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* [[Margaret Pole]], condesa de Salisbury ([[1541]])
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* [[Jane Boleyn]], vizcondesa de Rochford ([[1542]])
* [[Juana Bolena]], vizcondesa de Rochford ([[1542]])
* [[Catalina Howard]], reina consorte ([[1542]])
* [[Catalina Howard]], reina consorte ([[1542]])
* [[Jane Grey]], reina ([[1554]])
* [[Jane Grey]], reina ([[1554]])

Revisión del 21:16 17 mar 2010

Torre de Londres

Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Vista aérea de la Torre de Londres.
Localización
País Reino UnidoBandera del Reino Unido Reino Unido
Coordenadas 51°30′30″N 0°04′34″O / 51.5082, -0.076198055555556
Datos generales
Tipo Cultural
Criterios ii, iv
Identificación 488
Región Europa y América del Norte
Inscripción 1988 (XII sesión)
Sitio web oficial

La Torre de Londres es, oficialmente, el Palacio real y fortaleza de Su Majestad, aunque el último gobernante que residió en ella fue Jacobo I (1566-1625).

La Torre Blanca, el edificio cuadrado con torretas en cada esquina que le dio el nombre al conjunto, está actualmente en el centro de un complejo de diversos edificios al lado del río Támesis en Londres. El complejo ha sido utilizado como fortaleza, armería, almacén del tesoro, palacio, palacio de detención, observatorio, refugio y prisión, especialmente para prisioneros de "clase alta". Este último uso convirtió la frase "enviar a la Torre" en sinónimo de "entrar en prisión". La reina Isabel I estuvo prisionera aquí durante el reinado de su hermana María; la última vez que la Torre se utilizó como prisión fue durante la Segunda Guerra Mundial para Rudolf Hess.

La Torre de Londres fue declarada en 1988 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por tratarse de una fortaleza del medioevo normando excepcionalmente bien conservada y por su significación como centro de poder ininterrumpido durante siglos y siglos de historia británica y europea.

Historia

La primera fortificación conocida en el sitio fue una fortificación romana que Claudio construyó para proteger la ciudad de Londinium.

En 1066 invadió Inglaterra el duque Guillermo de Normandía, quien, con el fin de intimidar a sus enemigos anglosajones, levantó una serie de castillos. Ubicó en Londres el más importante, que originalmente no era más que un fuerte de madera situado dentro del ángulo suroriental de las antiguas murallas romanas.

En 1078 ordenó la construcción de la Torre Blanca, tanto para proteger a los normandos de la población de Londres como para proteger Londres de cualquier enemigo. Sus enormes dimensiones atemorizaban a los lugareños, pues tenía una planta cuadrangular de 32 por 36 metros y una altura de 27. Los primitivos fuertes existentes, incluido el romano, eran edificios construidos en madera, pero Guillermo ordenó que la Torre se construyera con piedras traídas especialmente desde Francia. Cuando la mandó pintar con cal un rey posterior, llegó a conocerse como la torre Blanca.

Los monarcas subsiguientes agregaron torreones de diversos tamaños, dos enormes cercos de piedra y un profundo foso, lo que convirtió a la ciudadela en una de las más inexpugnables de Europa. En ocasiones, los propios soberanos tuvieron que refugiarse en ella huyendo de sus súbditos rebeldes. Durante las guerras civiles, la conquista de este bastión, símbolo de poder y autoridad, señalaba la victoria de uno u otro bando. En épocas de paz, la Torre era el punto de partida de los solemnes cortejos de coronación. Cuando la corte residía en sus ornamentadas cámaras palaciegas, el rey y su círculo agasajaban a sus amistades con fastuosos banquetes, un trato muy distinto al que se dispensaba a los enemigos del soberano.

Fue el rey Ricardo Corazón de León quien construyó el foso alrededor del edifico y lo llenó con agua del Támesis. El foso no fue demasiado efectivo hasta que Enrique III lo reconstruyó siguiendo una técnica holandesa (en 1830 el foso fue drenado y se encontraron huesos humanos en el fondo).

Cárcel real

En el año 1100 llegó a este reducto el primer recluso del que hay constancia. No era una cárcel cualquiera, pues se reservaba para personajes de alto rango y relevancia, entre quienes figuran reyes derrotados de Escocia y Francia, así como aristócratas y clérigos caídos en desgracia o convictos de traición. A veces fue escenario de ejecuciones e incluso asesinatos, como los de Enrique VI, Eduardo V —de 12 años de edad— y el hermano menor de éste.

Los prisioneros eran ubicados donde hubiera espacio. Mientras que algunos tenían poca libertad de movimiento, a otros se les permitía deambular por todo el complejo. Así mismo, las condenas que cumplían podían ser breves o largas. William Penn, el posterior fundador de la colonia americana de Pensilvania, soportó ocho meses de reclusión por sus convicciones religiosas. Sin embargo, el duque Carlos de Orleans, sobrino del rey de Francia, fue derrotado en una batalla y pasó veinticinco años en custodia intermitente hasta que se pagó un exorbitante rescate por él. De igual modo, el cortesano, explorador y escritor sir Walter Raleigh soportó trece largos años, durante los cuales escribió su historia universal, titulada History of the World, y luego salió en libertad temporal para ser finalmente ajusticiado.

Exteriores de la Torre Blanca de Londres.

El heredero de Enrique VIII, su joven hijo Eduardo VI (también anglicano), prosiguió tras su coronación con las brutales purgas. Seis años más tarde murió y fue sucedido por María Tudor (católica fervorosa, a diferencia de Enrique VIII, su padre), la cual decapitó sin dilación a lady Jane Grey —de 16 años— y a su joven marido, títeres en la lucha por el poder. Isabel, hermana de padre de María, pasó muchas semanas de inquietud en la Torre antes de su liberación. Sin embargo, acabó convertida en reina, y encarceló y aplicó la pena capital a sus oponentes.

La mayoría de los criminales comunes eran ejecutados en sitios públicos como el cadalso de la cercana Colina de la Torre, a la vista de multitudes alborotadoras. También se hicieron públicas las ejecuciones de algunas personalidades de clase alta como Tomás Moro. Sin embargo, los nobles y, sobre todo, las mujeres, eran ejecutados de forma privada en la Torre Verde, en el interior del complejo, y enterrados en la Capilla Real de San Pedro ad Vincula. Algunos de los nobles ejecutados en el exterior de la Torre están enterrados también en esta capilla.

Ana Bolena en la Torre de Londres

Algunos de los ejecutados en la Torre acusados de traición:

La leyenda dice que se puede ver a Ana Bolena, ejecutada por traición al rey Enrique VIII, pasear por la Torre con su cabeza bajo el brazo.

El uso militar de la Torre como fortificación se volvió obsoleta con la introducción de la artillería. Sin embrago, la Torre sirvió como cuartel general del departamento de armamento británico hasta 1855. Durante la Primera Guerra Mundial once espías alemanes estuvieron prisioneros en la Torre. En 1941 el ayudante de Hitler, Rudolf Hess, permaneció encerrado en la Torre durante cuatro días.

Casa de fieras

En el siglo XIII se estableció en la Torre una casa de fieras, probablemente en los inicios de 1204 durante el reinado de Juan I y posiblemente, con animales procedentes de una antigua casa de fieras establecida en 1125 por el rey Enrique I en su palacio cerca de Woodstock. La colección de animales se abrió algunas veces al público durante el reinado de Isabel I. En 1804 la colección se abrió al público de forma regular. Aquí fue donde el poeta William Blake vio al tigre que inspiró su poema. Los animales se trasladaron al nuevo zoológico de Londres en 1828. Aún se conserva una puerta con el nombre de puerta del león en honor a los animales que un día residieron en ella.

Actualidad

Un centinela en la Torre de Londres.

Hoy la Torre es básicamente una atracción turística. Además de los edificios se pueden ver las Joyas de la Corona Británica, una colección de armaduras reales y restos de la muralla romana.

El control de la Torre corre a cargo de los Alabarderos, conocidos popularmente como Beefeaters, que actúan como guías turísticos siendo ellos mismos una atracción. Cada tarde los guardias participan en la ceremonia de las llaves que asegura la Torre durante la noche.

Según manda una antigua tradición, si los seis cuervos que se mantienen en la Torre desaparecieran algún día, se caería la Torre, y con ella la monarquía.

Enlaces externos