Usuario:Julián Zanabria Carbajal/Taller
IC 1101, es una galaxia supergigante en el centro del cúmulo de galaxias Abell 2029.
Está a 1,05 mil millones de años luz de distancia, en la constelación de Virgo.
Tiene un diámetro de 6 millones de años luz, por lo que es más del doble que la distancia que separa la Vía Láctea de Andrómeda.
Hasta el momento, la galaxia más grande conocida, se aleja a una velocidad de 23.000 kilómetros por segundo, debido a la expansión del propio universo.
Se nutre de galaxias para ir creciendo de tamaño.
Aún así lo que percibimos de IC 1101 es entorno al 30% de toda su estructura, dado que el porcentaje restante existe en forma de materia oscura, una materia invisible ya que no refleja luz. Sabemos que esa parte está ahí tan solo por los efectos gravitatorios que provoca sobre otro tipo de materia que si podemos detectar.
I) Balbuceando entre fulguraciones solares
Vagando por la ribera del Aqueronte, en aquel monte, el libera mi encante, eficiente sin que las almas me ahuyenten, presiento un gigante presente, finalmente flotante sobre mi mente, son mis ideas, mis referentes y mis rivales ausentes por el rigor ejemplificado en el temor de la gente, rumbo a aquel vórtice que mantiene y del que procede energía, nuevamente el intendente de mis memorias profundas guardadas en mi aura tan fría, recordé que no me mantiene el pariente si no el ser que me cría y sobre una nebulosa diferente la luz del literato me guía, quien prevenía resurge carisma sin eucaristía, el lumbre lúgubre lóbrego logró aclarecerme los días. Aunque siempre estaba ahí esa densa figura sombría.
II) Jeroglíficos, las veinticuatro caras del teseracto
Le digo hola a las olas como si me respondan con melifluo, para mi suerte me fui de caza a casar mi pasión con mi triunfo. Se apagó, mi última vela dentro del camarote de mi bote a vela voté la última gota de oro sucio. La elocuencia del poema dejó la locura expuesta, allí me di cuenta que fui atrapado por la limerencia, algo fuera de este mundo, permitía que mi corazón sané a pesar de la coraza rota. Fui poseído por el estado mental de romanticismo de parte de una persona a otra, intenté tener clemencia conmigo mismo, pero noté que se sentían mi psiquismo, lirica, rítmica, verbal, espiritual, entrando y saliendo al siguiente portal y por tal bella doncella que cella el bien, entendí que algo andaba mal. La estela de brillo hace que Edimburgo de brillo al suceso, que este lugar sea mágico, sin finales trágicos. Para embadurnar todo este muro sin color con un lienzo cálido, que todo sea tácito y no tener que buscar afecto en un pensamiento árido.
III) El sembradío de las archaemphoras
Versos en cuentos de hadas, muevo a Xiperion con una begonia delgada.
El hombre ha osado a ser usado para confrontar deidades pasadas, pisadas, con presencia pesada, posadas en grandes templos que contemplo en el tiempo que contengan grandes piezas como témpanos de hielo. Ahora siento la tensión, tengo la atención, fusión, de corazón y razón, atentamente mi canción sonará en tu balcón. Y
ni las más pavorosas plantas carnívoras podrían arrancarme el querer, conviertome en robot.
IV) Bemoles elocuentes
Me sosegaba, mientras el sol te cegaba, mientras este sol-la-si creaba.
Al sur de Duala como Butú, ímpetu de la cruz, alfileres en vudú un ñacurutú en la oscuridad de Nosferatu y mi espíritu con frio de un iglú, de tanta deshonra sentí la magnitud de la acritud. En una bolita como un tatú es virtud, insular como Vanuatu, me gozan como un pacumutu, como uno y tres es Chopin es un impromptu. Fenecí ante la inquietud de lo paulatino y su lentitud, sentía como mis pensamientos trascendían tan pulcros a una alta magnitud, todos mis sueños son creación de la inverosimilitud y por eso todo lo que sé, no lo sé con exactitud
V) ¿Calambures?
Como un roedor bidente, carcomí el cerebro del vidente me voy a rehusar a reusar métricas del presente.
Es válido que la oveja negra no emita balido fue criada con las sombras solo transmite escalofríos, testéalo vivo, y ora porque la hora del reloj no diga "tiempo perdido"
Solo hablando, ablando tu ego, abrazarse, pero por dentro abrasarse y quemarse por el fuego voy a llorar de felicidad y me vas a halagar y yo a alagar tus secos y dejar arroyo, mientras arrollo has de ver al as, pero mírame a los ojos.
VI) Fulgor de miles lluvias
Solo con ese reflejo siento el petricor, se me escapa la serotonina al ver toninas tratando de escapar de cada gota que refracta el sol, no sé si soy razón, guardo taquiones en un tazón, y se me cierran los ojos porque me relaja la cerrazón. Esto no efusivo, es místico que tenga está capacidad y el sexto sentido lingüístico en mi abanico de posibilidades adjudico y damnifico e impurifico tu declive estadístico y te envío a los grandes nueve con Virgilio como guía turístico.
VII) Mi corcel no necesita tu consuelo
Los senderos de la sabiduría de la cábala, alaba, abala, acabala, intenta, rechazar extraña y calla, encuentra lo prohibido hay mucho que aprender en lo que pasa desapercibido, cancelo el ruido y me quedo solo con mis convicciones, algunas son visiones, monocromáticas representadas en oraciones, mi paso es sempiterno no se olvida ni se recuerda ni se valúa en nexos, ni textos, ni victorias, ni derrotas solo que es inefable la felicidad tan grande en una vida tan rota, o corta, mis caballos por el arrebol trotan, tratan de seguir yendo hacia la gloria, solo encontraron felicidad y me la trajeron aunque algo desconocido aún mis noches agobia, puede ser no verla a ella lo que ahora es mi desvelo, me tapo con un velo de sonrisas para ver bien el cielo, aunque no lo tenga en mi panorama yo siempre lo siento porque aunque camino me siento lejos del suelo, y no porque sea un ególatra, si no que entendí mi recorrido he corrido para encontrar las luces reflectadas en cristales de rubí.
VIII) Las cuerdas se atan por vos
Hable con el todo, me enseño el oro, me dio el conocimiento total y coros, me sacó y me levantó del lodo, pero no necesitaba todo eso, sentí, para que quería todo eso si no te lo podía mostrar, decidí preguntar para que hizo el todo, todo lo que me rodea la naturaleza, en fin, me dijo que el todo, todo lo hizo para ti. En verdad te lo mereces, porque yo fallé ¿Cuántas veces te extrañé? y ¿Cuántas veces lo callé? con espinas una rosa en los labios me tallé, sé que te gusté, pero no te gusto mi actitud intensa como un café, puse toda mi fe, pero te busco en las noches y no te puedo ver. Te invito a tomar un té, al atardecer y si oscurece tus ojos harán brillar el andén, anden decía mi corazón, pero no le hice caso a él. El sol, los planetas, la galaxia, todo está ahí para vos, espero en un futuro cercano, poder escuchar tu risa, o tu voz, a cada papel que te escribo se le corre la tinta por mis lágrimas, quiero escribirte, pero sé que no querés, hay algo que aún descansa dentro de mí, y dentro de vos, solo quiero que eso despierte, sigue habiendo amor, porque lo hubo alguna vez.