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Mientras producía ''[[The Outlaw]]'', Hughes se obsesionó por un defecto de menor importancia en una de las blusas de [[Jane Russell]], argumentando que la tela se agrupaba a lo largo de una costura, con lo que daba la apariencia de que cada uno de los pechos de Russell tenía dos pezones. Estuvo tan preocupado por ello que llegó a redactar un detallado memorándum sobre cómo resolver el problema, y lo repartió entre los miembros del equipo de rodaje.
Mientras producía ''[[The Outlaw]]'', Hughes se obsesionó por un defecto de menor importancia en una de las blusas de [[Jane Russell]], argumentando que la tela se agrupaba a lo largo de una costura, con lo que daba la apariencia de que cada uno de los pechos de Russell tenía dos pezones. Estuvo tan preocupado por ello que llegó a redactar un detallado memorándum sobre cómo resolver el problema, y lo repartió entre los miembros del equipo de rodaje.


Hughes llegó a recluirse por completo, se encerró en cuartos oscurecidos, inducido por el uso de medicamentos y drogas varias,entre ellas, el mate amargo (illex paraguayensis), aunque siempre mantuvo las visitas de un peluquero. Varios doctores vivían en la casa cobrando un sueldo sustancial, sin embargo Hughes raras veces los veía y por lo general rechazaba seguir su consejo. Observación del Ing. Denis 062: La yerba mate, en ningún caso puede ser llamada droga!!!!, es una infusión común y corriente en suramerica, con especialidad en paraguay, de allí el nombre de illex paraguayensis, así como en argentina y brasil.-
Hughes llegó a recluirse por completo, se encerró en cuartos oscurecidos, inducido por el uso de medicamentos y drogas varias,entre ellas, el mate amargo (illex paraguayensis), aunque siempre mantuvo las visitas de un peluquero. Varios doctores vivían en la casa cobrando un sueldo sustancial, sin embargo Hughes raras veces los veía y por lo general rechazaba seguir su consejo.


Hacia el final de su vida, su círculo administrativo íntimo se componía en gran parte de [[Mormonismo|mormones]] porque él los consideraba ''de confianza'', ya que no podían beber alcohol (si bien Hughes nunca profesó esa religión).
Hacia el final de su vida, su círculo administrativo íntimo se componía en gran parte de [[Mormonismo|mormones]] porque él los consideraba ''de confianza'', ya que no podían beber alcohol (si bien Hughes nunca profesó esa religión).

Revisión del 19:03 29 abr 2009

Plantilla:Infobox personalidades Howard Hughes (24 de diciembre de 19055 de abril de 1976) fue un magnate excéntrico, un gran aviador y un ingeniero autodidacta de gran inteligencia.

Desde su niñez soñaba con ser piloto, productor de cine y golfista. Excepto en esto último, tuvo éxito en todo lo demás, destacando sobremanera como aviador, ingeniero aeronáutico, productor de cine y empresario. Fue famoso por sus hazañas en el aire, y por haber construido aviones como el Hughes H-1 y el hidroavión Hércules. Sus logros como industrial, y como productor en Hollywood, fueron muy importantes. Por otro lado, sus excentricidades, manías, y su comportamiento lunático en general estuvieron motivados en gran medida por padecer un trastorno obsesivo-compulsivo.

Infancia

Howard nació en Humble, Texas, el 24 de diciembre de 1905, aunque esa fecha es controvertida para algunos biógrafos. Aunque Hughes afirmaba que nació en la víspera de navidad, según sus expedientes bautismales nació realmente el 24 de septiembre.[1]​ Sus padres fueron Howard Robard Hughes y Alene Hughes. Su padre fue un industrial que patentó la broca tricono, que permitía excavar pozos de petróleo antes inaccesibles. En 1909 fundó la Hughes Tool Company para comercializar esta invención. Al heredar este negocio, el adolescente Howard se alió con la firma Baker, formando una de las compañías líderes en aquella materia.[2]

El joven Howard creció fuertemente influenciado y sobreprotegido por su madre, que padecía microfobia, por lo que trataba de aislar a su hijo de todos los gérmenes ambientales. Alene sufría un miedo terrible a los contagios de enfermedades, y así, el niño creció con una percepción hostil del mundo exterior. Su madre Allene le llamaba cariñosamente Soony.

La obsesiva madre mantenía los clásicos rituales victorianos en cuanto al cuidado de la salud de los hijos. Repasaba exhaustivamente el cuerpo desnudo del niño, deteniéndose en los dientes, las orejas, los genitales, los codos y las rodillas. Comprobaba igualmente sus deposiciones. Y a diario se ocupaba también del baño de su hijo, al que frotaba todo el cuerpo con un potente jabón de lejía. Ante cualquier síntoma de fiebre o malestar, acudían varios médicos a la casa familiar para atender al niño, sin importar la hora que fuese.

Que Howard era un niño talentoso y dotado de una notable inteligencia estaba fuera de toda duda; su dolencia TOC iba a ser su peor via crucis. A los 11 años construyó la primera emisora de radio que hubo en Houston. Con ella logró comunicarse con los barcos que surcaban las aguas del Golfo de México. Recogía y grababa los mensajes, e incluso acertó a interpretar que los sonidos obedecían al código Morse, que aprendió en una sola noche. Al día siguiente ya contactaba con los oficiales de los buques.

De su padre, heredó el interés y la inteligencia hacia todas las cosas mecánicas. A los 12 años de edad, fotografiaron a Hughes en el periódico local siendo el primer muchacho de Houston en tener una bicicleta motorizada, que había construido él mismo.

Juventud

Allene Hughes murió a la edad de 39 años, en marzo de 1922, debido a las complicaciones de un embarazo ectópico. Este hecho marcó profundamente a Howard. Nunca conseguiría deshacerse de la melancolía causada por la pérdida de su sobreprotectora madre.

Menos de dos años más tarde, en enero de 1924, su padre falleció de un ataque al corazón. Howard quedó muy afectado al perder a sus padres siendo él tan joven. Sus muertes, y sus propias fobias, impulsaron a Hughes a crear en los años 50 un laboratorio de investigación médica, sin ánimo de lucro.

Por voluntad de su padre, Howard heredó el 75% de su multimillonaria fortuna, que además incluía las cantidades generadas por la perforación de yacimientos de petróleo.[3]​ Poco después de la muerte de su padre, ingresó en el Rice Institute of Technology de Houston. Antes había estado en el California Institute of Technology, en Pasadena, donde no obtuvo ningún diploma.

En junio de 1925, dejó la Universidad de Rice y se casó con Ella Rice. Juntos abandonaron Houston y se trasladaron a Hollywood donde Howard esperaba producir películas. Muy pronto, el matrimonio entró en crisis, por las duras condiciones de vida doméstica que Howard imponía a su esposa, entre otros motivos. Tras diversos incidentes, Hughes mantuvo a su esposa Rice aislada en su casa por algunas semanas durante 1929, tras lo cual ella volvió a Houston, y solicitó irrenunciablemente el divorcio. Fue amigo del Gangster Frank Lucas.

Personalidad

Howard poseía, aparte de una muy buena presencia e inteligencia, una personalidad atrayente. Aunque desde siempre mostró actitudes extrañas, como su marcada tendencia a autorecluirse. Era un individuo bastante impredecible, solía entusiasmarse rápidamente por un proyecto y abordarlo con una intensidad pasmosa y después olvidarlo todo. Hughes padecía un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el cual nunca se trató adecuadamente.

En su vida privada, muchas mujeres fueron atraídas por su fortuna y su personalidad. Estuvo relacionado con numerosas damas de Hollywood de los años 30 y 40. Pero al cabo de un tiempo, Hughes se aburría de ellas, y a su vez más a menudo, ellas se aburrían de sus manías obsesivas. Mantuvo recluida en su hogar a su primera esposa, Ella Rice hasta provocarle ataques de pánico y claustrofobia.

Después de su primer divorcio, Huhes pasó mucho tiempo con grandes estrellas de cine, ofreciéndoles matrimonio a muchas de ellas, incluyendo a Katharine Hepburn, quien además de amante fue su mejor amiga. Mantuvo relaciones íntimas con Bette Davis, Rita Hayworth, Gene Tierney, Ava Gardner, Olivia de Havilland, Jane Greer, Ginger Rogers, Billie Dove (una mujer exótica a quien Hughes pagó a su marido por su divorcio), Tita Merello y muchas otras más.

Joan Fontaine admitió en su autobiografía ("No Bed of Roses") haber estado varias veces con Hughes. Y Bessie Love fue una de sus amantes durante su primer matrimonio.

Jean Harlow lo acompañó en el estreno de Hell's Angels. Pero su mano derecha, Noah Dietrich, escribió años más tarde "Howard: The Amazing Mr. Hughes", donde revelaba que Hughes sólo mantuvo una relación estrictamente profesional con Harlow. También hablaba de Jane Russell, a la que Howard intentó meter en su cama (según ella misma reconoció en su autobiografía) estando casada. Le rechazó, pero fueron amigos durante años.

Además, hay constancia de que Howard contrataba jovencísimas starlets (aspirantes a actriz), a las que formaba y casi recluía para poder tenerlas bajo su estricto dominio. Se ha llegado a insinuar que tenía chicas metidas en apartamentos por todo el país.

Para el millonario Hughes, el dinero era un medio para comprar lo que no podía obtener por sus propios méritos personales. Suyas son las famosas frases que lo retratan en este aspecto:

-" Puedo comprar a todos los hombres del mundo"-
-.Todo el mundo tiene su precio.-

Cantidades fabulosas se extraían de la caja empresarial Bakery ante el desconsuelo de sus contables, que nada podían hacer para evitarlo.

Hughes gastaba enormes cifras en regalos deslumbrantes para sus amantes, en lujosas fiestas, y en sobornos varios. Así lograba comprar voluntades y cuerpos. También derrochaba grandes sumas en proyectos y empresas de dudosa rentabilidad. No había ninguna persona en su ámbito que fuera capaz de hacer frente a su dominante personalidad, excepto tal vez Noah Dietrich.

El 11 de julio de 1936, Hughes atropelló con su coche a un peatón llamado Gabriel Meyer, en Los Angeles, matándolo. En el hospital donde le atendieron, un médico tomó nota de que parecía haber bebido alcohol. Fue detenido y acusado de "sospecha de homicidio negligente".

Un testigo declaró a la policía haber visto circular el automóvil de Hughes de forma errática y a gran velocidad. Declaró que, antes del accidente, el peatón se encontraba quieto en la zona segura de una parada de tranvía. Pero más tarde, durante la investigación, el testigo se retractó de todo lo dicho y apoyó la versión de Howard, según la cual conducía despacio cuando un peatón se abalanzó frente a su vehículo sin que pudiera esquivarlo. El Fiscal de Distrito recomendó que Hughes fuera eximido de cualquier responsabilidad en el caso.

Por otro lado, su astucia y su falta de escrúpulos como hombre de negocios quedan claras al ver cómo conseguía evitar los impuestos. En los primeros años de su compañía aeronáutica Hughes Aircraft (fundada en 1932), intentó sin éxito trasladar la empresa de California a Nevada, donde los impuestos eran más bajos. Al final, en 1953, donó todos sus activos a su propio instituto de investigación médica (el Instituto Médico Howard Hughes), entidad exenta del pago de impuestos.

Aunque vivió en su propio hogar en California durante muchos años, en un momento dado se dio cuenta de que podía vivir en hoteles, para no tener que declarar al fisco por su residencia. Poco después, la ley cambió, por lo que cualquier persona que estuviera al menos 180 días residiendo en un estado cualquiera, debía pagar impuestos por ello. Entonces, Hughes decidió ir cambiando de hotel y de estado. Cuando tras su muerte, los estados de California y Texas trataron de cobrar los impuestos relativos a su herencia, no pudieron probar que hubiera sido residente legal en ninguno de los dos territorios.

Además, los directivos de sus empresas no percibían grandes sueldos mientras estuvieran en el cargo. Demasiados impuestos. Su plan consistía en que una vez dejaran la compañía, Hughes hacía declaraciones públicas críticas y ofensivas hacia ellos. Y entonces debían demandarle judicialmente por difamación. Por supuesto, el magnate perdía los juicios y les pagaba de ese modo los millones que les debía, ahorrándose otros tantos. Así pasó con Noah Dietrich y Robert Maheu (cuya indemnización fue de $2.2), entre otros.

Aviación

Durante toda su vida Howard Hughes fue un entusiasta de la aviación. Se dice que voló por primera vez a los 14 años, aunque no está confirmado. De lo que no hay duda es de que fue un intrépido piloto y un gran industrial del sector. Además, su inteligencia y su interés por la aviación y la mecánica le permitió convertirse en ingeniero aeronáutico de forma autodidacta, dominando profundos y amplios aspectos en la construcción y diseño de aeronaves.

Fundó la compañía Hughes Aircraft y fijó récords mundiales pilotando sus aviones. Su máquina tecnológicamente más relevante fue el Hughes H-1 Racer. El 13 de septiembre de 1935, volando el H-1, alcanzó los 566 km/h batiendo el anterior récord de velocidad aérea de 505 km/h, en Santa Ana, California. Versiones no confirmadas indican que el H-1 sirvió de modelo para el que sería uno de los mejores aviones de combate en la primera fase de la Guerra del Pacífico, el avión japonés Mitsubishi A6M Zero.

Un año y medio más tarde (19 de enero, 1937), con un re-diseñado H-1, consiguió batir su propio récord transcontinental de velocidad aérea, al volar sin escalas desde Los Ángeles hasta Nueva York en 7:28:25 (antes lo había hecho en 9 horas, 27 minutos). Su velocidad media fue de 518 km/h.[4]

El H-1 mostró un importante número de innovaciones en su diseño. Contaba con un tren de aterrizaje retractable, y todos los remaches y empalmes fueron fijados a ras en el cuerpo del aeroplano, para reducir la fricción cinética y ganar velocidad. El H-1 influenció el diseño de algunos aeroplanos de la Segunda Guerra Mundial, como el Mitsubishi A6M, el Focke-Wulf Fw 190, y el F6F Hellcat.[5]​ El H-1 fue donado a la Institución Smithsonian en 1975, y se exhibe en su Museo Nacional del Aire y el Espacio, en Washington, D.C.

El 10 de julio de 1938 Hughes estableció una nueva marca al completar un vuelo alrededor del mundo en apenas 91 horas (3 días, 19 horas), batiendo la anterior por más de cuatro días. Para este vuelo no utilizó ninguno de sus aeroplanos, sino el Lockheed Model 14 Super Electra (con una tripulación de cuatro hombres), dotado de radio y equipos de última tecnología. Hughes pretendía que aquella hazaña fuese una gran victoria tecnológica, para demostrar así que los viajes aéreos de larga distancia podían ser completamente seguros.

El joven magnate recibió muchos premios como piloto, como el Harmon Trophy (en 1936 y 1938), el Collier Trophy (en el 38 también), y el Octave Chanute Award (en 1940). En 1939, fue galardonado con la Medalla de Oro del Congreso "en reconocimiento a los logros de Howard Hughes en hacer avanzar la ciencia de la aviación, y así conseguir un gran reconocimiento hacia este país en todo el mundo." Sin embargo, según el New York Times, Hughes no se molestó en acudir a Washington a recoger la Medalla. Finalmente, el Presidente Harry S. Truman se la envió por correo.

Hughes Aircraft

Hughes Aircraft fue fundada en 1932, en la esquina de un hangar de Lockheed Aircraft Corporation en Burbank, California. En principio fue una división de la Hughes Tool Company, ideada para realizar la costosa conversión del H-1 Racer en un avión militar. Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, Hughes consiguió convertir su compañía en contratista del Departamento de Defensa. La división Hughes Helicopters se creó en 1947, cuando el fabricante de helicópteros Kellett vendió a Hughes su último modelo para su producción.

Al año siguiente aparecieron nuevas divisiones en la empresa, Hughes Aerospace Group, The Hughes Space and Communications Group y Hughes Space Systems Division. En 1961, fueron fusionadas para dar paso a Hughes Space and Communications Company.

Howard siempre intentó minimizar el pago de impuestos, por lo que trató de trasladar Hughes Aircraft al estado de Nevada, más laxo en cuestiones fiscales. No pudo hacerlo, con lo que finalmente, en 1953, donó todos sus activos de Hughes Aircraft a su recién creada institución médica sin ánimo de lucro (Instituto Médico Howard Hughes).

El terrible accidente del XF-11

El 7 de julio de 1946, Hughes sufrió un gravísimo accidente en Los Angeles cuando efectuaba el primer vuelo de prueba experimental del avión espía XF-11, que construía para el Ejército de EE.UU. La prueba transcurrió normalmente, sin embargo a los 105 minutos de haber despegado y preparándose para retornar, una imperceptible pérdida de aceite en el motor derecho hizo que disminuyera la presión que es necesaria para controlar el paso de las hélices, haciendo que estas revirtieran su ángulo de ataque. Esto hizo que el motor tirara fuertemente hacia atrás, descompensando el avión y llevándolo a perder altitud rápidamente. Esta situación difícil de controlar, fue analizada días después del accidente, por lo que el accidente no puede catalogarse como fallo humano sino como fallo mecánico.

Hughes trató de aterrizar el aparato en el campo de golf de Los Angeles Country Club, en Beverly Hills, pero no lo consiguió. El XF-11 impactó contra tres casas, y sus depósitos de combustible explotaron. Hughes, muy malherido, logró salir de la cabina, pero sufriendo graves quemaduras, al estar ardiendo el propio avión y los alrededores. Fue auxiliado por el Sargento Primero del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos William L. Durkin, que se encontraba en la zona.

Los daños fueron severos. Sufrió lesiones internas, múltiples fracturas (la clavícula, todas las costillas...) y quemaduras de tercer grado por todo el cuerpo. Tuvo secuelas el resto de su vida. A partir de entonces, un bigote taparía las cicatrices de su labio superior.

La Fuerza Aérea de los Estados Unidos culpó del siniestro al propio Hughes, que según los militares cometió varias irregularidades, como no seguir la ruta prevista, o usar una frecuencia de radio distinta a la asignada. Además, en el informe se decía que el XF-11 perdió el control antes de caer. Esto supuso un duro golpe para el ego de Hughes, que no dudó en protestar e intentar rectificar dicho informe. El magnate señaló que en ningún momento perdió el control del aparato, sino que fue perdiendo altura debido al fallo de una de las hélices. Y también denunció que el informe de la Fuerza Aérea era parcial e injusto. Según declaró, los militares no querían reconocer ninguna prueba que evidenciara errores en el funcionamiento de su sistema de hélices, que había costado enormes cantidades de dinero. Este sistema constaba de dos hélices de cuatro palas conectadas una detrás de otra, y cada una giraba en sentido opuesto a la otra; estas hélices al igual que el avión eran de tipo experimental.

En el hospital, Hughes tenía el cuerpo destrozado pero la mente lúcida. Prueba de ello es que llamó a sus ingenieros para que le hicieran una cama a medida, ya que el diseño no le gustaba. Siguiendo sus indicaciones técnicas, le pusieron un sistema hidráulico manejado por 30 motores eléctricos, que le permitía ajustar la cama pulsando varios botones.

Hughes y su H-4 Hércules

Hughes H-4 Hércules preparándose para el famoso vuelo del 2/11/1947

Su proyecto más famoso quizás fue el H-4 Hércules. Al construir esta gigantesca aeronave, Hughes batió un récord más: creó el hidroavión de mayor envergadura que cualquier avión jamás construido antes. Apodado como Spruce Goose , su propósito inicial fue bélico. Estaba ideado para usarlo en la Segunda Guerra Mundial para transportar tropas y equipo a través del Atlántico, evitando así las gravísimas pérdidas que ocasionaban los submarinos alemanes. Pero la propia magnitud y complejidad del proyecto impidieron que fuera terminado a tiempo, en efecto, el H-4 tenía un avance del 60% cuando terminó la guerra y también su utilidad.

El Hércules suscitó gran controversia, y la prensa acusó a Howard de falta de criterio y de despilfarrar el erario público. Se llegó a dudar que algún día consiguiera siquiera construir semejante aeronave. Debido a su espectacular tamaño (pesaba 193 toneladas), sólo se pudo construir un aparato. Ante el debate público surgido en torno a su viabilidad, Hughes declaró que si no lograba hacerlo volar, abandonaría el país para no volver.

En 1947 tuvo que comparecer ante el Comité de Investigación de la Guerra del Congreso, para explicar los motivos por los que no había cumplido con los plazos del contrato. Hughes se defendió con vehemencia, y el comité se disolvió sin ni siquiera redactar un informe final. Una vez más, Hughes se salió con la suya, e hizo volar el gigantesco hidroavión el 2 de noviembre de 1947, en Long Beach, California, ante una gran multitud. No obstante, el Hércules tan sólo se elevó 30 metros sobre el agua durante una milla (1,6 kilómetros), con el propio Hughes a los mandos, alcanzando unos 130 km/h. No volvería a volar nuevamente.

Más tarde, declaró que lo hizo sólo para demostrar ante el Congreso y la opinión pública que el dinero de los contribuyentes había sido gastado correctamente.

Actualmente, el Spruce Goose se encuentra en el Evergreen Aviation Museum, en McMinnville, Oregón.

La aventura de las aerolíneas TWA

En 1939, Hughes invirtió 7 millones de dólares en acciones de la compañía TWA, y se hizo con el control de esa aerolínea. Al asumir la propiedad de la TWA, se le prohibió a Hughes, según la ley federal, construir sus propios aeroplanos.

Howard tuvo que lidiar con un peligroso competidor, la Panagra, más tarde, Pan American World Airways (PANAM), representada por el poderoso y hábil negociante Juan Trippe, quien en ese momento tenía la supremacía de las rutas aéreas norteamericanas y sudamericanas. Trippe tenía el absoluto monopolio de los cielos y además muchas voluntades compradas a nivel gubernamental, fue un acérrimo enemigo de Hughes.

Buscando un aeroplano que realizaría un mejor trabajo que la flota de Boeing 307 de la TWA, Hughes se acercó al competidor de Boeing, Lockheed.

De hecho, Hughes ya tenía una buena relación con Lockheed, ya que ellos habían construido el avión que usó para volar alrededor del globo en 1938. Lockheed aceptó la demanda de Howard para construir un nuevo avión en secreto. El resultado final fue el estilizado y elegante Lockheed Constellation, y la TWA compró los primeros 40 aviones de la cadena de producción (realizando así el mayor y más costoso pedido de aviones de la historia hasta ese momento).

A pesar de que Pan Am fue considerada como la aerolínea bandera de Estados Unidos durante su existencia, TWA fue la segunda aerolínea más representativa de ese país y a diferencia de Pan Am, monopolizaba los vuelos internos haciendo que fuera en cierto sentido, una compañía más grande que Pan Am. Este hecho, sumado a que Hughes era dueño de gran parte de las acciones de la compañía, hicieron de Hughes el hombre más rico de Estados Unidos y el primer millonario estadounidense que superó la fortuna de 1000 millones de dólares.

En 1956, Hughes hizo un pedido de 63 Convair 880 para la TWA con un costo de $400 millones. Aunque Hughes era extremadamente rico en este tiempo, los acreedores exteriores le exigieron que abandonara el mando de la TWA a cambio de dinero. Muchas de las maniobras en su contra estaban impulsadas por Trippe de la PANAM.

En 1960, en última instancia, tuvo que dejar la TWA, aunque todavía poseía el 78% de la compañía, por lo que luchó por recuperar el control total de la misma en años siguientes.

En 1966, un tribunal federal estadounidense le forzó a vender sus acciones, debido a conflictos de intereses entre la TWA y su propia compañía aeronáutica (Hughes Aircraft). La venta de su parte de la TWA le hizo ganar 547 millones de dólares. Durante los años 70, Hughes volvió al negocio de las líneas aéreas, comprando la línea Aérea el Oeste y renombrándola Hughes Airwest.

De la reclusión a la muerte

A finales de 1950 Howard Hughes había desarrollado ya claros síntomas debilitantes de Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). El que fuera uno de los hombres más vistos de América, ahora desaparecía totalmente de la vida pública, aunque los tabloides continuaron informando sobre su comportamiento y paradero.

El 12 de enero de 1957, Hughes se casó con Jean Peters, a la que había conocido hacía varios años. Su segundo matrimonio fue también tormentoso, debido a sus cada vez más obsesivas manías y a su tendencia a recluirse. De hecho, llegó un momento a partir del cual sólo contactaba con su esposa por teléfono. En varias ocasiones, los medios publicaron que estaba en fase terminal, mentalmente inestable, e incluso muerto. El morbo que provocaba a nivel social era enorme.

Hughes había sufrido los síntomas del TOC durante toda su vida. En los años 30, los amigos cercanos divulgaron su obsesión por el tamaño de los guisantes (uno de sus alimentos preferidos), y que incluso utilizaba una bifurcación especial para clasificarlos por tamaño antes de consumirlos.

Mientras producía The Outlaw, Hughes se obsesionó por un defecto de menor importancia en una de las blusas de Jane Russell, argumentando que la tela se agrupaba a lo largo de una costura, con lo que daba la apariencia de que cada uno de los pechos de Russell tenía dos pezones. Estuvo tan preocupado por ello que llegó a redactar un detallado memorándum sobre cómo resolver el problema, y lo repartió entre los miembros del equipo de rodaje.

Hughes llegó a recluirse por completo, se encerró en cuartos oscurecidos, inducido por el uso de medicamentos y drogas varias,entre ellas, el mate amargo (illex paraguayensis), aunque siempre mantuvo las visitas de un peluquero. Varios doctores vivían en la casa cobrando un sueldo sustancial, sin embargo Hughes raras veces los veía y por lo general rechazaba seguir su consejo.

Hacia el final de su vida, su círculo administrativo íntimo se componía en gran parte de mormones porque él los consideraba de confianza, ya que no podían beber alcohol (si bien Hughes nunca profesó esa religión). Siendo muy joven, Howard contrajo la sífilis. El tratamiento en aquella época era experimental y con efectos secundarios graves. Podía dañar el sistema nervioso central, y provocar así complicaciones psiquiátricas. Los médicos no consiguieron curarle, y su sífilis empeoró. Uno de los síntomas era la aparición de pequeñas ampollas en sus manos, por lo que le recomendaron no dar la mano a nadie en una temporada. Hughes no volvió a hacerlo el resto de su vida, y siempre que necesitaba tocar algo lo hacía con pañuelos de papel como protección ante los gérmenes.

Residía en la entonces moderna y próspera Managua, capital de Nicaragua, en el elegante Hotel Intercontinental Managua (hoy Crowne Plaza), cuando lo sorprendió el terremoto de Managua de 1972, el 23 de diciembre, ese mismo año huyó despavorido de allí en forma misteriosa. Se dice que quería hacer negocios allí con el General Anastasio Somoza Debayle. Por precaución, posterior al terremoto antes de partir de Nicaragua, fue huésped en uno de los palacios de la familia Somoza.

El 5 de abril de 1976, completamente autorrecluído en una suite de un prestigioso hotel de Acapulco, Hughes agoniza. Toman un avión hacia el Hospital Metodista de Houston, pero nada se puede hacer ya por él. Se cree que pudo haber fallecido en pleno vuelo, o incluso antes de salir de México.

Ya en Houston, los médicos pudieron ver un cuerpo de aspecto muy envejecido y muy delgado, con una larga barba y con las uñas muy crecidas. A causa de su reclusión, y por culpa de la grave desatención autoinflingida, estaba irreconocible, por lo que el FBI tuvo que identificarle con sus huellas dactilares.

La causa de la muerte fue un fallo renal, según la autopsia, que también certificó una severa desnutrición, así como detalles escabrosos como los trozos de agujas hipodérmicas rotas que tenía metidas bajo la piel de sus brazos. Aunque sus riñones fallaron, el resto de órganos estaban perfectamente sanos.

De este modo, el otrora empresario millonario y héroe nacional, vencedor de la muerte en varias ocasiones, terminó su impresionante vida.

El 7 de abril fue enterrado en el panteón familiar del histórico Cementerio Glenwood de Houston.

En el área cinematográfica.

Sus dos primeros filmes, estrenados en 1927, Everybody's Acting y Two Arabian Knights, fueron éxitos de taquilla - esta última valiéndole un Premio Oscar por mejor director de comedia -.The Racket en 1928 y The Front Page, en 1931 estuvieron nominadas a los premios de la Academia.

Entre 1927 y 1930 gastó $3.8 millones de su propio dinero para producir Hell's Angels, escrita y dirigida por él mismo, con la ayuda de Luther Reed. En principio, el director iba a ser Marshall Neilan, pero la actitud dominante de Hughes le hizo abandonar. Con la mitad de la película rodada, el estreno de "The Jazz Singer" (el 6 de octubre de 1927) trajo la revolución del sonido al cine. Hughes incorporó la nueva tecnología a esa primera mitad del film, teniendo que despedir a la actriz noruega Greta Nissen, debido a que su acento no encajaba con el papel de aristócrata británica. Fue sustituida por Jean Harlow, starlet descubierta por el propio Hughes.

La producción rayó en lo obsesivo por las manías y extravagancias de Hughes, y por los arriesgados combates aéreos con biplanos que debían rodarse, en los que murieron tres pilotos. De hecho, estos se negaron a rodar la compleja escena final del film, seguros de que acabarían estrellándose. El propio Hughes tuvo que subirse a un biplano para completar la película. Lo consiguió, a pesar de sufrir un accidente en vuelo que le costó heridas leves.

El colosal rodaje duró casi tres años, debido a que Hughes volvió a rodar numerosas escenas aéreas que carecían de sensación de velocidad. Llegó a contratar a un meteorólogo para que predijera dónde iba a estar el cielo nublado. La presencia de nubes de fondo proporcionaba una referencia al espectador, que así podía percibir la velocidad de los aeroplanos.

La película se estrenó con gran boato en el Grauman's Chinese Theater de Los Angeles, el 24 de mayo de 1930. Entre otros, asistieron como invitados Charles Chaplin y Buster Keaton. El film recaudó cerca de $8 millones, cifra que actualmente serían unos $90 millones.

En 1932 produjo Scarface.[6]The Outlaw es su película más conocida y protagonizada por Jane Russell en 1943.

Hughes fue propietario y director de RKO Pictures. La vendió en junio de 1955.

Representaciones fílmicas.

En el 2004, Leonardo Di Caprio le interpretó en el film El aviador de Martin Scorsese.

También en 2007, su personalidad queda reflejada en la película "The Hoax" ( La gran estafa ), basada en hechos reales, protagonizada por Richard Gere, en la que el personaje interpretado por el famoso actor planea y lleva a cabo una estafa contra el magnate de la aeronáutica.

Películas

Nombre Año


Everybody's Acting 1927
Two Arabian Knights Hermanos de armas 1927
The Racket 1928
The Front Page Un gran reportaje 1928
Hell's Angels 1930
The Outlaw 1943

Reconocimientos como aviador

Reconocimiento Año
Harmon Trophy 1936
Harmon Trophy 1938
Collier Trophy 1939
Congressional Gold Medal of Honor 1939
Octave Chanute Award 1940

Enlaces externos

Referencias