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Islamey

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Un ejemplo de ossia en la difícil fantasía Islamey.
Islamey: fantasía oriental

Islamey: Fantaisie orientale (es decir, Islamey: fantasía oriental) es una fantasía para piano solo compuesta en septiembre de 1869 por el ruso Mili Balákirev.

Balákirev, un nacionalista declarado cuya música fue influenciada por la música y las tradiciones rusas, fue inspirado a escribir esta fantasía después de un viaje a la región del Cáucaso, como cuenta en una carta:

"...la majestuosa belleza de la lujosa naturaleza de allí y la belleza de los habitantes, que armoniza con ella - todas estas cosas juntas me causaron una profunda impresión... Como me interesaba en la música vocal de allí, conocí a un príncipe circasiano que venía conmigo frecuentemente y tocaba melodías del folclore local con su instrumento, que era algo parecido a un violín. Una de las melodías, llamada Islamey, una danza, me agradó enormemente, y con vistas al trabajo que tenía en mente sobre Tamara, empecé a adaptarla para piano. El segundo tema me fue comunicado en Moscú por un actor armenio, que vino desde Crimea y es, me aseguró, muy conocido entre los tártaros de Crimea."
Balákirev, Carta a Reis, 1892.

Islamey fue compuesta durante todo un mes, lo que supone un fuerte contraste con la costumbre de Balákirev de utilizar a veces incluso años para terminar una pieza. La obra se divide en tres partes distintas: una introducción en la que se presenta el tema principal; una sección central que nos presenta un tema completamente distinto y nuevo que es lento, melodioso y exótico en comparación con las otras dos fuertes secciones; y una tercera parte que es una vuelta al primer y principal tema con un final impresionante por su brío y por su intensidad. Estas partes son las que describe en el anterior fragmento de la carta. La segunda parte, más "lírica", es pasada por alto por aquellos que consideran la obra como una pieza sólo diseñada para la muestra de la técnica y no para ser música.

Las numerosas versiones de Islamey tienen frecuentes y numerosas ossias (alternativas más fáciles) debido a su tremenda dificultad técnica, que la hizo una pieza favorita para virtuosos como Nikolái Rubinstein (que estrenó Islamey), Martha Argerich y Franz Liszt, que la defendían. Balákirev, que también era considerado un virtuoso pianista en su época, se refirió en cierta ocasión a algunos fragmentos de la pieza admitiendo que "no podía hacerse con ellos".

Mili Balákirev.

A pesar de algunas calificaciones que tratan a Islamey como simplemente una pieza extraordinaria, excepcional, sólo de exhibicionismo técnico y no muy "musical", lo cierto es que ha tenido un duradero impacto en la música para piano solo y cuenta con una gran reputación en el repertorio para piano. Ravel le comentó una vez a un amigo suyo que su objetivo al componer su Gaspard de la nuit era crear una pieza que fuera "más difícil que el Islamey de Balákirev". Aleksandr Borodín incluyó fragmentos de la obra en su ópera El Príncipe Igor, mientras que Nikolái Rimski‑Kórsakov hizo lo mismo con su Scheherezade.

Al menos dos compositores han hecho versiones orquestales de la fantasía. Islamey: Fantaisie orientale fue adaptada para orquesta por Alfredo Casella poco antes de la muerte de Mili Balákirev y también existe un arreglo orquestal de Serguéi Liapunov.

Investigaciones musicológicas más recientes han demostrado que las melodías que Balákirev preservó en la pieza se encuentran aún presentes en la música popular de la antigua URSS. Por ejemplo, se ha visto que el primer tema es una variación del Lezginka de Kabardia-Balkaria, que difiere notablemente de la pieza de Balákirev en su compás. También se ha demostrado que el segundo tema remonta sus orígenes hasta una canción tártara de amor. El propio Balákirev indicó en la partitura que el coda debería tocarse de forma parecida a la melodía Trepak, que es también una melodía rusa tradicional.

Algunas grabaciones destacables son las de Martha Argerich (2004, São Paulo, Brasil), Vladimir Horowitz (1953), Sviatoslav Richter y todas las grabaciones de Cziffra.

Fuentes

  • Prefacio: Islamei: Orientalische Fantasie. C.F. Peters.

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