Usuario:Vanbasten 23/Hórreos
Los horreos de Cantabria constituyen un grupo de construcciones utilizas para conservar y almacenar cereales en Cantabria.
Historia[editar]
En su origen, los hórreos se utilizaban para conservar y almacenar cereales y frutos secos, pero esta función fue sustituida para adaptarse a las necesidades de las nuevas formas de vida.[1] La primera mención de un hórreo en Cantabria fue en el Cartulario del Monasterio de Santo Toribio de Liébana en el año 831.[2] Existió cierta proliferación de hórreos en Cantabria en el siglo XIV, anexionados a las casas.[3]
Se conserva un número relativamente numeroso en la parte occidental de Cantabria, en los valles que colindantes con Asturias, León y Palencia, pero en el pasado estuvieron distribuidos por todo el territorio cántabro.[4] El Catastro de Ensenada cita en torno al medio centenar de hórreos solamente en el concejo de Espinama.[4] De estos, 29 pertenecían a un único propietario, mientras que el resto eran compartidos por dos personas.[5] Los cartularios de Santo Toribio, Santillana y Santa María del Puerto muestran cómo el hórreo era un edificio habitual en la Alta Edad Media, junto a la casa solariega.[6] El de Santa María del Puerto cita la presencia de hórreos en Solórzano, Argoños, Noja, Castillo, Meruelo, Anero, Escalante, Colindres, Pereda, Cerviago (Ampuero) y Sarnarín. El cartulario de Santillana en Cóbreces, Ubiarco, Peñarrubia, Zigüenza, Renedo, Planes, Macortedo, Cabarçeno, Penagos, Flandones, Pamanes, Arce, Mortera, Valdeguña, San Acisclo de Triclo, San Vicente de Toranzo, Calva de Camargo, Igollo, Treceño, Cabuerniga, Helguera, Arce, Avillos, Villaquintilan, Lanes, Polanco, Barreda, Ongayo, Sequas y el cartulario de Santo Toribio en Baró, Turieno, Cosgaya, Espinama y Argüébanes.[7]
También hay otros documentos que certifican la presencia de hórreos en Buelna en el siglo X, en San Felices de Buelna en 1208, en el siglo XVI en Maliaño, en el siglo XVII en Alceda, así como restos en Belmonte, Tresabuela, Salceda, San Mamés, Lafuente, Cabrojo, Santotís, Tudanca y Cabanzón.[7]
Estudios realizados[editar]
El primer trabajo realizado exclusivamente sobre hórreos en Cantabria fue el realizado por Javier González Riancho en 1945. En él divide estos en dos tipos: los de planta cuadrada sobre cuatro pilastras y los sostenidos por seis pilastras (paneras). Indica que existen varios en Liébana, sobre todo en Pido, pero indica que los más interesantes están en Cotillo, Barriopalacio y Villasuso. Añade que en esas tres localidades llegaron a existir 12 hórreos, pero quedaban en ese momentos 3 o 4, ya que el resto habían sido incendiados o desmontados.[8]
Posteriormente Alfonso de la Lastra Villa publicó un capítulo sobre los hórreos en Cantabria en el libro de Eugeniusz Frankowski, Hórreos y palafitos de la península Ibérica.[9] En él afirmaba haber visitado el Valle de Anievas en 1949, donde encontró tres hórreos y restos de otros. También localizó uno con vertiente a dos aguas en Villasuso, que fue destruido en 1954, otro con vertiente a cuatro aguas en la misma localidad y destruido en 1982, otro en Belmonte, otro en Barriopalacio y por último el de Avellanedo. En 1992 de la Lastra volvió a publicar sobre hórreos en un libro de dibujos e ilustraciones.[10] En 1984 Lozano y Lozano indican que había 32 hórreos en Cantabria, bajando esta cantidad hasta 24 en el año 2003. Por su parte, Vidal Rouco indica que en el año 2000 había encontrado 30 ejemplares.[11]
Listado[editar]
Para diferenciar los hórreos de Cantabria se han dividido en tres secciones: la primera muestra los 21 hórreos que han sido declarados por el Gobierno de Cantabria como bien de interés cultural (BIC), la segunda todos aquellos que siguen en pie pero no han sido declarados como BIC, y por último aquellos que ya no están en pie pero de los que sí se conservan restos en el lugar donde estuvieron.
Bienes de interés cultural[editar]
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Otros[editar]
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Restos[editar]
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Número | Nombre | Localidad | Coordenadas | Cubierta | Commons | Imagen | Wikidata |
---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Casar de Periedo | Casar de Periedo | 43°20′15″N 4°10′37″O / 43.33751, -4.17682 | tejado a dos aguas | Hórreo de Casar de Periedo | Q125279315 | |
2 | Espinama 5 | Espinama | 43°07′43″N 4°47′19″O / 43.128483, -4.788578 | Hórreo de Espinama 5 | Q125324383 | ||
3 | Perrozo | Perrozo | 43°07′04″N 4°33′01″O / 43.1179, -4.550357 | Hórreo de Perrozo | Q125292548 | ||
4 | Pido 3 | Pido | 43°07′37″N 4°47′44″O / 43.126848, -4.795519 | Hórreo de Pido 3 | Q125325475 | ||
5 | Pido 4 | Pido | 43°07′38″N 4°47′36″O / 43.127316, -4.793328 | Hórreo de Pido 4 | Q125326008 | ||
6 | Zurita | Zurita | 43°21′10″N 3°59′13″O / 43.35272, -3.98695 | Hórreo de Zurita | Q125286826 |
Referencias[editar]
- ↑ González, Fernández y Pérez, 2011, p. 3.
- ↑ González, Fernández y Pérez, 2011, p. 8.
- ↑ Eduardo Ruiz de la Riva (1991). Casa y aldea en Cantabria: Un estudio sobre la arquitectura del territorio en los Valles del Saja – Nansa. Librería Estudio. p. 213.
- ↑ a b González, Fernández y Pérez, 2011, p. 4.
- ↑ Gabino Santos. «Hórreos del Concejo de Espinama». Consultado el 4 de abril de 2024.
- ↑ González, Fernández y Pérez, 2011, p. 5.
- ↑ a b González, Fernández y Pérez, 2011, p. 7.
- ↑ Javier González Riancho (1945). «Los hórreos montañeses». Altamira (Santander: Centro de Estudios Montañeses) (2 y 3): 79-82. Consultado el 3 de abril de 2024.
- ↑ Eugeniusz Frankowski (1986). Hórreos y palafitos de la península Ibérica. Gijón: Istmo.
- ↑ Alfonso de la Lastra Villa (1992). Dibujos y comentarios sobre arquitectura montañesa popular. Santander. ISBN 84-604-3423-0.
- ↑ Algorri, Eloy (marzo de 2015). Evolución y distribución territorial de las técnicas constructivas en la arquitectura popular (Tesis). Consultado el 7 de abril de 2024.
Bibliografía[editar]
- González, Joaquín; Fernández, Virgilio; Pérez, Carmen (2011). «Los hórreos en Cantabria (España): estado de la cuestión al año 2010». Kobie. Serie antropología cultural (15): 115-166.