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Diferencia entre revisiones de «Canis lupus signatus»

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Revisión del 08:13 23 nov 2016

 
Jamon ibérico
Estado de conservación
Casi amenazado (NT)
Casi amenazado (UICN 3.1)[1]
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Canidae
Género: Canis
Especie: C. lupus
Linnaeus, 1753
Subespecie: Cani lupus signatus
Ángel Cabrera, 1907
Distribución
Distribución aproximada hacia 2013.[cita requerida]
Distribución aproximada hacia 2013.[cita requerida]

El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es una subespecie de lobo (Canis lupus) endémica de la península ibérica.

Descripción

Lobo con manchas de sangre en el hocico.
Cachorros de Lobo Ibérico estimulando a la hembra reproductora para que regurgite.
Hembra reproductora de lobo ibérico regurgitando carne para sus cachorros.

Alcanza un tamaño medio, los machos alcanzan entre 130 y 180 cm de longitud, y las hembras entre 130 y 160 cm. La altura de cruz puede llegar a los 70 cm. Los machos adultos pesan generalmente entre 35 y 50 kg, y las hembras pesan de 30 a 40 kg. En movimiento llama la atención el poderío de los cuartos delanteros en relación a la grupa, levemente caída.

Tienen la cabeza grande y maciza, orejas triangulares relativamente pequeñas y ojos oblicuos de color amarillento. El hocico presenta unas manchas blancas en los belfos denominadas «bigoteras».

Su pelaje es heterogéneo, de tal forma que se describen unas franjas longitudinales oscuras o negras cubriendo la parte anterior de sus dos patas delanteras, una mancha oscura a lo largo de la cola, y otra mancha oscura alrededor de la cruz a la que se le conoce como «silla de montar». El conjunto de estas marcas o manchas oscuras, son las que le han dado el nombre «signatus» a esta subespecie de lobo, puesto que signatus en latín significa ‘signado’ o ‘marcado’. Los lobeznos al nacer presentan tonos oscuros uniformes.

Dieta

Este lobo es uno de los pocos grandes carnívoros que existen en la península ibérica, y como depredador, se alimenta básicamente de las presas que caza, grandes herbívoros y otros mamíferos de porte menor. El lobo es un carnívoro depredador. La mayor parte de su dieta está compuesta por presas cazadas, aunque ocasionalmente puede competir con aves carroñeras por los restos de animales que han muerto de forma natural o por accidente, así como por restos provenientes de vertederos cercanos a núcleos de población humana. También es conocido el hábito, en determinadas estaciones, de consumir alimentos de origen vegetal tales como frutos silvestres.

El doctor Félix Rodríguez de la Fuente realizó diferentes estudios para concretar la dieta del lobo ibérico en España, y según los resultados extraídos, esta podría estar compuesta por: grandes mamíferos (como jabalíes, corzos, muflones, ciervos...) en un 35 %, ovejas en un 24 %, conejos en un 14 %, ratones de campo en un 9 %, carroña un 7 %, reptiles y aves en un 5 %, insectos y vegetales un 4 %, y otros carnívoros (como zorros o perros) en un 2 %.[2]

Distribución

Aunque históricamente se distribuía abundantemente por toda la península ibérica, actualmente se mantiene con poblaciones relativamente estables al norte del Duero, mientras que al sur del Duero la población es frágil y está fragmentada y amenazada, siendo especie protegida.[3]

Estos lobos poblaban la mayor parte de las tierras al sur de los Pirineos hasta principios del siglo XX. Sin embargo, durante los últimos cien años han venido sufriendo una persecución sistemática y una serie de trabas indirectas para el correcto desarrollo de sus poblaciones.

El número total de ejemplares de Canis lupus signatus que se pueden encontrar en España varía según las fuentes. El último censo fiable data de 1988, e indicaba la existencia de 1500 a 2000 individuos. La población puede estimarse en aproximadamente 2800 ejemplares,[4]​ distribuidos prácticamente en el cuadrante noroccidental de la Península.

Mientras que en los años 1950 la presencia del lobo era patente en todo el oeste de la Península (no hay que olvidar su presencia en Portugal) más en los Pirineos, un estudio realizado recientemente por el CSIC (Palacios, 1999) revela que al sur del río Duero (Sierra de San Pedro en Extremadura y Sierra Morena) el último lobo podría haber muerto hacia 1983 y que no existe presencia confirmada ni rastros biológicos de su existencia en la zona oriental de España, aunque es posible que persistan algunos grupos en los Pirineos y el País Vasco.

Las principales poblaciones se distribuyen por las comunidades de Castilla y León, Galicia, Cantabria y Asturias. También hay poblaciones más reducidas en zonas de montaña[5]​ de regiones limítrofes como País Vasco, La Rioja, provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha) y también en el norte de Portugal. También hay algunas poblaciones en zonas de montaña del norte de Andalucía, que están aisladas de las del norte de la península ibérica, pues ambas poblaciones están separadas por la Submeseta sur, zona en la que no hay poblaciones de este animal.

Gracias a los trabajos de protección del lobo ibérico a principios del siglo XXI se han localizado ejemplares en zonas más al sur de la península ibérica como el sistema Central y sistema Ibérico. Por ejemplo, en febrero de 2013 se grabaron imágenes de crías de lobo ibérico al norte de la Comunidad de Madrid, tras 60 años sin tener datos oficiales de su presencia en la región.[6]

Proceso histórico y población actual

El lobo ibérico estuvo presente en toda la península ibérica durante siglos, tanto es así que llegó a habitar casi todo el territorio peninsular hasta principios del siglo XX; no obstante, estuvo a punto de extinguirse en los años 1970,[3]​ debido a que en España y especialmente durante el gobierno de la dictadura franquista se promovió una campaña de exterminio motivada por la superabundancia de este animal,[7]​ que tuvo lugar entre 1950 y 1970, cuyo resultado fue la práctica erradicación de esta subespecie en todo el país, exceptuando la parte noroeste y algunas áreas aisladas de Sierra Morena.

Archivo:LOBO IBERICO SIERRA DE VILLAFRANCA.jpg
Ejemplar de lobo ibérico abatido a mediados de los años 1950 en la sierra de Villafranca (Ávila).

En Portugal, una política similar borró de sus campos al lobo de todo el territorio que abarca desde el río Duero hacia el sur, sobreviviendo tan solo algunos grupos reducidos en áreas concretas como las comarcas zamoranas de Sanabria, Aliste y Sayago. Si apenas pudo ser salvado, sería gracias a la labor de varios naturalistas y divulgadores como el español Félix Rodríguez de la Fuente.

Hoy es un animal protegido y desde los años noventa se encuentra en franca expansión a lo que se añade el aumento de densidad en las zonas tradicionales.[3]​ Se tiene noticia de que las poblaciones asentadas en Castilla y León están avanzando hacia Extremadura, Madrid, Aragón y Guadalajara.[8]​ Las poblaciones de Andalucía han tenido menos suerte y parece que los últimos lobos de Sierra Morena han desaparecido en los últimos años. Abunda al noroeste de la Península, principalmente en la provincia de Zamora, en alguno de cuyos términos municipales se le culpa de la muerte masiva de rebaños de ovejas, como las que ocurrieran en la localidad de Carbellino a principios de los años 1980. Desde 1999 se viene apreciando en la zona del pirineo catalán la posible presencia de ejemplares de lobo. Algunos de los ataques sufridos por el ganado en las inmediaciones de la sierra del Cadí han demostrado ser obra de lobos[cita requerida], si bien la mayoría de los mismos han sido efectuados por perros salvajes abundantes en la zona y que parecen estar en retroceso, prueba para los investigadores de la expansión del lobo en la zona y el desplazamiento de los perros silvestres. Investigadores, naturalistas y científicos tanto privados como pertenecientes a las administraciones competentes trataron de determinar la procedencia de dichos ejemplares mediante la recogida de restos biológicos para poder realizar posteriores análisis genéticos. En un primer momento se sospechó que pudieran tratarse de ejemplares venidos de la zona noroeste de la Península o que realmente no fueran lobos pero dichos estudios han confirmado que sí lo son y que proceden de Francia, lugar al que llevan años expandiéndose llegados de las montañas del norte de Italia, por tanto pertenecerían a la subespecie Canis lupus italicus. Es difícil determinar el número aproximado de ejemplares que puedan poblar la zona, al menos se tienen muestras genéticas de 13 individuos distintos, aunque no se ha confirmado el establecimiento de alguna manada en la zona.[9][10]

En la zona noroeste de la península, coincidiendo con la práctica totalidad de Galicia, podemos incluir el norte de Portugal, y exceptuando una franja costera en el litoral, todavía habitan comunidades de "canis lupus signatus" propiamente dicho, suponiendo el 27 % de la población de lobos en España con 68 grupos y un baremo aproximado de entre 420-620 lobos en 2004, datos relacionados en el Plan de Gestión del Lobo en Galicia 2004[11]

Según algunos autores, hacia 1988 se estimó que la población del lobo en España era de entre 1500 y 2000 ejemplares. En 2002 se calcularían al menos unos 2000 lobos, y en Portugal se calculan de 300 a 400 ejemplares de lobo ibérico.[12]

El lobo ibérico está catalogado como especie vulnerable[13]​ en el Libro rojo de los vertebrados de España, y como especie casi amenazada[14]​ en el Atlas de los mamíferos terrestres de España.[15]​ Sin embargo, su caza está permitida en el norte de España.[16]

Cómo detectar su presencia

Es complicado para los no expertos, pues tanto sus huellas como sus excrementos, e incluso los daños al ganado, pueden confundirse con los de perros de gran talla. Su observación en libertad resulta complicada. No obstante, se pueden oír (y provocar, imitándolos o mediante grabaciones) sus aullidos.[17]

Galería

Referencias

  1. «Canis lupus signatus». Lista Roja de especies amenazadas de la UICN 2013.2 (en inglés). 2012. ISSN 2307-8235. Consultado el 1 de junio de 2014. 
  2. «Signatus.org». 
  3. a b c "El lobo ibérico en el Sur peninsular, El Ecologista nº50, diciembre de 2006.
  4. Nos quedan 2800 lobos
  5. El lobo ibérico, rey de la montaña
  6. El lobo vuelve a criar en Madrid El País, consultado el 26 de febrero de 2013.
  7. Hemeroteca diario ABC, acaecida tras la Guerra Civil Española
  8. El lobo vuelve al punto de mira. Artículo en El País: Diario El País
  9. Diario El País El lobo regresa al pirineo español
  10. Instituto pirenaico Relato de las investigaciones sobre la presencia del lobo.
  11. Plan de Gestión del Lobo en Galicia 2004
  12. JUAN CARLOS BLANCO, MARIO SÁENZ DE BURUAGA Y LUIS LLANEZA. «Canis Lupus». Consultado el 2008. «www.mma.es». 
  13. Buscando consensos en torno al lobo en Portugal
  14. 28 denuncias por furtivismo en Castilla y León, Asturias y Cantabria
  15. Ministerio de Medio Ambiente (España). «Estado de conservación del lobo ibérico». Consultado el 2008. 
  16. Bruselas frena el intento de Cañete de ampliar la caza del lobo ibérico
  17. Delibes de Castro, Miguel; Juan Carlos Velasco Marcos, Miguel Lizana Avia, Jacinto Román Sancho, Jesús Fernández Gutiérrez, Carlos Sánchez Alonso (2005). Guía de los peces, anfibios, reptiles y mamíferos de Castilla y León. Náyade editorial. ISBN 84-933730-1-X. 

Enlaces externos