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=== '''SILOS, QUINTERÍAS Y CAMINOS''' ===
=== '''SILOS, QUINTERÍAS Y CAMINOS''' ===


=== Silo Mancheno ===
=== Silo Mancheño ===


Esta construcción subterránea se encuentra situada en el paraje conocido como Silo Mancheno, situado en el extremo noroeste del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique, a unos 500 m al este del cauce del Riansares. Se accede desde la Carretera de Lillo CM-3005, cogiendo un camino que sale a la derecha del PK 5+000. Se encuentra en terrenos cultivados de viñedo, a 200 m al norte de la Casa de Mancheno.
Esta construcción subterránea se encuentra situada en el paraje conocido como Silo Mancheno, situado en el extremo noroeste del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique, a unos 500 m al este del cauce del Riansares. Se accede desde la Carretera de Lillo CM-3005, cogiendo un camino que sale a la derecha del PK 5+000. Se encuentra en terrenos cultivados de viñedo, a 200 m al norte de la Casa de Mancheno.

Revisión del 20:21 10 feb 2018

La Villa de Don Fadrique
municipio de España


Bandera

Escudo


Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
La Villa de Don Fadrique ubicada en España
La Villa de Don Fadrique
La Villa de Don Fadrique
Ubicación de La Villa de Don Fadrique en España
La Villa de Don Fadrique ubicada en Provincia de Toledo
La Villa de Don Fadrique
La Villa de Don Fadrique
Ubicación de La Villa de Don Fadrique en la provincia de Toledo
País  España
• Com. autónoma  Castilla-La Mancha
• Provincia  Toledo
• Comarca La Mancha
• Partido judicial Quintanar de la Orden
Ubicación 39°36′54″N 3°13′24″O / 39.615, -3.2233333333333
• Altitud 671 m
Superficie 83 km²
Fundación Ver texto
Población 3569 hab. (2023)
• Densidad 45,76 hab./km²
Gentilicio Fadriqueño, ña
Donfadriqueño, ña
Pobleño, ña .
Código postal 45850
Pref. telefónico 925
Alcalde (2015) Jaime Santos Simón (PP)
Patrón Santo Cristo del Consuelo
Sitio web www.villadonfadrique.com

La Villa de Don Fadrique es un municipio español perteneciente a la provincia de Toledo, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.

Historia

El entorno de esta villa en la comarca de La Mancha toledana fue repoblada primero por mozárabes y después por los grandes Maestres de la Orden de Santiago[1]​.

En la antigüedad se llamó La Puebla de la Isla, (nombre que viene dado por estar rodeada de agua, ya que para ir a cualquier otra población de al lado, se debe cruzar un río) cuando dependía de Corral de Almaguer, hasta que, según la leyenda en 1343 el Gran Maestre de la Orden de Santiago, Don Fadrique, se acogió en estas tierras huyendo de su hermanastro, Pedro I El Cruel. En estos yerbazales y montes de encinas se escondió y encontró ayuda en la población. Agradecido por ello, y desde el campamento que cercaba la ciudad de Algeciras, concedió el 25 de abril de 1343 el privilegio de Villa y la otorgó fuero. A partir de ese momento pasó a denominarse La Puebla de Don Fadrique, nombre que llevará hasta 1916.

El rey de Castilla, Alfonso XI “El Justiciero”, tuvo de su legítima mujer, María de Portugal, un solo hijo, Pedro I “El cruel”, y de la sevillana Leonor de Guzmán, diez hijos bastardos, cosa muy frecuente en esta época a causa de los matrimonios políticos (Pedro, Sancho, Enrique-Fadrique, Fernando, Tello, Juan, Pedro, Sancho y Juana). Enrique y Fadrique, gemelos, nacieron en Sevilla el 13 de enero de 1333. En 1342, contando D. Fadrique con 8 años, se le nombra Maestre de Santiago y al año siguiente otorga el “Privilegio de La Puebla de Don Fadrique”.

Antiguamente, cuando se reconquistaba un territorio, los reyes procuraban poblarlo o repoblarlo, según los casos, y a este fin y para atraer pobladores, otorgaban privilegios o Cartas-pueblas a favor de los núcleos de población, concediendo exenciones de impuestos y otras ventajas a quienes viniesen a asentarse en dichos núcleos; esto es lo que hizo Alfonso XI en Quintanar de la Orden en 1318 y su hijo don Fadrique con los habitantes de La Puebla de la Isla.

En 1916, un real decreto de Alfonso XIII, cambió o varió los nombres de muchos pueblos españoles de distintas provincias que eran similares. Por su homónima en Granada, La Puebla de Don Fadrique, pasó a denominarse, La Villa de Don Fadrique.

Durante la II República, en julio de 1932, tuvieron lugar los llamados sucesos de La Villa de Don Fadrique, que es como se conocen los hechos que tuvieron lugar en esta localidad el 8 de julio de 1932, al producirse una huelga durante la siega que acabó derivando en una revuelta campesina de carácter comunista con enfrentamientos y tiroteos entre unos campesinos de la localidad y la Guardia Civil, así como el incendio de eras, maquinaria agrícola y el corte de las telecomunicaciones telefónicas y terrestres (la carretera y el ferrocarril).El balance final fue la muerte de un Guardia Civil y cinco compañeros heridos; un propietario muerto; por parte de los campesinos, dos muertos, más de sesenta detenidos (entre ellos el médico Cayetano Bolívar o el juez Tomás Maqueda) y veintiún heridos.[2]

Durante la guerra civil, la aportación de La Villa de Don Fadrique al esfuerzo de guerra había sido más que notable. De sus 5000 habitantes habían sido enviados a los frentes a unas 400 personas. De ellas ya murieron 20 en los combates hasta primeros de febrero de 1937. Un balance posterior a la contienda 1936-1939 daría el no regreso al pueblo de 200 de sus vecinos.

En los primeros meses de contienda (julio, agosto y septiembre de 1936), 42 personas de La Villa de Don Fadrique fueron asesinadas, bien por ser sacerdotes o fieles católicos, bien por ser propietarios acomodados. Dos de los sacerdotes, Don Francisco y Don Miguel, martirizados brutalmente, murieron perdonando a sus enemigos y fueron declarados Beatos en Roma el 28 de octubre de 2007.

La mayor parte de los hombres que partieron al frente se habían enrolado en el Quinto Regimiento del general Líster formando parte básicamente del Batallón Octubre nº1 y del Batallón Luis Carlos Prestes. Después pasarían a formar parte del Ejército Popular Republicano de las diferentes Brigadas Mixtas. La población que quedó en La Villa había contribuido también de forma destacada en los suministros de cereales al Madrid cercado, había remitido a los frentes y de manera regular, cada semana dos camiones de productos alimenticios a través del Socorro Rojo. Al finalizar la guerra fueron muchos los que sufrieron la represión. La mayor parte de los ejecutados de La Villa de Don Fadrique lo fueron en Quintanar de la Orden y en Ocaña.[3]

Patrimonio histórico inmueble.

YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS

Cordel de los torteros

Esta vía pecuaria discurre paralela al cauce del río Cigüela por su margen derecha y al límite sur del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique. Transita por terrenos de vega y cultivos de secano. El tramo del Cordel de los Torteros que atraviesa el Término Municipal de La Villa de Don Fadrique tiene una longitud de 6630 m y corresponde al último recorrido antes de enlazar con la Cañada Real de Alcázar en La Puebla de Almoradiel. Este cordel une la Cañada Real Soriana Oriental con la cañada anteriormente citada y tiene una longitud total de 14 km. Actualmente se conserva en su mayor parte como camino terrero, aunque en buena parte del recorrido se encuentra asfaltado y es utilizado como camino vecinal. Forma parte del complejo entramado de vías pecuarias secundarias que se ramifican de las cañadas principales.

Camino de campo de Criptana

Este camino parte al sur del casco urbano de La Villa de Don Fadrique y atraviesa la mitad sur del Término Municipal hasta llegar al Cigüela y cruzarlo por el Puente de Doña Sol situado en el Término Municipal de La Puebla de Almoradiel. Este camino se dirige a Campo de Criptana y atraviesa terrenos cultivados con viñedo y cereal.

Este camino vecinal conserva actualmente una anchura de unos 5 m y tienen una longitud de 5870 m dentro del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique. Ha sido tradicionalmente el camino que se dirigía a Campo de Criptana y se ha utilizado con mucha asiduidad para acceder a las tierras de cultivo de la mitad sur del Término Municipal. El camino, ya dentro de La Puebla de Almoradiel, cruza el río Cigüela a través del Puente de Doña Sol y, un poco antes, enlaza con el Cordel de los Torteros. Sigue conservando sus características de camino terrero, aunque ha sido mejorado con una solera de gravilla en algunos tramos. Recientemente se ha visto afectado por el trazado de la variante de la carretera CM-410, que corta el camino perpendicularmente. Para salvar la carretera se ha construido un paso elevado, ya que este es un camino muy frecuentado para acceder a la vega del Cigüela y a las tierras de cultivo de la parte sur del Término.

Molino nuevo

Este yacimiento del Paleolítico Medio se caracteriza por presentar una dispersión significativa de material lítico realizado fundamentalmente en sílex blanco, aunque también se han identificado algunas piezas en cuarcita. La zona donde se encuentra, al igual que toda una amplia franja de terreno, situada a unos 2 km del cauce del Cigüela, se caracteriza por la abundancia de bolos de cuarcita y ocasionales nódulos de sílex de pequeño tamaño. Es probable que nos encontremos ante una terraza baja desmontada asociada al río Cigüela. La industria identificada se compone de núcleos y lascas, algunas con retoque, en sílex muy desilicificado. También se ha identificado un útil bifacial realizado en cuarcita. Este yacimiento hay que ponerlo en relación con otras concentraciones de industria lítica localizadas en una amplia franja de terreno situada entre el casco urbano y el río Cigüela y que responden a un espacio de frecuentación de grupos humanos durante el Paleolítico. El yacimiento se encuentra alterado por las labores agrícolas. Los restos de industria lítica se encuentran muy desilicificados y, en muchos casos, afectados por golpes modernos ocasionados por las labores agrícolas.

Pozo de Zonga

El yacimiento se identifica como una dispersión significativa de material lítico realizado fundamentalmente en sílex blanco. La zona donde se encuentra, al igual que toda una amplia franja de terreno, situada a unos 2 km del cauce del Cigüela, se caracteriza por la abundancia de bolos de cuarcita y ocasionales nódulos de sílex de pequeño tamaño. Es probable que nos encontremos ante una terraza baja desmontada asociada al río Cigüela. La industria identificada se compone de lascas simples y retocadas. El yacimiento está en relación con otras concentraciones localizadas en el mismo entorno dentro del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique. Se encuentra muy cerca del yacimiento coetáneo de Molino Nuevo, situado unos 300 m al sureste, y tiene las mismas características también que el yacimiento de El Castillejo y El Monte. Todos ellos contienen elementos que nos remiten a momentos indeterminados del Paleolítico Medio. El yacimiento se encuentra alterado por las labores agrícolas. Los restos de industria lítica se encuentran muy desilicificados y, en muchos casos, afectados por golpes modernos ocasionados por las labores agrícolas.

El monte

El yacimiento se identifica como una dispersión significativa de material lítico realizado fundamentalmente en sílex blanco, aunque también se identifican algunas lascas en cuarcita. La zona donde se encuentra, al igual que toda una amplia franja de terreno, situada a unos 2-3 km del cauce del Cigüela, se caracteriza por la abundancia de bolos de cuarcita y ocasionales nódulos de sílex de pequeño tamaño. Es probable que nos encontremos ante una terraza baja desmontada asociada al río Cigüela. La industria identificada se compone de núcleos, lascas simples y lascas retocadas. El yacimiento está en relación con otras concentraciones localizadas en el mismo entorno dentro del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique como Molino Nuevo , El Castillejo y El Pozo de Zonga. Todos ellos contienen elementos que nos remiten a momentos indeterminados del Paleolítico Medio. El yacimiento se encuentra alterado por las labores agrícolas. Los restos de industria lítica se encuentran muy desilicificados y, en muchos casos, afectados por golpes modernos ocasionados por las labores agrícolas.

El Castillejo

El yacimiento se identifica como una somera dispersión de material lítico realizado fundamentalmente en sílex blanco. La zona donde se encuentra se caracteriza por la presencia de bolos de cuarcita y ocasionales nódulos de sílex de pequeño tamaño. La industria identificada se compone de lascas simples y retocadas. El yacimiento está en relación con otras concentraciones localizadas en el mismo entorno dentro del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique. El yacimiento está en relación con otras concentraciones localizadas en el mismo entorno dentro del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique como Molino Nuevo, El Pozo de Zonga y El Monte. Todos ellos contienen elementos que nos remiten a momentos indeterminados del Paleolítico Medio. El yacimiento se encuentra afectado por las labores agrícolas y es posible que la reciente construcción de la variante de la carretera CM-410 haya alterado parte de este yacimiento. Los restos de industria lítica se encuentran muy desilicificados y, en muchos casos, afectados por golpes modernos ocasionados por las labores agrícolas.

Camino de Lillo I

El yacimiento se encuentra en el paraje conocido como Camino de Lillo y se encuentra junto al camino del mismo nombre, unos 500 m al norte del casco urbano de La Villa de Don Fadrique. Se encuentra junto a la carretera de Lillo CM-3005, al este de la rotonda que enlaza con la variante que bordea el municipio. Se localiza en una elevación del terreno situada al sur de la Zanja de la Veguilla. Los terrenos se encuentran dedicados al cultivo de viñedo. El yacimiento se identifica como una abundante dispersión superficial de material cerámico y latericio. Los materiales presentes en este yacimiento se corresponden con producciones cerámicas a torno, de cocción oxidante, con acabados alisados, vidriados de color melado con decoraciones en color negro y loza blanca con decoraciones vegetales y geométricas en azul cobalto, amarillo y ocre. Las formas responden a platos, cuencos y ollas. Aparece también abundante teja curva y fragmentos de ladrillo macizo. Los tipos cerámicos y sus decoraciones nos remiten a cronologías situadas en la Edad Moderna. Es posible que en la zona existiese algún caserío o casa de labor ya desparecida.

Cerro de la soga

El yacimiento se localiza en el paraje conocido como El Cerro de la Horca, que se sitúa a unos 500 m al noroeste del casco urbano de La Villa de Don Fadrique. Se encuentra al este de la Zanja de la Veguilla, en terrenos alomados dedicados actualmente al cultivo de olivos, cereal y viñedo. El yacimiento se identifica como una abundante dispersión superficial de material cerámico y latericio. Los materiales presentes en este yacimiento se corresponden con producciones cerámicas a torno, de cocción oxidante, con acabados alisados, vidriados de color melado y verde manganeso y loza blanca con decoraciones vegetales y geométricas en azul cobalto y ocre. Las formas responden a platos, cuencos y ollas. Aparece también abundante teja curva y fragmentos de ladrillo macizo. Los tipos cerámicos y sus decoraciones nos remiten a cronologías situadas en la Edad Moderna. Es posible que en la zona existiese algún caserío o casa de labor ya desparecida.

Solar de la ermita de la piedad

La Ermita de la Piedad, actualmente desaparecida, se encontraba a las afueras del casco urbano, justo en la bifurcación del Camino de Villanueva de Alcardete y la Colada del Camino Provincial, al norte de las antiguas eras del pueblo. Todavía se encuentra rodeada de campos de labor, aunque el casco urbano se encuentra muy próximo. De la antigua Ermita de la Piedad no se conserva actualmente más que el recuerdo de su ubicación y el solar, que es propiedad del ayuntamiento. No sabemos nada de sus características dado que no se ven en superficie ni siquiera las cimentaciones. Según el testimonio oral de un anciano que vive en un barrio próximo a la ermita, esta dejó de utilizarse hace 60 o 70 años a causa de su avanzado estado de ruina. Esta ermita era objeto de una romería con pasos procesionales a lo largo del recorrido que separaba la Iglesia Parroquial y la localización de la Ermita.

SILOS, QUINTERÍAS Y CAMINOS

Silo Mancheño

Esta construcción subterránea se encuentra situada en el paraje conocido como Silo Mancheno, situado en el extremo noroeste del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique, a unos 500 m al este del cauce del Riansares. Se accede desde la Carretera de Lillo CM-3005, cogiendo un camino que sale a la derecha del PK 5+000. Se encuentra en terrenos cultivados de viñedo, a 200 m al norte de la Casa de Mancheno. Silo subterráneo de almacenamiento de cereal que presenta planta rectangular con orientación SW-NE de 3,5 m de ancho por 20 m de largo. El cerramiento superior está resuelto mediante bóveda de cañón que presenta varias aberturas cenitales para descargar el cereal en el interior desde la superficie. Dispone de dos entradas en rampa que se abren en la pared sureste. Las robustas paredes que revisten el hueco que ocupa el silo están realizadas de mampostería trabada con argamasa, al igual que la bóveda, y no disponen de revestimiento alguno. En la pared noreste, hay una curiosa hornacina tallada en la roca rematada con arco de medio punto. Se encuentra afectado por el abandono y, la parte sur está destruida por la realización de un pozo para regadío.

Silo y casilla del baldao

Se encuentra en el paraje conocido como Cañada Honda, situado a 4,4 km al noreste del casco urbano en línea recta. Se accede a esta construcción a través del Camino de la Lobilla y del Camino del Mojón del Espino. Se encuentra entre campos dedicados al cultivo del viñedo, en zona llana. Esta construcción engloba dos tipos de estructuras habitacionales diferentes que, sin embargo, se encuentran adosadas una a la otra. Se trata de una casa de labor, todavía en pie, y un silo abovedado, en estado ruinoso, adosado a la anterior. La casa de labor presenta planta rectangular con orientación E-W; los alzado están realizados íntegramente en mampostería trabada con argamasa y la cubierta es de teja curva a dos aguas sustentada por un armazón de pares e hileras de madera. La puerta de acceso se encuentra en la pared sur y, en el interior, se encuentra la típica distribución bipartita que consta de cuadra con pesebres y espacio para el descanso de los trabajadores en el que se encuentran dos lechos en torno a una chimenea adosada a la pared oriental. Por su parte el silo se encuentra adosado a la pared oeste de la casa de labor, con la que estuvo conectado por un paso actualmente cegado. El silo, también de planta rectangular, aunque algo más pequeño, se encuentra realizado con mampostería trabada con argamasa y dispone de cubierta abovedada. El desplome total de dicha construcción y la acumulación de escombros, impide describir otras características de este silo.

Colada del camino provincial

La Colada del Camino Provincial parte al este del casco urbano de La Villa de Don Fadrique y se dirige hacia el este. Atraviesa campos de labor dedicados al viñedo. Vía pecuaria que parte del casco urbano en dirección este y recorre 4,5 km dentro del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique para después adentrarse por tierras de La Puebla de Almoradiel. En la actualidad se conserva como camino terrero de entre 5 y 6 metros de anchura.

Camino de Villanueva de alcardete

El Camino de Villanueva de Alcardete se bifurca de la Colada del Camino Provincial a la altura de la Ermita de la Piedad, muy cerca del casco urbano. Este camino discurre por el Término Municipal de La Villa de Don Fadrique, en dirección noreste, a lo largo de 4,8 kme, se adentra en La Puebla de Almoradiel. Discurre por tierras llanas dedicadas al cultivo de vid y cereal. Se trata del camino vecinal que comunicaba directamente La Villa de Don Fadrique con Villanueva de Alcardete. Es un camino de anchura.

Silo de flores

El Silo de Flores se encuentra al noreste del Término Municipal, a 5 km del casco urbano en línea recta. Se accede al mismo a través del Camino de La Cervanta, que parte del casco urbano. Se encuentra enclavado entre campos cultivados de viñedo. Silo subterráneo que cumple las funciones de refugio para labradores y animales de trabajo. Se encuentra excavado directamente en la roca madre y consta de tres espacios interiores a los que se accede a través de una rampa que desemboca en una puerta rematada por un arco de medio punto de mampostería trabada con argamasa. En el interior hay un espacio distribuidor con un pozo. Desde ese espacio, de accede de frente a las cuadras, que disponen de pesebres adosados a la pared sur, y de un respiradero circular que se abre en el extremo este de la bóveda. A mano derecha del distribuidor se encuentra un espacio de descanso para los trabajadores con chimenea y dos lechos labrados en la roca. La cueva presenta una estructura orgánica, con espacios de esquinas redondeadas y techos abovedados. Se encuentra abandonado y sufre los desperfectos derivados del paso del tiempo. Sufre desprendimiento parcial de las bóvedas de tierra y la entrada se encuentra parcialmente cegada.

Molino de la Cervanta

El Molino de La Cervanta se encuentra en el extremo noreste del Término Municipal, a 5,9 km del casco urbano en línea recta. Se accede al mismo desde el casco urbano a través del Camino de La Cervanta. Se encuentra en una zona ligeramente elevada, rodeado de tierras de cultivo de secano. Molino de viento de planta circular de gruesos muros (1 m) realizados en mampostería trabada con argamasa con enlucido exterior. Dispone de una puerta de acceso en el lado oeste y conserva el orificio del eje de la vela del molino orientado al suroeste. Dicho orificio fue posteriormente utilizado como hueco para la entrada y salida de las palomas, pues la estructura fue reconvertida en palomar hace unos 60 años. De hecho, la cubierta de media esfera que actualmente presenta no es la original del molino, fue añadida cuando se convirtió en palomar. En el interior se conservan los casetones para las palomas. El Molino de La Cervanta aparece citado por Madoz a mediados del siglo XIX, y se supone que su construcción se remonta a principios de dicho siglo y dejó de utilizarse como tal antes de 1860, según se recoge en el Nomenclator de ese mismo año. El molino se encuentra en las inmediaciones de la Quintería de la Cervanta y está vinculado a ella. Dicha quintería data de principio del siglo XVIII, más concretamente de 1708. El antiguo molino de viento fue reconvertido en palomar y actualmente está abandonado. No conserva la maquinaria, aunque en el exterior hay algunas piedras que debieron formar parte del mecanismo interno del molino. Salvando estas alteraciones, el estado general de esta construcción es bastante bueno.

Silo de urbano

El Silo de Urbano se encuentra en el extremo noreste del Término Municipal, a 5,9 km del casco urbano en línea recta, entre los parajes de La Cervanta y La Pastora. Se accede al mismo desde el casco urbano a través del Camino de La Cervanta. Se encuentra en una zona ligeramente elevada, rodeado de tierras cultivadas de viñedo. Silo subterráneo que cumple las funciones de refugio para labradores y animales de trabajo. Se encuentra excavado directamente en la roca madre y consta de hasta siete espacios interiores a los que se accede a través de una rampa que desemboca en una puerta enmarcada por un muro frontal de mampostería trabada con argamasa. En el interior hay un espacio distribuidor desde el que se accede a las distintas estancias, que cumplen funciones de zona de descanso y cuadras para los animales de trabajo. El espacio para el descanso de los trabajadores se encuentra en el centro de la cueva y dispone de chimenea y un lecho a cada lado. Junto a la chimenea se disponen varios vasares y hornacinas. La cueva presenta una compleja estructura orgánica, con espacios de esquinas redondeadas y techos abovedados añadidos según las necesidades. Aunque el silo se encuentra parcialmente hundido en algunas partes, hemos podido reconocer hasta cinco habitáculos con pesebres para los animales y dos espacios distribuidores desde los que se abren las distintas galerías. Lo más llamativo de esta cueva son los refuerzos de las bóvedas que asemejan las nervaduras apuntadas del gótico. En algunos puntos se encuentran pilares circulares que refuerzan la sujeción de las bóvedas excavadas. De dichos pilares surgen nervios de refuerzo que recorren el techo. Se encuentra en estado de abandono, con partes completamente desplomadas y otras a punto de hacerlo. Este silo por su complejidad, tamaño y belleza debería ser conservado como muestra sobresaliente de este tipo de construcciones populares.

Camino de corral de Almaguer

El Camino de Corral de Almaguer parte del casco urbano en dirección norte, cruzando el Término Municipal de La Villa de Don Fadrique a lo largo de 7,1 km hasta adentrarse en Corral de Almaguer. Atraviesa terrenos llanos, excepto en la parte norte, donde la orografía es algo más irregular. Cruza zonas cultivadas de viñedo y cereal. Se trata del camino vecinal que comunicaba directamente La Villa de Don Fadrique con Corral de Almaguer. Es un camino de tierra de unos 5-6 metros de anchura.

Camino de Lillo a puebla de Almoradiel

Este camino atraviesa el Término Municipal de La Villa de Don Fadrique de noroeste a sureste, por la mitad norte del término, a lo largo de 9,3 km. Atraviesa terrenos más o menos llanos, sin grandes desniveles, ocupados por cultivos de viñedo y cereal. Se trata del camino vecinal que comunicaba directamente los pueblos de Lillo y La Puebla de Almoradiel. Es un camino de tierra de unos 5-6 metros de anchura que transcurre a lo largo de más de 9 km por tierras de La Villa de Don Fadrique.

Chozo de la melitona

Este chozo se encuentra en el paraje conocido como Cerro del Espolón, al que se accede a través del Carril del Espolón. Se encuentra en una zona elevada rodeada de cultivos de cereal y viñedo Chozo de planta circular realizado en mampostería trabada con argamasa que presenta falsa cúpula por aproximación de hiladas con respiradero en la cúspide. Presenta dos huecos de acceso rematados por arcos de medio punto realizados con bloques de piedra irregulares trabados con argamasa. Al exterior las paredes se encuentran toscamente enlucidas con argamasa. Presenta también un pequeño ventanuco circular. Se encuentra aislado, sin ninguna otra estructura asociada.

Silo del conde

Se encuentra en el límite norte del Término Municipal, a 7 km al norte del casco urbano en línea recta. Se accede a través del Carril del Silo del Conde, que parte del casco urbano. Se encuentra en una zona alomada, rodeado de campos de viñedo. Silo subterráneo que cumple las funciones de refugio para labradores y animales de trabajo. Se encuentra excavado directamente en el terreno geológico y consta de hasta siete espacios interiores a los que se accede a través de una rampa con cubierta de bóveda de cañón que desemboca en una puerta enmarcada por un muro frontal de mampostería trabada con argamasa. En el interior hay un pasillo distribuidor desde el que se accede a las distintas estancias, que cumplen funciones de zona de descanso, cuadras con pesebre para los animales de trabajo y zonas de almacén. El espacio para el descanso de los trabajadores se encuentra en una estancia próxima a la entrada y dispone de chimenea y un lecho a cada lado. La cueva presenta una compleja estructura orgánica de habitáculos más o menos grandes, con espacios de esquinas redondeadas y techos abovedados que, en algunos casos, disponen de respiraderos cenitales y refuerzos mediante arcos fajones. En el interior de la cueva, dentro del espacio distribuidor central, se encuentra un pozo adosado a la pared. Aunque abandonado, se encuentra en buen estado.

Silo de las laderas

Este silo exento se encuentra en el paraje conocido como Las Laderas, al borde del Camino del Silo del Conde. Está situado en línea recta a 4,6 km al norte del casco urbano de La Villa de Don Fadrique. Se encuentra situado en ladera, en terrenos dedicados al cultivo de vid y cereal. Silo exento realizado en piedra irregular trabada con argamasa. La planta es en forma de T invertida, con la entrada orientada al sur. El espacio se divide en, una zona con chimenea, destinada al descanso de los trabajadores, que se encuentra nada más entrar, y otra zona de cuadras con pesebres adosados a la pared oeste. La cubierta es abovedada con tendencia ojival y presenta nervaturas y arcos fajones apuntados como refuerzo. Se encuentra casi completamente arruinado, sólo conserva en pie algunos muros y parte de la cubierta abovedada que amenaza desplome.

Silo de guarda

Se encuentra en el límite norte del Término Municipal, a 6,8 km al norte del casco urbano en línea recta. Se accede a través del Carril del Silo del Conde, que parte del casco urbano y se encuentra justamente en el cruce del camino antes citado y del Carril de la Zanahoria. Se encuentra en una zona alomada, rodeado de campos de viñedo. Silo subterráneo que cumple las funciones de refugio para labradores y animales de trabajo. Se encuentra excavado directamente en el sustrato geológico y consta de cinco espacios interiores a los que se accede desde el sur a través de una rampa con cubierta de bóveda de cañón que desemboca en una puerta enmarcada por un muro frontal de mampostería trabada con argamasa. En el interior, hay un espacio distribuidor desde el que se accede a las distintas estancias, que cumplen funciones de zona de descanso y cuadras con pesebre para los animales de trabajo. Nada más entrar, a izquierda y derecha, dispone de dos espacios enfrentados para el descanso de los trabajadores, cada uno con su chimenea y lechos a los lados. Junto a la chimenea de la derecha se disponen varios vasares y hornacinas. En la parte norte, se encuentran las cuadras con pesebres. Los espacios presentan esquinas redondeadas y techos abovedados. Aunque abandonado, se encuentra en buen estado.

Silo del Médico

Situado en el paraje del mismo nombre, esta construcción se encuentra a 4,3 km al noroeste del casco urbano, junto a un sendero que une el Camino de la Ardosa y el Camino del Puente de la Oveja. Se encuentra en una zona llana ocupada por plantaciones de viñedo. Se trata de una construcción semisubterranea de planta rectangular, realizada con muros de mampostería trabada con argamasa. La cubierta, totalmente desaparecida, sería abovedada, como deja ver el único arco fajón que se conserva en pie. El acceso se debía realizar por la pared oeste, aunque no se aprecia claramente. El estado ruinoso de la construcción no permite apreciar otras características de la misma. Se encuentra casi completamente arruinado, habiéndose desplomado por completo los techos. Se encuentra rodeado por una gran sarmentera.

Era del conde

Se encuentra en el límite norte del Término Municipal, a 6,7 km al norte del casco urbano en línea recta. Se accede a través del Carril del Silo del Conde, que parte del casco urbano y se encuentra justamente entre el camino antes citado y el Carril de la Zanahoria. Se encuentra en una zona alomada, rodeado de campos de viñedo. Se trata de unas eras típicas de la zona manchega, realizadas mediante un empedrado de calizas de tamaño medio con refuerzos careados en los límites. Ocupan un área de unos 3000 m, aunque en la actualidad, debido al abandono, ha perdido buena parte de su superficie, y la que queda se encuentra oculta bajo la vegetación

La cervanta

La quintería de La Cervanta se encuentra situada en el extremo nororiental del Término Municipal de La Villa de Don Fadrique, a 6 km del casco urbano. Se accede a la misma a través del Camino de La Cervanta o del Camino de la Cruz del Niño, que llega directamente a la finca. Se encuentra rodeada de monte y de tierras dedicadas al cultivo de secano. Gran quintería cuya construcción original se remonta a principios del s. XVIII, según re recoge en una inscripción a la entrada del edificio. El edificio principal presenta la típica estructuración de las casas residenciales manchegas en torno a un patio central cuadrado con columnas de piedra de estilo dórico y corredores abalconados en la planta superior. Todas las estancias se abran a ese patio central y disponen de ventanas con rejería al exterior. El acceso se realiza a través de un gran portalón de madera. Gran parte de los elementos del edificio se encuentran muy modificados y sustituidos por materiales de construcción modernos, como ocurre con la techumbre. En torno al edificio residencial se encuentran otras construcciones auxiliares relacionadas con las labores agrícolas, tales como cuadras, almacenes, etc. El Molino de viento de La Cervanta se encuentra en relación con este gran complejo agropecuario. La construcción original del siglo XVIII se encuentra muy alterada por las reformas, pero conserva su distribución original.

Camino de Lillo

El Camino de Lillo parte al norte del casco urbano de La Villa de Don Fadrique y discurre en dirección noroeste haciendo algunos quiebros a lo largo de 6,3 km, hasta cruzar el río Riansares a la altura del antiguo Molino de Paulés, hoy desaparecido. Pasa, dando un rodeo, en torno a la Laguna Navarredonda. Transcurre por terrenos en ocasiones llanos, en otras más alomados, dedicados al cultivo de viñedo. Se trata del camino vecinal que comunicaba directamente La Villa de Don Fadrique con la localidad de Lillo. Es un camino de tierra de unos 5-6 metros de anchura.

MONUMENTOS HISTÓRICOS

Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Se encuentra en el casco urbano, presidiendo la Plaza de España, frente al Ayuntamiento y la Casa de la Tercia. La Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción data de principios del siglo XVI, aunque se beneficia de numerosas remodelaciones en los siglos posteriores. De estilo gótico renacentista, se trata de un templo parroquial organizado en una sola nave que se divide en cinco tramos mediante pilares adosados que forman nichos bajo los arcos formeros de la bóveda de cañón con sus correspondientes lunetos. La fábrica general del edificio, exceptuando la torre, se ha ejecutado en mampostería trabada con argamasa con sillares en las esquinas. La capilla mayor, a la que se accede a través de un arco triunfal de medio punto, se cierra con cúpula de media esfera. En sendos lados del crucero se abren varias capillas. En el exterior se encuentran dos portadas de acceso. La puerta meridional se encuentra coronada por un arco de medio punto y está enmarcada por pilastras decoradas con bajorrelieves de volutas sobre grandes plintos. Se trata de un monumental orden dórico de columnas sobre un alto basamento que sujeta una cornisa y un orden superior de menor tamaño de pilastras y entablamento que rodea una hornacina y que se corona por un frontón curvo partido en el que se encuentra un escudo de la Orden Militar de Santiago. La portada del piecero es de estilo gótico y actualmente se encuentra muy afectada por el deterioro y la pérdida de algunos importantes elementos escultóricos. Se trata de una puerta abocinada con arquivoltas ligeramente apuntadas que se encuentran sujetas por columnillas con pequeños capiteles góticos con boceles, algunas de las cuales presentan doble capitel en la mitad del fuste. La portada se encuentra flanqueada en sus costados por haces de columnas rematadas por agujas. El actual campanario fue levantado a principios del siglo XX en sustitución del anterior que se encontraba arruinado. La torre, que se encuentra adosada a la esquina noroccidental del edificio, se organiza en tres cuerpos, estando los dos primeros realizados en mampostería y ladrillo y, el tercero y más alto, únicamente en ladrillo. Aloja un campanario de un hueco en cada cara con diversos temas decorativos. Se encuentra coronado por un chapitel de pizarra. De la primera época se conserva la mayor parte de la estructura, la portada occidental de estilo gótico tardío y el baptisterio, situado en la base de la torre, que se encuentra cubierto por una bóveda del mismo estilo. La construcción original se acabó en 1537. La Pila Bautismal, sin embargo, está fechada en 1548 y es de estilo gótico-plateresco; fue restaurada en 1999. A principios del siglo XVII según los visitadores de la Orden de Santiago, fue ampliada en la parte de la cabecera, realizando ésta de nueva planta, la sacristía y la capilla del Nazareno. En la segunda mitad del siglo XVIII, probablemente a causa de un incendio fue renovado casi todo su interior en el estilo tardobarroco y neoclásico de la época. De entonces es la obra de la nave central con su bóveda de cañón con lunetos, la capilla de la Inmaculada, la capilla de la Soledad y la portada meridional. En 1777, según se recoge en las Descripciones del Cardenal Lorenzana y en una lápida inscrita en la pared exterior Norte de la Iglesia, se añade al conjunto, con la aportación de todos los vecinos de la villa, la nueva capilla del Cristo del Consuelo, patrono de la localidad. Durante el siglo XX, además de la torre-campanario, se adosaron a la construcción algunas estancias auxiliares por la parte norte y se construyó el suelo enguijarrado exterior que rodea la Iglesia por el Oeste, el Sur y el Este.

Casa del marqués

Se encuentra en pleno casco urbano de La Villa de Don Fadrique, en la Plaza Mayor, 17 esquina con la Calle Glorieta. La Casa del Marqués data del siglo XVIII y presenta características semejantes a la Casa de los Laras. Tiene las características propias de la casa solariega de tipo señorial, articulándose en torno a un patio central con columnas que sustentan un corredor superior. En torno al patio central se articulan todas las estancias de la vivienda. A parte del patio interior, tiene también un gran patio trasero al que se accede desde la calle a través de una gran portada. La fachada principal, que da a la plaza mayor, es muy austera pero presenta elementos ornamentales como la portada de piedra que daba al antiguo oratorio y el escudo nobiliario. Destaca también la rejería que protege las ventanas exteriores. La casa fue propiedad de los Parreño, una familia de ricos labradores de la Villa, aunque posteriormente fue propiedad de la Iglesia y, durante la desamortización, fue adquirida por el Marqués de Mudela, cuyo escudo heráldico se conserva en la fachada. En esta misma fachada luce una portada de piedra que da acceso al antiguo oratorio privado que luego fue capilla pública. La casa conserva su estructura original en muy buenas condiciones. Está habitada y sus dueños se encargan de su conservación. La portada de piedra del oratorio sufre desperfectos y desgaste debido a la mala calidad de la arenisca de la que está construida.

Casa de los Laras

Se encuentra en pleno casco urbano de La Villa de Don Fadrique, en la Calle de los Laras, 6. Todo el conjunto se enmarca entre la Calle antes citada, la Calle Padre Torrubia y la Calle Venancio González. La Casa de los Laras es una típica casa solariega de labor propiedad de hidalgos acomodados, que data de finales del siglo XVII. El edificio principal es de planta cuadrada y dispone de dos plantas articuladas en torno a un patio central con columnas. En torno al edificio residencial se encuentran otras dependencias, así como corrales, cuadras y bodegas, todo ello alrededor de un gran patio posterior al que se accede a través de un portalón trasero. En el exterior muestra una portada adintelada de piedra de estilo barroco-popular y una buena colección de siete rejas de forja de la época.

Casa de las llaves

Típica construcción manchega con patio de columnas y corredores altos. La portada está labrada en piedra muldurada del siglo XVI. En el centro del dintel de la puerta luce un escudo con los emblemas del sacerdocio: la tiara pontificia y dos llaves cruzadas que simbolizan a San Pedro, el primer Papa de la historia, como guardián de las puertas del cielo.

Casa-fortaleza de la Torrecilla

En el panorama de la turbulenta Castilla del siglo XV, con las banderías y partidos de las distintas facciones de la nobleza enfrentadas por el poder de la dinastía de Los Trastamara, los reinados de dos de este linaje, Enrique IV y Juan II, sobresalieron tristemente por este motivo.

A causa de esto, y para evitar devastaciones que ya se habían producido en alguna ocasión, los vecinos de La Puebla de Don Fadrique, que así se llamó hasta principios del siglo XX la localidad fadriqueña, acordaron construir un recinto que les sirviera de refugio. Así nació este edificio que era una especia de casa fortaleza con murallas de tapial aspilleradas y una pequeña torre de piedra, "la Torrecilla", también con aspilleras.

Como todas las fortalezas de la Edad Media, tenía un túnel que servía de escape en casos de apuro, la llamada "Cueva de la Torrecilla" sobre la que se han escrito y dicho muchas cosas y que ha quedado finalmente envuelta en la leyenda.

La guerra civil de sucesión entre Juana "La Beltraneja" e Isabel "La Católica" fue el último episodio de esa larga cadena de enfrentamientos en el siglo XV castellano. Al ser Don Alonso de Cárdenas Maestre de la Orden de Santiago en esas fechas, del bando de Isabel, fue derribada la Torrecilla por las huestes del Marqués de Villena al mando de Gonzalo de Villafuerte, del partido de "La Beltraneja". Esto ocurría hacia 1475.

Tras la relativa pacificación que trajo consigo el reinado de los Reyes Católicos, el edificio ya no se reconstruyó y, por la documentación que existe, se sabe que estuvo en ruinas prácticamente todo el siglo XVI. En el XVII estas ruínas fueron adquiridas por la rica familia de "Los Parreño" que lo vuelven a edificar y es cuando adquiere las características que actualmente conserva de gran casa solariega.

En el siglo XVIII muere sin descendencia el heredero del mayorazgo, don Diego Antonio Parreño Ruíz de Alarcón, que lega todos sus bienes a la Iglesia, y en la desamortización es adquirida la casa por el Marqués de Mudela, Don Francisco de las Rivas, de cuyos descendientes pasó por venta a la familia España, actual propietaria, en los años 40 del siglo XX.

Una de las leyendas que jalonan la historia de este edificio, cuenta que el Infante Don Fadrique se refugió en ella huyendo de su hermanastro Pedro I El Cruel y que, cuando fue interceptado, se escapó por la cueva con su caballo que tenía salida a un paraje cercano a la Laguna de "El Salobral".

Casa de Don Paco

Típico caserón manchego de labradores e hidalgos acomodados con buenas rejas de forma similares en su diseño a las de la Casa de los Laras. En el interior, la vieja "botica", farmacia hasta el año 2012, que conserva todos y cada uno de los detalles de las tres generaciones que han regentado este negocio, como la colección de tarros de parafarmacia en cerámica, dispuestos en rancios anaqueles, que exhiben los sugerentes nombres de las sustancias utilizadas en la farmacopea de otros tiempos, como cuerno de ciervo calcinado, pastillas de liquen, goma tragacanto, chocolate purgante y muchas más, convirtiéndose así en un lugar obligado para el visitante que, al entrar en su recinto, se empapará de la historia farmacéutica de más de un siglo de historia.

Recientemente ha sido rehabilitado su escudo de armas nobiliario en el dintel de la entrada a la farmacia que exhibe su historia ancestral, esculpido en piedra que muestra dos campos rodeados de cruces templarias, uno de campos de gules y otro con 13 estrellas de seis picos y que perteneció a la familia Cortés de Salazar.

Oratorio y Casa del Marqués

Data del siglo XVIII y es de características semejantes a la Casa de los Laras. Fue propiedad de la familia Parreño, ricos labradores de La Villa de Don Fadrique, que después pasó a ser de la Iglesia y en la desamortización fue comprada por el Marqués de Mudela. En la fachada que mira al mediodía, luce el escudo heráldico de los propietarios y una portada de piedra que da acceso al antiguo oratorio privado que luego fue capilla pública.

Casa parroquial (Antiguo hospital de la Orden de Santiago)

Edificio construido por la Orden de Santiago en 1515 para albergue de pobres y transeúntes, podría haber dado cobijo a los peregrinos del Camino de Santiago del Este que pasa por La Villa de Don Fadrique en su tránsito hacia la "ciudad de las estrellas". La planta baja data de principios del siglio XVI y conserva las dos portadas de piedra que daban acceso a las dos partes en que se dividía, una para hombres y otra para mujeres.

Tercia Real

Se encuentra en el casco urbano de La Villa de Don Fadrique, en la Plaza de España, junto al Ayuntamiento. Comenzó a construirse en 1506 por Pedro Naharro y la acabó Fernando del Provencio, el mismo arquitecto que construyó la torre de la Iglesia. Casa de bastimentos y pósito en un principio, después pasó a utilizarse como edificio donde se guardaba la tercera parte de los tributos en especie cobrados por la Orden de Santiago y deducibles para la Corona. En la fachada, por debajo del alero, se conserva el escudo con las armas reales de Castilla y de León, acoladas por la Cruz de Santiago, por ser ya a principios del siblo XVI el rey Gran Maestre General de todas las órdenes militares.

Se trata de un edificio de dos alturas y planta rectangular muy alargada que se encontraba exento en su origen y que actualmente se encuentra adosado al edificio que ocupa el Hogar del Jubilado, junto al Ayuntamiento. La construcción es de mampostería trabada con argamasa y sillares en las esquinas. En la fachada que da a la Plaza de España, conserva dos portadas adinteladas de piedra, una de las cuales se encuentra cegada.

Casa del Conde

Lamentablemente perdido y bastardeado en gran parte, este viejo caserón perteneció a mediados del siglo XVIII a don Antonio Cortés y Salazar. Posteriormente fue el germen de un convento que dirigió el Padre Torrubia y que tuvo efímera existencia, ya que con la legislación desamortizadora de Mendizábal en el siglo XIX fue adquirido por el Conde de Buenavista, don Francisco Barnuevo y Sandoval, de quien tomó el nombre por el que se le conoce actualmente. Conserva cuatro elegantes rejas de forja de las siete que llegó a mostrar.

Casa de Doña Higinia

Típica construcción manchega que muestra en su fachada una de las mejores rejas de antigua forja que se pueden admirar en La Villa de Don Fadrique.

Ermita y barrio de Santa Ana

Se encuentra en al casco urbano, presidiendo la Plaza de Santa Ana. La Ermita de Santa Ana aparece citada por primera vez en la segunda mitad del siglo XVI por los visitadores de la Orden de Santiago. En el siglo XVIII comenzó a surgir alrededor de ella el barrio que lleva su nombre. Fue entonces, en 1776, cuando se renovó para dar cabida al culto que las gentes del nuevo barrio demandaban. Fue saqueada durante la guerra de la Independencia, por las tropas francesas, y también fue arrasada durante la guerra civil española. El edificio actual, que nada tiene que ver con el original, fue construido a finales de la década de los 60 del siglo XX, en estilo popular y con materiales contemporáneos.

Las torres de las alcoholeras

Las antiguas alcoholeras de La Villa de Don Fadrique se sitúan en el límite occidental del casco urbano, entre la Calle San Juan y la Calle San Gregorio. Se encuentran, por tanto, en un entorno periurbano, a punto de ser engullidas por la ampliación urbanística. Fábricas para la destilación del orujo de la vid y para la producción de alcohol. Se conservan tres chimeneas construidas a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Se trata de una de las muestras del claro poder industrial vinícola que tenía La Villa de Don Fadrique desde su fundación y cuyo relevo lo han tomado las modernas bodegas y cooperativa. Es una típica arquitectura industrial de ladrillo con sabor neomudéjar.

El conjunto industrial de las antiguas alcoholeras consta de varias construcciones entre las que destacan tres chimeneas de ladrillo macizo con una altura entorno a los 25 - 30 metros. El conjunto se adapta a los cánones de la típica arquitectura industrial de ladrillo con estilo neomudéjar. Dos de las chimeneas son de sección cónica y, la tercera, presenta sección octogonal. Todas presentan remates ornamentales geométricos en la cúspide y se levantan sobre un podio de planta cuadrada. Las chimeneas fueron construidas a partir de 1920 y su ubicación responde a la inauguración unos años antes de la línea ferroviaria que unía Villacañas y Quintanar, pasando por La Villa de Don Fadrique. El conjunto industrial se encuentra en desuso desde hace décadas y sufre las consecuencias del abandono. Una de las tres chimeneas de ladrillo, la situada en la zona suroeste, sufre una inclinación que amenaza desplome, y todas tienen en su cúspide nidos de cigüeña. Actualmente se está ejecutando una actuación urbanizadora en la zona que amenaza con hacer desaparecer este conjunto industrial de principios del siglo XX.[4]

La laguna de "El salobral"

La Villa de Don Fadrique dispone de un espacio verde de expansión y recreación para todos con el acondicionamiento del entorno de la Laguna del Salobral, un proyecto que ha mejorado la zona sur y este de la ribera lagunar, y que ha sido posible gracias a un convenio entre el Ayuntamiento fadriqueño, la Confederación Hidrográfica del Guadiana y la Diputación de Toledo.

La inversión que se ha destinado en esta obra, ha sido de unos 90.000 euros, proveniente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y del Programa AGUA del Ministerio de Medio Ambiente, a través del Plan de Restauración Hidrológico Forestal y de Protección de Cauces.

La adecuación de esta nueva zona verde convertida en un parque para el uso y disfrute de los fadriqueños, ha consistido en la rehabilitación de un entorno de, alrededor de unos 12.000 metros cuadrados, con la plantación de más de seiscientas especies vegetales, entre plantas autóctonas y árboles, fundamentalmente pinos carrascos y tarays.

Se ha construido una senda peatonal y un observatorio ornitológico en el lado este del Parque, que contiene cartelería con identificación de las especies de flora y fauna que se pueden observar en la laguna. Todo ello se ha completado con la instalación de papeleras y varios paneles interpretativos sobre la historia, especies vegetales, avifauna y peculiaridades de este humedal manchego de origen salino.

Esta zona recreativa que se ha rehabilitado y recuperado, permanecerá abierta al público todos los días, de ocho de la mañana a ocho de la tarde aproximadamente, y las visitas guiadas podrán formalizarse llamando al Ayuntamiento o acudiendo a la Policía Local. Para ello, se dispone de un equipo de observación compuesto de cuatro prismáticos y un telescopio terrestre con trípode.

El alcalde de La Villa de Don Fadrique, Juan Agustín González Checa, destacó la ejecución de este proyecto “que, además de restaurar y conservar una zona ambiental de gran riqueza en nuestro municipio, pretende convertirse en un elemento más de dinamización turística de la localidad.”

“A esta adecuación y conservación del entorno, añadió, se unirá el programa de educación ambiental que tenemos planificado con la comunidad escolar y educativa, poniendo en valor, un elemento más que forma parte de la riqueza patrimonial de nuestro pueblo, en este caso rehabilitando una zona de gran riqueza ecológica y que forma parte de la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda.”

La Laguna de El Salobral de La Villa de Don Fadrique, situado en el lado norte de la población, es un humedal endorreico incluido en la Reserva de la Biosfera “La Mancha Húmeda”. Su principal característica es que es temporal, de manera que durante la estación lluviosa, invierno y primavera sobre todo, está lleno de agua. En época estival suele estar seco, dejando sobre su superficie una característica costra de salitre que ha dado nombre a esta vega.

“El Salobral”, es fluctuante, poco profundo y muy dinámico, ya que sus formas y la cantidad de agua que alberga pueden variar considerablemente en un mismo año. Todos estos factores (salinidad, dinamismo, variabilidad de la cantidad de agua), hacen que este ecosistema sea raro y frágil, de ahí su importancia ecológica de darle la máxima protección.

Como el resto de humedales manchegos, esta formación lacustre se produjo hace 2.000 millones de años cuando, como consecuencia de la formación de la cordillera penibética y Sierra Morena, se retiró el Mar Mediterráneo conformando tanto la geología como la vegetación que hoy se encuentran en estos parajes.

En concreto, “El Salobral”, tiene una alta concentración de sales, aunque son diferentes a las que nos podemos encontrar en el litoral. Aquí hay mucho más sulfato magnésico que cloruro sódico. Fruto de ello, y del extremo térmico de invierno a verano, este tipo de lagunas salinas son enclaves que tienen un gran interés botánico, albergando plantas raras, endémicas y amenazadas.

Junto a la diversidad biológica y avifauna, los humedales manchegos como el fadriqueño, son refugio de innumerables especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces e invertebrados. Además, la interacción entre los componentes físicos, biológicos y químicos, permiten a este tipo de lagunas desempeñar muchas funciones vitales, como son el almacenamiento de agua, la protección contra las tormentas y la mitigación de las inundaciones.

Asímismo, ayudan al control de la erosión, recarga y descarga de los acuíferos y purificación del agua por medio de la retención de nutrientes, sedimentos y contaminantes. Sirven a su vez, de estabilización de las condiciones climáticas locales, como son la regulación de las precipitaciones y las temperaturas.

Corredor Ferroviario Villacañas-Quintanar

El corredor ferroviario Villacañas-Quintanar atraviesa el Término Municipal de La Villa de Don Fadrique de Oeste a Este, cruzando el casco urbano por su mitad sur. El ferrocarril de Villacañas-Quintanar de la Orden comienza a ser una realidad desde el 20 de enero de 1904, después de inacabables trámites. La línea, que se inaugura el 1 de enero de 1909, tiene un recorrido de 25 km y une los pueblos de Villacañas, La Puebla de Don Fadrique, La Puebla de Almoradiel y Quintanar de la Orden. Por ser de vía estrecha se le llamó “El Trenillo”. La repercusión de esta infraestructura tiene su reflejo en el paisaje urbano de La Villa de Don Fadrique y prodiga la creación de algunas industrias, como las antiguas alcoholeras, cuyas chimeneas e instalaciones aún se mantienen en pie. Fuera del casco urbano solo se conserva la plataforma ferroviaria y alguna infraestructura auxiliar como un pequeño puente de hierro. En el casco urbano, sin embargo, si se conservan las vías y parte del antiguo apeadero.

Demografía

De acuerdo a los datos oficiales, La Villa de Don Fadrique tiene una población de 5000 habitantes y una superficie de 83 km². La densidad de población era de 49/km², en 2001. La economía del pueblo se basa en la fabricación de puertas y en la agricultura.

Gráfica de evolución demográfica de La Villa de Don Fadrique entre 1900 y 2006

Fuente Instituto Nacional de Estadística de España - Elaboración gráfica por Wikipedia

Geografía

Limita con los municipios de Corral de Almaguer, La Puebla de Almoradiel, Quero, Villacañas y Lillo. El nombre del pueblo honra a Fadrique Alfonso de Castilla, gran maestre de la Orden de Santiago, quien le concedió la "Carta-Puebla" (el documento fundacional y que recogía los fueros y privilegios de la Villa) el 25 de abril de 1343. Antes de esta fecha la población estaba bajo la administración de Corral de Almaguer.

La Villa de don Fadrique se sitúa entre los ríos Cigüela y Riánsares, por lo que en su escudo aparecen dos ríos y fue conocida como "La Isla", puesto que para acceder al municipio desde cualquier dirección siempre había que cruzar uno de los ríos o los arroyos que los unen. Edificios de interés son la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo clásico, destacando especialmente la portada sur, la pila bautismal y su baptisterio de estilo gótico y la portada del mediodía de estilo barroco. Digna de mención especial por su arquitectura es la Capilla del Santísimo Cristo del Consuelo, patrono de La Villa (Siglo XVIII). construido en estilo clásico, y la Casa de los Laras.

Administración

Casa consistorial

La Corporación Municipal está formada por 11 concejales/as elegidos mediante sufragio universal y con la siguiente distribución: 5 concejales corresponden al PP, 3 a Izquierda Unida, y 3 al PSOE

A lo largo de nuestra democracia estos han sido los diferentes alcaldes y equipos de gobierno:

Legislatura Alcalde Partido político Concejales
1ª (1979-1983) Pedro Tello Díaz-Maroto PCE 5
2ª (1983-1987) Pedro Tello Díaz-Maroto PCE 5
3ª (1987-1991) Pedro Tello Díaz-Maroto IU 6
4ª (1991-1995) Pedro Tello Díaz-Maroto IU 5
5ª (1995-1999) Fernando Manzanero Díaz-Maroto IU 5
6ª (1999-2003) Fernando Manzanero Díaz-Maroto IU 5
7ª (2003-2007) Juan Agustín González Checa PSOE 4
8ª (2007-2011) Juan Agustín González Checa PSOE 5
9ª (2011-2015) Jaime Santos Simón PP 4
10ª (2015-2019) Jaime Santos Simón PP 5

Fiestas

Plaza Mayor
  • 17 enero: San Antonio Abad. Misa, procesión y bendición de animales. Reparto del tradicional “Saquito de San Antón” con cebada o trigo para las bestias.
  • 2 febrero: Candelaria. Con procesión de candelas, portando la Sagrada Imagen las novias del año en curso y dos niños con una tarta y dos pichones para ser ofrecidos en la Misa. Cánticos populares y tradicionales rememorando los pasajes evangélicos.
  • 25 abril: Hogueras de San Marcos. Ancestral tradición. Hogueras por barrios para pedir al Santo que no se hielen los viñedos ni las siembras.
  • Domingo Resurrección: procesión del “Encuentro” y tradicionales “peleles” lanzados a lo alto con antiquísimos cánticos para celebrar la Resurrección de Cristo.
  • 15 de mayo: San Isidro. Con verbena, Misa, procesión y bendición de campos.
  • Jornadas fadriqueñas: se celebran el último fin de semana de mayo para dar a conocer y potenciar la rica historia local, su patrimonio mueble e inmueble. Mercado medieval, conferencias históricas, exposiciones, espectáculos de época.
  • 17 de mayo: fiesta del Milagro del Santísimo Cristo del Consuelo acaecido el 17 de mayo de 1925 y profundamente enraizado en la memoria colectiva de los fadriqueños.
  • 26 de julio: Santa Ana. Con verbena en su barrio y Misa en la ermita. Elección de Reina y Damas de las fiestas patronales.Semana cultural y de la juventud.
  • 10 al 13 de septiembre: fiestas patronales en honor del Santísimo Cristo del Consuelo, patrono del pueblo. El día 11 es el más importante con Misas solemnes y una multitudinaria procesión donde el “Cristo” es venerado y acompañado por vecinos y forasteros. Pregón, coronación de Reina y Damas, concursos, espectáculos, exposiciones, deportes, feria, etc.

Referencias

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  4. Magariños Sánchez, Jaime - Max (2012). «Arqueología industrial en La Mancha Toledana: Las alcoholeras.». Revista Tecnoambiente. 

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