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Epistaxis

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Epistaxis

Hemorragia nasal como resultado de una fractura por impacto durante un partido de rugby
Sinónimos
Rinorragia, hemorragia nasal.

Se entiende por epistaxis a toda hemorragia con origen en las fosas nasales. El nombre tiene su origen en el griego y significa "fluir gota a gota".

Terminología

  • Sinónimos: rinorragia, hemorragia nasal.
  • Palabras incorrectas: epíxtasis, epíxtaxis.
  • No confundir con: rinorrea, epistasis

Clasificación

Las epistaxis se clasifican en anteriores y posteriores. En las epistaxis anteriores, que suponen el 90% del total, el punto sangrante se encuentra normalmente en la mucosa de la región anterior del tabique nasal, en una región rica en vascularización debido a un plexo arterial conocido como plexo de Kiesselbach. En el caso de las epistaxis anteriores, el signo más frecuente es la emisión de sangre a través de un orificio nasal o de ambos.

Las epistaxis posteriores son menos frecuentes y suponen aproximadamente un 10 por ciento del total. El sangrado a través de las fosas nasales es menos frecuente y el signo fundamental es la caída de sangre a través de la faringe y el tragado de la misma. Esta caída de sangre se evidencia pidiendo al paciente que abra la boca dejando la lengua dentro y observando sangrado activo por detrás de la úvula. Las epistaxis posteriores pueden ser originadas por la arteria etmoidal anterior o posterior y las esfenopalatinas.

Esto se debe a los cambios de climas ya que las venas se resecan mucho y por cualquier incomodo en la nariz hace que se derrame.

Tratamiento

El tratamiento farmacológico es de dudosa eficacia. No obstante, hay que dejar de estimular las fosas nasales, una epistaxis en el contexto de una crisis hipertensiva, se beneficia de fármacos hipotensores por vía oral. En el caso de epistaxis debidas a un trastorno de la coagulación o en pacientes que toman anticoagulantes como la heparina o antiagregantes como aspirina, es necesaria una evaluación médica.

Habitualmente se trata de un proceso autolimitado, es decir, un proceso que remite espontáneamente. En caso de epistaxis, la primera medida es inclinar la cabeza del enfermo hacia delante e indicarle que él mismo se presione fuertemente su nariz con dos dedos durante cinco minutos cronometrados. Esta simple medida detiene la mayoría de las hemorragias. No es recomendable inclinar la cabeza del paciente hacia detrás, pues aunque esta medida detiene el sangrado a través de las fosas nasales, hace que la sangre caiga hacia la faringe y sea tragada, irritando la mucosa digestiva.

Si, tras cinco minutos de compresión, persiste el sangrado, la epistaxis debe ser evaluada por un médico. Las epistaxis anteriores se suelen beneficiar de taponamientos anteriores con diversos materiales: gasa de bordes, mechas de algodón, tapones autoexpandibles, etcétera. Las epístaxis posteriores se pueden tratar con taponamientos posteriores que se introducen a través de la boca. Los taponamientos deben retirarse a las 48 ó 72 horas aunque, en función de las características del paciente, el médico puede indicar que permanezcan más o menos tiempo.

Existen medidas de emergencia para detener el sangrado como son las sondas de uno o dos balones que se introducen a través de una fosa nasal o, en casos extremos, el tratamiento quirúrgico, que consiste en la embolización del vaso sangrante.

Véase también