Diferencia entre revisiones de «Amistad»

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*[[Amor platónico]]
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== Religión y cultura popular ==
La amistad es considerada como una experiencia humana de vital importancia, inclusive ha sido santificada por varias religiones. En el [[Poema de Gilgamesh]], un poema babilonio que se encuentra entre los primeros trabajos literarios de la historia, se relata la amistad entre [[Gilgamesh]] y [[Enkidu]]. Los grecorromanos tenían, entre otros varios ejemplos, la amistad entre [[Orestes]] y [[Pílades]]. Los [[evangelios canónicos]] nos hablan de una declaración de Jesús, "Nadie posee mayor amor que este, el sacrificar la vida propia por sus amigos." (Juán 15:13)


Las relaciones de amistad han sido ampliamente retratadas tanto en el mundo de la literatura como en del cine y la televisión a grado tal que si bien un listado verdaderamente completo sería imposible es fácil identificarlas en casi cualquier obra.
UM VASO ELEGIDO


[[Alonso Quijano|Don Quijote]] y [[Sancho Panza]], [[Sherlock Holmes]] y [[Dr. Watson|Watson]], los [[Tres Mosqueteros]] y [[C3PO]] y [[R2D2]] son ejemplos variados de diversos tipos de amistades entrañables exhibidas en la literatura.
Texto Base: Hechos 9:1-16


En el mundo del cine y la televisión se puede hallar desde los clásicos como ''[[El gordo y el flaco]]'' y ''[[Los tres chiflados]]'' hasta la serie de televisión estadounidense de ''[[Friends]]'', [[comedia]] que giraba completamente en torno a las relación de seis amigos.
INTRODUCCIÓN

Leer Hechos 9:10 a 18
Dios estaba buscando un vaso. Por la noche, buscó a un hombre llamado Ananías. Él se asustó. Dios le dijo: “Levántate y ve a hablar con Saulo, necesitas tener un encuentro con él, porque para mi él es un vaso elegido”.
¿Qué eres para Dios, querido Joven? ¿Ya pensaste en eso?
Dios necesita de vasos, vasos elegidos. Aquí está Dios insistiendo con Ananías: “Levántate Ananías y ve a la calle llamada Derecha, en la casa de Judas, pues he que él está orando y encontrarás allí a un hombre de Tarsis, por nombre Saulo”. Ese llamado causó un impacto en Ananías. Él tenía miedo, estaba asustado, ¿Por qué? La iglesia era perseguida en Jerusalén, los creyentes estaban dispersos, todos estaban temiendo la persecución.
“Ve Ananías, ve y habla con Saulo”.
¿Quién era Saulo? Un terrible perseguidor; era el líder de todo el grupo de perseguidores. Y, ahora, cuando oyó el llamado de Dios, Ananías quedó con el corazón lleno de miedo, y dijo: “Señor, quiero conversar contigo; quizá no estés conciente de lo que yo sé”. Él empezó a hablar con el Señor, como si Dios fuera hombre y no conociera todo y no supiera más que él. Él dijo: “Mira Señor, he oído hablar mucho de ese hombre, y el mal que ha hecho a tus santos en Jerusalén, y aquí. Señor, él vino con el mismo objetivo, detener a los cristianos y martirizarlos. Fue bueno que el Señor me avisara, porque voy a huir, voy a desaparecer, él vino para agarrarme”.
Después de tantas excusas, y justificativas, ¿qué le dijo el Señor? “Ananías, ve”.
La orden no cambió en nada. Dios tenía un motivo por excelencia para continuar diciéndole a Ananías que él debería ir. “Saulo para mi es un vaso elegido”.
Aquí está la historia de un joven elegido por Dios. Saulo, ciudadano romano de nacimiento, descendiente del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, según la ley de los fariseos, de la ley irreprensible, Saulo era la esperanza de los rabinos para destruir a los elegidos de Dios.
Querido joven, no fue en el camino a Damasco la primera vez que el Señor se encontró con Saulo, él ya lo había encontrado. ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿En qué ocasión?
En el apedreamiento de Esteban, allí estaba Saulo, sosteniendo sus ropas nobles. Él estaba allí, delante de aquellos hombres con las manos llenas de piedras, para tener la seguridad del cumplimiento eficiente de la tarea de liquidar a Esteban. Cuando los hombres empezaron a tirar piedras sobre Esteban, para admiración de Saulo, él no flaqueó o reclamó, pero fijó su rostro en un punto del cielo y dijo: “He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios”. Cuando eso ocurrió, su rostro reflejó el brillo de la gloria de Cristo. En ese instante, al principio de la era cristiana, cuando la tierra bebía la sangre del primer mártir, Dios habló al corazón de Saulo.
Él empezó a vivir noches de tremenda agonía, de la cocina a la habitación, de la habitación al comedor, él no podía dormir y oía una voz que decía: “Jesús es el Mesías prometido. Debes aceptarlo. Las vidas de los mártires son vidas inocentes, Saulo”. Es tiempo de dejar el servicio y abrazar la libertad en Cristo. Era el Espíritu Santo que hablaba al corazón de Saulo.
Él quedó molesto, al punto de ir a los sacerdotes. Salió convencido de que los cristianos eran blasfemos y fanáticos. Dice la Biblia que su odio creció aún más contra los cristianos. Él se dirigió al sumo sacerdote para pedir la vida de hombres y mujeres, niños y jóvenes. Saulo montó su imponente caballo, y partió con los soldados hacia Damasco.
Después de tres días, allí estaba Saulo delante de la encantadora ciudad de Damasco. Cuando una luz como el sol lo alcanzó. ¿Qué ocurrió con Saulo? Él cayó ciego, se postró al piso y oyó una voz del Cielo que decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” Él reconoció la voz del Señor. Allí empezó el diálogo.
¿Ya experimentaste conversar con Jesús? A la pregunta de Saulo: “¿Quién eres Señor?” He la respuesta: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”.
El dialogo continuó. Ahora Saulo dice: “¿Qué quieres que yo haga?” ¡Qué maravilla! Saulo se puso en las manos del Señor, como el barro en las manos de un alfarero. Solamente cuando el barro está en las manos del alfarero es cuando éste puede moldear los vasos más lindos.
Cada uno de nosotros somos un Ananías, para decir al mundo lo que conviene hacer. Somos discípulos de Cristo, somos vasos elegidos por Dios para llevar a otros el mensaje del segundo advenimiento.
Cada joven es un vaso elegido por Dios para esparcir este mensaje de fe, esperanza y amor.
Dios necesita de vasos elegidos, de hombres y mujeres para que sean sus voceros, de un mensaje de amor para el mundo que está muriendo en angustia y desesperación.

ILUSTRACIÓN

Una mujer, en los Estados Unidos soñó, por muchos años, en tener un vaso. Ella imaginó un vaso especial, con un formato diferente. Ella salió por los negocios, mirando millones de vasos. Ninguno de ellos era de acuerdo con lo que imaginaba. Ella ya estaba desanimada, triste, con ganas de volver a casa, pero continuó insistiendo. Fue a un gran negocio, que había en la ciudad, y entonces empezó a mirar los vasos.
Sus ojos vieron un vaso, espectacular, ¡era fantástico! Quedó encantada con la visión de aquel vaso. Llamó al artista y dijo:
“Señor, quiero ese vaso. Sí, ese mismo”.
El hombre sonrió sin inhibición: “Señora, usted solamente empezó a mirar los vasos que tengo aquí, venga a conocer otros”.
“No me intereso por otros vasos, yo quiero ese que está allí.
Ella continuó mirando el vaso. El artista le mostró muchos otros, pero ella no se interesó por ninguno. Siempre decía: “Yo quiero aquel vaso”.
Al final, el hombre se rascó la cabeza y dijo: “Lo siento mucho, pero no puedo vender ese vaso”.
“¿Pero cómo? ¿Usted piensa que no tengo dinero para pagar? Diga cuánto es y yo le pagaré un valor mayor. Quiero ese vaso”.
“No, señora, yo no puedo vender ese vaso”. Él empezó a contar la historia de aquel vaso: “Sabe, ya estoy viejo, al final de mi carrera. Hace muchos años, deseé construir una obra de arte. Pensando en eso, cansado y desanimado, estaba construyendo un vaso, era ese vaso. Estaba dando su forma, amasando el barro, pero el barro no quería unirse de manera necesaria para que yo pudiera dar la forma que deseaba, yo ya estaba cansado de tanto amasar el barro, cuando, de repente, una piedrita cortó mi mano y empezó a salir sangre, pero yo estaba tan ansioso para moldear ese vaso que continué amasando, y la sangre empezó a mezclarse con la arcilla, y era eso que necesitaba para dar la unión necesaria. “Señora, este vaso no tiene precio, él costó mi sangre”.
¡Parece nuestra historia! Dios tomó el vaso en sus manos. Él empezó a amasar el barro, aquel vaso que se había quebrado con el pecado, estaba herido, no había más esperanza para él, pero Dios lo amasó de nuevo. Él puso su sangre para dar la unión necesaria.
Eres un vaso elegido por Dios. Él dio su sangre para dar la forma, para transformarte en un vaso elegido por él. ¡Él te creó! ¡Él te salvó! ¡Él sueña con el día en que podrá disfrutar la eternidad junto contigo!

LLAMADO

¿Te gustaría ser un vaso elegido en las manos de Dios? ¿Un instrumento elegido por Dios para llevar el mensaje de amor?
El diablo está lleno de vasos. Vasos que están esparciendo la mentira, esparciendo el pecado, entretanto, Dios te llama para que seas su vaso elegido. Quiero invitarte a que seas un vaso elegido en las manos de Dios.
Si aceptas esa invitación, ponte de pie. Sé un vaso elegido por Dios, un vaso que lleve el mensaje del amor en todo lugar que pases: en la universidad, en casa, en la escuela, en el deporte, en el noviazgo, en todo lugar.


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 02:02 25 abr 2009

La amistad (del latín amicus; amigo, que posiblemente se derivó de amore, amar) es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de los seres humanos tienen en la vida.

La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando los sujetos de la amistad se relacionan entre sí y encuentran en sus seres algo en común. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. Las amistades generalmente duran toda la vida. Los amigos en la mayoría de los casos se ven por muchas décadas. Hay amistades donde interviene una persona y un animal de otra especie, es el caso del perro; a éste último se le conoce como el mejor amigo del hombre. Aunque también se puede dar la amistad con otras especies animales,[1]​ o incluso entre dos o más animales de especies distintas.[2]

Componentes de la amistad

  • El principal componente en la amistad es la confianza.
  • Dar ánimos y entender cómo te sientes en situaciones desagradables.
  • Empatía y simpatía.
  • Fidelidad.
  • Agrado por compartir una o más actividades, ideas, gustos, recuerdos o la vida misma.

En toda amistad entre personas se encuentran además:

  • Amor. Es lo más importante en la amistad, la amistad se basa en este concepto en conjunto con los demás pero para una verdadera amistad debe existir amor.
  • Confianza y sinceridad. Se facilita el hablar y el actuar como naturalmente se piensa y se es, minimizando los frenos sociales que normalmente se tienen.
  • Interés y preocupación por el amigo. Se interesa por el bienestar del otro, es decir, de sus problemas y logros. Por esto procura reunirse, comunicarse o convivir con él.
  • Reciprocidad. Ésta se consigue apoyándose mutuamente en los buenos y en los malos momentos.
"No dejes crecer la hierba en el camino de la amistad".
  • Comprensión. Aceptación de las características de un individuo, sus valores, ideas, miedos, aciertos, errores, en definitiva su forma de ser.
"Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta".
  • Respeto.
  • La amistad es frecuentemente en el sentido de estado de emoción, sentimiento intenso y relativamente corto; en sentido amplio, es afecto todo proceso afectivo. También destaca las expresiones afectivas como movimientos y actos de causa afectiva y que tienen relación con los reflejos.
  • Un amigo siempre valora la opinión del otro u otra.
  • Un amigo nunca olvida al otro.
  • Un amigo no te impone sus pensamientos, sino te aconseja sobre lo que cree erróneo en ti. Tampoco asiente en todo.
"No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor".
Atribuida a Plutarco
  • Un amigo no te chantajea, ni busca la manera de hacerte daño.
  • Un amigo es el que está en todos los momentos buenos y malos, el que te levanta cuando nadie sabe que te has caído.

Tipos de amistad

Religión y cultura popular

La amistad es considerada como una experiencia humana de vital importancia, inclusive ha sido santificada por varias religiones. En el Poema de Gilgamesh, un poema babilonio que se encuentra entre los primeros trabajos literarios de la historia, se relata la amistad entre Gilgamesh y Enkidu. Los grecorromanos tenían, entre otros varios ejemplos, la amistad entre Orestes y Pílades. Los evangelios canónicos nos hablan de una declaración de Jesús, "Nadie posee mayor amor que este, el sacrificar la vida propia por sus amigos." (Juán 15:13)

Las relaciones de amistad han sido ampliamente retratadas tanto en el mundo de la literatura como en del cine y la televisión a grado tal que si bien un listado verdaderamente completo sería imposible es fácil identificarlas en casi cualquier obra.

Don Quijote y Sancho Panza, Sherlock Holmes y Watson, los Tres Mosqueteros y C3PO y R2D2 son ejemplos variados de diversos tipos de amistades entrañables exhibidas en la literatura.

En el mundo del cine y la televisión se puede hallar desde los clásicos como El gordo y el flaco y Los tres chiflados hasta la serie de televisión estadounidense de Friends, comedia que giraba completamente en torno a las relación de seis amigos.

Referencias

Enlaces externos