Bizcocho borracho
Los bizcochos borrachos (a veces denominados también simplemente como borrachos) es una especie de bizcocho que se ha puesto en remojo de un almíbar mezclado con un licor.[1] Este tipo de bizcocho es habitual en la repostería española, pudiéndose encontrar en la provincia de Cuenca (Tarancón y Vellisca), de la provincia de Guadalajara (Guadalajara, Tendilla y Cogolludo),[2] en la Gastronomía de la provincia de Zamora (Alcañices) y en el municipio murciano de Ojós.[3] Suelen emplearse en la operación de "emborrachado" licores, aunque también vinos blancos dulces, algunos vinos olorosos como puede ser el Jerez,[1] incluso ron. Los bizcochos suelen ser de pequeño tamaño y se suelen presentar en cajitas de papael. Dependiendo de la localidad se suele añadir a su superficie un poco de canela en polvo.
Elaboración
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Como cualquier bizcocho, el "borracho" se elabora a partir de un batido compuesto por huevo, harina, azúcar, levadura y agua, que, por acción del calor en el horno, crece y esponja hasta adquirir su estado final. Su peculiaridad radica en el baño de almíbar -composición aleatoria de agua, ron y miel, en proporción secreta según cada repostero– en que se sumerge después de la cocción durante, al menos, una hora.
Costumbres
En los carnavales que en Guadalajara duran casi una semana completa, los primeros actos son desfiles de cabezudos para niños y convite a bizcocho borracho en alguna de las plazas de la ciudad.
Referencias
- ↑ a b Víctor André, (2008), Aprenda a conocer los vinos, Madrid, Ed. Swing,
- ↑ Juan Antonio Martínez Gómez-Gordo,Sofía Martínez Taboada, (1998), La cocina de Guadalajara, AACHE Ediciones de Guadalajara, pág. 225
- ↑ Ojós. Murcia Turística.
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