Diferencia entre revisiones de «Cienciología»

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La '''cienciología''' es un sistema de creencias y enseñanzas, originalmente propuesto como una [[filosofía]] laica en [[1952]] por [[L. Ron Hubbard]], y posteriormente reorientado desde [[1953]] como una «filosofía [[religión|religiosa]] aplicada».
La '''cienciología''' es una religion. Se define mas específicamente como "El estudio y manejo del espíritu en relación consigo mismo, con el universo y con otra formas de vida". Cienciologia es una RELIGIOn En teología se le define como una FILOSOFIA RELIGIOSA APLICADA. Comparte con otras religiones y filosofias muchas de sus creencias. Cienciologia considera que el hombre es un ser espiritual; algo más que carne y hueso. Por lo tanto, el tema de Cienciologia es el ser espiritual del cual se ocupa. Eleva directamente su conciencia y habilidad, y al hacerlo, éste también se vuelve cada vez más capaz de superar los factores negativos que lo debilitan. la palabra Cienciología se tom´del Latin SCIO, que significa "saber en el más pleno sentido de la palabra", y de la palabra Griega LOGOS, que significa "estudio de". Por lo tanto, etimológicamente, Cienciologia se podría definir como "saber cómo saber".


Está principalmente representada por la Iglesia de la Cienciología. Puesto que La Iglesia de la Cienciología ha mantenido una práctica de defender sus técnicas por medio de la legislación sobre derechos de autor y secretos comerciales, algunos críticos la llaman una organización comercial. A partir de los [[años 1980]] la Iglesia de Cienciología ha usado pleitos jurídicos para defenderse contra organizaciones y particulares que la denuncian. Esto ha creado una crítica de no estar en consonancia con la imagen de una religión.
Fundada a partir de las investigaciones de L. Ronald Hubbard (1911-1986 d.c), el Corpus de todo el conocimiento que comprende la religión de Cienciología está contenida de 40 millones de palabras habladas y escritas acerca del tema: todas ellas por L. Ronald Hubbard, fundador y fuente de Cienciología.

Está principalmente representada por la Iglesia de la Cienciología Internacional y sus diferentes filiales. En tiempo presenta tiene más de 7,500 Iglesias, Misiones y grupos afiliados en más de 156 países. Está reconocida plenamente como religión por docenas de países, cortes y legislaciones internacionales, incluyendo la Corte Europea de Derechos Humanos la cual tiene ingerencia en todo Europa. Reconocimientos religiosos importantes son los de España, Estados Unidos, Japón, Australia, Canadá, Costa Rica, Brazil, Argentina, Ecuador, Nicaragua, Rusia, Venezuela, Filipinas, Khazakhstan, Suiza, Italia, numerosas cortes de Alemania; entre muchos otros.


== La cienciología como religión ==
== La cienciología como religión ==
{{cita|Me gustaría comenzar una religión. ¡Ahí es donde está el dinero!|L. Ron Hubbard<ref>L. Ron Hubbard a Lloyd A. Eshbach en 1949 como se cita en la autobiografía del primero:
{{cita libro
| apellidos = Eshbach
| nombre = Lloyd Arthur
| enlaceautor = Lloyd Arthur Eshbach
| título = Over My Shoulder: Reflections On A Science Fiction Era
| año = 1983
| id = ISBN 1-880418-11-8
| cita = I'd like to start a religion. That's where the money is!
}}</ref>}}

El reconocimiento de la Cienciología como religión (recibiendo las garantías legales y beneficios impositivos que se les suelen conceder) varía según los países. Mientras que países como [[Estados Unidos]], [[Sudáfrica]], [[Venezuela]], [[Suecia]] y [[Australia]] le han otorgado este reconocimiento, son varios los países que han optado por considerarla una [[secta]]. En [[Francia]] es considerada ''[[secta]] absoluta'' y le ha negado el estatus de religión. En [[Bélgica]] se la considera una organización potencialmente peligrosa, investigada por las autoridades y los tribunales. Los tribunales de [[Suiza]] han dictado varias sentencias que niegan su carácter de ''religión'' y la califican como meramente ''comercial''. En España la [[Audiencia Nacional]] ha reconocido su derecho a inscribirse en el [[Registro de entidades religiosas|Registro de Entidades Religiosas]].<ref>{{cita web | url = http://www.olir.it/ricerca/index.php?Form_Document=4470 | título = Observatorio de la libertad de instituciones religiosas | fechaacceso = 7 de diciembre de 2007}}</ref><ref>{{cita web | url = http://www.libertadreligiosa.org/pdf/Sentencia_Cienciologia.pdf | título = Sentencia de la Audiencia Nacional del 11 de octubre de 2007 | fechaacceso = 7 de diciembre de 2007}}</ref> La naturaleza de la Cienciología es objeto de acalorado debate en todos estos países, independientemente de la postura oficial.


En [[1982]], el Tribunal Supremo de Australia dictaminó que el gobierno estatal de [[Victoria (Australia)|Victoria]] no podía declarar que la Iglesia de la Cienciología no era una religión (''[http://www.austlii.edu.au/au/cases/cth/high_ct/154clr120.html La Iglesia de la Nueva Fe contra la Oficina de Impuestos (Victoria) 1983, 154 CLR 120]''). El Tribunal trató el asunto de la fe, más que de la posible [[charlatanería]]: ''«La charlatanería es un precio necesario de la libertad religiosa, y si un autoproclamado profesor persuade a otros a creer en una religión que él propone, la falta de sinceridad o integridad por su parte no es incompatible con el carácter religioso de las creencias, prácticas y ejercicios aceptados por sus seguidores.»''
El reconocimiento de la Cienciología como religión (recibiendo las garantías legales y beneficios impositivos que se les suelen conceder) varía según los países. Mientras que países como [[Estados Unidos]], [[Sudáfrica]], [[Venezuela]], [[Suecia]] y [[Australia]] le han otorgado este reconocimiento, son varios los países que han optado por considerarla una [[secta]]. En España la [[Audiencia Nacional]] ha reconocido su derecho a inscribirse en el [[Registro de entidades religiosas|Registro de Entidades Religiosas]].<ref>{{cita web | url = http://www.olir.it/ricerca/index.php?Form_Document=4470 | título = Observatorio de la libertad de instituciones religiosas | fechaacceso = 7 de diciembre de 2007}}</ref><ref>{{cita web | url = http://www.libertadreligiosa.org/pdf/Sentencia_Cienciologia.pdf | título = Sentencia de la Audiencia Nacional del 11 de octubre de 2007 | fechaacceso = 7 de diciembre de 2007}}</ref> La naturaleza de la Cienciología es objeto de acalorado debate en todos estos países, independientemente de la postura oficial.


En [[1993]], la Hacienda Pública de los Estados Unidos (IRS), «tras estudiar la voluminosa información sobre sus operaciones financieras y de otra índole proporcionada por la Iglesia», la [http://www.irs.gov/pub/irs-news/ir-97-50.txt reconoció] como una «organización dirigida exclusivamente hacia fines religiosos y caritativos», estatus que había perdido en [[1967]] como consecuencia de una auditoría. Este cambio de postura de la IRS, tras mantener 25 años tesis contrarias, fue respaldada por los tribunales.
En [[1993]], la Hacienda Pública de los Estados Unidos (IRS), «tras estudiar la voluminosa información sobre sus operaciones financieras y de otra índole proporcionada por la Iglesia», la [http://www.irs.gov/pub/irs-news/ir-97-50.txt reconoció] como una «organización dirigida exclusivamente hacia fines religiosos y caritativos», estatus que había perdido en [[1967]] como consecuencia de una auditoría. Este cambio de postura de la IRS, tras mantener 25 años tesis contrarias, respaldadas por los tribunales, provocó polémica en numerosos medios por el secretismo del acuerdo alcanzado; en [[1997]] se publicó en [http://www.lermanet.com/scientologynews/nytimes/nyt-irs-030997.htm The New York Times] que funcionarios de la IRS encargados del caso habían llegado a ser vigilados por detectives privados contratados por la Iglesia de la Cienciología.


La Iglesia ha recopilado una considerable cantidad de recursos que señala como pruebas de que es una religión, y los portavoces de la Cienciología a menudo emplean algún tiempo subrayándolo. Como ejemplo, la organización señala los siguientes estudios sobre las doctrinas religiosas de la Cienciología realizados por prominentes expertos en religión de diversas fes:
La Iglesia de la Cienciología ha gastado grandes cantidades de tiempo, esfuerzo y recursos en una ambiciosa campaña de relaciones públicas para proclamar al mundo que la Cienciología es un religión ''bona fide''. La organización ha recopilado una considerable cantidad de recursos que señala como «prueba» de que es una religión, y los portavoces de la Cienciología a menudo emplean algún tiempo subrayándolo. Como ejemplo, la organización señala los siguientes estudios sobre las doctrinas religiosas de la Cienciología realizados por prominentes expertos en religión de diversas fes:
* [http://spanish.bonafidescientology.org/append/02/index.htm Cienciología: Análisis y comparación de sus doctrinas y sistemas religiosos] (''Scientology - An Analysis and Comparison of its Religious Systems and Doctrines'') por Bryan R. Wilson, Ph.D., catedrático emérito, Universidad de Oxford (Inglaterra)
* [http://spanish.bonafidescientology.org/append/02/index.htm Cienciología: Análisis y comparación de sus doctrinas y sistemas religiosos] (''Scientology - An Analysis and Comparison of its Religious Systems and Doctrines'') por Bryan R. Wilson, Ph.D., catedrático emérito, Universidad de Oxford (Inglaterra)
* [http://spanish.bonafidescientology.org/append/03/index.htm Cienciología: Rasgos de religión] (''Scientology - The Marks of Religion'') por Frank K. Flinn, Ph.D., profesor adjunto de estudios religiosos, Universidad de Washington (Saint Louis, Missouri, EE.UU.)
* [http://spanish.bonafidescientology.org/append/03/index.htm Cienciología: Rasgos de religión] (''Scientology - The Marks of Religion'') por Frank K. Flinn, Ph.D., profesor adjunto de estudios religiosos, Universidad de Washington (Saint Louis, Missouri, EE.UU.)
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* [http://spanish.bonafidescientology.org/append/07/index.htm Cienciología: Una verdadera religión] (''Scientology - A True Religion'') por Urbano Alonso Galán, doctor en filosofía y teología, Magna Cum Laude por la Universidad Gregoriana de Roma (Italia)
* [http://spanish.bonafidescientology.org/append/07/index.htm Cienciología: Una verdadera religión] (''Scientology - A True Religion'') por Urbano Alonso Galán, doctor en filosofía y teología, Magna Cum Laude por la Universidad Gregoriana de Roma (Italia)
* [http://spanish.bonafidescientology.org/append/08/index.htm Cienciología - Relación entre la Cienciología y otras religiones] (''Scientology - The Relationship Between Scientology and Other Religions'') por Fumio Sawada, octavo poseedor de los secretos del sintoísmo Yu-itsu
* [http://spanish.bonafidescientology.org/append/08/index.htm Cienciología - Relación entre la Cienciología y otras religiones] (''Scientology - The Relationship Between Scientology and Other Religions'') por Fumio Sawada, octavo poseedor de los secretos del sintoísmo Yu-itsu

Los críticos suelen rechazar estos estudios al no considerarlos imparciales, pues consideran que los estudios fueron encargados por la Cienciología para presentar los resultados que la Cienciología quiere que el público escuche.


La Iglesia de la Cienciología también señala con frecuencia la exención fiscal otorgada a la organización por la Hacienda Pública estadounidense en octubre de 1993 como prueba de que es una religión.
La Iglesia de la Cienciología también señala con frecuencia la exención fiscal otorgada a la organización por la Hacienda Pública estadounidense en octubre de 1993 como prueba de que es una religión.


== Orígenes de la Cienciología ==
== Orígenes de la Cienciología ==
La Cienciología fue extendida y revisada a partir de la [[Dianética]], un sistema anterior de [[técnica de autoayuda|técnicas de autoayuda]] originalmente propuesto en el libro de [[1950]] ''Dianética: La ciencia moderna de la salud mental''. A mediados de los [[años 1950]], Hubbard había relegado la Dianética a un subestudio de la Cienciología, si bien sigue siendo promocionada y difundida por la organizaciones cienciológicas. La principal diferencia entre ambas es que la [[Dianética]] es explícitamente secular, está centrada en la vida actual del individuo y trata de problemas físicos, mientras que la Cienciología adopta un enfoque más abiertamente religioso centrado en el tratamiento de cuestiones espirituales que abarcan múltiples vidas pasadas además de la actual. [[L. Ron Hubbard|Hubbard]] fue acusado repetidamente de levantar una fachada religiosa a la Cienciología para que la organización mantuviese el estatus de exenta de [[impuesto]]s y evitase la persecución por afirmaciones médicas falsas. Estas acusaciones han perseguido hasta hoy a la Iglesia de la Cienciología.
Scientology sigue una larga tradición de prácticas religiosas. Sus raíces se encuentran en las creencias y aspiraciones más profundas de todas las grandes religiones, por lo que abarca una herencia tan antigua y variada como el hombre mismo.


La palabra ''cienciología'' tiene su propia historia. Aunque actualmente está asociada casi exclusivamente con la obra de [[L. Ron Hubbard|Hubbard]], fue acuñada por el filólogo Alan Upward en [[1907]] como sinónimo de «[[pseudociencia]]». [http://www.instinct.org/texts/bluesky/bs3-4.htm] En [[1934]], el escritor germano-argentino Anastasius Nordenholz publicó un libro usando la palabra positivamente: ''Scientologie, Wissenschaft von der Beschaffenheit und der Tauglichkeit des Wissens'' o ''Cienciología, Ciencia de la Constitución y la Utilidad del Conocimiento''. [http://www.scientologie.de/scientologie/index.htm] El libro de Nordenholz es un estudio de la consciencia, y su uso de la palabra no es demasiado diferente a la definición de [[L. Ron Hubbard|Hubbard]], «saber cómo saber». Sin embargo, no está claro si [[L. Ron Hubbard|Hubbard]] estaba al tanto de estos usos anteriores. La palabra en sí es la unión de la palabra [[latín|latina]] ''scio'' («saber» o «distinguir») y la [[idioma griego|griega]] λόγος ''lógos'' («la propia razón» o «pensamiento interno»). Parece plausible que el significado de [[L. Ron Hubbard|Hubbard]] derive, como el de Nordenholz, de la simple traducción de estas raíces.
Aunque se sirve de una sabiduría de unos 50.000 años de antigüedad, Scientology es una religión nueva que ha conseguido aislar las leyes fundamentales de la vida y que, por primera vez, ha desarrollado una tecnología que funciona y que puede aplicarse para ayudar a la gente a conseguir una existencia más feliz y más espiritual. Por lo tanto, Scientology es algo que uno hace, y no simplemente algo en lo que se cree. Este es un punto fundamental que se va aclarando mejor a medida que avanza el texto.

Es significativo que el desarrollo de Scientology y su rápida difusión haya sido posible, en parte, gracias a los avances de las ciencias físicas de la primera mitad del siglo XX. Scientology constituye la primera aplicación real que el hombre hace de la metodología científica a las cuestiones espirituales.

Cienciología tiene como predecesor y sub-estudio la [[Dianética]], un sistema anterior de [[técnica de autoayuda|técnicas de autoayuda]] originalmente propuesto en el libro de [[1950]] ''Dianética: La ciencia moderna de la salud mental''. A mediados de los [[años 1950]], Hubbard había relegado la Dianética a un subestudio de la Cienciología, si bien sigue siendo promocionada y difundida por la organizaciones cienciológicas. La principal diferencia entre ambas es que la [[Dianética]] es explícitamente secular, está centrada en la vida actual del individuo y trata de problemas físicos, mientras que la Cienciología adopta un enfoque más abiertamente religioso centrado en el tratamiento de cuestiones espirituales que abarcan múltiples vidas pasadas además de la actual.

La palabra Cienciología en sí es la unión de la palabra [[latín|latina]] ''scio'' («saber» o «distinguir») y la [[idioma griego|griega]] λόγος ''lógos'' («la propia razón» o «pensamiento interno»). Parece plausible que el significado de [[L. Ron Hubbard|Hubbard]] derive, como el de Nordenholz, de la simple traducción de estas raíces.


== Creencias y prácticas ==
== Creencias y prácticas ==
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La iglesia de la cienciología sostiene que su finalidad es un mundo sin guerra, crímenes ni locura, donde la gente buena y decente tenga la libertad de alcanzar sus metas.
La iglesia de la cienciología sostiene que su finalidad es un mundo sin guerra, crímenes ni locura, donde la gente buena y decente tenga la libertad de alcanzar sus metas.


Conforme un individuo avanza en la jerarquía dentro de la organización, demostrando estar más comprometido con ella, se le van revelando detalles sobre las creencias de la cienciología. Los niveles de esta jerarquía se llaman ''niveles OT''. En los más avanzados de estos niveles les es revelado la existencia de [[Xenu]]. Xenu sería un emperador alienígena que dio inicio a una serie de eventos fantásticos que concluirían por explicar cómo los seres humanos son racimos de almas extraterrestres apiñadas dentro de cuerpos ajenos. Cada una de estas almas es llamada, en inglés, ''body thetans''.
lo largo de la historia, todo movimiento religioso ha abrazado el sueño de hacer del mundo un lugar mejor. De hecho, a través de los tiempos, la religión ha servido como la influencia civilizadora más importante del planeta.


El conocimiento de que el hombre es un espíritu es tan antiguo como el hombre mismo. Sólo recientemente, con la llegada de la psicología occidental, surgieron las ideas de que el hombre no era más que un animal, un mecanismo de estímulo-respuesta. Estas declaraciones están en desacuerdo con todas las tradiciones religiosas que hablan del “alma”, del “espíritu” o de la “fuerza vital” para abarcar una creencia mantenida por todo hombre civilizado.

La religión de Scientology sigue, precisamente, esta tradición del hombre en la búsqueda de su identidad espiritual. En Scientology, se considera que el individuo existe por sí mismo como un ser espiritual: un thetán. El término se tomó de la letra o símbolo griego theta, que ha servido durante mucho tiempo como símbolo del pensamiento o del espíritu. De esta manera, a pesar de que es un movimiento religioso nuevo, Scientology es heredera del conocimiento de los pensadores, desde los inicios de la historia de la humanidad, respecto a que el hombre es un ser espiritual que aspira a comprender y mejorar la vida. La búsqueda ha sido larga, pero ha tenido éxito, y Scientology tiene ahora las respuestas para quien desee obtenerlas.



== La Iglesia de la Cienciología ==
== La Iglesia de la Cienciología ==


[[Imagen:Iglesia Cienciología Madrid.jpg|250px|thumb|right|Sede de la Iglesia de la Cienciología en [[Madrid]] ([[España]]).]]
[[Imagen:Iglesia Cienciología Madrid.jpg|250px|thumb|right|Sede de la Iglesia de la Cienciología en [[Madrid]] ([[España]]).]]
La Iglesia de la Cienciología se [[Corporación|constituyó]] inicialmente en los [[Estados Unidos]] como una [[organización sin ánimo de lucro]] en [[1953]]. Actualmente constituye el centro de una compleja red mundial de organizaciones dedicada a la promoción de las filosofías de L. Ron Hubbard en todos los ámbitos de la vida.
La Iglesia de la Cienciología se [[Corporación|constituyó]] inicialmente en los [[Estados Unidos]] como una [[organización sin ánimo de lucro]] en [[1953]]. Actualmente constituye el centro de una compleja red mundial de organizaciones dedicada a la promoción de las filosofías de L. Ron Hubbard en todos los ámbitos de la vida. Esto incluye centros de tratamiento contra la drogadicción ([[Narconon]]), programas de rehabilitación de delincuentes (Criminon), actividades para reformar el campo de la salud mental (Comisión de Ciudadanos para los Derechos Humanos), proyectos para implantar métodos educativos factibles y efectivos en las escuelas (Applied Scholastics), una campaña para devolver los valores morales a la vida (The Way to Happiness), una organización para educar y ayudar a los negocios a triunfar (World Institute of Scientology Enterprises o WISE) y una cruzada dirigida a los líderes mundiales así como al público en general para poner en práctica el documento de la [[ONU]] de 1948, la ''[[Declaración Universal de los Derechos Humanos]]''.


La Iglesia de la Cienciología ha sido y continúa siendo una organización muy controvertida. Los distintos países han adoptado posiciones marcadamente diferentes hacia la Cienciología. El gobierno de los [[Estados Unidos]] considera a la Cienciología una religión protegida bajo la Primera Enmienda de su constitución. Otros países, notablemente en [[Europa]], ha considerado a la Cienciología una [[secta]] potencialmente peligrosa y han restringido significativamente sus actividades en diversas ocasiones. Por ejemplo, el gobierno [[Alemania|alemán]] no la considera una religión sino una organización financiera. La Cienciología también ha sido blanco de críticas de los [[movimiento antisectas|defensores antisectas]] y ha provocado controversia por sus llamativas campañas contra la [[psiquiatría]] y la medicación psiquiátrica.
Cienciología, la única nueva religión importante en emerger en este innegablemente turbulento siglo veinte, ofrece a la humanidad la esperanza de resolver nuestros problemas sociales más apremiantes y la creación de un verdadero renacimiento del espíritu en el siglo venidero.


Las numerosas batallas legales libradas por la Iglesia de la Cienciología desde su fundación le han dado la reputación de una de las organizaciones religiosas más litigantes en existencia. (Véase también: ''[[Cienciología y el sistema legal]]''.)


=== Grupos independientes cienciológicos ===
Como religión nueva – lo que todas las religiones fueron alguna vez – , la falta de familiarización con este movimiento vital ha conducido a algunas personas a preguntar si Scientology es realmente una religión. Para sus miembros y para expertos que la han estudiado, la respuesta es claramente afirmativa.
{{AP|Zona Libre}}


Aunque «Cienciología» se usa la mayoría de las veces como abreviatura de la [[Iglesia de la Cienciología]], cierto número de grupos practican la Cienciología y la Dianética fuera del redil de la Iglesia oficial. Dichos grupos están siempre formados por disidentes de la Iglesia oficial y suelen argüir que ésta ha corrompido los principios de L. Ron Hubbard o bien que se ha vuelto excesivamente dominante. La Iglesia adopta un comportamiento extremadamente duro con los grupos disidentes, tachándolos de «[[apostasía|apóstatas]]» (o «ardillas» en la jerga cienciológica) y sometiéndolos a menudo a una considerable presión legal y social. Los grupos disidentes evitan el nombre «Cienciología» para lograr así evitar ser [[demanda]]dos, y en su lugar se refieren a sí mismos colectivamente como la '''[[Zona Libre]]'''.
Comparando las doctrinas y prácticas de Scientology con las de otras religiones, surgen semejanzas y diferencias, lo que pone de relieve que aunque Scientology es completamente nueva, sus orígenes son tan antiguos como el pensamiento religioso mismo.


Los grupos de la Zona Libre son extremadamente heterogéneos en términos de doctrina, muy al contrario que la Iglesia oficial. Algunos de ellos practican una Cienciología más o menos pura, basada en los textos y principios originales (publicados por la Iglesia) de Hubbard pero sin la supervisión ni el sistema de tasas de la Iglesia oficial. Otros han desarrollado las ideas de Hubbard en formas radicalmente nuevas, algunas de las cuales son apenas reconocibles como relacionadas con la Cienciología.
Diferente a otras religiones más antiguas, el enfoque de Scientology a los misterios y problemas de la vida está basado en axiomas fundamentales que aíslan y describen los factores exactos de la vida. Y puesto que los principios de Scientology comprenden el campo completo de la vida, las respuestas que proporciona se aplican a toda la existencia y tienen una amplia esfera de aplicación.

El gobierno de los [[Estados Unidos]] considera a la Cienciología una religión protegida bajo la Primera Enmienda de su constitución.

Aunque varias de las doctrinas más importantes de Scientology no son diferentes de las de las religiones judeocristianas, muchas personas que están familiarizadas con Scientology prefieren la comparación con religiones orientales; en particular, el budismo. Sin embargo, Scientology es verdaderamente diferente a cualquier otra religión que la ha precedido. De hecho, y en su esencia, es una religión propia, con su propio sistema único de creencias y prácticas. Y, notablemente, es la única gran religión que ha surgido en el siglo veinte.

Sin embargo, ya que Scientology es una religión relativamente nueva, fundada a principios de los años 50 por L. Ronald Hubbard, para adquirir un entendimiento más claro de sus enseñanzas religiosas, es bueno compararlas con las doctrinas de algunas otras religiones bien conocidas, que son más antiguas y, por lo tanto, la gente está más familiarizada con ellas.

Probablemente el mejor lugar para empezar sea con lo que muy bien podría ser la doctrina más fundamental de la religión de Scientology: la doctrina del “thetán”. La piedra angular de las doctrinas de Scientology es que el hombre es un ser espiritual inmortal que ha vivido a través de una gran cantidad de vidas y que tiene el potencial de supervivencia infinita. Los cienciólogos llaman a este ser espiritual el “thetán”. La palabra viene de la letra griega theta , símbolo tradicional para el pensamiento o la vida.

Aunque el concepto del thetán en Scientology puede parecer idéntico al concepto judeocristiano del alma, no lo es; existen al menos tres diferencias decisivas entre los conceptos.

Una diferencia es que los cienciólogos creen que el hombre tiene otras dos partes separadas e independientes: la mente y el cuerpo. Y que estas son secundarias al thetán, el cual se considera que es la persona misma. En resumen: la mente y el cuerpo son vehículos por medio de los cuales el thetán interactúa con el mundo material. Las religiones judeocristianas no sostienen este punto de vista. Aunque no hay una clara descripción del hombre en el Nuevo Testamento, este mantiene esencialmente la enseñanza hebrea de la unidad del cuerpo y el alma, y de que uno está incompleto sin el otro: así como uno tiene un cuerpo, uno tiene un alma. En Scientology, por otro lado, el individuo mismo es su alma o, más exactamente, thetán.

Una segunda diferencia es que los cienciólogos creen que el thetán vivirá a través de una gran cantidad de vidas. Los judíos y cristianos creen que las almas viven sólo una vez. Esto explica por qué los cienciólogos están ansiosos por hacer de este mundo un lugar mejor: saben que estarán de vuelta para vivir en él otra vez.

Una tercera diferencia decisiva entre el concepto de Scientology del thetán y el concepto judeocristiano del alma es que los cienciólogos piensan que el thetán, y por lo tanto el hombre, es básicamente bueno. Judíos y cristianos siguen el Antiguo Testamento, que enseña que el hombre tiene dos impulsos intrínsecos: uno bueno y el otro malo, y que el problema del hombre es sobreponerse a este impulso maligno. Las doctrinas judía y cristiana sostienen que alguien se salva de este problema con la llegada del Mesías.

La salvación en la religión de Scientology es diferente y mucho más inmediata. Aunque los cienciólogos sostienen que el thetán inmortal es intrínsecamente bueno, ellos creen que él ha perdido su identidad espiritual verdadera y que actúa a una pequeña fracción de su habilidad natural. Es esta pérdida de identidad espiritual y las experiencias propias del thetán, ya sea en esta o en vidas anteriores, lo que causa que el hombre sea infeliz o actúe de manera irracional y con intenciones malignas, aun cuando él inherentemente sea bueno y altamente ético. Y conforme estas experiencias se acumulan con el tiempo, causan que el thetán se enrede con el universo material, a partir del cual se originaron estas mismas experiencias.

De acuerdo a las escrituras de Scientology, las experiencias del thetán son grabadas en lo que se denomina “la línea temporal”, que consiste en las grabaciones de cuadros de imagen mental de todas las percepciones del pasado, de un modo muy similar a una película de cine. Así, la línea temporal registra los cuadros de imagen mental del thetán de esta vida así como de todas sus vidas anteriores.

Además de los momentos de placer, la línea temporal también registra los momentos de dolor y otros traumas que de ahí en adelante permanecen escondidos del plano consciente. Son estas experiencias dolorosas grabadas las que atrapan al thetán. Cuando al thetán se le recuerdan tales incidentes traumatizantes del pasado, las porciones pertinentes de la línea temporal se pueden reactivar y ejercer una influencia involuntaria en el thetán y en el cuerpo. Estas pueden causar que el thetán experimente dolor o emociones negativas o incluso que actúe irracionalmente.

Este problema, sin embargo, no necesita ser permanente. Scientology le ofrece a la humanidad la liberación de este sufrimiento innecesario, tanto ahora como para el tiempo futuro. Siguiendo la senda explicada en las escrituras de la religión de Scientology, el thetán puede progresar a través de niveles más y más altos de conciencia espiritual y regresar a su estado nativo, y alcanzar así su completa libertad espiritual. Ahora, en el tiempo de una vida se puede alcanzar la completa libertad espiritual.

La senda primaria hacia esta libertad espiritual es a través de la “auditación”, una de las dos prácticas centrales de la doctrina de Scientology. Con esta libertad, surge una liberación del eterno ciclo de nacimiento y muerte, y una total conciencia, memoria y habilidad independientes de la carne. Y con eso surge un ser espiritual que es “causa consciente y voluntaria sobre la vida, el pensamiento, la materia, la energía, el espacio y el tiempo”.

No debería ser difícil ver por qué a Scientology se la compara tan a menudo con las religiones orientales. Muchos señalan los niveles ascendentes de conciencia espiritual de Scientology y la senda que cada uno sigue en busca de la comprensión espiritual como similares a la senda hacia el conocimiento y a las estrictas prácticas de meditación y del correcto vivir del budismo, así como a los niveles de comprensión espiritual a modo de escalones de los Veda o el “camino del conocimiento” detallado por muchas de las escuelas del “hinduismo”. Otros creen que las metas de los budistas e hindúes de la completa liberación del samsara – su concepto del ciclo infinito del renacer – puede no ser diferente a alcanzar los niveles más altos de conciencia espiritual de Scientology. Sin embargo, esto no es así.

Scientology es una religión por sí misma, y es imposible una comparación absoluta entre esta y cualquier otra religión. Existen diferencias significativas entre Scientology y otras religiones, incluyendo a las orientales.

Una distinción muy importante entre Scientology y las religiones orientales tiene que ver con su noción del Ser Supremo. El hinduismo es una religión politeísta. Los budistas no creen en un Ser Supremo de ninguna forma.

Los cienciólogos, además, identifican otro factor común unificador que se extiende por toda su perspectiva del cosmos. Este factor es que la meta primaria de todos los seres vivos – desde el thetán hasta el Ser Supremo—es el impulso hacia la supervivencia infinita. Los cienciólogos llaman a este impulso “el principio dinámico de la existencia”.

Este principio dinámico de la existencia se divide a su vez en ocho partes distintas, las cuales se denominan las ocho dinámicas. Las dinámicas específicas incluyen la supervivencia de uno mismo como la primera dinámica; de la familia, como la segunda; de los grupos de uno o como estos, como la tercera; a través del hombre como especie, como la cuarta; para todos los seres vivos, como la quinta; como el universo físico, como la sexta; como ser espiritual, como la séptima; y el Ser Supremo o el infinito, como la octava.

Aunque la octava dinámica puede identificarse como el Ser Supremo, como el infinito o incluso como la dinámica de Dios, es de hecho la totalidad del todo. Sin embargo, Scientology difiere de las religiones de Occidente en cómo presenta al Ser Supremo a sus miembros.

Muchas religiones son rápidas en cuanto a calificar a su Ser Supremo (ya sea que se le llame Jehová, Dios o Alá) de omnipotente, omnisciente, benefactor, como alguien que juzga o es exigente; y en la mayoría de los casos, incluso lo describen en términos antropomórficos.

En Scientology, se espera que cada individuo alcance sus propias conclusiones acerca de las ocho dinámicas, incluyendo al Ser Supremo, a través de las prácticas religiosas de la auditación y del estudio de las escrituras de Scientology. Así, la comprensión de un individuo en lo que se refiere a su relación con el Ser Supremo, se desarrolla a través del tiempo conforme él llega a comprender y participar más completamente en cada una de las siete dinámicas anteriores.

Este es un enfoque necesario, ya que, en Scientology, a nadie se le pide que acepte algo basándose sólo en la fe. En lugar de esto, se espera que cada uno pruebe el conocimiento por sí mismo, en un nivel puramente personal. El conocimiento será verdad para alguien cuando la persona de hecho lo observe y determine que este es verdad de acuerdo a su propia observación.

Así, siguiendo la senda de Scientology, la relación de cada persona con el Ser Supremo tiene lugar en un ámbito verdaderamente individual, personal.

Por esto es por lo que, de acuerdo con L. Ronald Hubbard, “cuando se alcance completamente la séptima dinámica, solamente entonces descubrirá uno la verdadera octava dinámica”.

No obstante, el Sr. Hubbard también advierte: “No ha habido cultura alguna a lo largo de la historia del mundo, salvo aquellas completamente depravadas y decadentes, que haya dejado de afirmar la existencia de un Ser Supremo. Es un hecho constatado empíricamente que el ser humano carente de una fe fuerte y duradera en un Ser Supremo es menos capaz, menos ético y menos valioso tanto para sí mismo como para la sociedad. Un hombre sin una fe sólida es, como se puede comprobar de forma objetiva, más bien un objeto que un hombre”.

Como puede resultar aparente, Scientology también difiere de las religiones judeocristianas en su forma de culto. Esta diferencia surge de la relación que la religión específica espera que sus miembros formen con el Ser Supremo. En el caso de las religiones judeocristianas, que imponen una relación particular con un Dios antropomórfico, la oración es una manera lógica de expresión y comunión. Pero esto no es apropiado para los cienciólogos, ya que Scientology no impone tal relación especifica con el Ser Supremo.

La auditación y el entrenamiento son los dos servicios centrales de la doctrina de Scientology. A través de ellos, los cienciólogos son capaces de ir más allá de este mundo secular, progresar a través de niveles que incrementan continuamente la conciencia espiritual, y desarrollar una relación con el Ser Supremo que es significativa y verdadera para ellos.

Pero es importante tener presente que Scientology no es sólo un conjunto de creencias espirituales divorciadas del mundo en que vivimos. Scientology proporciona una guía para que los individuos pongan sus valores espirituales en práctica. Así, como los cienciólogos se van haciendo completamente responsables de sus ocho dinámicas, ellos trabajan activamente en el mejoramiento de toda la vida y para hacer de este mundo un lugar mejor para todos.

Scientology es de forma incuestionable una religión integral que abarca todos los aspectos de la vida del hombre. Los cienciólogos viven su religión y aplican sus principios y sus preceptos éticos en sus relaciones con la familia, amigos, compañeros de trabajo, comunidad y en el medio ambiente, a través de las ocho dinámicas hacia el Ser Supremo e incluyendo a este. Y al hacer esto, siguen un código de ética sin par en estos tiempos que corren.

Así, aunque la auditación es un servicio puramente religioso, los beneficios obtenidos con ella se extienden a todos los planos de la existencia. Estos beneficios incluyen beneficios tangibles como son una mejor vida familiar y unas relaciones mejoradas, buena salud y prosperidad, así como los beneficios primarios que son totalmente espirituales: una conciencia espiritual incrementada, conocimiento del Ser Supremo y el logro final de la libertad espiritual.

Es por todas estas razones—junto con la creencia de millones de seguidores—por lo que Scientology es en realidad una religión. Y aunque sus doctrinas y ritos no son idénticos a los de ninguna otra religión, sería bueno recordar que a diferencia de estas religiones, Scientology nació en el siglo veinte y es una religión de su época.


Las numerosas batallas legales libradas por la Iglesia de
la Cienciología desde su fundación han sido llevadas a cabo para proteger el derecho a la libertad religiosa para todas las fes y denominaciones. La Iglesia tiene un largo historial de haber emprendido estas campañas y luchas en contra de la opresion del pensamiento y de libertad de culto, ganando todas dichas querellas en todos los niveles y resultando en mayor y mejor libertad religiosa para todos. (Véase también: ''[[Cienciología y el sistema legal]]''.)


== Controversia y críticas ==
== Controversia y críticas ==
{{AP|Controversia sobre la Cienciología}}
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De los muchos [[nuevo movimiento religioso|nuevos movimientos religiosos]] que surgieron durante el [[siglo XX]], la Cienciología ha sido uno de los más controvertidos desde prácticamente su fundación. La Iglesia de la Cienciología ha entrado en conflicto con los gobiernos de varios países (incluyendo los [[Estados Unidos]], el [[Reino Unido]] y [[Alemania]]) en numerosas ocasiones a lo largo de los años. Otro punto de controversia es la infiltración de la Cienciología en la [[Hacienda Pública]] de los Estados Unidos en la llamada «[[Operación Blancanieves]]». Once cienciólogos de elevado rango, incluida Mary Sue Hubbard (esposa de L. Ron Hubbard), fueron condenados a prisión por su participación en esta infiltración.
ianética no nació de una manera sosegada. Incluso antes de la publicación del libro de L. Ronald Hubbard Dianética: La ciencia moderna de la salud mental, ya se había creado un clima de interés a una escala relativamente pequeña, si se compara con lo que vendría después. Todo comenzó con una copia mimeografiada de su más temprana obra: Dianética: La tesis original, que pasó de mano en mano por todo el país, y continuó con un artículo en el diario del Explorer’s Club.

Más adelante, el 9 de mayo de 1950, Dianética: La ciencia moderna de la salud mental llegó a las librerías. Casi de forma inmediata, una oleada de entusiasmo público colocó el libro en las listas de best-séllers. Las tiendas simplemente no podían mantener las reservas de ejemplares, ya que cientos de miles de personas en toda la nación se reunían en grupos de lectura en voz alta; incluso los descubrimientos del Sr. Hubbard habían comenzado a afianzarse en tierras lejanas. Para hacer frente a tan sorprendente respuesta desde todos los sectores de la sociedad - las corrientes de moda, el mundo académico y, lo más importante, el hombre de la calle -, el editor mandó imprimir nuevas ediciones rápidamente. Sin embargo, la oferta a duras penas podía suplir la demanda. Al cabo de seis semanas, Dianética era no sólo un fenómeno; también suponía el comienzo del movimiento global que hoy en día sigue creciendo.

Sin embargo, había unos cuantos entre ciertos sectores sociales, que no eran tan entusiastas, es decir, ciertos miembros del sector médico y (o) psiquiátrico norteamericano. El hecho de que constituyeran un grupo penosamente pequeño - literalmente se podían contar por docenas - era algo que no les preocupaba necesariamente. Estaban bien atrincherados y tenían buenos contactos, y cuando decidieron que debían ponerle freno a Dianética para preservar su dominio, se prepararon a conciencia para hacer uso de cada uno de estos contactos.

Por ese motivo, ocurrió que se desataron dos fuerzas diametralmente opuestas el 9 de mayo de 1950. Por un lado estaban los cientos de miles de hombres y mujeres de la calle que leían y aplicaban ávidamente Dianética con un éxito extraordinario. Por otro, una pequeña camarilla de médicos y psiquiatras que no sabían nada sobre la mente humana y que ni siquiera habían leído Dianética. No obstante, estaban seguros de que un libro que hiciese factible el automejoramiento para cualquiera, constituiría una seria pérdida económica para el statu quo médico. Después de todo, según argumentaban, ¿cómo podían los psiquiatras esperar exigir grandes salarios si los ciudadanos de a pie tienen más conocimientos sobre la mente que ellos mismos? Considerado en este contexto, el 9 de mayo de 1950 no presenció solamente el nacimiento de Dianética, sino también el primer disparo por parte de la psiquiatría que comenzaba una guerra.

Para comprender las fuerzas que se alinearon contra L. Ronald Hubbard en esta guerra que él nunca empezó, es necesario echar una rápida ojeada a la vieja y venerable ciencia de la psiquiatría; que en realidad no era nada de eso. Como institución, su aparición se remonta a poco antes del cambio de siglo; sin duda no es digna de respeto por razones de edad o dignidad; tampoco responde a ninguna definición conocida de ciencia, con su mezcla de teorías sin probar, que nunca han dado ningún resultado: excepto una habilidad para volver más dócil y apaciguado al rebelde e ingobernable, y convertir en almas apáticas a los aquejados de problemas, sin relación alguna con lo que es la asistencia.

El hecho de que se promocione a sí misma como una profesión de curación es una representación falsa, por no decir algo peor. Su misión es controlar.

La psiquiatría, tal y como la conocemos hoy en día, es más un sacerdocio que una ciencia. Su conglomerado de teorías “a medio hacer” las transmite una élite arbitraria: autoridades que han conseguido alcanzar esa condición a través de sus conocidos y engatusando al gobierno para que les conceda aún más dinero en subvenciones. Mientras tanto, en cuanto a lo que hacen en realidad, existen solamente tres métodos primarios de “tratamiento": electrochoque, psicocirugía y fármacos psicotrópicos.

Para ilustrar la base científica de esta “ciencia”, en la Italia fascista de los años 30, el catedrático Ugo Cerletti señalaba que allá por el año 43 después de Cristo aproximadamente, los ciudadanos romanos a veces intentaban librarse de los dolores de cabeza colocándose un pez torpedo sobre la cabeza. Un pez torpedo genera unos veinticinco voltios de electricidad. Tal vez se trataba sólo de una coincidencia el hecho de que el imperio cayese poco después de esto, pero sea como fuere, Cerletti no se dejó impresionar por esta observación y estableció una nueva senda. Comenzó sus experimentos sacrificando perros por medio de enormes descargas eléctricas. De todos modos, antes de que pudiese reducir de forma considerable la población canina de Roma, le llegó la inspiración en forma de visita a un matadero de cerdos. Allí, para deleite suyo, descubrió que los cerdos no morían por la electricidad administrada, sino que esta les provocaba convulsiones de tipo epiléptico, para que los carniceros les pudiesen cortar con comodidad la garganta. Después de mucha experimentación – con la consecuente pérdida de cerdos – para descubrir qué cantidad de electricidad se necesita para sacrificar una de esas criaturas porcinas, ya estaba preparado para experimentar con hombres.

El desafortunado vagabundo que eligió (generosamente cedido por la policía), recibió una descarga de setenta voltios en la cabeza, y cayó para después gritar: “Otra más no. ¡Me matará!”. Más tarde, se descubriría que los seres humanos podían soportar entre 140 y 150 voltios en el cerebro. De esta forma nació la terapia de choque electroconvulsivo (ECT, Electro Convulsive shock Therapy).

Según los historiadores médicos, la psicocirugía tuvo, de igual forma, unos principios mezquinos. En 1848, Phineas Gage, de Vermont, estaba observando atentamente un agujero para detonaciones cuando estalló una carga y una barra de apisonamiento le atravesó el cerebro: un desafortunado accidente al que logró sobrevivir.

Sin embargo, su astuto médico advirtió con asombro que ¡Gage había cambiado! Un cambio bastante evidente: de ser diligente y capaz, a ser licencioso y frívolo. De esta manera, Gage puede ocupar su lugar en la historia como la primera persona que sobrevivió a una lobotomía. El hombre que realmente se consideró a sí mismo como el padre de la lobotomía (un procedimiento que se lleva a cabo en pacientes indisciplinados para poder manejarlos más fácilmente) fue el doctor Egas Moniz, que operó a un centenar de pacientes. De todos modos, la operación podría haber sido un éxito en un caso al menos, pero el doctor murió: le disparó uno de sus pacientes a los que había hecho lobotomías. Una de las más tristes ironías de la historia médica es que se le concediese en 1949 el premio Nobel por este cuestionable avance. Sin embargo, esto garantizó que muchos siguieran el camino trazado por él.

En cuanto a los fármacos, los hechiceros han utilizado su variedad natural durante siglos. Los fármacos psicotrópicos actuales comenzaron su desarrollo en intentos de lavado de cerebro a ciudadanos rebeldes y a prisioneros políticos. Prácticamente la totalidad de la investigación original (en Rusia, Alemania y Estados Unidos) se consolidó gracias a los departamentos de inteligencia. Una vez más, el objetivo era hacer a los individuos más dóciles y manejables. Y en los Estados Unidos, al menos la mayor parte de esto, era ilegal y se realizó en militares y civiles que no sabían lo que estaba pasando. Excepto, por supuesto, en el ejemplo del psiquiatra de la CIA citado a menudo, el doctor Louis Jolyon West, el único hombre, que se sepa, capaz de haber matado a un elefante con LSD.

Toda esta experimentación (drogas, psicocirugía, ECT), que nunca ha curado a nadie de nada sino, por el contrario, o bien ha hecho más dóciles a las personas o les ha causado daños más allá de lo imaginable, nunca ha frenado a la comunidad psiquiátrica a la hora de continuar con estas prácticas. Después de todo, son las únicas herramientas que poseen. Sin ellas, no tendrían nada que vender.

Todo esto saca a relucir un tema crucial: ¿a quién venden sus servicios? No al público en general (e incluso a veces ni siquiera a sus propios pacientes), puesto que la mayoría no cree en esta parodia de la ciencia y jamás albergaría la idea de visitar a un psiquiatra. Luego, por supuesto, está también la vergüenza y la turbación que conlleva el ir al psiquiatra: lo cual se debe, en gran medida, a la forma en que los propios psiquiatras han descrito las enfermedades mentales en una campaña de ventas que fracasó. Los únicos clientes que tienen, los únicos dispuestos a pagar por sus servicios (y de forma muy generosa), son los gobiernos; en particular, los brazos clandestinos del gobierno, o los que desean controlar a la gente, ya sean prisioneros, niños o marginados.

Estos constituyen, por tanto, la fuerza que intentó frenar a Dianética y Scientology.

Y este es el mundo en el que apareció Dianética. Un mundo donde la psiquiatría se atrincheró entre los servicios de inteligencia norteamericanos, viviendo a costa de las subvenciones del gobierno y experimentando (con la ayuda de científicos que habían sido nazis) con personas que no se daban cuenta de ello. Un mundo en el que a quienes los criticaban se les calificaba de locos y se decía que “necesitaban asistencia psiquiátrica”.

Así se trazaron las líneas de batalla. Dianética ofrecía un medio para llegar a la felicidad, la estabilidad y el éxito. Proporcionaba una solución contra las enfermedades de tipo psicosomático. Suscitó interés en el funcionamiento de la mente entre personas de todas las clases sociales y edades, y proporcionó un método a la gente de la calle que, por primera vez, se podía utilizar para mejorar la propia condición. Asimismo, no se debería olvidar que L. Ronald Hubbard consiguió algo que los psiquiatras llevan intentando mucho tiempo: escribir un libro sobre la mente que fuese genuinamente popular, que la gente quisiese leer de verdad y que fuese tanto comprensible como aplicable.

Sin embargo, Dianética fue más lejos. Catalogó como peligrosos los fármacos más recientes e importantes. Y denunció de manera directa los delitos inhumanos cometidos por los psiquiatras y el daño que estos causaron con el ECT y las lobotomías, documentando el daño irreparable que estos tratamientos causaban en tejidos cerebrales sanos.

Es comprensible que los profesionales de la salud mental se encolerizasen por las poco suaves recriminaciones del Sr. Hubbard, sobre todo porque él no formaba parte de su elitista camarilla.

Sin embargo, una vez que estuvo todo dicho y hecho, el tema tomó un cariz claramente económico: ¿Durante cuánto tiempo más se podría continuar convenciendo al contribuyente norteamericano para que sufragara la factura multimillonaria de las subvenciones a los psiquiatras, frente a lo que Dianética podría lograr por el precio de un libro?

Entre las muchísimas reseñas y artículos positivos sobre Dianética, se lanzaron unos pocos “golpes” diseñados de manera especial y colocados estratégicamente para disminuir el entusiasmo de la gente.

Estas primeras “reseñas” negativas sobre Dianética llegaron a través de la Asociación Médica Norteamericana, la AMA, (American Medical Association): un grupo que se oponía instintivamente a cualquier medio no regulado o no perteneciente a su grupo para la mejora de la salud y la vida. Pero no era lo que parecía; era más bien el resultado de un acto de ventriloquia. El verdadero vínculo con la AMA lo llevó a cabo el director médico de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana, la APA (American Psychiatric Association), el doctor Daniel Blain, que sabía bien que la psiquiatría no gozaba en absoluto de la credibilidad que tenían sus colegas médicos, ni de su influencia. Lo que parecía ser la voz de la AMA era sobre todo la suya y la de sus colegas.

Pero utilizar a la AMA para disparar al azar era sólo el primer asalto. El plan completo de la APA era bastante más elaborado. En primer lugar, se iba a publicar propaganda falsa en periódicos “de prestigio”. A continuación, una vez que los “expertos” le hubieron dado el visto bueno, estas opiniones se trasladarían a los principales medios de comunicación. Se crearían expedientes que contuvieran toda esta poco halagüeña “información”, y se iría mucho más lejos, incluyendo, desde luego, el apropiarse de organismos del gobierno.

Aunque el plan era simple, tanto en diseño como en ejecución, las consecuencias iban a ser trascendentales. De hecho, en un grado u otro, los posteriores ataques a Dianética y Scientology no serían sino el resultado de este programa original para confeccionar expedientes falsos y después distribuirlos por todas partes.

Durante el continuo proceso de investigación sobre Dianética, como auditor y como observador de otros auditores, el Sr. Hubbard se encontró de forma natural con una amplia variedad de casos. Y era por tanto inevitable que entre estos se encontraran aquellos que habían estado en manos de psiquiatras estrechamente asociados con los grupos de inteligencia.

De esta forma, veinticinco años antes de que el congreso hiciese públicos los hechos, resultó que el Sr. Hubbard fue el primero en anunciar y atacar los programas de manipulación de la mente por parte del gobierno. En definitiva, por supuesto, estas y otras revelaciones sobre el comportamiento impropio de la Agencia Central de Inteligencia (Central Intelligence Agency, CIA), cambiaron completamente la opinión pública sobre este organismo.

El vehículo para su revelación fue su libro de 1951, La ciencia de la supervivencia, en el que el Sr. Hubbard describía en términos exactos el uso combinado del dolor, los fármacos y la hipnosis como una técnica de la peor clase para la modificación del comportamiento. Se utilizaba tanto en labores de espionaje, comentaba él, que ya hacía mucho que había pasado el momento en que la gente debiera alarmarse. Había sido necesaria la auditación de Dianética para descubrir la extendida existencia de estas técnicas de lavado de cerebro; y añadió que lo único que podía salvarlos era que Dianética podía anular sus efectos.

Al hablar el Sr. Hubbard y los dianeticistas tan claramente de esta encubierta actividad gubernamental, él había agravado su “crimen": en su primer libro, ofendía a los psiquiatras; en el segundo, a los organismos de inteligencia. No era sorprendente que ambos, ya tan estrechamente relacionados, se uniesen ahora más aún en el esfuerzo común de frenarlo. Lo realmente sorprendente fue la velocidad y la frecuencia de los ataques posteriores. Hacia mediados de los años cincuenta, al menos media docena de organismos federales, incluyendo la Oficina de Información Federal (FBI), el Servicio de Tributación Interior (IRS, Internal Revenue Service) y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, Food and Drug Administration), se unieron en el esfuerzo por detener a Dianética y su ataque al campo de la salud mental.

“Habrías pensado que, como mínimo, yo estaba incitando al levantamiento de poblaciones enteras y la caída de los gobiernos”, escribiría el Sr. Hubbard, ligeramente perplejo después de estos acontecimientos. “Todo lo que estaba haciendo en realidad era intentar explicarle al hombre que podía ser feliz, que había un camino para salir del sufrimiento y que podía lograr sus metas.”

Sin embargo, aun cuando el Sr. Hubbard había explicado con éxito al hombre que podía ser feliz y el número de cienciólogos había aumentado, la psiquiatría estaba intentando reforzar su dominio de la sociedad.

El plan conllevaba lo que se llegó a conocer como el Proyecto de Ley de Siberia, conocido actualmente como El Proyecto de Ley de Alaska sobre Salud Mental. Este nombre, más popular, procedía del hecho de que los resultados propuestos por este acariciado plan psiquiátrico se asemejaban a un campamento de tipo siberiano para pacientes de salud mental en los gélidos eriales de Alaska. Es de suponer que esto estaba lo suficientemente lejos de las transitadas carreteras del mundo como para permitir que los psiquiatras dirigieran su control mental y otros experimentos en una población reclusa, sin el obstáculo de la deslumbrante luz de la publicidad. Para asegurarse una población cautiva, la medida incorporaba un “procedimiento de internamiento simplificado”, tan simple, de hecho, que acababa con actividades costosas e inútiles, como juicios con jurado y defensas legales, y permitía a agentes judiciales, amigos, médicos y, desde luego, psiquiatras, iniciar el procedimiento de internamiento.

Pero justo después de enero de 1956 y con la aprobación unánime, aunque apenas perceptible, del proyecto de ley por el congreso, una coalición de miembros de la Iglesia de Scientology y grupos pro derechos civiles lanzaron una campaña para informar a los norteamericanos de lo que les esperaba con este proyecto de ley. Bajo el grito unánime de “¡Siberia, EE.UU.!”, una campaña masiva de cartas inspiraron a la oposición política.

Cuando todo acabó, la sección del proyecto de ley relativa al internamiento estaba merecidamente muerta, quedando un simple decreto para autorizar la financiación de salud mental en el territorio de Alaska.

Una psiquiatría herida devolvió el golpe; esta vez utilizando a la FDA como su principal ariete. Gracias al Decreto de Libertad de Información (Freedom of Information Act, FOIA), los cienciólogos descubrirían más tarde una montaña de documentos que demostraban perfectamente las actividades de sus participantes, incitados por miembros de la AMA y la APA. Tuvo lugar un verdadero desarrollo de frenética actividad, con correspondencia y reuniones entre las partes interesadas de la psiquiatría, el Departamento de Justicia, el departamento de policía de Washington DC, la oficina de correos estadounidense, el IRS, por supuesto la AMA, e incluso la Comandancia de Investigación Criminal del Ejército: todos ellos en conexión continua y constantemente espoleados por una psiquiatría ya extremadamente nerviosa.

¿Cuál ha sido el resultado de todas estas maquinaciones? La primera acción resultó un ridículo fracaso; la segunda, una pérdida de tiempo, y la tercera fue una situación embarazosa.

La primera, basada en el “chivatazo” de un psiquiatra de que la Iglesia de Scientology estaba utilizando drogas ilegales, llevó a una “incursión” en la iglesia de Washington, DC, por parte de un inspector federal que incautó unos cuantos frascos de dicha droga. Obviamente, ese caso no llegó a ninguna parte cuando resultó ser un compuesto corriente de vitamina B1, vitamina C, niacinamida y calcio.

Cuando se demostró que el tráfico de drogas era una premisa que no se podía explotar, la FDA y otros organismos interesados decidieron que el hecho de que Scientology practicase la medicina sin licencia proporcionaría tierra fértil para la exploración. El 19 de marzo de 1959, el agente de la FDA Taylor Quinn se infiltró en la iglesia, grabó un oficio religioso y pasó la información a la Oficina del Fiscal de EE.UU..

Desafortunadamente, como informó a la FDA, la iglesia le había pedido que firmase un contrato según el que no iba a aprender a curar a nadie. Tampoco se encontró prueba alguna de fraude.

Cuando se agotó por completo el tema de las drogas y las curaciones ilegales, el único camino que le quedaba a la FDA era el E-Metro. Tal vez, pensaron erróneamente, se utilizaba para “diagnosticar” o “curar enfermedades”. Así que el 4 de enero de 1963, inspectores federales, estibadores habilitados como funcionarios y agentes de policía armados irrumpieron en la Iglesia Fundacional de Scientology de Washington, amenazaron al staff y se marcharon con dos furgonetas no sólo de E-Metros, sino también de libros, textos y otros materiales.

Sin embargo, a pesar de tanto escándalo, esto no fue comparable con la verdadera audacia de las acciones llevadas a cabo en Seattle, donde las huellas dactilares de miembros de la FDA estaban prácticamente por toda la pistola utilizada para asesinar al jefe de la Iglesia de Scientology local.

Un residente de la localidad, Russell Johnson, que había oído hablar de las acciones de la FDA en Washington, DC, pensaba que se mostrarían comprensivos con su problema actual. Acudió a ellos para quejarse sobre “las prácticas de un tal doctor William Fisk, que actúa en nombre de la Iglesia de Scientology”, y alegó que Fisk estaba intentando seducir a su mujer.

El emprendedor funcionario de la FDA con el que habló, sugirió inmediatamente que Johnson aunara sus fuerzas a las de la FDA como “agente secreto” y se infiltrara en la iglesia. Johnson así lo hizo, cumpliendo con su deber; se presentó y se le dieron instrucciones de que regresara y obtuviera más información.

Johnson llevó el cumplimiento de su deber como agente de inteligencia hasta extremos trágicos y sangrientos. El 10 de septiembre de 1963, entró en la iglesia de Seattle y mató a disparos al director ejecutivo en una habitación llena de horrorizados miembros de la congregación.

La FDA llevó entonces el concepto de diligencia a nuevos y desagradables extremos. En lugar de admitir que uno de sus “agentes” acababa de cometer un asesinato, se pusieron en contacto con el departamento de policía de Seattle y se aseguraron de poder enviar a su propia gente de forma ilegal al recinto de la iglesia con el equipo de homicidios para recoger información para su “investigación”. Sin embargo, y como de costumbre, la FDA no descubrió nada ilegal en la iglesia.

Durante más de una década, la FDA permanecería obsesionada con el E-Metro. Junto con otros organismos del gobierno, infiltró de manera constante agentes e informadores en la iglesia, empleó micrófonos ocultos, puso un “sobrecargo” al correo de la iglesia y obtuvo información confidencial sobre las cuentas bancarias de la iglesia.

No llegaron a ninguna parte. En 1969, el Tribunal Federal de Apelación de Washington, DC, declaró que la Iglesia de Scientology era una religión genuina, protegida por la constitución norteamericana, y falló que el E-Metro no había sido etiquetado o utilizado incorrectamente.

Sin embargo, no fue sino hasta 1973 cuando una reacia FDA devolvió finalmente los materiales robados de la iglesia: 5.000 libros, 2.900 folletos y los E-Metros.

Aún queda un punto revelador que exponer sobre el fiasco de la FDA. Este comprende el reclutamiento por parte de la FDA del Saturday Evening Post y de su redactor más carismático, James Phelan.

Después de que la AMA se pusiese en contacto con el periódico para escribir una historia sobre Scientology, el Post le asignó el tema a Phelan, que viajó a Inglaterra para entrevistarse con el Sr. Hubbard. Se le dio una cálida bienvenida y se le atendió de la mejor manera posible, como corresponde a un periodista con apariencia de estar realmente interesado y ser imparcial, que es como él se presentaba a sí mismo.

Que Phelan era cualquier cosa menos eso, se podía extraer de dos hechos: inmediatamente después de su vuelta a Washington y antes de que la historia se publicase, entregó su historia a la FDA por motivos de coordinación; la historia resultante fue un incisivo trabajo de primer orden: un intento sin freno de calumniar al Sr. Hubbard y a Scientology; obviamente, una acción paralela a las tentativas de la FDA contra el uso del E-Metro.

A Phelan le siguieron muchos otros: una larga cadena de historias a través de los años, maquinadas para crear un clima que condujese al hostigamiento gubernamental. Era un modelo similar al que se dio en los años treinta en Alemania: las acciones de los medios de comunicación que tantísimo éxito tuvieron para despertar la “indignación” pública que legitimaría no sólo las más patentes violaciones de los derechos civiles sino, de hecho, el holocausto.

La FDA había demostrado de forma concluyente su incompetencia, no sólo en su chapucera orden de destruir a Scientology, sino también empleando tanto tiempo en llevarlo a cabo, permitiendo así que Scientology creciera de forma meteórica, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. De esta forma, la FDA fue relegada a hacer lo que mejor se le da: acosar a los vendedores de vitaminas y dar carta blanca a las poderosas compañías farmacéuticas mucho antes de la finalización de las pruebas de seguridad de los productos.

El peso de la misión pronto recayó sobre los hombros del IRS: más concretamente, sobre los hombros de un abogado de la oficina de la Asesora Jefe del IRS, una tal Charlotte Murphy. Un hecho digno de mención es su asistencia a reuniones, a mediados de los años cincuenta, del Comité de la Sociedad Médica sobre Salud Mental del Distrito de Columbia, junto con los principales patrocinadores del Proyecto de Ley de Siberia, el psiquiatra que había dado el “chivatazo” falso a la FDA de que la iglesia estaba implicada en asuntos de drogas ilegales, y unos psiquiatras de renombre que habían estado a la cabeza de los ataques a Dianética desde el primer día. Por lo tanto, no resulta sorprendente que la misma Murphy solicitara ocuparse exclusivamente de las cuestiones del IRS respecto a Scientology. Tampoco eran sorprendentes sus intenciones. Las dejó bien claras en un comunicado al director de la delegación del IRS en Washington, en el que preguntaba si existían “estatutos locales u ordenanzas disponibles como herramientas para reducir o clausurar su actividad”.

Lo que siguió fue un esfuerzo total para acosar a la iglesia denegando la exención de impuestos a varias iglesias de Scientology y emitiendo cargas de impuestos federales contra otras. Se proporcionó información a la oficina de correos para “apoyar un cargo de representación falsa”; y más adelante, muchos otros organismos del gobierno promovieron claras y ridículas falsedades del tipo de: “Los miembros consumen LSD y tal vez otras drogas de forma generalizada cuando se re�nen”, así como que la iglesia empleaba el “choque eléctrico” en sus feligreses en una “ceremonia de iniciación": invenciones que serían risibles si no hubiese sido por sus consecuencias.

El acoso al que se vieron sometidos la iglesia y sus líderes con fines totalmente ajenos a la correcta aplicación de las leyes sobre impuestos, salió a la luz de forma definitiva durante una serie de investigaciones y audiencias del congreso en los años setenta. Estas audiencias se centraron, entre otras cosas, en la infame “lista de enemigos” de la Casa Blanca de Nixon en 1969; salieron a la luz programas ilegales del IRS, que antes eran secretos, dirigidos contra individuos y organizaciones, incluyendo la Iglesia de Scientology.

La historia nos muestra que de los 213 nombres de la lista de Nixon, a 211 se les dejó en bancarrota, hundidos, dispersados o muertos. De hecho, de los individuos y organizaciones de esa infame “lista de enemigos”, sólo dos quedaron intactos: L. Ronald Hubbard y la Iglesia de Scientology. El hecho de que estos ataques continuasen durante tantos años como continuaron, sirve como estudio de cómo el ímpetu burocrático puede animar a tirar hacia delante, bastante después de que se haya olvidado la “razón” inicial.

Con la agotadora historia de los ataques del IRS se podría escribir un libro. Al enfrentarse a la alternativa de defenderse a sí misma o desaparecer, la iglesia utilizó el Decreto de Libertad de Información para obtener y sacar a la luz definitivamente documentos que demostraban un amplio abanico de conductas discriminatorias y actos ilegales contra la Iglesia de Scientology y sus feligreses por parte de ciertos elementos internos del IRS. Cuando este organismo negó el acceso a la información, la iglesia se vio forzada a pleitear en cientos de casos que, al final, sirvieron para sentar jurisprudencia, para la denuncia y confirmación de las cuestiones alegadas por la iglesia, y más aún. Un juez federal falló a favor de la iglesia en cuanto a la reforma de procedimientos del IRS que beneficiaban directamente “a unos 1.000 casos concernientes a temas legales idénticos”. Un funcionario del Departamento de Justicia de los Estados Unidos hizo notar que las acciones de la iglesia “contribuían de forma significativa a la preservación de la democracia para todos”. De hecho, hoy en día es prácticamente imposible leer un libro de texto legal sobre la FOIA sin encontrar un precedente establecido por la Iglesia de Scientology.

Los documentos conseguidos bajo la FOIA, llenaron montones de archivadores y revelaron un desfile genuinamente impactante de trucos sucios cuyos autores eran miembros del IRS que ansiaban la destrucción de la iglesia. Estos explican los intentos del IRS para redefinir el término “iglesia”, expresamente para privar a Scientology de la exención de impuestos. Al comprobar que esto no funcionaba, se produjo una historia aún más increíble: en un intento de eludir la ausencia de cualquier tipo de falta por parte de la iglesia, los desvergonzados empleados del IRS se dedicaron durante años a un complot corrupto de enormes proporciones.

Al frente de este esfuerzo estaba la delegación de Los Ángeles de la División de Investigaciones Criminales del IRS, CID (Criminal Investigations Division), una unidad de infausto recuerdo, cuyos incontables abusos contra la iglesia y contra muchos otros contribuyentes se convirtieron en el centro de extensivas audiencias del congreso en 1989 y 1990, y condujeron por último a reformas substanciales en el IRS. No obstante, antes de esto, la CID del IRS de Los Ángeles, junto con las oficinas de la cercana iglesia madre de la religión de Scientology, sostuvieron un tira y afloja sobre ciertas cuestiones clave del IRS relativas a Scientology.

El plan de la CID reclamaba nada menos que la destrucción completa de la iglesia. Sin embargo, aun cuando se hicieron intentos para infiltrarse en los locales de la iglesia y se forjaron conspiraciones para falsificar y colocar a escondidas documentos que más tarde serían “descubiertos” y utilizados como prueba, los abogados y el staff de la iglesia lo descubrieron todo. Así, además de preocuparse por la creciente humillación pública resultante de esta exposición, la CID tenía ahora que lidiar con otro problema: se habían pasado varios años investigando a la iglesia a un elevado coste para los contribuyentes, sólo para descubrir que no se había cometido ningún delito.

Aun así, en un último esfuerzo por salvar su reputación, la CID de Los Ángeles intentó convencer al Departamento de Justicia para llevar a cabo algún tipo cualquier tipo de procesamiento para justificar lo que había hecho. Puede que la justicia sea ciega, pero rara vez es estúpida, y los abogados del Departamento de Justicia reprendieron a la unidad y se negaron a apoyar cualquier tipo de procesamiento o incluso investigaciones adicionales.

Durante todo este ataque, la iglesia continuó con sus esfuerzos para conseguir un justo tratamiento por parte del IRS. Finalmente, en 1991, los dirigentes superiores de las organizaciones de la iglesia, se reunieron con funcionarios del IRS de Washington, DC. Una vez comenzadas las conversaciones, fuera del alcance y de la envenenada influencia de la CID de Los Ángeles, el resultado fue inevitable. Aun así, no fue ni rápido ni fácil, pues la IRS llevó a cabo una investigación de dos años, de una intensidad y profundidad sin parangón en la historia de las organizaciones libres de impuestos.

Los funcionarios del IRS sometieron a las iglesias de Scientology al escrutinio más intenso al que ninguna organización se haya enfrentado jamás, incluyendo una meticulosa revisión de sus operaciones y documentos de carácter financiero, así como un exhaustivo examen de todos y cada uno de los aspectos de la política de la iglesia y sus prácticas a todos los niveles, incluyendo los más altos niveles de su dirección.

La revisión del IRS tuvo como resultado cientos de preguntas detalladas que necesitaron miles de páginas de narraciones y muchas más páginas de documentos de carácter financiero. Seis equipos de entre cuatro y ocho agentes dirigieron la revisión a tiempo completo durante periodos de hasta diez semanas seguidas. Y al final de la investigación, el IRS había revisado más de un millón de páginas de información relacionadas con la religión de Scientology.

La IRS también revisó e investigó completamente las historias sensacionalistas de los medios de comunicación sobre Scientology basadas en los alegatos de algunos antiguos miembros descontentos. El organismo consideró que estos apóstatas no eran de fiar, y desestimó sus historias por considerarlas totalmente infundadas.

Para cuando las iglesias de Scientology recibieron la decisión final del IRS, se había compilado el mayor documento de tipo administrativo sobre una organización libre de impuestos (más de tres metros y medio de grosor) que se hubiera compilado jamás. Estas iglesias y sus representantes habían empleado cientos de horas en reuniones exhaustivas, y habían sido examinadas por los funcionarios de más alto rango en cuestiones de organizaciones libres de impuestos de la Oficina Nacional del IRS, que abarcaban las administraciones de tres comisionados del IRS.

Finalmente, el IRS llegó a la única conclusión posible tras la exhaustiva investigación: las iglesias de Scientology y las entidades relacionadas con ellas estaban organizadas y se movían exclusivamente con fines sociales y religiosos.

Así que el 1 de octubre de 1993, el Servicio de Tributación Interior de Estados Unidos publicó circulares oficiales que reconocían la condición de exención de impuestos para más de 150 iglesias, misiones, organizaciones de reforma social y otras entidades de Scientology por actuar exclusivamente con fines religiosos y sociales.

El reconocimiento del carácter religioso por parte del IRS fue universal e incondicional, y fue el resultado del más detallado y exhaustivo examen de una organización de tipo religioso en la historia del organismo. Se le concedió al IRS acceso libre a todos los niveles de la jerarquía eclesiástica de la iglesia. De esta forma, el examen del IRS no se limitó a las entidades estadounidenses, sino que incluyó de forma específica aspectos económicos y de otro tipo de organizaciones de la iglesia desde Australia a Canadá y desde Europa a Sudáfrica.

En consecuencia, Church of Scientology International (CSI), la iglesia madre de la religión de Scientology, no solamente recibió el reconocimiento de estar exenta de impuestos, sino también una carta de exención que abarcaba a todas las iglesias de Scientology bajo su supervisión eclesiástica. A los centros espirituales de la iglesia también se les reconoció la exención de impuestos, así como a las entidades editoriales de la iglesia.

Scientology Missions International (SMI) recibió su propia exención. Asimismo, recibió un grupo de cartas de exención para todas las misiones de Scientology bajo su supervisión eclesiástica.

El reconocimiento del IRS no sólo puso fin a décadas de conflictos entre iglesias y el Servicio de Tributación Interior, sino que también trajo el reconocimiento formal del carácter religioso de Scientology y de su naturaleza benéfica para la sociedad en su totalidad.

Tras esa victoria y los esfuerzos de la iglesia por denunciar las acciones indebidas del IRS, llegaron muchas reformas que beneficiaba a todos los ciudadanos norteamericanos. La Declaración de Derechos del Contribuyente, ahora una realidad legislativa, existe actualmente debido en gran parte a la perseverancia de la Iglesia de Scientology y sus feligreses, que denunciaron los extendidos abusos por parte del IRS y exigieron un freno a abusos futuros. A través de su empleo del FOIA, la iglesia sacó a la luz pública definitivamente la conducta impropia y los errores informáticos que podían haber tenido como consecuencia el gasto de mil millones de dólares en valoraciones incorrectas. El movimiento, que ya ha conseguido ímpetu en el congreso para hacer realidad –más que retórica– la arrolladora reforma sobre impuestos, es en gran medida fácil de atribuir al trabajo de apertura del camino que realizaron los cienciólogos.

En resumen, cuando acabó la guerra con el IRS, el terreno ganado en el camino a esa resolución generó las victorias de que hoy disfrutan todos los norteamericanos.

Aunque el ataque de cuarenta años contra Scientology había adquirido grandes proporciones, se debe recordar su origen: ese pequeño pero influyente círculo de psiquiatras. Tampoco cambiaron los medios con los años: las falsas imputaciones disimuladas selectivamente en los medios de comunicación y más tarde sembradas en los archivos federales como un “hecho” antecedente.

Es un método, con pequeñas variaciones, que también sirvió para causar problemas en el extranjero. El conducto internacional partió de los Estados Unidos, principalmente mediante las conexiones del IRS y del FBI, viajó por los canales de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), ubicada en Francia, y llegó a los organismos de inteligencia y policía de varias naciones.

Lo que ocurrió era bastante predecible: ataques contra Scientology por parte de organismos gubernamentales en Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, España y Australia; todo ello con un fuerte apoyo de los medios de comunicación e implicando las más escandalosas imputaciones. Sin embargo, como de costumbre, triunfó Scientology.

Y justamente igual que habían aparecido miembros en el seno del IRS deseosos de examinar los hechos y acabar con las mentiras sobre Scientology, ocurrió lo mismo con la Interpol. Tras el reconocimiento del IRS, los altos cargos de la iglesia pudieron reunirse con altos cargos de la Interpol para presentarles la verdad.

De la misma forma, la Interpol reconoció el carácter religioso de Scientology. La iglesia y el organismo policial resolvieron pacíficamente todas sus diferencias. Obedeciendo sus propios estatutos de no implicarse en cuestiones religiosas, hoy la Interpol no conserva informes sobre la Iglesia de Scientology.

El reconocimiento de Scientology por parte del IRS fue un imponente golpe para aquellos que habían mantenido en marcha los ataques a la iglesia durante tantas décadas. Sin embargo, a pesar de esto y a pesar del final de la campaña internacional de desinformación que también se había mantenido todo ese tiempo, los psiquiatras que habían alimentado esta campaña entre bastidores continuaron atacando a traición en otros frentes.

Uno de los vectores de ataque eran los llamados grupos “anti-secta”. Durante muchos años, la psiquiatría había utilizado cierto tipo de grupos pantalla para atacar a Scientology y a otras iglesias, tanto en los Estados Unidos como en Europa. Uno de los más notorios era el “Cult Awareness Network” (Red de Concienciación sobre Sectas), más conocido como CAN.

CAN se había convertido en un ejemplo en los Estados Unidos de lo que es la información falsa y partidista que se utilizaba para fomentar prejuicios, odio y miedo hacia Scientology y otras muchas religiones, tanto antiguas como nuevas. Se trataba de una organización que se aprovechaba de los crédulos para violar los derechos civiles de los inocentes a cambio de compensaciones económicas. Sus miembros estaban constantemente asociados a secuestros, ataques y violaciones.

La Iglesia de Scientology respondió con una campaña de información pública a nivel nacional en la que se contaba la verdad sobre esta organización a departamentos de policía, jueces, fiscales de distrito y organizaciones religiosas y sociales de todo el país. Y la ola resultante de indignación y condena públicas dio lugar a una reacción contra CAN.

En 1996, se obligó a CAN a la liquidación, después de infructuosos intentos de escapar a una sentencia de pago de 1,1 millones de dólares por daños dictada por un tribunal de distrito de Seattle, declarándose en bancarrota. El caso implicó a un joven cristiano al que había secuestrado y atacado un “desprogramador” de CAN.

Más tarde se lanzó un ataque más contra la iglesia desde una dirección diferente: el territorio tecnológico de Internet. Desde este, un puñado de apóstatas, con la ayuda de psiquiatras y apologistas procedentes de los medios de comunicación, que habían aparecido de forma destacada durante años en ataques contra Scientology, empezaron a distribuir ampliamente escritos registrados y confidenciales que habían sido robados de una iglesia de Scientology en Dinamarca.

Cuando la Iglesia de Scientology emprendió acciones legales contra estos piratas de los derechos de autor, los implicados reclamaron el amparo de la “libertad de expresión” por sus actos delictivos.

Los tribunales lo desestimaron. En tres casos diferentes, los jueces emitieron su veredicto de forma inequívoca contra aquellos que distribuían los materiales robados, y apoyaron el derecho de la Iglesia de Scientology a proteger sus textos sagrados de la distribución ilegal en Internet.

Así está el asunto. Figuras clave del campo de la psiquiatría, sus aliados del gobierno estadounidense y sus colegas psiquiatras del extranjero han gastado juntos muchísimos millones de dólares en todo el mundo para detener a Scientology.

Y nunca lo han conseguido

Mientras que la psiquiatría hacía que los organismos gubernamentales norteamericanos se infiltraran en la iglesia a principios y mediados de los sesenta y la asaltasen e investigasen, y en Australia y Gran Bretaña se realizaban pesquisas durante la misma década, las tecnologías de Scientology y Dianética estaban ampliamente disponibles en cinco países. A pesar de los ataques ininterrumpidos, estas tecnologías llegaron a estar disponibles en cinco países más a mediados de los setenta, en cincuenta y seis países a finales de los ochenta, y en setenta y cuatro países a principios de los noventa. En 1998, existen más de 1.400 iglesias, misiones y grupos situados en unos 130 países. Todo esto demuestra que la psiquiatría ha sido prácticamente tan efectiva en frenar a Scientology como lo ha sido en el tratamiento de las enfermedades mentales.

De hecho, está cada vez más claro que la psiquiatría no ofrece una contribución valiosa en absoluto para la sociedad. El choque eléctrico, las operaciones cerebrales y el drogar de manera indiscriminada a los pacientes en cámaras de los horrores al estilo del siglo XIX se han estado dando mientras los hospitales mentales mataban y mutilaban gente de manera cotidiana. Y durante el período en que la psiquiatría ha mantenido su posición de autoridad, ha imperado la época más dramática de descontento social, desobediencia civil, proliferación de drogas y criminalidad en la historia del mundo occidental.

En la actualidad, existen 500 dianeticistas y cienciólogos por cada psiquiatra, y, mientras Scientology se expande, el número de matriculaciones universitarias en psiquiatría ha sufrido un descenso drástico desde que alcanzara sus cifras más altas en los sesenta. Sin las subvenciones del gobierno, incluso estos pocos psiquiatras no podrían sobrevivir económicamente, puesto que no tienen nada que ofrecer que merezca un céntimo del dinero público.

De ahí que mientras que Scientology es más visible que nunca, con iglesias diseminadas por todos los continentes de la Tierra y millones de feligreses en todo el mundo, hay que hacer un gran esfuerzo para encontrar un sólo psiquiatra con una placa en su puerta. Es cierto que todavía se les puede encontrar en desvencijados despachos estatales de linóleo y hospitales del condado o alojados en la burocracia federal. Pero, ¿cuándo fue la última vez que alguien vió un anuncio de lobotomías, choques eléctricos y drogas que incapaciten de verdad?

En pocas palabras, mientras que la psiquiatría, que vive a costa de las ayudas del gobierno, se reduce, Scientology, que solamente recibe dinero de donativos de gente que sabe cómo funciona, está creciendo más rápidamente que cualquier otra religión en el mundo. Y si Scientology tuviese algo que esconder, no habría sobrevivido a los implacables ataques detallados en este capítulo.

La historia de los ataques contra Scientology es, pues, básicamente muy simple. Dianética y Scientology interfirieron con intereses creados que, entonces, intentaron destruirla despiadadamente. La cuestión no fue nunca que la Iglesia de Scientology actuara de forma incorrecta; se trataba simplemente de la intrusión en un territorio reclamado por una industria de salud mental que no se detendría ante nada para preservar sus intereses.

Sin embargo, aunque la ofensiva de la psiquiatría contra Scientology ha sido vencida, la batalla no ha terminado y continúan las escaramuzas.

A pesar del reconocimiento por parte del IRS en Estados Unidos del carácter religioso de la Iglesia de Scientology, existen países menos informados que no poseen una tradición de libertad religiosa, que están dominados por las religiones del estado, las cuales consideran como competidoras a las otras, y que poseen una larga y dolorosa tradición de intolerancia. En estos países, la estrategia es la misma que otrora existiera en Estados Unidos. Los mismos informes falsos que se colocan como semillas en los archivos del gobierno, la misma clase de psiquiatras realizando declaraciones de carácter autoritario y el mismo tipo de medios de comunicación que repiten ciegamente acusaciones sin sentido.

Pero del mismo modo que en Estados Unidos, donde la verdad demostró una vez más su poder, triunfando sobre circunstancias que habrían aplastado a cualquier causa menor, así será también en estos países. Queda claro ahora que, cuando cualquier organismo del gobierno demuestra la suficiente integridad para investigar realmente a la Iglesia de Scientology, para examinar los informes falsos, las difamaciones, los rumores y las insinuaciones, para comprobar por sí mismos qué es y qué hace la iglesia realmente, no le queda otra salida que reconocer el carácter religioso de Scientology y el beneficio que reporta. Aunque algunos todavía se aferran a los mohosos y viejos archivos con recortes amarillentos que datan de aquellos primeros días de 1950, ellos también tendrán que adentrarse en el presente y entrar en la corriente del futuro.

Estaría bien por tanto recordar que cuando se escuchen informes alarmantes sobre Dianética y Scientology, procederán de aquellos que preferirían tratar los problemas con drogas que alteran la mente o con la suficiente electricidad para causar convulsiones a un cerdo; y, como hasta cualquier necio sabe, meter un dedo en un enchufe o sujetar electrodos al cráneo de alguien no cura nada. (Ni siquiera los psiquiatras son tan estúpidos. Cuando les ofrecieron abiertamente 10.000 dólares por seguir su propio “tratamiento”, nadie accedió a someterse a la terapia electroconvulsiva.)

Las lecciones de historia proporcionan el mejor contexto desde el que considerar tales ataques. Todos los grandes movimientos que han abierto nuevas perspectivas y sacudido los pilares del pensamiento arcaico han sido atacados por los que se benefician de que prevalezcan las ideas obsoletas. Así, cuando los cienciólogos continúan con su trabajo hacia una civilización sin demencia, sin criminalidad y sin guerras, aquellos que tienen intereses millonarios justamente en esos males seguirán repartiendo golpes.


La actual controversia entre la Iglesia de la Cienciología y sus críticos incluye los siguientes aspectos:
Pero no deja de ser irónico el considerar estos ataques en un contexto temporal. Scientology no eligió librar esta batalla con la psiquiatría y, desde luego, no fue la que disparó las primeras balas. El Sr. Hubbard era simplemente el único que proporcionó respuestas auténticas a los problemas de la mente. Tal vez al percibir los psiquiatras que, implícita en una solución para la mente, estaba su propia desaparición, estos decidieron destruirlo a él y a su tecnología. Y justo como temían, Scientology se ha convertido en su justo castigo, sacando a la luz su brutalidad y sus crímenes.
*Alegaciones de actividades criminales de la Iglesia de la Cienciología y sus miembros.
*Activismo de Cienciólogos en contra de la [[psiquiatría]], y principalmente las drogas psiquiátricas como Prozac, Haldol, Paxil y [[Metilfenidato|Ritalin]].
*Denuncias de [[lavado de cerebro]] y [[control mental]].
*Política de desconexión del mundo.
*Acusaciones de que L. Ron Hubbard creó una religión para lucrarse.
*Muertes misteriosas de cienciólogos.
*Acciones planificadas de la Cienciología contra sus críticos y enemigos.


== La Cienciología contra Internet ==
Lo que queda de la vieja guardia se va quedando cada vez más aislado, y las voces chillonas de sus herederos se debilitan cada vez más. Hagan lo que hagan por mantener sus posiciones de privilegio y difundir sus falsedades, los ojos y oídos del mundo han cambiado. La verdad, después de todo, difunde su luz. Las oscuras sombras en las que se han escondido son aún menos densas.
{{AP|Cienciología contra Internet}}
{{VT|Proyecto Chanology}}


Los líderes de la Cienciología han emprendido amplias operaciones en Internet para ocuparse de las crecientes acusaciones de fraude y revelaciones de falta de escrúpulos dentro de la Cienciología. La organización sostiene que está tomando medidas para evitar la distribución de documentos y publicaciones en línea cienciológicas protegidas por [[derechos de autor]]. Sin embargo, sus críticos (y muchos usuarios de Internet) denuncian que la organización está intentando abolir la libertad de expresión. En enero de 1995 esta iglesia intentó silenciar las discusiones que se mantenían en el [[grupo de noticias]] [[alt.religion.scientology]] publicando un mensaje de control destinado a eliminar el grupo de todos los servidores de [[Usenet]], y empezó a demandar a individuos por enviar copias de sus escrituras a éste, acciones que provocaron que miles de usuarios de Internet de todo el mundo echasen un atento vistazo a la Cienciología. Durante varios años desde mediados de 1996, el grupo de noticias fue blanco de otro intento de supresión, esta vez en la forma de cientos de [[Sporgery|mensajes basura]] enviados al grupo. Aunque la Iglesia no confirmó ni negó que estuviese tras todo ese «[[spam]]», algunos investigadores denunciaron que parte de él había sido rastreado hasta miembros de ella. La respuesta de la Cienciología a las críticas fue emitir un comunicado insistiendo en que sus acciones eran en realidad un ataque contra las [[expresión de odio|expresiones de odio]], que hacía numerosas afirmaciones de odio y violencia dirigidos contra la Cienciología.
Pero incluso cuando baja la intensidad de sus peroratas, existe otro punto que deberían considerar: el mundo que habían ayudado a crear, un mundo donde los locos desahuciados vagan sin rumbo por nuestras calles, donde el crimen sin sentido se cobra una vida cada pocos minutos y donde generaciones enteras se hunden bajo el doble ataque de la drogodependencia y el analfabetismo, es un mundo en el que ellos también tienen que vivir.


== Referencias ==
Y así, al final, incluso aquellos que intentaron frenar a Scientology se beneficiarán finalmente de su victoria.
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== Enlaces externos ==
== Enlaces externos ==
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=== Noticias y discusiones actuales ===
=== Noticias y discusiones actuales ===
* [news:alt.religion.scientology alt.religion.scientology] (inglés, [http://groups.google.com/group/alt.religion.scientology enlace en Google Groups])
* [http://www.religionnewsblog.com/category-cat=221.html ReligionNewsBlog.com: Seguimiento de noticias relacionadas con la Cienciología] (inglés)
* [http://www.religionnewsblog.com/category-cat=221.html ReligionNewsBlog.com: Seguimiento de noticias relacionadas con la Cienciología] (inglés)
*[http://www.laflecha.net/canales/curiosidades/noticias/donde-esta-la-meca-de-la-cienciologia? ¿Dónde está la meca de la cienciología?]
*[http://www.laflecha.net/canales/curiosidades/noticias/donde-esta-la-meca-de-la-cienciologia? ¿Dónde está la meca de la cienciología?]
*[http://www.el-universal.com.mx/internacional/56265.html Alemania va contra una secta religiosa]
*[http://www.elpais.com/articulo/sociedad/cienciologia/enfrenta/ley/elpepusoc/20080212elpepisoc_5/Tes Bélgica acusa al grupo de extorsión, estafa y otros delitos]
*[http://www.elpais.com/articulo/sociedad/cienciologia/enfrenta/ley/elpepusoc/20080212elpepisoc_5/Tes Bélgica acusa al grupo de extorsión, estafa y otros delitos]


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:'''En español:'''
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* [http://www.antipsiquiatria.org/ensayos/secta_4.html El lado oscuro de la fuerza] – crítica a Cienciología en base a los libros de Rusell Miller, Jon Atack y el hijo de Hubbard
* [http://generacion_overt.260mb.com/index.html Generación Overt]
* [http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=1584 Extraña Cienciología]
* [http://ar.geocities.com/robertodiazorg/ Web de un Ex Miembro de la Iglesia de la Cienciología] (inglés y español)
* [http://ar.geocities.com/robertodiazorg/ Web de un Ex Miembro de la Iglesia de la Cienciología] (inglés y español)
* [http://www.xenu.net/archive/leaflet/xenusp.htm Historia de Xenu, el señor oscuro]
* [http://www.xenu.net/archive/leaflet/xenusp.htm Historia de Xenu, el señor oscuro]


:'''En inglés:'''
:'''En inglés:'''
* [http://www.xenu.net/ Operation Clambake] ([http://www.clambake.org espejo])
* [http://www.factnet.org/Scientology/dianetics.html Archivo en línea de FACTNET sobre Cienciología y Dianetica]
* [http://www-2.cs.cmu.edu/~dst/Fishman/time-behar.html Artículo de la revista ''Time'' sobre la Cienciología]
* [http://www.apologeticsindex.org/s04.html Entrada de Apologetics Index sobre la Cienciología]
* [http://www.suburbia.net/~fun/scn/ Colección de recursos de los críticos australianos de la Cienciología]
* [http://www.cosvm.org/ Programa de ministros voluntarios de la Cienciología]
* [http://www.cosvm.org/ Programa de ministros voluntarios de la Cienciología]
* [http://www.crackpots.org/ Crítica de Narconon]
* [http://www.crackpots.org/ Crítica de Narconon]
* [http://www.ronthewarhero.org/ Historia de L. Ron Hubbard en la marina estadounidense]
* [http://www.ronthewarhero.org/ Historia de L. Ron Hubbard en la marina estadounidense]
* [http://www.whyaretheydead.net/ Muertes relacionadas con la Cienciología]
* [http://www.scientomogy.com Scientomogy.com] - página que abiertamente se burla de la Cienciología.


[[Categoría:Cienciología| ]]
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Revisión del 23:06 28 may 2009

La cienciología es un sistema de creencias y enseñanzas, originalmente propuesto como una filosofía laica en 1952 por L. Ron Hubbard, y posteriormente reorientado desde 1953 como una «filosofía religiosa aplicada».

Está principalmente representada por la Iglesia de la Cienciología. Puesto que La Iglesia de la Cienciología ha mantenido una práctica de defender sus técnicas por medio de la legislación sobre derechos de autor y secretos comerciales, algunos críticos la llaman una organización comercial. A partir de los años 1980 la Iglesia de Cienciología ha usado pleitos jurídicos para defenderse contra organizaciones y particulares que la denuncian. Esto ha creado una crítica de no estar en consonancia con la imagen de una religión.

La cienciología como religión

Me gustaría comenzar una religión. ¡Ahí es donde está el dinero!
L. Ron Hubbard[1]

El reconocimiento de la Cienciología como religión (recibiendo las garantías legales y beneficios impositivos que se les suelen conceder) varía según los países. Mientras que países como Estados Unidos, Sudáfrica, Venezuela, Suecia y Australia le han otorgado este reconocimiento, son varios los países que han optado por considerarla una secta. En Francia es considerada secta absoluta y le ha negado el estatus de religión. En Bélgica se la considera una organización potencialmente peligrosa, investigada por las autoridades y los tribunales. Los tribunales de Suiza han dictado varias sentencias que niegan su carácter de religión y la califican como meramente comercial. En España la Audiencia Nacional ha reconocido su derecho a inscribirse en el Registro de Entidades Religiosas.[2][3]​ La naturaleza de la Cienciología es objeto de acalorado debate en todos estos países, independientemente de la postura oficial.

En 1982, el Tribunal Supremo de Australia dictaminó que el gobierno estatal de Victoria no podía declarar que la Iglesia de la Cienciología no era una religión (La Iglesia de la Nueva Fe contra la Oficina de Impuestos (Victoria) 1983, 154 CLR 120). El Tribunal trató el asunto de la fe, más que de la posible charlatanería: «La charlatanería es un precio necesario de la libertad religiosa, y si un autoproclamado profesor persuade a otros a creer en una religión que él propone, la falta de sinceridad o integridad por su parte no es incompatible con el carácter religioso de las creencias, prácticas y ejercicios aceptados por sus seguidores.»

En 1993, la Hacienda Pública de los Estados Unidos (IRS), «tras estudiar la voluminosa información sobre sus operaciones financieras y de otra índole proporcionada por la Iglesia», la reconoció como una «organización dirigida exclusivamente hacia fines religiosos y caritativos», estatus que había perdido en 1967 como consecuencia de una auditoría. Este cambio de postura de la IRS, tras mantener 25 años tesis contrarias, respaldadas por los tribunales, provocó polémica en numerosos medios por el secretismo del acuerdo alcanzado; en 1997 se publicó en The New York Times que funcionarios de la IRS encargados del caso habían llegado a ser vigilados por detectives privados contratados por la Iglesia de la Cienciología.

La Iglesia de la Cienciología ha gastado grandes cantidades de tiempo, esfuerzo y recursos en una ambiciosa campaña de relaciones públicas para proclamar al mundo que la Cienciología es un religión bona fide. La organización ha recopilado una considerable cantidad de recursos que señala como «prueba» de que es una religión, y los portavoces de la Cienciología a menudo emplean algún tiempo subrayándolo. Como ejemplo, la organización señala los siguientes estudios sobre las doctrinas religiosas de la Cienciología realizados por prominentes expertos en religión de diversas fes:

Los críticos suelen rechazar estos estudios al no considerarlos imparciales, pues consideran que los estudios fueron encargados por la Cienciología para presentar los resultados que la Cienciología quiere que el público escuche.

La Iglesia de la Cienciología también señala con frecuencia la exención fiscal otorgada a la organización por la Hacienda Pública estadounidense en octubre de 1993 como prueba de que es una religión.

Orígenes de la Cienciología

La Cienciología fue extendida y revisada a partir de la Dianética, un sistema anterior de técnicas de autoayuda originalmente propuesto en el libro de 1950 Dianética: La ciencia moderna de la salud mental. A mediados de los años 1950, Hubbard había relegado la Dianética a un subestudio de la Cienciología, si bien sigue siendo promocionada y difundida por la organizaciones cienciológicas. La principal diferencia entre ambas es que la Dianética es explícitamente secular, está centrada en la vida actual del individuo y trata de problemas físicos, mientras que la Cienciología adopta un enfoque más abiertamente religioso centrado en el tratamiento de cuestiones espirituales que abarcan múltiples vidas pasadas además de la actual. Hubbard fue acusado repetidamente de levantar una fachada religiosa a la Cienciología para que la organización mantuviese el estatus de exenta de impuestos y evitase la persecución por afirmaciones médicas falsas. Estas acusaciones han perseguido hasta hoy a la Iglesia de la Cienciología.

La palabra cienciología tiene su propia historia. Aunque actualmente está asociada casi exclusivamente con la obra de Hubbard, fue acuñada por el filólogo Alan Upward en 1907 como sinónimo de «pseudociencia». [1] En 1934, el escritor germano-argentino Anastasius Nordenholz publicó un libro usando la palabra positivamente: Scientologie, Wissenschaft von der Beschaffenheit und der Tauglichkeit des Wissens o Cienciología, Ciencia de la Constitución y la Utilidad del Conocimiento. [2] El libro de Nordenholz es un estudio de la consciencia, y su uso de la palabra no es demasiado diferente a la definición de Hubbard, «saber cómo saber». Sin embargo, no está claro si Hubbard estaba al tanto de estos usos anteriores. La palabra en sí es la unión de la palabra latina scio («saber» o «distinguir») y la griega λόγος lógos («la propia razón» o «pensamiento interno»). Parece plausible que el significado de Hubbard derive, como el de Nordenholz, de la simple traducción de estas raíces.

Creencias y prácticas

Las doctrinas de la Cienciología fueron establecidas por Hubbard cerca de 33 años desde 1952 hasta su muerte en enero de 1986 y difundidas en forma de miles de conferencias, libros, ensayos y políticas. La mayoría de los principios básicos de la Cienciología se presentaron durante los primeros 15 años de su existencia, dedicando posteriormente Hubbard la mayor parte de su tiempo a los más esotéricos niveles superiores (o «Tecnologías Avanzadas») del sistema de creencias cienciológico. La Iglesia describe sus acciones como una mejora y ampliación de la factibilidad y uso de estos principios.

Las creencias centrales de la Cienciología son que cada persona es un ser espiritual inmortal (llamado thetan) que posee una mente y un cuerpo, y que las personas son básicamente buenas. La vida que cada uno debería llevar es la de educación, conocimiento y mejora espiritual y ética continua, para poder así ser feliz y alcanzar la salvación definitiva, así como ser más efectivos en la creación de un mundo mejor. La Cienciología afirma ofrecer metodologías específicas para ayudar a la persona a conseguir esto.

Otro principio básico de la Cienciología es que hay tres componentes básicos interrelacionados (e intrínsecamente espirituales) que son el verdadero fundamento del «estado de vivir» (livingness) exitoso: afinidad, realidad (o acuerdo) y comunicación, que se equiparan al entendimiento. Hubbard llamó a esto «triángulo ARC». Los cienciólogos utilizan el ARC para mejorar sus vidas, basándose ante todo en la creencia de que elevar un aspecto del triángulo incrementa los otros dos.

En un intento de clarificar el concepto de mentes consciente, subconsciente e inconsciente, Hubbard escribió que la mente del hombre está estructurada en dos partes: la «mente analítica» y la «mente reactiva». Describió la mente analítica como la parte positiva, racional y calculadora, mientras la reactiva, de acuerdo con él, funciona sobre la base de estímulos y respuestas. Los cienciólogos creen que la mente reactiva es la raíz de la angustia individual, así como el origen de la aberración de la humanidad y su incapacidad para crear sociedades duraderas, prósperas y saludables

La metodología central de la Cienciología se denomina «auditación» (de la raíz latina aud-, «escuchar») y consiste en una comunicación personalizada con un «auditor» o ministro de esta iglesia. El auditor ayuda a la persona a llegar a comprenderse a sí mismo y a desentrañar la parte reactiva de su mente, es decir, «cargas» emocionales, incidentes traumáticos específicos, sus propias transgresiones éticas y malas decisiones del pasado que tienden a encerrarlo en una vida que no queda totalmente bajo su propio control.

La iglesia de la cienciología sostiene que su finalidad es un mundo sin guerra, crímenes ni locura, donde la gente buena y decente tenga la libertad de alcanzar sus metas.

Conforme un individuo avanza en la jerarquía dentro de la organización, demostrando estar más comprometido con ella, se le van revelando detalles sobre las creencias de la cienciología. Los niveles de esta jerarquía se llaman niveles OT. En los más avanzados de estos niveles les es revelado la existencia de Xenu. Xenu sería un emperador alienígena que dio inicio a una serie de eventos fantásticos que concluirían por explicar cómo los seres humanos son racimos de almas extraterrestres apiñadas dentro de cuerpos ajenos. Cada una de estas almas es llamada, en inglés, body thetans.

La Iglesia de la Cienciología

Sede de la Iglesia de la Cienciología en Madrid (España).

La Iglesia de la Cienciología se constituyó inicialmente en los Estados Unidos como una organización sin ánimo de lucro en 1953. Actualmente constituye el centro de una compleja red mundial de organizaciones dedicada a la promoción de las filosofías de L. Ron Hubbard en todos los ámbitos de la vida. Esto incluye centros de tratamiento contra la drogadicción (Narconon), programas de rehabilitación de delincuentes (Criminon), actividades para reformar el campo de la salud mental (Comisión de Ciudadanos para los Derechos Humanos), proyectos para implantar métodos educativos factibles y efectivos en las escuelas (Applied Scholastics), una campaña para devolver los valores morales a la vida (The Way to Happiness), una organización para educar y ayudar a los negocios a triunfar (World Institute of Scientology Enterprises o WISE) y una cruzada dirigida a los líderes mundiales así como al público en general para poner en práctica el documento de la ONU de 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La Iglesia de la Cienciología ha sido y continúa siendo una organización muy controvertida. Los distintos países han adoptado posiciones marcadamente diferentes hacia la Cienciología. El gobierno de los Estados Unidos considera a la Cienciología una religión protegida bajo la Primera Enmienda de su constitución. Otros países, notablemente en Europa, ha considerado a la Cienciología una secta potencialmente peligrosa y han restringido significativamente sus actividades en diversas ocasiones. Por ejemplo, el gobierno alemán no la considera una religión sino una organización financiera. La Cienciología también ha sido blanco de críticas de los defensores antisectas y ha provocado controversia por sus llamativas campañas contra la psiquiatría y la medicación psiquiátrica.

Las numerosas batallas legales libradas por la Iglesia de la Cienciología desde su fundación le han dado la reputación de una de las organizaciones religiosas más litigantes en existencia. (Véase también: Cienciología y el sistema legal.)

Grupos independientes cienciológicos

Aunque «Cienciología» se usa la mayoría de las veces como abreviatura de la Iglesia de la Cienciología, cierto número de grupos practican la Cienciología y la Dianética fuera del redil de la Iglesia oficial. Dichos grupos están siempre formados por disidentes de la Iglesia oficial y suelen argüir que ésta ha corrompido los principios de L. Ron Hubbard o bien que se ha vuelto excesivamente dominante. La Iglesia adopta un comportamiento extremadamente duro con los grupos disidentes, tachándolos de «apóstatas» (o «ardillas» en la jerga cienciológica) y sometiéndolos a menudo a una considerable presión legal y social. Los grupos disidentes evitan el nombre «Cienciología» para lograr así evitar ser demandados, y en su lugar se refieren a sí mismos colectivamente como la Zona Libre.

Los grupos de la Zona Libre son extremadamente heterogéneos en términos de doctrina, muy al contrario que la Iglesia oficial. Algunos de ellos practican una Cienciología más o menos pura, basada en los textos y principios originales (publicados por la Iglesia) de Hubbard pero sin la supervisión ni el sistema de tasas de la Iglesia oficial. Otros han desarrollado las ideas de Hubbard en formas radicalmente nuevas, algunas de las cuales son apenas reconocibles como relacionadas con la Cienciología.

Controversia y críticas

De los muchos nuevos movimientos religiosos que surgieron durante el siglo XX, la Cienciología ha sido uno de los más controvertidos desde prácticamente su fundación. La Iglesia de la Cienciología ha entrado en conflicto con los gobiernos de varios países (incluyendo los Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania) en numerosas ocasiones a lo largo de los años. Otro punto de controversia es la infiltración de la Cienciología en la Hacienda Pública de los Estados Unidos en la llamada «Operación Blancanieves». Once cienciólogos de elevado rango, incluida Mary Sue Hubbard (esposa de L. Ron Hubbard), fueron condenados a prisión por su participación en esta infiltración.

La actual controversia entre la Iglesia de la Cienciología y sus críticos incluye los siguientes aspectos:

  • Alegaciones de actividades criminales de la Iglesia de la Cienciología y sus miembros.
  • Activismo de Cienciólogos en contra de la psiquiatría, y principalmente las drogas psiquiátricas como Prozac, Haldol, Paxil y Ritalin.
  • Denuncias de lavado de cerebro y control mental.
  • Política de desconexión del mundo.
  • Acusaciones de que L. Ron Hubbard creó una religión para lucrarse.
  • Muertes misteriosas de cienciólogos.
  • Acciones planificadas de la Cienciología contra sus críticos y enemigos.

La Cienciología contra Internet

Los líderes de la Cienciología han emprendido amplias operaciones en Internet para ocuparse de las crecientes acusaciones de fraude y revelaciones de falta de escrúpulos dentro de la Cienciología. La organización sostiene que está tomando medidas para evitar la distribución de documentos y publicaciones en línea cienciológicas protegidas por derechos de autor. Sin embargo, sus críticos (y muchos usuarios de Internet) denuncian que la organización está intentando abolir la libertad de expresión. En enero de 1995 esta iglesia intentó silenciar las discusiones que se mantenían en el grupo de noticias alt.religion.scientology publicando un mensaje de control destinado a eliminar el grupo de todos los servidores de Usenet, y empezó a demandar a individuos por enviar copias de sus escrituras a éste, acciones que provocaron que miles de usuarios de Internet de todo el mundo echasen un atento vistazo a la Cienciología. Durante varios años desde mediados de 1996, el grupo de noticias fue blanco de otro intento de supresión, esta vez en la forma de cientos de mensajes basura enviados al grupo. Aunque la Iglesia no confirmó ni negó que estuviese tras todo ese «spam», algunos investigadores denunciaron que parte de él había sido rastreado hasta miembros de ella. La respuesta de la Cienciología a las críticas fue emitir un comunicado insistiendo en que sus acciones eran en realidad un ataque contra las expresiones de odio, que hacía numerosas afirmaciones de odio y violencia dirigidos contra la Cienciología.

Referencias

  1. L. Ron Hubbard a Lloyd A. Eshbach en 1949 como se cita en la autobiografía del primero: Eshbach, Lloyd Arthur (1983). Over My Shoulder: Reflections On A Science Fiction Era. ISBN 1-880418-11-8. «I'd like to start a religion. That's where the money is!» 
  2. «Observatorio de la libertad de instituciones religiosas». Consultado el 7 de diciembre de 2007. 
  3. «Sentencia de la Audiencia Nacional del 11 de octubre de 2007». Consultado el 7 de diciembre de 2007. 

Enlaces externos

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