Casas Reales de Arévalo

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Casas Reales de Arévalo

Maqueta del Palacio en tiempos de Isabel La católica
Localización
País España
Ubicación Arévalo, Castilla y León, España
Información general
Usos Palacio
Estilo Arte mudéjar
Inicio 1369
Finalización Siglo XIV
Destruido 1978
Propietario Reyes de Castilla
Diseño y construcción
Otros actualmente se erige un complejo de viviendas privadas

El desaparecido Palacio de Juan II de Castilla también conocido como las Casas Reales de Arévalo, fue un palacio castellano, residencia de los Trastámara hasta 1461, fecha en la que Isabel I de Castilla, última moradora del Palacio es trasladada junto a su hermano al Alcázar de Segovia obligados por su hermanastro el Rey Enrique IV de Castilla. En 1524 sufre una gran remolelación para alojar en su interior a las monjas cistercienses Bernardas procedentes del cercano Monasterio de Gómez Román en ruinas, actual Ermita de La Lugareja. Fue destruido por completo en 1978 para construir viviendas privadas.

Historia

Orígenes

Vista de la torre sur, la única que se conservó tras la reforma como Monasterio

Tras la muerte en Montiel de Pedro I de Castilla a manos de su hermanastro Enrique, se instaura en Castilla la dinastía de los Trastámara. Durante la Edad Media la villa de Arévalo constituyó una plaza fortificada y un centro de comunicaciones de gran importancia entre los concejos adyacentes, entre los que se encontraban Ávila, Medina del Campo, Olmedo, Coca o Segovia. La aristocracia arevalense en el poder durante la Baja Edad Media se decantó por los Trastámara en la Guerra Civil Castellana, este hecho propició que la localidad cobrara gran importancia política y la frecuente visita de la corte. Fue durante los primeros años del reinado de Enrique II de Castilla, (1369-1379), cuando el Concejo de Arévalo y sus Sexmos, levantaron un caserón grande a modo de palacio. Fue construido en la plaza del Real, justo tras pasar la muralla por el Arco de Alcocer, ya que durante las frecuentes estancias de la Casa Real en la Villa, esta no tenía un lugar donde alojar a la Corte.

Juan II de Castilla

Durante el reinado del rey Juan II de Castilla, Arévalo ya era una villa importante. En 1418 se casa con María de Aragón y hace donación del señorío de Arévalo y Madrigal que había recibido de su madre, a su esposa, con la que tendría un hijo que llegaría al trono con el nombre de Enrique IV. Tras el fallecimiento de la reina en 1445, se casó en segundas nupcias con Isabel de Portugal, en 1447 en Madrigal de las Altas Torres, donde nacería su hija Isabel, el 22 de abril de 1451. Es ahora cuando la villa es donada de nuevo a la reina, hecho importante por ser Arévalo villa de realengo. Durante esta época Arévalo, consigue su mayor esplendor y el palacio sufre su mayor ampliación a gusto de Juan II e Isabel de Portugal.

El 22 de julio de 1454 el Rey Juan II de Castilla fallecía en Valladolid, la reina viuda Isabel de Portugal se traslada junto con sus dos hijos Isabel y Alfonso a su señorío y se alojan en las Casas Reales de Arévalo hasta que el rey Enrique IV los trasladó a la corte[1]​.

Isabel I de Castilla, La Católica

Plaza de El Real con el Palacio al fondo en los años 50

Isabel pasó desde su nacimiento en Madrigal de las Altas Torres el 22 de abril de 1451 hasta 1461 en las Casas Reales de Arévalo, hasta que con 10 años fue llevada junto a su hermano Alfonso a Segovia con la Corte, abandonando a su madre Isabel de Portugal en el palacio arevalense, donde fallecería el 15 de agosto de 1496. Las Casas Reales eran un humilde palacio que nada tendrían que ver con la suntuosidad del Alcázar de Segovia aquí conocería a la que sería su persona de confianza durante toda su vida, Beatriz de Bobadilla, la Marquesa de Moya, hija del guardián del Castillo de Arévalo. También conocería al tesorero y Mayordordomo Mayor de la corte Gonzalo Chacón a quién la propia reina lo denominaba como su padre.

La última vez que se tiene constancia que Isabel La Católica pisó el Palacio, fue junto con su marido Fernando II de Aragónpara visitar a su madre el 27 de mayo hasta el 3 de junio de 1495 quedando hospedados en sus estancias.

Monasterio de Santa María La Real

Demolición de las ruinas de las Casas Reales de Arévalo en 1978

Tras la muerte de Isabel de Portugal en 1496 el complejo palaciego quedó prácticamente deshabitado, utilizado a modo de posada real para dar alojamiento a nobles y miembros de la corte. Con la llegada al trono de Carlos I de España, nieto de Isabel, Castilla deja de ser el centro político y Arévalo pierde importancia, quedando el palacio abandonado.

En 1524 las monjas de la orden Cisterciense Bernardas piden ser trasladas del Monasterio de Gómez Román a las afueras de la villa y en ruinas a un sitio más seguro. El alcalde de la villa Rodrigo Ronquillo intercede al rey Carlos I de España que cede las Casas Reales a la Orden. El Palacio fue remodelado para alojar a más de 80 religiosas. Las monjas estuvieron allí hasta 1973 cuando fueron trasladadas a un edificio totalmente nuevo a las afueras de la ciudad debido al estado de falta de comodidades para las usuarias religiosas en el que se encontraba el antiguo Palacio.

Hasta que en 1978 fue totalmente demolido ya que aunque no amenazaba ruina se decidió derribarlo y en sus terrenos se construyeron viviendas privadas.

Referencias

Enlaces externos