Diferencia entre revisiones de «Antitauromaquia»

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* [http://www.elartedetorturar.ya.st El arte de torturar]
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* [http://docm.jccm.es/portaldocm/descargarArchivo.do?ruta=Revista40.pdf&tipo=rutaRevistas Gabriel Doménech Pascual, La prohibición de los espectáculos taurinos: problemas constitucionales]
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Revisión del 17:10 19 jun 2009

La antitauromaquia es el rechazo a la tauromaquia

Se conoce como antitauromaquia al rechazo a la tauromaquia, es decir, al acto de hacer corridas de toros.

Las corridas de toros, en su sentido moderno, nacen en España en el siglo XVIII y desde entonces han despertado críticas y desatado polémicas, incluyendo prohibiciones esporádicas, desde sus mismos comienzos hasta la actualidad. Los argumentos sus detractores han cambiado a lo largo del tiempo, según el momento histórico, y ha tenido justificaciones muy variadas -religiosas, morales, económicas, estéticas, políticas y culturales entre otras- pero el objetivo ha sido siempre el mismo: su abolición.[cita requerida]

Historia

Manifestación antitaurina en Zaragoza.

La tauromaquia (llamada 'fiesta' por los aficionados taurinos) siempre ha tenido partidarios y detractores, tanto entre los sectores populares como entre la clase política e intelectual. Según informa Alberto de Jesús, «las fiestas de los toros han sufrido a lo largo de su existencia numerosos ataques de los gobernantes políticos, opositores e incluso la Iglesia por intentar eliminarla, fracasando cualquiera de ellos».[1]

Las críticas a este tipo de eventos con animales se remontan a la antigüedad romana, con las diatribas de moralistas como Cicerón contra los espectáculos de circo con fieras. A ellas siguieron las críticas de los primeros escritores cristianos y canonistas a las llamadas venationes, como Prudencio, Casiodoro, San Agustín o San Juan Crisóstomo, que en general censuraban los espectáculos públicos con fieras (incluidos los toros bravos), por arriesgar frívolamente la vida humana, postura de orden moral que se prolongó más o menos en los mismos términos durante la Edad Media y que movió a varios papas a promulgar prohibiciones. Por ejemplo, la bula papal Salute Gregis (1567), de Pío V, que prohibió los espectáculos taurinos. Gregorio XIII, su sucesor, levantó la prohibición ocho años después a ruego de Felipe II. El motivo, según cuenta Cossío, es que la prohibición causaba perjuicios no a la fiesta, sino a la propia religión católica española: «era el principal [perjuicio] el desprecio que de la excomunión hacían los aficionados a correr y ver correr los toros» en plena época de la Inquisición.

Ya como espectáculo moderno, en el siglo XVIII, las corridas de toros han sido polémicas y han sufrido críticas e incluso prohibiciones. La nueva dinastía llegada a España (los Borbones), y en general la aristocracia afrancesada, despreciaba estos espectáculos por considerarlos indignos y propios del populacho, por lo que Felipe V prohibió su ejercicio a sus cortesanos (1723). Fernando VI solo consintió las corridas a cambio de que sus beneficios se destinasen a obras de caridad como sufragar hospitales y hospicios. Algunos ilustrados, como Jovellanos, se oponen a estos espectáculos por considerarlos poco didácticos.

Real Cédula que prohibía las fiestas de toros en España (1805).

Carlos III, influido por el Conde de Aranda, prohibió las corridas de toros en 1771. El pueblo, sin embargo, hizo caso omiso, y siguió entregándose con entusiasmo a las nuevas figuras del toreo, que Francisco de Goya recogió en su serie de grabados sobre La Tauromaquia. Todos[cita requerida] los gobernantes posteriores intentaron prohibir las corridas: Carlos IV volvió a hacerlo en 1805. Tras la Guerra de la Independencia Española, a lo largo del siglo XIX, surgía con frecuencia en el Parlamento español el debate de la prohibición. La última vez fue en 1877, cuando el Marqués de San Carlos propuso a los diputados la prohibición de las corridas de toros. Se rechazó la propuesta pues se consideraba que sería demasiado impopular: era la época de Lagartijo y Frascuelo.

Hasta el siglo XIX los espectáculos taurinos también se celebraban en otros lugares de Europa. Así, en Inglaterra eran frecuentes los bull-baitings, peleas entre perros y toros. Sin embargo éstas prácticas fueron prohibidas en 1824, el mismo año en que se fundó The Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals.

Al igual que el pueblo español, sus intelectuales se han dividido históricamente entre partidarios y detractores de las corridas de toros. Las críticas de algunos ilustrados a la Fiesta, la recuperaron luego los escritores de la Generación del 98 que, en un principio, la veían como síntoma del atraso español. Un ejemplo notable de esta época fue el escritor antitaurino Eugenio Noel, que vinculaba los toros a lo que denominaba «crímenes de raza»: el pasodoble, «el cante jondo, y las canalladas del baile flamenco que tiene por cómplice la guitarra, el género chico, ese delirio de diversión, de asueto, que caracteriza a nuestro pueblo» Para el escritor madrileño, la Fiesta se reducía a sangre, crueldad y porquería y, en su opinión, era síntoma de la «libertad del pueblo español de poder hacer lo que le dé la gana». Otra de las acusaciones de Eugenio Noel contra las corridas es «la funesta cualidad de ser el único rasgo enteramente nacional; sólo la afición a los toros une las regiones y hace andaluz al éuscaro y extremeño al catalán y castellano al andaluz».

Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español, también se posicionó en contra declarando:

"Siempre me han aburrido y repugnado las corridas de toros."
Miguel de Unamuno"[2]

Félix Rodríguez de la Fuente, naturalista español, afirmó de la tauromaquia:

"La fiesta nacional es la exaltación máxima de la agresividad humana."
Félix Rodríguez de la Fuente.[3][2]

Los argumentos de los detractores de las corridas de toros han variado según el momento histórico, pero el objetivo ha sido siempre la abolición del mismo. En tiempos más recientes, desde sectores progresistas se intentó relacionar las corridas de toros con el régimen franquista y, en general, a la España "vieja y negra".[cita requerida] Por ello, algunos medios intelectuales, sobre todo británicos, creyeron que con el advenimiento de la democracia a España estos espectáculos desaparecerían, algo que no sucedió. Así, el diario Times publicó con asombro en esos años que «en la España de los yuppies y la democracia, triunfa cada vez más la Fiesta de los toros».[cita requerida]

Movimiento antitaurino contemporáneo

Toro después de una corrida.

En la actualidad, son los defensores de los derechos de los animales quienes encabezan la crítica a la celebración de las corridas de toros.

Existen grupos que consideran que el toreo es una práctica de crueldad que atenta contra los derechos de los animales, y que no puede ser considerada ni una manifestación cultural, artística ni deportiva.[4]​ Los partidarios de los derechos de los animales usualmente consideran la tauromaquia una forma de tortura. Para ellos esta relación reduce el valor que se asigna a la vida. Otros activistas[5]​ son radicales a la hora de abordar la cuestión de la tauromaquia y afirman que el origen de su existencia está en que vivimos en culturas especistas si bien en ocasiones se puede dar la incoherencia moral en la que una parte de sus miembros se oponga al sufrimiento que se produce en una plaza de toros, mientras que al mismo tiempo subvencionen mediante dietas no vegetarianas el sufrimiento y muerte que se producen en granjas y mataderos[cita requerida], o que por ejemplo personas que están contra las corridas de toros al mismo tiempo luzcan prendas hechas con piel de éstos u otros animales.[cita requerida]

Archivo:Bullfighting advertisement Graffited Leganes 2005-08-12.jpg
Anuncio de una corrida de toros en Leganés tachado con insultos censurando las corridas.

Cada año PETA organiza el[6]​ encierro humano como una manifestación en lo particular contra la corrida de San Fermín, y en lo general contra todas las formas de tauromaquia que impliquen crueldad con los animales.

Picador castigando al toro.

También ha habido intentos recientes de prohibir las corridas en países como Francia, donde existe la afición en el sur del país. La cuestión se resolvió estableciendo legalmente que solo se podían matar toros en aquellos lugares donde se demostrase que son una tradición arraigada ininterrumpidamente (las plazas del sudeste y del sudoeste fundamentalmente). Eso excluyó a ciudades como París donde, aunque hubo corridas de toros en época de la Exposición Universal, luego se interrumpieron.

Algunas personas, incluyendo filósofos como José Ferrater Mora o Jesús Mosterín, la escritora y periodista Pilar Rahola, y artistas como The Pretenders se han opuesto a las corridas de toros, entre otras razones por considerarlas contrarias a la más mínima sensibilidad. Algunos de ellos han preferido la exaltación del toro como animal libre en su medio natural, o por lo menos el quitar los elementos del festejo destinados a herir o matar al animal.[7]

También existen otras críticas que apuntan a que la lidia está, en muchos casos, preparada para minar las capacidades físicas del toro mediante el proceso de afeitado que consiste en modificar los cuernos del animal, para que su ataque no sea tan peligroso para el torero.[8]​ Aunque practicada desde antaño, esta práctica está prohibida y generalmente es repudiada por los aficionados a los toros.

Finalmente, también ha sido objeto de crítica que la tauromaquia sea financiada con dinero público.[9]​ En 2007, al sector taurino español se destinaron 500 millones de euros en forma de subvenciones.[10][11]​ y en 2008 casi 600.[12]

España

Protesta antitaurina en Madrid.

Por otra parte, según una encuesta Gallup realizada en 2002, el 31% de los españoles se mostró muy o algo interesado en las corridas de toros mientras que un 68,8% no mostraba ningún interés. Sólo el 0,2% no mostró ninguna opinión al respecto, lo que indica el alto nivel de opinión formada sobre este tema. A principios de los años 70, los interesados en las corridas de toros eran el 55% de los españoles, en los 80 este colectivo representaba alrededor del 50%, mientras que en los 90 las cifras de aficionados se desplomaron, situándose en torno al 30%. Aunque las corridas de toros son un espectáculo conocido en toda España, su distribución regional no es uniforme, siendo Galicia, Asturias, Cataluña y Aragón las comunidades donde el interés es menor: manifestaron no tener ningún interés el 81% en el noreste y 79% en el noroeste. En la zona norte, centro, este y sur, el interés es mayor: alrededor de un 37% se declararon aficionados y un 63% no interesados.[13]

En 2006, según otro sondeo de Investiga (antes Gallup), un 26,7% de las personas encuestadas afirmaban estar algo o muy interesadas en las corridas de toros. El perfil de los aficionados es en su mayoría masculino (un 33,5% de los varones encuestados afirmó interesarle los toros) y de más de 45 años, alcanzándose el máximo interés entre las personas de 65 y más años, con un 41,1% de aficionados. El 72,1% de la población española afirmaba, en cambio, no tener ningún interés por los espectáculos taurinos. Este desinterés lo demostraron sobre todo las mujeres, con un 78,5%, y las personas con edades comprendidas entre 15 y 24 años, con un 81,7%.[14]

En Cataluña, 453.000 firmantes de todo el mundo pidieron en 2005 que el Parlamento autonómico suprimiese la corridas de toros en esa comunidad. Sólo en Cataluña se recogieron 250.000 firmas en seis meses.[15]​ Sin embargo, en una encuesta publicada en 2007 en el diario El Mundo sobre la conveniencia o no de su prohibición, un 58% de españoles considera que no deben prohibirse, frente a un 33% que las prohibiría inmediatamente, con un 9% de indecisos.[16]​ Una encuesta posterior, de 2009 mostraba que más de un 67% de los españoles no está mínimamente interesado en la tauromaquia y un 35% se muestra a favor de su prohibición.[17]

Canarias

En Canarias las corridas de toros están prohibidas por ley autonómica. Además que la tauromaquia nunca cuajó en la cultura canaria.

Cataluña

La antigua plaza de toros de las Arenas de Barcelona está siendo reconvertida en un complejo comercial.

Barcelona se declaró ciudad antitaurina en una declaración institucional aprobada por el pleno del Ayuntamiento de esa ciudad el 6 de abril de 2004, tras una petición popular con más de 245.000 firmas recogidas en todo el mundo. La declaración, sin efectos prácticos, ya que la competencia para prohibir las corridas de toros, en Cataluña, corresponde exclusivamente a la Generalitat, se aprobó en votación secreta con 21 votos a favor, 15 en contra y 2 en blanco. Barcelona se convirtió así en la primera gran ciudad española (sin contar con las ciudades canarias) que se ha declarado antitaurina. Solamente poblaciones pequeñas como Coslada, en Madrid, han adoptado declaraciones de este tipo desde que Tossa de Mar (Gerona) promovió por primera vez esta iniciativa en 1989.[18]

El 17 de junio de 2007, en Barcelona, tuvo lugar la manifestación antitaurina más multitudinaria de la Historia. 5000 personas se manifestaron por las calles de la ciudad, bajo el lema “Corridas de toros, ni en Cataluña, ni en ningún otro lugar”. La manifestación transcurrió desde el monumento a Colón hasta la Plaza de Toros La Monumental y se desarrolló sin registrar incidentes, el mismo día que el mediático torero José Tomás volvía a saltar al ruedo después de pasar cinco años retirado. El torero decidió estrenarse en Barcelona por la situación mayoritaria[cita requerida] de rechazo hacia la tauromaquia que existe en Cataluña. La manifestación fue convocada por la Fundación Altarriba, la Fundación Faada y la Asociación Animalista Libera! a las cuales se adhirieron otras organizaciones y miles de espontáneos. Después del éxito de participación en la manifestación, surgió como iniciativa popular, la Plataforma Barcelona Mata y desde entonces, cada domingo de toros, los abolicionistas se concentran delante de la plaza para mostrar su rechazo e informar a los turistas sobre el trato que reciben los toros y los caballos en el espectáculo.[cita requerida]

Andalucía

Cádiz es un caso paradójico dentro de Andalucía, puesto que perteneciendo a la comunidad autónoma con más movimiento taurino de todo el país,[19]​ es, junto con Las Palmas de Gran Canaria, Lugo y Lérida las únicas cuatro capitales de provincia que carecen de plaza de toros. La última fue clausurada definitivamente el 18 de julio de 1967 y derribada totalmente el 15 de mayo de 1976. No obstante, se han realizado festejos taurinos ocasionalmente en plazas de toros portátiles, como la que se situó en los terrenos de Telegrafía sin hilos el 3 de abril de 1993 que contó con críticas desde sectores tanto antitaurinos como protaurinos (que consideraban que una plaza portátil era denigrante para la ciudad.) También se realizó una corrida con motivo de la festividad del Corpus Christi en 2006, tras 38 años sin haberse celebrado ninguna en esa fecha. Sin embargo, la situación ha cambiado con la llegada al ayuntamiento de Teófila Martínez en 1995, quien llevaba en su programa electoral la promesa de la construcción de una plaza de toros multiusos. Esta iniciativa ha provocado la creación o protesta de varias asociaciones como la "Plataforma anti plaza multiusos", "Plataforma Antitaurina de Cádiz", "Cádiz es Antitaurina" o "Ecologistas en Acción de Cádiz". Las obras de esta nueva plaza aún no se han puesto en marcha, aunque se pretende que se inaugure en 2012.[20]

La primera manifestación antitaurina en Málaga tuvo lugar el 11 de agosto de 2007, coincidiendo con la celebración de la Feria, que incluye corridas de toros. Se calcula que a ésta protesta asistieron unas 500 personas. La manifestación se inició en la Plaza de la Merced y acabó a las puertas de la plaza de toros de La Malagueta.[21]​ Un segundo acto tuvo lugar el mismo mes del año siguiente.[22]​ Más multitudinaria fue la manifestación en Sevilla del 5 de abril de 2008, en la que unas 1.500 personas se concentraron ante la plaza de toros de la Maestranza bajo el lema Toros con mis impuestos no para protestar contra la celebración de la Fiesta Nacional.[23]​ Ésta protesta siguió a otra concentración organizada en abril de 2007, que partiendo del Palacio de San Telmo no pudo llegar a la plaza de toros tras impedirlo la policía por indicación de la Subdelegación del Gobierno.[24]​ También ha habido manifestaciones antitaurinas en Córdoba.[25]

Perú

En el Perú, se encuentra el llamado Grupo Antitaurino " Perú Amigo ", dirigido por el joven estudiante Daniel García Roque. Entre sus mayores manifestaciones, la labor de este joven destaca en haber logrado emitir una carta al arzobispado peruano para poder dejar de ofrecer las llamadas Corridas de Toros en nombre de los Santos Católicos, campaña que si bien es cierto no ha logrado erradicar esta medida, ha hecho que muchas personas se unan a su causa. Entre sus principales objetivos a lograr, esta el de sacarle el nombre de Feria del Señor de los Milagros a la temporada taurina de los meses de Octubre y Noviembre que se llevan a cabo en el Coso Taurino de Acho. Según él, los espectáculos en los que involucran la muerte o daño físico de un ser vivo, no puede ser llamado como algo religioso, ni mucho menos cultural. Si bien es cierto que este personaje ha trabajado todos sus proyectos desde el anonimato, ha logrado publicar algunos ensayos sobre el Por Qué no apoyar los espectáculos taurinos y también las 7 razones del porqué los espectáculos taurinos no pueden ser asociados con la Iglesia Católica. Actualmente, integra la Hermandad del Señor de los Milagros de La Molina (Lima-Perú).[cita requerida]

En una encuesta comisionada por la organización antitaurina holandesa CAS International en asociación con el grupo de protección animal peruano UPA (Unidos por los Animales) y realizada por la compañía independiente de encuestas Datum[26]​ al final del noviembre del 2008- la primera encuesta en su género emprendida nacionalmente en Perú - se preguntó a 5.394 peruanos acerca de su opinión sobre el toreo. Los resultados mostraron que 86% de los peruanos de más de 18 años de edad no están interesados en las corridas de toros, 68% están en contra de ellas y 66% quieren una ley nacional que las prohíban.[27]​ Por lo que hace a la opinión de peruanos acerca de si su municipio debería declararse antitaurino (como más de 60 que ya lo han hecho en el mundo[28]​) 64% dijeron que les gustaría.

Ecuador

En Ecuador, el organismo que lidera el movimiento antitaurino es PAE (Protección Animal Ecuador), que junto a otras organizaciones sociales y ecológicas organiza manifestaciones, foros y eventos durante las ferias taurinas (Especialmente la de Quito). En ellas, buscan concienciar al público sobre el maltrato recibido por los toros en las corridas en pro de su abolición. En 2008, una encuesta efectuada en Quito por Cedatos Gallup revelo que el 74% de los habitantes de esta ciudad no gusta de las corridas de toros, mientras que el 63% opina que deberían prohibirse. En otras ciudades del país como Guayaquil o Machala, las manifestaciones antitaurinas han alcanzado mayor significación, habiendo incluso llevado al fracaso la instauración de ferias taurinas en dichas ciudades.[cita requerida]


Críticas a la antitauromaquia

Cuidado

Defensores del toreo, como el catedrático Andrés Amorós, argumenta que nadie ama más al toro que un buen aficionado a las corridas: «nadie admira más su belleza, nadie exige con más vehemencia su integridad y se indigna con mayor furia ante cualquier maltrato, desprecio o manipulación fraudulenta.»[29]​ Se ha planteado que la lidia no es un trato particularmente cruel para un toro. En comparación con el trato que recibe un toro en una granja el estado de semilibertad y cuidadoso trato que recibe el toro de lidia es mucho mejor a pesar del claro dolor que sufre durante el espectáculo. Es por esto que se ha señalado que un toro de lidia tendría una vida igual o mejor que la de un toro de granja y por tanto no habría ninguna razón para señalar a la lidia como una causa particularmente importante de sufrimiento para los animales. Por este tal se supone que no habría razón para penalizar una manifestación cultural tan importante en muchos pueblos hispanohablantes.[30]

Continuidad de raza

Por otra parte, los defensores del toreo afirman que el toro de lidia no existiría en esta época actual si no fuera por las corridas de toros al ser un animal no rentable económicamente para otros fines que no sean la lidia.

Los defensores del toreo argumentan que el toro de lidia es el último descendiente de la raza uro.[31][32]​ Si bien en esta misma controversia se alega que su proceso evolutivo ha sido intervenido por el hombre (algo no distinto a la mayoría de animales domesticados). Los defensores de la tauromaquia aducen que el toro de lidia vive en libertad en su hábitat natural y, sin las corridas, no solo se extinguiría el toro bravo, sino el propio ecosistema en que se desenvuelve (las dehesas), sin embargo hay alegatos que refieren a que estas pueden ser protegidas por ley sin la necesidad de criar toros.

Referencias

  1. «Los festejos populares en el siglo XXI», Alberto de Jesús, en Los toros de Cossío, vol. IV, pág. 663, Espasa Calpe, 2007.
  2. a b Frases Célebres - Conciencianimal
  3. Guayaquil Antitaurino - Citas antitaurinas
  4. Diez razones para terminar con las corridas de toros | Ecosofía
  5. (Defensanimal.org) - Videos: "Debate taurino en TV-UPV" (18/10/07)
  6. Encierro Humano: ¡Ponte en la piel del toro!
  7. «Stevinson Ranch :: Information». Consultado el 2009. 
  8. HUESCA. LA DELEGACIÓN TERRITORIAL LOGRA UNA SENTENCIA FIRME QUE SANCIONA EL AFEITADO DE DOS TOROS EN 2006]
  9. No permitas que tus impuestos financien la tortura a los toros: ¡Actúa ya! AnimaNaturalis
  10. Las fiestas taurinas nos cuestan 564 millones al año de subvención 17.09.2007 20 minutos
  11. Parte de nuestros impuestos se dedican a financiar estas prácticas. Cada gallego aporta 42 euros al año a la tauromaquia 21/07/2008. El Progreso
  12. Los alcaldes antitaurinos cierran el grifo a las corridasPúblico
  13. Interés por las corridas de toros, 2002, Encuesta del Instituto Gallup.
  14. INVESTIGA (antes Gallup). Pioneros en investigación de mercados y opinión. Estudios de acceso libre
  15. Entregan casi medio millón de firmas contra los toros, El Mundo, 7 de abril de 2005.
  16. Casi la mitad quiere que se prohíba matar al toro en la plaza, El Mundo, 10 de enero de 2007.
  17. Las Ventas se cobrará en 2009 la vida de más de 400 toros Público 27 de febrero de 2009
  18. Barcelona se proclama antitaurina sin el apoyo del PP y de parte del PSC, El Mundo, 7 de abril de 2004.
  19. http://www.mir.es/SGACAVT/juegosyespec/toros/estadistica/EstadisticasTaurinas2007.pdf
  20. http://www.bicentenario2012.com/data/media/noticias/noticias_1443/pdf/noti_1.pdf
  21. Vídeo de la manifestación de 2007 en Málaga
  22. Vídeo de la manifestación de 2008 en Málaga
  23. Gran éxito manifestación antitaurina sevilla
  24. ABC 'Manifestantes antitaurinos piden el fin de la Fiesta Nacional ante la Maestranza
  25. Vídeo de la manifestación de 2008 en Córdoba
  26. «Datum Internacional». Consultado el 2009. 
  27. Perú ha hablado en voz alta en contra de las corridas de toros!
  28. Municipios anti-taurinos del mundo
  29. Andres Amorós, Escritores ante la Fiesta (De Antonio Machado a Antonio Gala), Madrid, Egartorre, 1993, pág. 164.
  30. Movimiento antitaurino: ¿Defensa de los animales o pánico moral?
  31. TOROS por Todo Sobre España
  32. Toreo, Naturaleza

Véase también

Enlaces externos