el Capitán Egidio Sosa dio alcance a un malón indio a su regreso camino al desierto y se libró allí el combate de "Pozo del Poleo" el 22 de noviembre de 1866, donde las fuerzas militares recuperan 17 cautivas y el ganado robado poco antes en Río Cuarto. De acuerdo a los testimonio de los escasos habitantes que existían en el lugar antes de la llegada de los colonos inmigrantes, al decir de los hermanos Tunut, fueron ellos quienes le contaron a su abuelo que a partir de los combates de Pozo del Poleo y de Los Jagüeles finalizaron en esta región las invasiones indias. Muchos indios se quedaron con los colonos por distintas circunstancias mezclándose con ellos, resultando ser importantes auxiliares en las tareas agrícolas de la época; también eran muy apreciados por los colonos por ser muy agradecidos y serviciales. El nombre del Campo de Pozo del Poleo figura en la primera escritura de la compra del campo por don Francisco Tunut, la que por carecer de valor jurídico sus nietos guardaron en un lugar que hoy no pueden precisar.

LA COLONIZACION EN EL CAMPO "LOS JAGÜELES" COLONIA LOMA REDONDA

Pacificada la pampa, retirados los indios más allá del Río Quinto, los brazos de los colonos europeos transformaron los ásperos y rústicos pajonales en tierra de labor. Lo que fue un áspero pajonal se convierte en dorados trigales y, más tarde, en alfalfares; el "Gringo" cambió la faz de nuestras llanuras... Al cruzar el ferrocarril el campo de Los Jagüeles, queda en la parte noroeste de las vías férreas un triángulo compuesto por una superficie de 2.250 hectáreas; fue en esta fracción de campo en la que don Ambrosio Olmos funda la Colonia Loma Redonda en el año 1895. Según nos cuenta don Roberto Ferrer en su libro titulado La Colonización en la Provincia de Córdoba, en la página 96, don Ambrosio Olmos fracciona la colonia en chacras de 25 hectáreas cada una. Cuando los primeros colonos llegaron a este lugar, hacía años que se encontraba habitado por obreros ferroviarios, los que habitaban en un bajo, en casillas que dejara allí la empresa ferroviaria, quizás con la intención de levantar una estación, por ser el lugar donde se encontraba el desvío, ya que la distancia existente entre este lugar y Sampacho es la que separa a las estaciones 15 km. Al lugar poblado, por encontrarse en un bajo, los colonos le dieron el nombre de "Bajo de las Casillas", porque los habitantes vivían en casillas ferroviarias. Los primeros colonos en poner su pie en los desolados campos de Loma Redonda pertenecen a distintas nacionalidades. Encontramos: piamonteses, austriacos, lombardos, genoveses, sicilianos, del Veneto, pero todos, como consecuencia de la reciente unificación italiana, llegaron con pasaporte italiano; menos los austriacos, que lo hacían del Trieste y por entonces esa región se encontraba bajo bandera austriaca, ya que fue conquistado por Italia, en la Primera Guerra Mundial de 1914 - 1918. El 16 de junio de 1903, don Ambrosio Olmos vende a don Santiago Feresín, inmigrante austriaco radicado en la colonia en el año 1895, cuatro chacras de 25 hectáreas, las que limitan al sur con el lote 14, al norte con el 12, al este con el 8, al oeste con el 18. En ese mismo año fueron vendidos otros lotes de esta colonia y las ventas continúan hasta el año 1907. Hubo otros compradores como por ejemplo José Biassi y Antonio Carñelutti, que ocupan las chacras 2 y 4 de la colonia. Las que luego compran otros colonos fueron Luciano Lehez, Augusto Pistoletti y otros que en distintos años fueron comprando y vendiendo chacras de 25 hectáreas, otros de 100, de acuerdo al número de chacras de 25 hectáreas que se vendieran. En el año 1920 don Santiago Feresín compra un lote de 100 hectáreas cuyos límites son los siguientes: Al norte con el lote 5, de la colonia Loma Redonda, al sur y al este con las vías del Ferrocarril Buenos Aires al Pacifico, además con los lotes 6, 7 y 16 del pueblo de Los Jagüeles, y al oeste con otros lotes de la Colonia. El loteo del pueblo de Los Jagüeles se efectúa probablemente en el mismo año que se fundara la Colonia Loma Redonda, pero se carece de documentación al respecto; sin embargo, se supone con fundamento que fue así, ya que por entonces existía una ley nacional que obligaba a todo estanciero que dentro de sus campos quisiera fundar una colonia, tenía que lotear un pueblo; en la mayoría de los casos el pueblo quedaba sólo en el loteo y nunca se hacía. A esta ley no ha sido ajeno don Ambrosio Olmos con el pueblo de Los Jagüeles, pero el primer testimonio escrito que se co-noce con relación al loteo del pueblo data del año 1920, en que ya lo encontramos loteado. En el año 1921 se edifica la casa y el salón para el negocio de don José Aragno, comerciante de ramo generales y acopiador de cereales. La casa fue vendida a don Santos Luis Vettore (donde hoy vive su viuda) y el salón que perteneció al negocio funcionó durante muchos años en alquiler a la sede del Club Herlitzka, hasta que, luego, esta institución compró a Vettore el salón. El Almacén Aragno lo vende a la firma Monfassini hnos., que en el año 1932 edifica la casa y salón que hoy pertenece a Oscar Espamer. En el año 1927 los hermanos Porasso construyen la casa que hoy pertenece a Groselli; en el año 1930 también los hermanos Porasso construyen la casa que hoy pertenece a los sucesores de Augusto Emilio Buri, donde funcionó durante muchos años el Restaurant y Bar "Torino", perteneciente a los hermanos Porasso, que contaba con bomba de naffa, gran adelanto para la época. En el año 1934 don Andrés Roccia construye la casa que hoy pertenece a Omar Lucantoni y sucesores de don Luis Casani y, en ese mismo año 1934, doña Adelia María Harislao de Olmos vende a don Mauro Herlitzka una fracción del campo Los Jagüeles. El loteo del pueblo lo vende por separado a su hijo Mauro Livio José Herlitzka, para que el pueblo se construya y no pueda ser incorporado a la estancia. Hay documentación que prueba el Compromiso firmado por don Mauro Herlitzka y doña Adelia María Harislao de Olmos, para que se respete el loteo y venta del pueblo de Los Jagüeles. Mientras esto ocurre en el pueblo de Los Jagüeles, en la Colonia Loma Redonda se efectúa un loteo particular: en este loteo, en el año 1920, se comienza a edificar y el primero en construir es don Antonio Estevez, (comerciante español), que levantó la casa donde funcionó por muchos años su Almacén de Ramos Generales. Esta casa, cuyo solar pertenece hoy a Roberto Gras, fue demolida hace pocos años. Ese mismo año se edifica la casa, hoy en ruinas, que perteneció a don Pedro Bengolea. En el año 1925 se construye la casa que hoy pertenece a los sucesores de don Bautista Sosa y también la casa que hoy pertenece a Luis Aguilar; en el mismo año se construyó la casa que perteneció a Bautista Frachetti; también compra el terreno Celestina de Pelzer. Edifica también Constante Carona en el terreno que hoy pertenece a Gerardo Vettore. En el año 1923 se construye la casa que hoy pertenece a los sucesores de Bautista Lazarini; en el año 1927 edifica Chávez, en cuya casa funciona hasta el año 1950 el cuarto grado de la Escuela Nacional N° 67 y que hoy sin dársele ningún valor histórico fue demolida por orden municipal. Todos estos datos se encuentran en los archivos de la Municipalidad de Las Vertientes.

El Ferrocarril

Según consta en la Tabla II de datos del Museo Histórico Ferroviario y Centros de Estudios Ferroviarios, dice así: "El 28 de setiembre del año 1921, se habilita para carga y descarga la estación Los Jagüeles, existente en kilómetro 94 del ramal Villa Mercedes-Río Cuarto". El primer tren opera descargando en la estación recién habilitada; lo hace el día 12 de octubre de 1921, a las tres de la tarde, descargando los materiales para construir el edificio de la Estación Los Jagüeles (estos últimos datos son extraídos de tradiciones orales). El 16 de diciembre del año 1921 sale el decreto que dice así: "Se da el nombre de LOS JAGÜELES a la estación existente en el kilómetro 94 del ramal Villa Mercedes-Río Cuarto"; es de esta manera que la estación toma el nombre del pueblo. No se pudo encontrar en el Museo y Centro de Estudios Históricos Ferroviarios, documentación que nos pruebe la finalización de la construcción del edificio, pero por tradiciones orales podemos establecer que esto ocurrió a finales de 1922, ya que en los archivos de la Sociedad Italiana de Sampacho hay un recibo donde consta la compra de bombas de estruendo por la "Comisión de Festejos de Los Jagüeles"; esta compra se efectúa el 12 de noviembre de 1922 y tradiciones orales nos dicen que estas bombas se utilizaron en los festejos de la inauguración del edificio de la estación del Ferrocarril. En el mismo Centro de Estudios Ferroviarios, encontramos el decreto de cambio de nombre de la estación Los Jagüeles, que dice así: «A partir del día 3 de noviembre del año 1937 se denomina a la actual estación Las Vertientes del ramal Laboulaye - Sampacho, ubicada en el kilómetro 160 Los Jagüeles, y la que lleva este nombre en el kilómetro 94, del ramal Villa Mercedes - Río Cuarto se denominará con el nombre de LAS VERTIENTES». No obstante este decreto, no se registró oficialmente el cambio de nombre en el pueblo, siendo ésta la causa de que continuase llamándose Los Jagüeles aun por muchos años, cuando por decreto del Sr. Obispo Diocesano de Río Cuarto de fecha 12 de agosto del año 1941 se crea la Parroquia "Santa Rosa de Lima" que dice así: "Se crea en la Iglesia Santa Sofía Estación Las Vertientes, la Parroquia Santa Rosa de Lima". El pueblo continúa llamándose Los Jagüeles, aun por muchos años. Este cambio de nombres no se registra en forma oficial por muchos años más, ya que en los padrones de las elecciones generales realizadas el 14 de mayo de 1995 para elegir presidente y vicepresidente de la Nación, gobernador y vicegobernador de la provincia, Diputados Nacionales y Provinciales, figura como circuito electoral 182 de Los Jagüeles. Por la época del cambio de nombres los ferrocarriles no pertenecían al Estado Argentino, sino a compañías británicas privadas. En el plano del pueblo Los Jagüeles figuran amplias parcelas para la instalación de talleres ferroviarios; estos loteos, presumiblemente se hicieron en 1895, cuando se fundó la Colonia Loma Redonda, de los que se tiene cocimiento mediante documentación del año 1920 y fueron reconocidos la Dirección General de Catastro el 5 de abril de 1930.

PERSONAJES IMPORTANTES DE PASO POR EL DESVÍO DE LOMA REDONDA: ESTACIÓN "LOS JAGÜELES", MÁS TARDE ESTACIÓN "LAS VERTIENTES"

Después de habilitarse el Ferrocarril Andino, pasa por el desvío de Loma Redonda, en viaje inaugural, el Presidente de la Nación don Nicolás Avellaneda, acompañado por una brillante comitiva compuesta por gente de gobierno y autoridades de la compañía ferroviaria, quedando así habilitado el tramo Río Cuarto-Villa Mercedes.

NICOLÁS AVELLANEDA: Presidente de la Nación Argentina, ocupó el cargo desde el año 1874 a 1880; se distinguió por la energía y dureza con que enfrentó la crisis económica que por entonces azotaba al país. Redujo drásticamente el presupuesto nacional; dejó cesante gran cantidad de empleados públicos que pasaron a la oposición. Ante las duras criticas que contra él formula la oposición, lanzó su célebre y dura frase cuando dice: "Hay que economizar sobre el hambre y la sed del pueblo Argentino para salvar su crédito". Durante su gobierno se inauguró el primer tramo del Ferrocarril Andino Río Cuarto-Villa Mercedes (provincia de San Luis); hizo construir el Ferrocarril a Tucumán; solucionó con grandes progresos territoriales para nuestra Patria el conflicto de límites con Paraguay. Durante su gobierno se exportaron por primera vez cereales argentinos a los mercados de Europa, siendo éste el primer paso para que la Argentina, en pocos años, se convirtiera en granero del mundo.

JULIO ARGENTINO ROCA: Guerrero del Desierto, Comandante de Fronteras, Presidente de la Nación Argentina durante dos períodos. En el año 1885 pasa por el desvío de Loma Redonda, el presidente de la Nación Julio Argentino Roca, en viaje a Mendoza, para inaugurar el último tramo del Ferrocarril Andino Mendoza-San Juan.

JULIO ARGENTINO ROCA: Comandante de las fronteras sur y oeste durante la Guerra del Desierto; Presidente de la Nación en dos períodos: 1880 -1886 y 1898 -1904. Durante su primera presidencia fomentó la construcción de ferrocarriles; su paso por Loma Redonda obedece a que se dirigía a Mendoza para inaugurar el último tramo del Ferrocarril Andino Mendoza-San Juan. Creó escuelas, impulsó la educación, combatió la pobreza, ganó a Chile grandes territorios con el tratado de límites en las altas cumbres andinas, fundado en la división de aguas. En su segundo mandato solucionó el problema limítrofe con Chile, existente en el Estrecho de Magallanes, perdiendo nuestro país mucho territorio a raíz de este acuerdo, pero el viejo General salvó la paz de la Patria.

EL PASO DEL PRINCIPE DEL PIAMONTE El día 18 de agosto, del año 1924, siendo aproximadamente las cin-co de la mañana, pasa por la estación de Los Jágüeles, procedente de la ciudad de Córdoba y con destino a Mendoza, su alteza real, príncipe del Piamonte, duque de Saboya, heredero al trono de Italia don Humberto de Saboya, a quien le correspondió ocupar el trono de Italia, su patria, en uno de los períodos más difíciles de su historia, por la guerra mundial y la abdicación de su padre, el rey Víctor Manuel III, en el año 1946; su reinado fue muy breve por la proclamación de la República Italiana, Falleció en el destierro en el año 1983. La República de Italia dotó al país de una Constitución persecutoria para la familia real, que prohibía al Rey y su descendencia reingresar a suelo italiano. El Gobierno Republicano Italiano, que se autodenomina democrático, defensor de los derechos humanos, negó a quien fue Rey constitucional de su tierra, el derecho que todo italiano tiene de morir en su Patria; esto ocurre por temor a un resurgimiento monárquico, pues como es por todos conocidos los monárquicos son el tercer partido en caudal de voto popular en Italia.

AGUSTÍN P. JUSTO Agustín P. Justo, presidente por el fraude, creador de la "década infame" y de las proscripciones radicales. Visita Córdoba, siendo recibido por su Gobernador, don Amadeo Sabattini, quien rompió el cerco de la década infame; su paso por Los Jagüeles se debe a las maniobras que el ejército realiza en las cercanías de Achiras.

MARCELO TORCUATO DE ALVEAR Marcelo T. de Alvear pasa por Los Jagüeles cuando se dirigía a Moldes, siendo presidente de la República. Apoyó al gobernador Amadeo Sabattini en su campaña para gobernador en el año 1935. El paso del Dr. Amadeo Sabattini por Los Jagüeles es en el marco de esta campaña, cuando se dirigía a Bulnes y Moldes.

MARÍA EVA DUARTE DE PERÓN (EVITA): Pasó por la estación de Las Vertientes en el año 1948 en el marco de la campaña política que realizó por el país para las elecciones que reformarían la Constitución de 1853, por la Constitución Justicialista de la Nación Argentina que permitiría la reelección presidencial. María Eva Duarte nació en un humilde rancho en Los Toldos a 200 km de Buenos Aires, el 9 de mayo de 1919 y su nacimiento fue atendido por una comadrona india. Era hija natural de Juan Duarte, un arrendatario rural de grandes extensiones de campos (una estancia en Chivilcoy), lo que le permitía darse la vida de un auténtico estanciero, y de doña Juana Ibarguren (hija de inmigrantes vascos) que se desempeñaba como sirvienta en la estancia de Duarte. El rancho en el que nació Evita era una de las viviendas de la estancia, destinada a la servidumbre. Juan Duarte tenía suficiente potencial económico como para mante-ner a su familia legítima en Chivilcoy y a su concubina y sus hijos. Todos los hijos de Juan Duarte y de Juana Ibarguren eran legalmente reconocidos por el padre, pero a Evita se negaba a reconocerla como hija. Evita en su niñez sintió la pobreza y el rechazo de la sociedad, hechos que marcaron a fuego su vida y la moldearon en el dolor. El golpe más duro fue cuando, en enero de 1926, muere su padre en un accidente de tránsito y su madre con sus hijos, en sulky, viajan a Chivilcoy al velatorio; pero al llegar se encuentran con que la esposa legítima no les permitió la entrada a la Capilla ardiente, pero la madre de Evita no se retiró del lugar, sino que se quedó afuera hasta que el intendente de Chivilcoy (cuñado de Duarte) se compadeció de esta situación y consiguió que se le permitiera hacer una rápida pasada frente al cuerpo del muerto y que lo acompañaran hasta el cementerio a distancia, es decir al final del cortejo fúnebre, pero que no se les permitiera la entrada al cementerio. Estos hechos marcaron para siempre con dolor (que nunca pudo perdonar) la vida de Evita, quien soportó todas estas humillaciones con solamente siete años de edad; esto creó en ella un profundo resentimiento para con las clases altas del país, que lo acentuó más aún con el Poder. En el año 1939 conoce a Perón y comienza en su vida un ascenso meteórico a las altas esferas del poder. Su odio ahora no sólo es contra las clases más altas, sino contra todo lo que no fuera peronista, pues en ello veía el sello de los poderosos oligarcas. Tras su vertiginosa carrera política que comenzó en 1943, cuando Perón llegó al Ministerio de Trabajo y Previsión, fue la figura clave en la vida política argentina. Hasta que su vida se extingue el 26 de julio de 1952 ante el llanto convulsivo de una gran parte de su pueblo que tenía por ella veneración, que raya en el fanatismo y la idolatría, pretendiendo en su momento llevarla a los altares como Santa de la Iglesia Católica, a lo que se opuso tenazmente la jerarquía de la Iglesia Católica. El paso de Evita por la Estación Las Vertientes fue en el año 1948 en el marco de una gira que realiza por todo el país; pasa con destino a Mendoza; es verano, un día radiante de sol, cuando el tren se detiene por aproximadamente media hora y por la ventanilla abierta del vagón en que viajaba, asomando medio cuerpo por la ventanilla, tiraba a la gente agolpada en el andén de la estación ropa, juguetes, billetes de un peso y de cincuenta centavos, luego siendo más de las diez de la mañana el tren continúa la marcha, siendo su próxima parada la estación de Sampacho.

EL PASO DEL PRESIDENTE ILLIA POR LA ESTACIÓN "LAS VERTIENTES" Arturo Umberto Illia pasa por la estación de Las Vertientes con destino a Coronel Moldes, el 1 de octubre de 1965, siendo Presidente de la Nación, para inaugurar obras públicas y entregar los lotes del campo de Los Jagüeles a los colonos adjudicatarios, ya que habían quedado como propiedad del Estado Nacional por haber fallecido doña Adelia María Harislao de Olmos sin dejar herederos; sus propiedades, las que no fueron donadas por testamento, quedaron por lo tanto propiedad del Estado Nacional y es así como ese día el Presidente de la Nación entregó en Moldes los títulos de propiedad a los Colonos. Fue el Presidente más desinteresado que tuvo el país (no aceptó la jubilación presidencial que por ley le correspondía). El Dr. Arturo Umberto Illia pertenecía a la Unión Cívica Radical del Pueblo, ya que por entonces el viejo partido de Alem y de Yrigoyen se encontraba fragmentado en dos ramas: una, la Unión Cívica Radical del Pueblo (Alvearista o antipersonalista) y la Unión Cívica Radical Intransigente (Yrigoyenista o personalista), esta última es el ala izquierda del radicalismo. Don Arturo Humberto Illia pertenece a la Unión Cívica Radical del Pueblo junto con el Dr. Ricardo Balbín, mientras que a la Unión Cívica Radical Intransigente pertenecen Arturo Frondizi y Oscar Allende, quienes pactan con Perón en 1958. El lema impulsado por Frondizi y Oscar Allende es que todos los argentinos tienen el derecho a elegir y ser elegidos sin proscripciones de ninguna naturaleza, debiéndose respetar todas las libertades públicas, de pensamiento y de elección; a raíz de este lema, el gobierno de Frondizi fue derrocado el 23 de febrero de 1962.

Escuela en "LOS JAGÜELES"

En el año 1921 Los Jagüeles contaba con una escuela, la cual celebraba con verdadero fervor cívico las fechas patrias. Existe documentación gráfica, que presenta un desfile cívico por las calles del pueblo y, presidiendo el desfile, la Bandera Nacional, con un grupo de escolares con sus guardapolvos blancos, lo que prueba la existencia de una escuela en Los Jagüeles ya en el año 1921. Demuestra este material gráfico que se festejaban con entusiasmo las fiestas patrias. En la misma foto se aprecian los galpones del ferrocarril y el campamento de los obreros ferroviarios que construían la estación.

El traslado de la escuela Nacional N° 67 a Los Jagüeles

En el año 1911 se funda en Colonia Almada, Departamento Tercero Arriba, en la provincia de Córdoba, la Escuela Nacional N° 67, teniendo a su cargo la dirección de la misma la Sra. Atilia Pérez, por fallecimiento del anterior director. Por Decreto del Superior Gobierno de la Nación, se traslada al pueblo de Los Jagüeles la Escuela Nacional N° 67, donde queda habilitada el 25 de mayo del año 1924, manteniendo aún a cargo la dirección la Sra. Atilia Pérez, quien estuvo al frente de la misma durante los años 1924, 1925, 1926 y hasta el 7 de junio del año 1927. El 7 de junio del año 1927 se hace cargo como única maestra y directora, una joven entrerriana, nacida en la ciudad de Paraná, animada por una vocación heroica por la niñez y la educación, permaneciendo al frente de la dirección de la escuela durante 41 años, desde el 7 de junio de 1927 hasta el 30 de junio de 1968. Lo más heroico de su vida es que permaneció viviendo en el pueblo, desde su llegada hasta su muerte, ocurrida en una casa que alquilaba cerca de la escuela y en el pueblo que tanto amó y que hizo suyo. A este pueblo y a su niñez le entregó los mejores años de su vida, toda su juventud y su vida misma. En recuerdo a sus méritos heroicos, en su homenaje, la principal calle del pueblo lleva su nombre: Juliana García Pubill. Ésta es la calle que pasa frente a la hoy Escuela "Capitán de Fragata Carlos María Moyano". Su heroísmo quedó inmortalizado en una calle del pueblo, que el paso del tiempo en su danza incesante de días y noches jamás podrá borrar. Sus restos mortales duermen el sueño de los justos, en una tumba de honor que el pueblo agradecido por su labor levantó a su memoria.

La Policía en Los Jagüeles

Cuentan las tradiciones orales que fue por el año 1900 cuando los colonos comenzaron a presionar ante las autoridades políticas para contar con Policía en el lugar, pues los colonos querían contar con un cuerpo que le brindara la seguridad para sus vidas y sus bienes, similar a la que los protegían en sus lejanos países de la vieja Europa. Ante la constante insistencia de los colonos de Loma Redonda es que la Jefatura Política del Departamento de Río Cuarto crea en la colonia el Destacamento Loma Redonda en el año 1901. Este destacamento comienza a funcionar en el año 1901, estando a cargo del destacamento el Agente Flores, a quien acompañaba en sus funciones el Agente Molina, ambos permanecieron en sus cargos hasta 1909. Desde 1909 hasta 1916 el encargado de la dependencia fue el Agente Ribolta. Desde 1916 en adelante, la dependencia comienza a funcionar como Subcomisaria de Los Jagüeles. El primero que ocupa el puesto de Subcomisario a cargo de la dependencia es Loreto Sanmillán, quien permaneció en su puesto hasta 1922. En ese año Sanmillán es reemplazado por el Subcomisario Bultri, que se desempeñó en el cargo hasta 1926, cuando a raíz del cambio de gobierno en la provincia de Córdoba, cuando asume como Gobernador de la Provincia el Dr. Miguel Ángel Carcano. Es por todos sabido que, por entonces, los cargos policiales eran todos puestos políticos. Es así como en el año 1926 se hace cargo de la subcomisaria el Subcomisario Manuel Roca, militante del Partido Conservador. En 1928, a raíz del nuevo triunfo radical en la provincia, ocupa nuevamente el cargo el Subcomisario Bultri; pero como consecuencia de la Revolución Conservadora del 6 de setiembre de 1930, ocupa una vez más el cargo el Subcomisario Manuel Roca, quien permanece en el puesto hasta principios de 1933, cuando a causa del triunfo socialista-conservador de Agustín P. Justo en la Nación fue reemplazado por el Subcomisario José Arnaudo, quien permanece en el cargo hasta 1936, año en que las elecciones provinciales son ganadas por el radicalismo, encabezado por el Dr. Amadeo Sabattini; gobierno que eleva la dependencia a Comisaría, haciéndose cargo de la misma el Comisario Ángel Pablo Bellis (padre). A partir del año 1940, como consecuencia del cambio de nombre de la estación, la dependencia comienza a llamarse "Comisaría de Las Ver-tientes", así figura en el escudo que por muchos años estuvo en el frente de la casa donde funcionó la comisaría. Posteriormente en el año 1946, y ya con el General Juan Domingo Perón en el gobierno, asume la jefatura de la dependencia don Roldán Girardi. En el año 1950 don Roldán Girardi es reemplazado al frente de la dependencia por el Subcomisario Bringas, hasta el año 1953, año en que se hace cargo de la dependencia el Subcomisario Víctor Reyes Valle; estos últimos pertenecen al Partido Peronista y cumplían fielmente las órdenes del régimen. El 16 de setiembre de 1955 estalla en el país una revolución que derroca a Perón y a su gobierno, la que finaliza el 21 de ese mes. El 22, el pueblo reacciona contra el comisario perseguidor y lo obliga a huir, haciéndose cargo de la dependencia, en forma interina, el Agente Faustino Salvador lrusta, hasta que a mediados de 1956 se hace cargo de la dependencia don Ángel Pablo Bellis con la jerarquía de Oficial Principal y permanece en el cargo hasta el invierno de 1958. Luego se hace cargo el Subcomisario Mandrile. A principios de 1959 es rebajada la categoría de la dependencia a «Destacamento», haciéndose cargo el Oficial Principal José Arnaudo. En 1964 se hace cargo el Oficial Subayudante Juan Casero hasta 1966, cuando se hace cargo el Oficial Reyes Funes, quien se alterna en 1968 con Juan Casero nuevamente. En 1969 se retira Reyes Funes y se hace cargo el Oficial Héctor Gatti y, en el año 1970, se hace cargo el Oficial Ayudante Héctor Pingitore, permaneciendo en el cargo hasta 1976. Lo demás es historia reciente y se encuentra documentado en los Archivos de la Policía de la provincia de Córdoba.

La Gran Fiesta de los inmigrantes italianos en Los Jagüeles

Cuando torrentes de inmigrantes italianos arriban a las playas de nuestra Patria, hacía muy pocos años que habían terminado las largas guerras por la Unidad Italiana. Después del paréntesis impuesto por las Guerras Napoleónicas en el año 1815, el Congreso de Viena dividió Italia en pequeños estados independientes. Austria impone a todos ellos gobiernos títeres bajo el absolutismo de su imperio; fue entonces cuando los italianos encabezados por la dinastía de los Saboyas, inician el Movimiento Nacionalista que nació en las vertientes francesas de los Alpes (la Saboya francesa actual), que ahora lidera el reino de Piamonte, el que durante toda la Edad Media fue Ducado de Saboya. Su capital se encontraba en Chamberry (hoy capital de la Saboya Francesa); durante esta época la Casa de Saboya extiende sus dominios por la vertiente italiana de los Alpes, ocupando casi todo el territorio que ocupa hoy el Piamonte Italiano. Fue en el siglo XVI cuando la capital se traslada desde Chamberry en el Ducado de Saboya, al otro lado de los Alpes a Turín (en idioma piamontés) "Torino", en el actual idioma italiano. En el siglo XVII Saboya pasó a ser un reino conservando La Saboya y gran parte del Piamonte, para luego alcanzar una gran extensión territorial con la anexión del Reino de Cerdeña. Después del Congreso de Viena aparece el Piamonte como único estado italiano sólido e independiente; es entonces cuando comienzan las largas luchas por la unidad italiana. Si bien es cierto que la primera guerra de la independencia contra Austria no fue un éxito para el Piamonte, le valió para poner de manifiesto que el Piamonte y la Casa de Saboya eran los únicos elementos que podían conducir a feliz término el proceso de la unidad italiana. El final de la Segunda Guerra de la Independencia fue el siguiente: mediante un acuerdo realizado con Francia las tropas conjuntas franco-piamontesas derrotan a las austriacas. En el año 1859, tras la firma del armisticio, la Lombardía fue anexada al Piamonte. Después de una hábil maniobra político-diplomática del Conde de Cavour, el nuevo y poderoso reino cedió a Francia, Niza y Saboya anexó por plebiscito: Toscana, Emilia, Las Marcas y Umbría, en el año 1860, después de la Expedición de los Mil, de José Garibaldi, que fue la que conquistó para el Piamonte el reino de las dos Sicilias. El año 1861 es el de la Proclamación del Reino de Italia, establecien-do la Capital, la Residencia Real y el Parlamento, en la Ciudad de Turín, simbolizando de esta manera la reconquistada Unidad Italiana, Con la Tercera Guerra de la Independencia, en el año 1866, Italia está aliada con Francia, luchando una vez más contra Austria y conquistando la región del Veneto. Finalmente, en el año 1870 se decide por las armas la Cuestión Romana: Roma es la que está llamada a ser por obligación la Capital Nuevo Reino y es así como el 20 de setiembre de 1870 las tropas conjuntas de Víctor Emanuel II y Garibaldi entran en la Ciudad de Roma. Luego de una corta lucha en la Puerta Pia, ocupan la ciudad de Roma y se establece esta ciudad como Residencia Real en el Palacio del Quirinal y se instala el Parlamento y el Gobierno Real. Se proclama la Ley de Garantías, que asegura al Papa la más absoluta independencia en el ejercicio de su autoridad espiritual; además le fue reconocido el derecho de Soberano dentro de todo el territorio italiano y se le permitió tener guardias personales; se estableció que los lugares de residencia del Papa, permanentes o temporales, gozasen de inmunidades y se le autorizó una renta y una oficina de Correos y Telégrafos. Una vez efectuada la Unidad Italiana, fueron múltiples las necesidades que afligían al nuevo Estado: continúa sin solución el retraso de la agricultura y la falta de industrialización; es impresionante la pobreza del campesinado y fue esto lo que llevó a Italia, a partir de 1880, a firmar tratados de inmigración con distintos países. Ésta fue la causa de que a partir de esa fecha llegaran a nuestro país oleadas de inmigrantes italianos. Otro de los graves problemas que afligen al nuevo Estado son: la indiferencia del campesinado a los hechos nacionales. Esto ocurría porque la mayoría de los campesinos y el pueblo trabajador era analfabeto, por lo tanto no tenían ningún interés en la vida nacional. Para solucionar estos problemas, el Gobierno no contaba con muchos recursos; los intentos progresistas se veían frenados y frustrados por la incomprensión existente entre el Norte y el Sur, por el exceso de individualismo de los políticos, las pretensiones de los grandes propietarios, la indiferencia de las grandes masas de analfabetos, la total hostilidad del Clero (muy fuerte en Italia en todos los ambientes sociales) que no perdonaban al Gobierno la cuestión romana. Pero, a pesar de todos estos inconvenientes, a principios del siglo XX Italia hizo notables progresos, todos ellos muy importantes. La red ferroviaria italiana ya se había conectado con redes extranjeras; en el año 1912 Italia alcanza el Sufragio Universal. Para el año 1912 la comunidad italiana en nuestro país ya estaba muy fuerte y, año tras año, continuaban llegando riadas de inmigrantes; algunos venían solos, otros lo hacían con sus familias; todos venían cansados de la sangre y el hambre de tantas guerras; venían sedientos de paz, que era lo que más ansiaban. Realizaban las travesías marinas en grandes transatlánticos, algunos de ellos fueron signados por la tragedia, como por ejemplo "El Sirio" que arrastró a las profundidades marinas a casi 500 personas, hombres, mujeres y niños, inmigrantes en su mayoría; también el "Princesa Mafalda" lleva al fondo del océano a más de 800 personas, de todas las edades y sexos, en su gran mayoría inmigrantes, muchos de ellos con sus familias. Este barco naufragó en las aguas del Brasil, a 200 millas marinas del puerto de Salvador, Bahía, en aguas infectadas de tiburones, que devoraron a no pocos náufragos. Nuestra región se vio poblada por gran cantidad de italianos que procedían de todas las regiones de Italia. Por el año 1922, la comunidad italiana residente en Los Jagüeles ya era muy grande y ésta fue la causa de que el 20 de setiembre de 1922, al cumplirse 52 años de la Unidad Italiana, concretada plenamente con la entrada de Víctor Manuel II a Roma y la proclamación de esta ciudad como Capital del Reino, se celebrase esta fiesta, «La Fiesta de los Inmigrantes Italianos», en los recientemente construidos galpones del ferrocarril. Es una gran fiesta con bandera y banda: presidían los festejos la Bandera de nuestra Patria y la Bandera de Italia. En el campo Los Jagüeles abundan los italianos, pero también los ha-bía en El Corralito, donde se los encontraba trabajando como peones rurales en las máquinas trilladoras y en las distintas tareas rurales.

CENSO COMERCIAL DE "LAS VERTIENTES" Y DE "LOS JAGÜELES": DATOS EXTRAÍDOS DEL ANUARIO GUÍA DEL DIARIO CÓRDOBA DEL AÑO 1938

Las Vertientes, Hoy Los Jagüeles

Dista 291 km de la ciudad de Córdoba, sobre el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico; ramal Laboulaye - Sampacho; convergen los caminos de Holmberg, Laboulaye. Agua buena y abundante, escasa población, correos y telégrafos. Camino que conduce de Río Cuarto a Sampacho: 44 km. Camino que conduce de Sampacho a Las Vertientes: 20 km.

Los Jagüeles, Hoy Las Vertientes

Dista 251 km de Córdoba; Ferrocarril al Pacífico, ramal Río Cuarto-Villa Mercedes, convergen los caminos de Río Cuarto, Holmberg, Las Vertientes y Sampacho, Correos y telégrafos. De Córdoba a Río Cuarto: 227 km. De Río Cuarto a Los Jagüeles: 25 km.

Autoridades: Comisario de Policía Ángel Pablo Bellis

Acopiadores de granos: José Aragno; Pinasco S.A.; Monfasini Hnos.

Almacenes de Ramos Generales: Monfasini Hnos, Antonio Estévez Almacenes: Federico Bressán.

Carnicerías: Eugenio Bressán, Lorenzo Porasso y Miguel Ángel Rodríguez.

Chacareros: Antonio Aimar, Felipe Aimar, Lorenzo Alochi, Alonso Hnos., Juan Avico, Tomás Berardo, Juan Butigliero, Natalio Cappellari, Antonio Carlini, Arturo Casán, Luis Cena, Antonio Ciancia, Benito Coco, Ángel Croatto, Bautista Chiarotto, Leonardo del Fabro, José Delgado, Marcelo Detefanis, José Hetcher, Juan Bautista Fassano, Francisco Grimaldi, Joaquín Fernández, Ricardo Pecorari, Antonio Giordano, Carlos Giovanella, Antonio Gramaglia, Luis Greppi, Antonio Grimaldi, Francisco y Victorio Lepori, Pedro Primo, Domingo Lucantoni, Tomás Maccio, Liborio Madrid, Pedro Magallanes, Ludovico Melano, Antonio Mentucci, Luis Miazzo, Gregorio Montero, Antonio Moriena, Enrique Moyetta, Lorenzo Peiretti, Filomena Viuda de Peiretto, Juan Richi, Vidal Rena, Andrés Roccia, Severino Roccia, Eduardo Seguy, Adolfo Feresín, Santiago Feresín, Atilio Turri, Domingo Fusero, Pedro Veccio, Angel Vettore,

Escuelas: Escuela Nacional N° 67: Directora Juliana García Pubill.

Establecimientos de ganadería: Estancia "La Sofía" de Mauro Herlitzka. Herrería: Fidel Espamer.

Lecherías: Ricardo Bressán y Amavile Viuda de Cappellari.

Panadería: Federico José Bressán

Peluquería: Enrique Guiñazú

Restaurantes: Restaurante Torino, de Lorenzo Porasso.

Sodas y aguas gaseosas: de Juan Pelzer

Trilladoras: Juan Chiappello

La Parroquia Santa Rosa de Lima en la Iglesia de Santa Sofía

En el loteo efectuado por don Ambrosio Olmos, aproximadamente por el año 1895, denunciado ante la Dirección General de Catastro el 5 de abril de 1930 por doña Adelia María Harislao de Olmos, se reserva un lote de 2.500 m2 destinado a la construcción de una capilla. En el año 1932 doña Lucía Arnaudo de Pelzer y doña Antonia Graton de Bressán, entrevistan al Padre Juan Cinotto para designar al Santo Patrono de este lugarr. Doña Lucía Pelzer por ser oriunda de Ucacha que tiene como patrona a Santa Rosa de Lima la solicita como patrona de Los Jagüeles; el cura acepta la propuesta y realiza los trámites correspondientes ante el Arzobispado de Córdoba, del que por entonces dependía toda la región de Río Cuarto, ya que todavía no se había creado el Obispado de esta ciudad. Las primeras Fiestas Patronales se realizan en un galpón de la familia Pelzer y, a partir del año 1934, en el salón de don Andrés Roccia y en distintos lugares, hasta la inauguración de la Iglesia Parroquial en el año 1941. En el año 1934 don Mauro Herlitzka compra una fracción del campo Los Jagüeles de 14.800 hectáreas, que luego formaron la Estancia "La Sofía", pero también compró todo el loteo del pueblo de Los Jagüeles a doña Adelia María Harislao de Olmos, con quien firma un compromiso de diez puntos para que se respetara el loteo del pueblo y éste no pudiera ser incorporado a la estancia. En una visita que el matrimonio Herlitzka realiza a la estancia, aproxima-damente por los años 1936 o 1937, visitan también el pueblo. En una de estas visitas que doña Sofía realiza al pueblo ve, en un lugar determinado, reunida mucha gente y pregunta a quienes la acompañan cuál es la causa de la reunión y le informan que se están celebrando las Fiestas Patronales, a lo que le contesta: "Yo les construiré un templo para que tengan un lugar digno para dar Gloria a Dios". Es así como poco tiempo después habla con los vecinos y les propone construir una capilla; los vecinos aceptan, pero a su vez le piden que continúe Santa Rosa como patrona del lugar. Pero a pesar de este pedido, doña Sofía, en carta dirigida al Obispo Diocesano de Río Cuarto Monseñor Leopoldo Buteler, fechada el 2 de diciembre de 1940, le pide que designe a Santa Sofía como patrona de la Parroquia; pedido que le es denegado por el Sr. Obispo. Entonces doña Sofía le pide al Obispo que la santa de su nombre sea la patrona del Templo Parroquial, lo que el Obispo le concede. Esta insigne señora no construye una capilla, sino que por su cuenta inicia la construcción de un magnífico templo con su correspondiente casa parroquial, al más completo estilo colonial, todo lo que fue magníficamente amueblado por el matrimonio Herlitzka. El templo fue adornado con obras de arte religiosos de gran valor artístico y monetario; las imágenes fueron talladas en madera de petiribí por artistas de renombre internacional, El Vía Crucis, en madera tallada, fue comprado por el matrimonio Herlitzka en una galería de arte en Milán (Italia), con el único fin de ser traído a este templo parroquial. La Parroquia fue creada por decreto del Obispo de Río Cuarto, Monseñor Leopoldo Buteler, el día 12 de agosto de 1941: "Se crea la Parroquia Santa Rosa de Lima, Estación Las Vertientes Iglesia Santa Sofía". Uno de los pedidos que doña Sofía hiciera al Sr. Obispo y que le fue concedido fue que la fiesta de Santa Sofía se celebre con la misma solemnidad que la de Santa Rosa de Lima, lo que fue concedido y cumplido, hasta el año 1956, año en que la congregación Los Hijos de Santa María Inmaculada dejan la parroquia y ésta pasa al clero diocesano. Pero a pesar de lo cambiante de los tiempos y costumbres que nos toca vivir en nuestra historia, no se celebra ya la fiesta de Santa Sofía, ya que a partir del año 1956 se unificó con la de Santa Rosa, pero no por esto se le dejó de rendir el homenaje que le corresponde como patrona del templo y su imagen todos los años el día 30 de agosto recorre en procesión las calles del pueblo junto a la de la patrona de la Parroquia Santa Rosa de Lima. El día 12 de agosto de 1941 se hace cargo de la flamante Parroquia el Padre Lino Ferrari, perteneciente a la Congregación de "Los Hijos de Santa Maria Inmaculada", quien se desempeñó en esas funciones hasta que en el año 1948, el Capítulo General de su congregación reunido en Roma lo elige Superior General de la misma; así fue como con mucha tristeza el pueblo lo ve partir para Roma donde ocuparía sus nuevas funciones al frente de su congregación. Hoy en su honor una de las calles del pueblo lleva su nombre. El primer sacerdote misionero fue el padre Tomás Bertolotto, que hiciera su entrada en el país el 22 de octubre del año 1927 en compañía del Padre José Fraccinestti (hoy venerable) ambos pertenecientes a la congregación Los Hijos de Santa María Inmaculada, que predicaron las primeras misiones realizadas por la congregación en la República Argentina. A cargo del Padre Bertolotto estuvo la predicación de lo que se llamó "La gran misión" que comenzó el 21 de agosto al 7 de setiembre del año 1941. El día 7 de setiembre del año 1941, se bendicen solemnemente las obras, recién construidas y se consagra el templo, vasos y ornamentos sagrados; los festejos cuentan con la presencia de la Banda de música del Regimiento XIV de Infantería, por entonces con asiento en Río Cuarto, hoy con asiento en Córdoba, como Regimiento XIV de tropas aerotransportadas; todos los actos solemnes son clausurados con una procesión presidida por el Sr. Obispo Diocesano Monseñor Leopoldo Buteler. Con la partida del padre Lino Ferrari a Roma, se hizo cargo de la parroquia el Padre Juan Carlos Terrencciani, quien permanece en su puesto hasta el 22 de junio de 1956, fecha en que la parroquia pasa a ser atendida por el clero diocesano, marchándose de esta manera en forma definitiva la congregación de Los Hijos de Santa María Inmaculada. El primer párroco del clero diocesano fue el Presbítero Raúl Farioli, quien trasladó la sede parroquial a la de Achiras, convirtiéndose la parroquia en capilla, dependiente de la sede parroquial en Achiras. El Presbítero Raúl Farioli cumple sus funcione hasta la Semana Santa del año 1965, fecha en que es trasladado a cumplir otro destino dentro de la diócesis. En esa fecha se hace cargo de la capilla el presbítero Néstor Diez, quien cumplió sus funciones hasta el 5 de setiembre de 1967, fecha en que la falta de vocaciones sacerdotales se hace sentir en el país y en el mundo católico a lo que no puede ser ajena la capilla de Las Vertientes. Con el Padre Diez se va el último cura con residencia en el pueblo. Durante las Fiestas Patronales de cada año pasaron misioneros elo-cuentes y ejemplares, como el padre franciscano Ramón Cubiro Galla quien predicó las fiestas patronales de los años 1952 y 1954, siendo expulsados del país en el marco de la persecución religiosa desatada por el gobierno de entonces, entre los años 1953-1955. La expulsión del Padre Cubiro Galla por el régimen mostró una vez más que los caminos de Dios son imposibles de discernir por los hombres, puesto que esta medida persecutoria y autoritaria dictada por un gobernante entonces enceguecido por el autoritarismo y el orgullo, fue a beneficiar a los indígenas perdidos en las selvas de Colombia. De acuerdo a las últimas informaciones que se pudieron tener de él a finales de 1981, contaba con 75 años y continuaba predicando en las selvas colombianas a quienes él llamaba "mis queridos indios". Conocida por todos los fieles es la bondad de los padres Bertolotto y Sorfiatti, ambos pertenecientes a la Congregación de Hijos de Santa María Inmaculada; de la elocuencia y celo apostólico del Padre Pascual Rennis, quien predicó las Fiestas Patronales de los años 1973 y 1987; la gran humildad del Padre Carlos Calgaro, quien predicó la Fiesta Patronal del año 1980. También quedó el recuerdo de la profunda bondad del Padre Francisco García (Fiesta Patronal del año 1976) y se recuerda con afecto a los Padres Jesús Fernández (Fiesta patronal del año 1979) y Gervasio Ruiz Barrero (Fiestas Patronales de los años 1981-1982). Recordada es la dedicación apostólica de los Padres Ragusa y de Alberto Clausen. El Padre Ferrari muere de cáncer en Roma en el año 1975; en el año 1980 muere el Padre Juan Carlos Terrencciani, en la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires.

La municipalidad de Las Vertientes. Intendentes entre los Años 1968 y 1994

Se crea la Municipalidad de Las Vertientes durante la dictadura militar del Teniente General Juan Carlos Onganía, a partir de enero de 1968. Asume como primer Intendente don Santos Luis Vettore, desde el 1 de enero de 1968 hasta la mitad del año 1973. El segundo intendente es elegido libremente por el pueblo, por el voto secreto y obligatorio y perteneció a la Unión Cívica Radical; fue don Santiago Gregorio Casero, elegido para el período 1973 -1977, no pudiendo cumplir su mandato por ser derrocado el Gobierno Nacional por el golpe militar del "Proceso de Reorganización Nacional" de 1976. Durante su mandato se comenzó la construcción del edificio municipal con materiales comprados durante la gestión de don Santos Luis Vettore. Es como consecuencia de la instauración de la dictadura militar en el país, que el 28 de noviembre de 1976 don Santiago Gregorio Casero hace entrega del cargo de Intendente al ciudadano designado para tal fin por el Proceso de Reorganización Nacional, don Cleto Aladino Pinela. Su gobierno se extendió desde el 28 de noviembre de 1976 hasta el 12 de diciembre de 1983 y las obras realizadas fueron las siguientes: construcción del cementerio "Santa Sofía"; ya que esta localidad hasta entonces carecía de cementerio y se realizó la primera perforación para proveer de agua potable a la población; también se inicia la construcción del playón polideportivo destinado a tal efecto. Lo que se concretó de esta obra fue el hormigonado de una cancha de volley, la que es muy poco utilizada, ya que este deporte casi no se practica en esta localidad. No obstante, se puede considerar que, dentro de todo, desarrolló una buena administración.

La Intendencia de Don Juan Felipe Melano

En capítulo aparte merece la Intendencia desempeñada por don Juan Felipe Melano, quien se radica en Las Vertientes en el año 1947 con sólo diez años de edad, en compañía de sus padres y de su único hermano. Sus actividades comienzan repartiendo leche a pie, que el padre ordeñaba en su casa; asiste a la escuela Nacional y más tarde lo hace a la Escuela Parroquial. Es monaguillo de los primeros párrocos de la Iglesia de Santa Sofía, la que desde el momento de su bendición fue el templo de la Parroquia "Santa Rosa de Lima". El primer párroco del que fue monaguillo fue el Presbítero Lino Ferrari y luego del Presbítero Juan Carlos Terrencciani. Cuando mayor ganó su vida y más tarde el sustento de su familia, desempeñando distintas tareas rurales y de albañilería. Así lo sorprende el año 1982 cuando la Unión Cívica Radical lo consagra como candidato a intendente para las elecciones generales que tendrían lugar el 30 de octubre del año 1983, luego de alcanzar un triunfo interno dentro del mismo partido. En las elecciones generales del 30 de octubre de 1983 enfrenta a José Adolfo Melano, candidato del Partido Justicialista, el que resulta derrotado, alcanzando la Unión Cívica Radical el 51% de los votos emitidos. En este período inicia un amplio plan de obras públicas, las que son inauguradas el 2 de diciembre de 1986, contando con la presencia del gobernador de la provincia, don Eduardo César Angeloz. Las obras son: acceso pavimentado a esta localidad desde la Ruta Nacional; un barrio construido con el aporte del Instituto Provincial de la Vivienda; la red domiciliaria de agua potable; la central automática de teléfonos con sus primeros abonados; se coloca la piedra fundamental del barrio a construirse por el Banco Hipotecario Nacional, actuando la Municipalidad como entidad intermedia para su construcción. Nuevamente presenta su candidatura a Intendente para las elecciones del año 1987, siendo en la oportunidad el candidato por el partido Justicialista don Sixto Raimundo Girardi, el que resulta derrotado. La Unión Cívica Radical alcanza en esta oportunidad el 58% de los votos emitidos. Nuevamente inicia un amplio plan de obras que culmina el 26 de octubre de 1990, con la presencia del vicegobernador de la provincia Dr. Mario Negri, en ejercicio del Poder Ejecutivo Provincial, por ausencia de su titular Dr. Eduardo César Angeloz. Las obras inauguradas en esa oportunidad son: Sucursal del Banco de la Provincia de Córdoba, gestionada por la Municipalidad con apoyo de la Comisión Pro-Banco y presidida por el señor Adolfo Miguel Herlitzka, con el edificio construido en los terrenos municipales; una parte de este edificio fue también donado por la municipalidad al banco; nuevo edificio del Jardín de Infantes (construido en los terrenos de la Escuela Capitán de Fragata Carlos María Moyano, ya que con anterioridad este jardín funcionaba en lo que fuera el depósito de dicha escuela). Este edificio se construye mediante convenio firmado entre la provincia y la municipalidad; también ese día se inaugura el nuevo edificio del Dispensario Municipal y Casa para el Médico. El 2 de diciembre de 1986 el Sr. Ministro de Gobierno, hace entrega del primer móvil a la dependencia policial de Las Vertientes, por esta fecha también el Sr. Intendente inicia ante el gobierno de la provincia gestiones para elevar el rango de la dependencia policial al que tenía con anterioridad al año 1958, es decir a SubComisaria; lo que se concreta por Resolución del Ministro de Gobierno N° 8553, siendo ministro don José Ignacio Caferata Nores; mientras que el 26 de octubre de 1990 firma con la provincia un convenio para la total refacción del edificio policial en su segunda etapa. Todo esto fue inaugurado con la presencia del Sr. Jefe de la Unidad Regional 9 y el Sr. Ministro de Gobierno, el día 3 de setiembre de 1993. Se concretó el pavimento de 24 cuadras, comenzándose el acopio de materiales para realizar 18 cuadras más. En las elecciones de 1991 enfrenta a Carlos Mora como candidato del Partido Justicialista, el que resulta derrotado por casi el 72% de los votos emitidos. Una vez más triunfó la Unión Cívica Radical, con Juan Felipe Melano como candidato a Intendente. Es así como el 12 de diciembre de 1991 inicia su tercer y último mandato y otra vez inicia un amplio plan de obras que son: la construcción de una pileta natatoria municipal, en el mismo predio una pequeña para niños de corta edad, aspirando crear allí un complejo turístico con magnífica iluminación. En la Salud Pública: dota al consultorio odontológico con modernos adelantos técnicos y, desde el período anterior, gestiona y obtiene la radicación de un médico en el pueblo, que es la Dra. Virginia Martini. Al parecer, esto no alcanza para las aspiraciones del Intendente en bien de la Salud Pública, ya también gestiona y obtiene del Gobierno Nacional, por medio de la diputada nacional justicialista Leonor Alarcia, dinero para ampliar el Dispensario Municipal, construyendo una sala de internación, una sala de rayos e inicia la construcción de las obras. En los primeros meses de 1993 se tiene conocimiento de que el Obispado de Río Cuarto planea construir en la Diócesis una casa de Ejercicios Espirituales; ofrece para tal fin la desinteresada colaboración municipal para que se construya en Las Vertientes. El terreno para la construcción de esta obra es donado al Obispado por la familia Herlitzka y se coloca la piedra fundamental el 2 de mayo del año 1993. Su organismo todavía joven comienza a sentir los golpes de la enfermedad a fines de febrero o principios de marzo de 1994. A causa de esto, al mismo tiempo comienza a hacerse estudios clínicos, los que siempre le dan resultados negativos. No obstante, continúa su dinámica labor de gobierno y, en la segunda quincena de junio, mientras se realiza estudios clínicos, sufre un paro cardíaco del que se recupera; es entonces cuando se le descubre una obstrucción arterial coronaria, de la que fue intervenido en el Instituto Cardiológico Modelo, de la ciudad de Córdoba, el 7 de julio de 1994. No puede superar tan difícil trance y su alma voló al cielo el 7 de julio de 1994 a las 8:30 horas, de una larga y fría noche de invierno. Muchas fueron las obras que quedaron inconclusas; algunas fueron finalizadas por quien lo sucedió en la Intendencia, Arnoldo Luis Vettore y otras esperan ser finalizadas. Quizás, la más importante de todas sea la ampliación del Dispensario Municipal. Quien continuó su Gobierno fue el presidente del Concejo Deliberante, Arnoldo Luis Vettore.

VIDA Y LEGAJO MILITAR DEL TENIENTE CORONEL EGIDIO SOSA DEL VII REGIMIENTO DE CABALLERÍA DE LÍNEA

El Teniente Coronel Egidio Sosa fue el principal artífice de la pacificación de esta región que a los pocos años hizo posible la colonización y el progreso en estos campos desiertos.

EGIDIO SOSA

Nació en la ciudad de Córdoba por el año 1824; sus propios descen-dientes desconocen el día de su nacimiento: es hijo legítimo de don Ramón Sosa y de doña Agustina Fernández. Casó en primeras nupcias con doña Adelaida Torrado, posiblemente en la ciudad de Córdoba. Casó en segundas nupcias en la ciudad de Río Cuarto el 12 de enero de 1865 con doña Eulogia Vidal, nacida en Villa La Paz, provincia de Córdoba en el año 1856, hija legítima de Olegario Vidal y de doña Petrona Gigena; matrimonio que se encuentra registrado en la Iglesia Catedral de Río Cuarto en el Libro N° 5 de matrimonios, folio 210.

SU LEGAJO MILITAR

Hay constancia en su legajo militar del Ejército Argentino que: en noviembre de 1861 aparece en la Segunda Compañía del Séptimo Regimiento de Caballería de Línea, como Teniente II. No hay en el Ejército, (y esto consta en su legajo) datos anteriores a noviembre de 1861. En enero de 1862 figura como Teniente en la I Compañía del II Escuadrón, del mismo Regimiento; (no hay constancia de este ascenso). Por su valiente y destacada actuación en el Combate de Los Jagüeles, que tuvo lugar el 24 de noviembre de 1866, se lo asciende a Mayor con fecha 1 de enero de 1867. En los primeros días del mes de marzo de 1869, el Mayor Egidio Sosa aparece como Jefe de Guarnición en Achiras. El 24 de marzo de ese año el Mayor Egidio Sosa, Jefe de la Guarnición Achiras, eleva al II Jefe de Frontera Sur, Coronel Antonio Baigorria un informe del merodeo de indios, de algunos pillajes y ataques a algunas estancias en la zona de Achiras, Sampacho y Chajan, con grandes saqueos e incendios realizados por los indios. Con fecha 2 de noviembre de 1869 se lo asciende a Teniente Coronel, haciéndose cargo poco después de la Comandancia del Fortín Sarmiento.

TOMÓ PARTE EN LOS SIGUIENTES HECHOS DE ARMAS

El 23 de noviembre de 1866, en el combate de Pozo del Poleo, 7 leguas al suroeste de Río Cuarto, con tropas del campamento de Santa Catalina (guarnición que estaba por entonces a su mando), siendo Capitán, en ese combate recupera 17 cautivas y el ganado robado. El 24 de noviembre de 1866 toma parte en el combate de Los Jagüeles y con 160 soldados de línea enfrenta a aproximadamente a 800 indios, los que dos días antes arrasaron Río Cuarto, sembrando desolación y muerte. En esta batalla, las tropas del Capitán Sosa dan muerte a más de 50 indios, recuperan 24 cautivas y toman 6 prisioneros. Gran parte del armamento indio es abandonado en el campo de batalla y se recupera todo el ganado robado en Río Cuarto. El 1 de abril de 1867 toma parte en la batalla contra Juan Francisco Saa, siendo Capitán II Jefe del VII Regimiento de Caballería de Línea. El 4 de marzo de 1871 se produce el ataque al Fuerte Sarmiento por el Indio Blanco, con su horda de indios y blancos renegados, todos ellos con cuentas pendientes en la Justicia Argentina. Siendo Comandante del Fuerte Sarmiento el Teniente Coronel Egidio Sosa, quien fuera promovido a ese grado militar el 2 de noviembre de 1869 y en su carácter de Comandante de Guarnición, ordena al Capitán Domingo Morales con 60 soldados a su mando, la salida en persecución de indios y renegados, enviando un chasqui al Fortín 3 de Febrero, solicitando refuerzos al Coronel Antonio Baigorria. Al tener noticias de este hecho, el Coronel Baigorria se pone en mar-cha con 160 soldados, distribuyendo sus tropas en forma estratégica en el recorrido que tenían que seguir los salvajes. Al no regresar el Capitán Morales al Fortín Sarmiento al día siguiente, se empieza a temer lo peor. Entonces el Coronel Baigorria dispone la salida de tres hombres en su búsqueda. Estos hombres deben coincidir en la Posta de Chemeco (hoy Washington) y, al llegar los hombres de Baigorria a dicha posta, descubren los cadáveres cruelmente mutilados de toda la tropa, incluso el del mismo Capitán Morales. Este hecho de armas es conocido como "La Tragedia de Chemeco". Estos asesinatos fueron cometidos por el ciudadano chileno Erasmo Peñaloza, apodado "El Indio Blanco", juntamente con sus indios chilenos y blancos renegados. El Teniente Coronel Egidio Sosa fue dado de baja del VII Regimiento de Caballería de Línea, por disolución de este regimiento. Hay constancia en su legajo militar que, con fecha 26 de enero de 1876, pide otro destino en el Ejército. No hay constancia que esa solicitud le fuese concedida. Con fecha 8 de agosto de 1885 el Estado Mayor General del Ejército otorga a los hijos menores del Teniente Coronel Egidio Sosa una pensión que consiste en la mitad del sueldo de Mayor para la subsistencia de estos. No hay constancias de su muerte, ni sus mismos descendientes conocen fecha ni lugar de fallecimiento, pero la pensión otorgada a sus hijos menores hace presumir que por agosto de 1885 el Teniente Coronel Egidio Sosa ya había fallecido.

Geografía

Sismicidad

La sismicidad de la región de Córdoba es frecuente y de intensidad baja, y un silencio sísmico de terremotos medios a graves cada 30 años en áreas aleatorias.[1]​ Sus últimas expresiones se produjeron:

  • 28 de marzo de 1955 (69 años), a las 6.20 UTC-3 con 6,9 Richter: además de la gravedad física del fenómeno se unió el desconocimiento absoluto de la población a estos eventos recurrentes (terremoto de Villa Giardino de 1955)
  • 7 de septiembre de 2004 (19 años), a las 8.53 UTC-3 con 4,1 Richter
  • 25 de diciembre de 2009 (14 años), a las 21.42 UTC-3 con 4,0 Richter

Véase también

Fuentes

  • Atlas Urbano regional "Diario Puntal"
  • Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba
  • Archivo Histórico de la Legislatura de la Provincia de Córdoba
  • Archivo de la Policía de la provincia de Córdoba
  • Recopilación realizada por Historiador Local Enrique Carlos Melano L. E. 6.649.789

Referencias

  1. a b «Listado de Terremotos Históricos». Instituto Nacional de Prevención Sísmica. Consultado el 9 de marzo de 2009. 
  2. «Fenómenos de licuefacción asociados a terremotos históricos. Su análisis en la evaluación del peligro sísmico en la Argentina». Consultado el 24 de septiembre de 2012. 

Enlaces externos

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