Ajoblanco (revista)

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 16:10 28 sep 2014 por CEM-bot (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Ajoblanco
País España Ver y modificar los datos en Wikidata
Idioma Español
Especialidad Cultura
Fundación 1ª etapa: 1974-1980
2ª etapa: 1987-1999
Desarrollo
Editor Ramón Barnils
Publicador Ajoblanco Ediciones (1974-1999)[1]
Circulación
Frecuencia Mensual
Circulación pagada 50.0000 (1987)[2]
Costo 400 ptas.
[Web oficial de Ajoblanco Página web oficial]

Ajoblanco es el nombre de una revista española mensual que se publicó entre 1974 y 1980 en su primera etapa y entre 1987 y 1999 en la segunda.[3]

En los años ’70, la España franquista vivió una experiencia extraordinaria: el estallido del movimiento estudiantil contra la dictadura, la lucha obrera, las comunas, el hippismo y el arte conceptual, el surgimiento de teatros, editoriales y librerías independientes, el despertar de una contracultura en Barcelona y el resurgimiento de Madrid.
José Ribas, Los 70 a destajo[4]

Junto a otras cabeceras como Star, Nueva Lente y Ozono, Ajoblanco fue uno de los primeros puntos de encuentro y difusión de la contracultura en España.[5][6]​ La revista supuso todo un revulsivo cultural en su época.

Etapas

Primera etapa (1974-1980)

La revista apareció por el impulso de José Ribas, un estudiante barcelonés de Derecho, de ideología libertaria y procedente de una familia burguesa, que aglutinó a su alrededor a filósofos, poetas, arquitectos, artistas y dibujantes de cómics de la escena contracultural de Barcelona de los años 1970.

Tenia muy claro que debía ser un libro muy sincero, con honestidad y transparencia. Mi vida fue Ajoblanco, yo quería explicar que una persona de origen pequeño burgués de repente que se abre de mente, en contacto con la universidad y la realidad social de aquellos momentos y lo primero que veo es que la generación del 72 tiene ideas pero no tiene voz y no tiene lenguaje, las palabras estaban robadas por el poder del franquismo, por la cultura nacional catolica, en aquel choque con los grupos autoritarios, nosotros estábamos buscando la libertad. No tenía ganas, que nadie me dirigiese, que tenia que pensar, que tenía que hacer, que estaba bien. Nosotros teníamos que experimentar por nosotros mismos el camino de la libertad
[7]​ José Ribas en su entrevista para las alasbarricadas.org sobre su libro Los 70 a destajo

Todos ellos participaron en un proyecto que aunaba la oposición al régimen franquista con la independencia de los partidos de izquierdas de la oposición (especialmente, el PSUC, la Assemblea de Catalunya y Bandera Roja). Junto a la política, los intereses de la primera etapa de Ajoblanco incluyen contenidos sociales inéditos hasta entonces en España como la antipsiquiatría, el ecologismo, el colectivismo, el movimiento gay y el urbanismo sostenible. Además de textos narrativos periodísticos que destacaban por originalidad y renovación.

Alrededor de Ribas se estableció un equipo de redacción no jerarquizado que incluía a Toni Puig, Fernando Mir (Ribas, Puig y Mir son, en realidad, el núcleo duro de Ajoblanco), Luis Racionero, María José Ragué, Quim Monzó, Santiago Soler Amigó, Juanjo Fernández, Jordi Alemany, Ramón Barnils (director ante las autoridades de la revista), Ana Castellar, Albert Abril, Maria Dolls, Nuria Amat o Karmele Marchante. A ellos se sumaron las contribuciones de los lectores de la revista, hasta 2000 a lo largo del periodo 1974-1980 (según el cálculo de Ribas, expresado en una entrevista en el diario El Mundo, el 12 de mayo de 2007). En su momento de mayor éxito (hacia 1977) Ajoblanco contó con un millón de lectores (según estimaciones alternativas Ajoblanco llegó a un tiraje máximo de 90.000 ejemplares y no existen datos fiables del número de lectores,[2]​ a pesar de que sus estructuras nunca llegaron a profesionalizarse del todo. Su idea era promover una cultura libertaria que condicionara un cambio social.

De hecho, fueron frecuentes las disensiones dentro de la redacción de la revista, donde convivían el impulso ácrata de Ribas (que llegó a afiliarse a la CNT) y Racionero, con otros miembros del equipo, más cercanos al comunismo o al catalanismo. A partir de 1978, la revista entró en una crisis que se acentúa cuando, en 1979, Ribas (que pretendía trasladar una parte de la redacción a Madrid) abandona Ajoblanco. Un año después, la revista dejó de publicarse por culpa de sus problemas financieros y de la realidad de su consejo de administración lejos de la línea editorial de la revista, que provocó el abandono de la mayor parte de sus colaboradores y del equipo de administración causados por las imposiciones de una nueva gerencia a cargo de Antonio Aponte.

Segunda etapa (1987-1999)

Ribas, que pasó cuatro años en Madrid y dos más en Londres, regresó a Barcelona en 1986 con la idea de reflotar Ajoblanco. Para ello contactó con los otros miembros del triunvirato (Toni Puig y Fernando Mir) y el fotógrafo y escritor Jordi Esteva que empezaron a trabajar para que la revista volviera a los kioscos en octubre de 1987.

Si el primer Ajoblanco fue el del descubrimiento de la identidad, el segundo fue el del rigor y el de la lucha.
José Ribas, entrevistado en El Mundo, el 12 de mayo de 2007.

Jordi Esteva deja la revista en el verano de 1993. La revista, en esta segunda etapa, se profesionaliza a través de la creación de una empresa editora (Odeón) y adopta una postura muy crítica con los gobiernos del PSOE en España y de CiU en Cataluña. Así, en 1996, y sin abandonar su equipaje libertario, Ajoblanco alcanza un acuerdo de gestión con Unidad Editorial (la empresa editora del también crítico con el PSOE, pero desde un planteamiento conservador, El Mundo). La alianza permitió que la revista, que por entonces había alcanzado gran relevancia en América Latina, sobreviva tres años más a pesar de su crisis financiera.

En 1999, el número 125 de Ajoblanco se despide de sus lectores con la promesa de reencontrarlos en internet. La página web de la revista, sin embargo, nunca llega a ofrecer contenidos inéditos. Solo en 2004, Ajoblanco volvió a los kioscos por un mes con un número especial que incluía una recopilación de las mejores páginas de su primera época con el nombre de El Ajo.[8]​ En 2007, José Ribas publica Los 70 a destajo (editado por RBA), su crónica de los años 70 y de la primera etapa de Ajoblanco.

Referencias

  1. «Catálogo BNE». Consultado el 30 de mayo de 2014. 
  2. a b «'Ajoblanco' cumple 15 años». 31 de octubre de 1989. Consultado el 30 de mayo de 2014. 
  3. Mariño, Henrique (29 de mayo de 2014). «Pepe Ribas: "La policía introdujo la heroína para acabar con los ateneos libertarios"». Público (España). Consultado el 29 de abril de 2014. 
  4. «Los 70 a destajo». Consultado el 30 de mayo de 2014. 
  5. Alpuente, Moncho en el artículo "Star": ataque frontal contra el "buen gusto", para El País, 16/07/1976.
  6. Pecourt, Juan (2008). Los intelectuales y la transición política, pp.166-7.
  7. «Entrevista a Jose Ribas fundador de larevista Ajoblanco». Consultado el 30 de mayo de 2014. 
  8. «Catálogo BNE». Consultado el 30 de mayo de 2014. 

Enlaces externos