Diferencia entre revisiones de «Taifa de Murcia»

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== Historia ==
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=== Dominación musulmana ===
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En el año [[713]], sólo dos años después de la invasión árabe de la Península, el emir Abd al-Aziz ocupó la provincia [[Carthaginense]]. El [[Teodomiro (visigodo)|conde Teodomiro]], que era gobernador de la provincia, pactó una capitulación favorable. Se obtenía una cierta autonomía a cambio del pago de un tributo por parte de los habitantes de la zona. Este pacto incluía 7 ciudades siendo [[Orihuela]] la capital, por ser ésta la ciudad de mayor importancia política: [[Orihuela]], [[Alicante]], [[Begastri]], [[Mula (Murcia)|Mula]], [[Lorca]], [[Elche]] y [[Eio]].
En el año [[713]], sólo dos años después de la invasión árabe de la Península, el emir Abd al-Aziz ocupó la provincia [[Carthaginense]]. El [[Teodomiro (visigodo)|conde Teodomiro]], que era gobernador de la provincia, pactó una capitulación favorable. Se obtenía una cierta autonomía a cambio del pago de un tributo por parte de los habitantes de la zona. Este pacto incluía 7 ciudades: [[Orihuela]], [[Alicante]], [[Begastri]], [[Mula (Murcia)|Mula]], [[Lorca]], [[Elche]] y [[Eio]].


La inestabilidad del [[emirato de Córdoba]] (entre [[754]] y 929) y los numerosos conflictos sociales entre árabes y visigodos provocaron la destrucción de Eio, pero también la obligación por parte del emir de Al-Andalus Abd al-Rahmán II de llevar a los antiguos habitantes de Eio a Mursiya (la actual Murcia), en abril de [[825]], siendo la última de las grandes ciudades de la Región de Murcia en fundarse.
La inestabilidad del [[emirato de Córdoba]] (entre [[754]] y 929) y los numerosos conflictos sociales entre árabes y visigodos provocaron la destrucción de Eio, pero también la obligación por parte del emir de Al-Andalus Abd al-Rahmán II de llevar a los antiguos habitantes de Eio a Mursiya (la actual Murcia), en abril de [[825]], siendo la última de las grandes ciudades de la Región de Murcia en fundarse.

Revisión del 22:07 1 ene 2010

La Taifa de Murcia fue una de las taifas de al-Ándalus, que posteriormente pasaría a ser uno de los reinos de la Corona de Castilla.

Historia

Dominación musulmana

En el año 713, sólo dos años después de la invasión árabe de la Península, el emir Abd al-Aziz ocupó la provincia Carthaginense. El conde Teodomiro, que era gobernador de la provincia, pactó una capitulación favorable. Se obtenía una cierta autonomía a cambio del pago de un tributo por parte de los habitantes de la zona. Este pacto incluía 7 ciudades: Orihuela, Alicante, Begastri, Mula, Lorca, Elche y Eio.

La inestabilidad del emirato de Córdoba (entre 754 y 929) y los numerosos conflictos sociales entre árabes y visigodos provocaron la destrucción de Eio, pero también la obligación por parte del emir de Al-Andalus Abd al-Rahmán II de llevar a los antiguos habitantes de Eio a Mursiya (la actual Murcia), en abril de 825, siendo la última de las grandes ciudades de la Región de Murcia en fundarse.

Durante la época pacífica del califato, entre 929 y 1031, la ciudad de Mursiya recién fundada crece, prospera y consigue importancia en el califato.

Primeras taifas

Esta época floreciente se ve frenada por el período de taifas, época de enfrentamientos y beligerancias, y su dominio va cambiando de manos entre los emires. Desde 1088 una hueste comandada por Álvar Fáñez, el lugarteniente de El Cid, se apropia de la fortaleza de Aledo y saquea la zona.

Después de que los almorávides lograran la unificación de Al-Andalus (en Murcia desde 1091), surgen los segundos reinos de taifas.

Segundas taifas

En esta época, Murcia alcanza una gran relevancia gracias a Ibn Mardanish, el Rey Lobo, que mantiene relaciones amigables con el Reino de Castilla y organiza la resistencia contra los almohades entre 1147 y 1172. Durante el emirato del Rey Lobo, Murcia logra un esplendor inmenso, tanto que su moneda se convierte en referente en toda Europa. La prosperidad de la ciudad se basó en la agricultura y, aprovechando el caudal y la estructura del curso del río Segura, se creó una compleja red hidrológica (acequias, tuberías, azudes, norias y acueductos), siendo la predecesora del actual sistema de regadíos de la huerta del Segura. La artesanía también fue muy importante y alcanzó gran prestigio, tanto que la cerámica murciana se exportaba a las repúblicas italianas. A todo esto hay que añadir los numerosos lugares de ocio y cultura que se crearon como guinda de esta esplendorosa etapa del emirato murciano, que fue capital de Al-Andalus durante un tiempo.
Aproximadamente en esta época aparece en Murcia el cultivo de la seda, la fabricación de papel, y hasta la de una especie de fideos de pasta, llamados aletría.

Terceras taifas

En la época de los terceros reinos de taifas (1228–1266), se independizó Ibn Hud, convirtiendo de nuevo a Murcia en capital de Al-Ándalus. Aquí comenzó el período en que la cultura murciana alcanzó su máxima grandeza, contrastando con su inestabilidad política, que se vio acentuada con la muerte de Ibn Hud en 1238.

Conquista castellana

En 1243, el emir de la taifa de Murcia firmó las capitulaciones de Alcaraz aceptando ser un protectorado de los reinos de Castilla y de León. Así, Murcia ganó una fuerte alianza para repeler a los aragoneses (de Jaime I) y a los granadinos (de Ibn al-Ahmar). Castilla, en contrapartida, conseguía una salida al Mar Mediterráneo.

Bajo el reinado de Fernando III, y posteriormente con el de su hijo Alfonso X el Sabio, entre los años 1243 y 1264, comenzó una etapa próspera con una coexistencia pluricultural pacífica entre cristianos, moros y judíos.

En 1264, esta estabilidad se vio truncada cuando los mudéjares murcianos iniciaron una revuelta contra la Corona de Castilla, debido a la intolerancia cristiana hacia sus costumbres y tradiciones. La revuelta fue sofocada en 1266, con ayuda aragonesa. Castilla había sometido Murcia a vasallaje (1243), pero los murcianos se rebelaron contra Castilla con el apoyo de Granada y los gobernantes del Norte de África (1264). La reina Violante (esposa de Alfonso X el Sabio) pidió ayuda a su padre Jaime I. Entonces, tropas aragonesas mandadas por el infante Pedro (el futuro Pedro III el Grande) conquistaron a Muhammad ibn Hûd Biha al-Dawla el reino de Murcia (1265-66), dejando después a más de 10.000 aragoneses en Murcia. En efecto, hay que recordar que según las condiciones del tratado de Almizra (1244), Murcia pertenecería a Castilla.

Tras la revuelta y hasta 1272, el reino de Murcia se vio sometido a una repartición y colonización por parte de gentes venidas de toda la Península y ciertas zonas de Europa. Se formaron concejos de realengo y señoríos laicos, esbozándose así los términos municipales actuales de la actual Región de Murcia. La estabilidad se vio favorecida por el establecimiento de órdenes militares tales como la de Santiago, evitando así las rebeliones internas, a los piratas de la costa y la conflictividad de la frontera con Granada. Esta última se fortificó con castillos y torres fortificadas.

Notas

Véase también

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