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Cine de Ecuador

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En Ecuador existe una larga historia de producción cinematográfica, en la que se incluyen cortos, largometrajes y documentales hechos a los largo del siglo XX. Ecuador ha visto nacer a destacados cineastas latinoamericanos, quienes han forjado buenas bases, historia y estilo de un cine ecuatoriano que ha dado grandes pasos sobre todo en la última década.

En la actualidad, el CNCINE (Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador) regula y fomenta el cine en el país sudamericano, en base a la Ley de Cine vigente desde 2006.

Historia

Podría afirmarse que la producción de cine en el Ecuador comenzó en la década de 1920, con la producción del primer largometraje argumental ecuatoriano: El tesoro de Atahualpa, dirigido por el ecuatoriano Augusto San Miguel;[1]​ además, en la misma década, el italiano Carlos Crespi dirigió el importante documental Los invencibles shuaras del alto Amazonas.

Entre 1930 y 1931, el advenimiento del cine sonoro detuvo el desarrollo de la industria cinematográfica nacional, que intentó hacer frente a las nuevas películas por medio de la "sonorización en vivo", es decir, la interpretación de textos y canciones simultáneamente a la proyección, aunque sin éxito. Por eso cerca de dos décadas el cine nacional se dedicó a los documentales, los noticieros y los reportajes turísticos promocionales, con la excepción de dos largometrajes argumentativos en 1950.[2]

Sin embargo, el cine ecuatoriano fue promovido por los intelectuales en la década de 1960, entre ellos Ulises Estrella, director de la Cinemateca Nacional. Durante ese período proliferaron las coproducciones mexicano-ecuatorianas.[3]​ Durante la siguiente década, se fortaleció el género documental, y en 1977 se legalizó la Asociación de Autores Cinematográficos del Ecuador.

Desde la década de 1980 hasta la actualidad, la cinematografía ecuatoriana retornó a la producción de largometrajes, siendo ejemplos de esta tendencia la creación de películas y argumentales de directores como Jaime Cuesta (“Dos para el camino” 1981) y Edgar Cevallos ("Daquilema" 1981, "Una araña en el rincón" 1982, "Luto Eterno" 1982).

En 1989, Camilo Luzuriaga dirige la "La Tigra", basada en la obra de José de la Cuadra; y el mismo director retomó la adaptación cinematográfica con la película "Entre Marx y una Mujer desnuda" del escritor Jorge Enrique Adoum, y en 2004 lleva al cine el libro: "1809-1810: Mientras llega el día", que relata los aconteceres de la Independencia quiteña.

En 1990 el argumental de 30 minutos "500 Años después, el regreso", dirigido por el documentalista Hernán Cuéllar Mideros gana el Premio Caracol, otorgado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba – UNEAC en el marco del XII Festival de Cine y Vídeo en La Habana. Este argumental relata la historia de un joven que luego de abandonar su tierra y su familia para trabajar en la ciudad, se ve obligado a regresar. Hernán Cuéllar asumió la dirección de ASOCINE (Asociación de Cineastas del Ecuador) de 1994 a 1998.

El gran giro del cine nacional llega con "Ratas, ratones, rateros" (1999) de Sebastián Cordero. La película gana Mejor Edición en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Mención de Honor en el Festival de Cine de Bogotá y obtuvo una nominación al Goya a Mejor Película Extranjera de Habla Hispana.

La segunda película de Cordero, "Crónicas" (2004), también consiguió reconocimiento internacional. Producida por Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, la cinta fue presentada en la sección Una cierta mirada de Cannes, además fue nominada al "Gran Premio del Jurado" en el Festival de Cine de Sundance y candidata a Mejor Dirección en los Premios Ariel.

Cordero continuó en la dirección con la producción “Rabia”, y la película “Pescador”, coproducción entre Colombia y Ecuador, que consiguió galardones en los festivales de Guadalajara[4]​ y Cartagena.[5]

Tania Hermida es otra de las destacadas directoras ecuatorianas. En 2006, presentó "Qué tan lejos", cinta que la hizo merecedora al Zenith de Plata en el Festival de Cine de Montreal en la categoría Ópera Prima. El film tuvo la acogida del público ecuatoriano y se convirtió en la segunda película más taquillera del cine local, detrás de "La Tigra".

A partir de la creación del CNCINE (Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador) y la puesta en vigencia de la Ley de Cine, la producción cinematográfica nacional experimentó un notable progreso. El país pasó de estrenar una película cada cuatro años, a un mínimo de cuatro películas por año. Desde 2007, un promedio de entre 10 a 12 producciones locales llegan a las salas de cine en Ecuador cada año.[6]

Otras producciones se encuentran recién viendo la luz y realizando su recorrido a través de festivales, entre ellas están el documental "El Comité" de Mateo Herrera, "Cuando me toque a mí" del director Víctor Arregui, el cual la presentó en el Festival de Biarritz de Cines y Culturas de América Latina donde el actor principal, Manuel Calisto, fue galardonado con el Premio de Interpretación Masculina por su interpretación de un médico forense; “Esas no son penas” de Anahí Seiseno; "Blak Mama" de Miguel Alvear y Patricio Andrade.

Ley de cine de Ecuador

Durante la década de 1960 se presentó un proyecto de ley para legislar la creación de cine, pero sin éxito.

Sin embargo, durante el 2006 se produjeron grandes avances en cuanto la legislación ecuatoriana sobre el cine. En el mes de febrero se publicó la Ley de Fomento del Cine Nacional, y el 18 de octubre de 2006 el presidente de la República, Alfredo Palacio, firmó el Decreto Ejecutivo N. 1969, mediante el cual se establecen las disposiciones para la creación, producción, distribución, comercialización, exhibición de películas y otras actividades que buscan fortalecer el desarrollo de la industria cinematográfica, atendiendo la integración y fomento de la misma. Sin este reglamento ese instrumento jurídico no tenía funcionalidad ni consecuencias prácticas.

Con la expedición del reglamento se inicia el proceso de constitución del Consejo Nacional de Cine, que está integrado por cuatro delegados del sector público (Presidencia de la República, Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual, Ministerio de Comercio Exterior y Casa de la Cultura Ecuatoriana) y tres delegados de las organizaciones profesionales de cineastas (uno de los directores y guionistas, uno de los productores y uno de los actores y técnicos).

Este organismo será el encargado de administrar el Fondo de Fomento al Cine Nacional con el fin de apoyar a la producción de manera reglamentada, ya que hasta el momento, todo tipo de auspicios recibidos por las producciones nacionales que se otorgaban desde las instituciones públicas no estaban sujetos a ninguna reglamentación y se asignaban arbitrariamente.

La aprobación de este reglamento se produce después de un largo proceso que estuvo liderado por el Colectivo Pro Ley de Cine, en el que unieron esfuerzos Asocine, la Fundación Cero Latitud, la Corporación Cinememoria y Egeda Ecuador, y que ha contado con el compromiso del Ministro de Educación y Cultura, Raúl Vallejo, y del Presidente de la República.

Para acceder a los beneficios que trae consigo esta Ley, toda película deberá pasar por la calificación del Consejo Nacional de Cinematografía siempre y cuando esta cumpla con los requisitos señalados en el artículo 2 de la Ley de Fomento del Cine Nacional:

Artículo 2: Para hacer efectivos los beneficios contenidos en esta Ley, el Consejo Nacional de Cinematografía deberá emitir la correspondiente calificación de película nacional, a las obras cinematográficas, que siendo producidas por personas naturales o jurídicas con domicilio legal en el Ecuador, reúnan por lo menos dos de las siguientes condiciones:
a) Que el director sea ciudadano ecuatoriano o extranjero residente en el Ecuador;
b) Que al menos uno de los guionistas sea de nacionalidad ecuatoriana o extranjero residente en el Ecuador;
c) Que la temática y objetivos tengan relación con expresiones culturales o históricas del Ecuador;
d) Ser realizadas con equipos artísticos y técnicos integrados en su mayoría por ciudadanos ecuatorianos o extranjeros domiciliados en el Ecuador; y,
e) Haberse rodado y procesado en el Ecuador.

Películas más taquilleras del cine ecuatoriano

La película "La Tigra", de Camilo Luzuriaga, se mantiene desde su estreno en 1990 como la cinta ecuatoriana más vista, con un total de 250 mil espectadores.[7][8]

  1. La Tigra – 250 mil espectadores
  2. Qué tan lejos – 220 mil espectadores
  3. Ratas, ratones y rateros – 180 mil espectadores
  4. Con mi corazón en Yambo – 150 mil espectadores
  5. A tus espaldas – 120 mil espectadores
  6. Pescador – 105 mil espectadores
  7. Cuando me toque a mí – 85 mil espectadores
  8. Esas no son penas – 30 mil espectadores
  9. Mono con gallinas - 23 mil espectadores
  10. Alfaro vive carajo – 13 mil espectadores

Películas Ecuatorianas

Referencias

Enlaces externos