Riñón

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Riñón

Corte frontal del riñón izquierdo

Visión dorsal de los riñones (se ha suprimido en este dibujo la columna vertebral).
Nombre y clasificación
Latín [TA]: ren
TA A08.1.01.001
Gray pág.1215
Información anatómica
Sistema Sistema urinario
aparato circulatorio
Arteria Arteria renal
Vena Vena renal
Nervio Plexo renal

Los riñones son los órganos más importantes del sistema urinario, se encargan de la filtración, absorción y reabsorción del agua, sales e iones que llegan para la producción de orina; son órganos pares con forma de judía o habichuela. En los seres humanos se ubican en los flancos, cada riñón tiene, aproximadamente, el tamaño de un puño cerrado y pesan entre 150g y 170g en un adulto promedio.[1]

Riñón humano

Los riñones en el ser humano están situados en la parte posterior del abdomen. Hay dos, uno a cada lado de la columna vertebral. El riñón derecho descansa detrás del hígado y el izquierdo debajo del diafragma y adyacente al bazo, separados de estos órganos por el peritoneo parietal posterior. Sobre cada riñón hay una glándula suprarrenal. La asimetría dentro de la cavidad abdominal causada por el hígado, da lugar a que el riñón derecho esté levemente más abajo que el izquierdo. Los riñones están ubicados en el retroperitoneo, por lo que se sitúan detrás del peritoneo, la guarnición de la cavidad abdominal. Se ubican entre la última vértebra torácica, y las tres primeras vértebras lumbares (de T12 a L3).[2]​ Los polos superiores de los riñones están protegidos, parcialmente, por las costillas 11 y 12, y cada riñón está rodeado por dos capas de grasa (perirrenal y pararrenal) que ayudan a protegerlos.[2]

Los riñones filtran la sangre del aparato circulatorio y eliminan los desechos (diversos residuos metabólicos del organismo, como son la urea, el ácido úrico, la creatinina, el potasio y el fósforo) mediante la orina, a través de un complejo sistema que incluye mecanismos de filtración, reabsorción y excreción. Diariamente los riñones filtran unos 200 litros de sangre para producir hasta 2 litros de orina. La orina baja continuamente hacia la vejiga a través de unos conductos llamados uréteres. La vejiga almacena la orina hasta el momento de su expulsión.

Se puede dar la ausencia congénita de uno o ambos riñones, conocida como agenesia renal unilateral o bilateral. En casos muy raros, es posible haber desarrollado tres o cuatro riñones.[3]

Las especialidades médicas que estudian los riñones y las enfermedades que afectan al riñón se llaman urología y nefrología, esta última proviene del nombre griego antiguo para el riñón. El significado del adjetivo "relacionado con el riñón" proviene del latín renal.[cita requerida]

Anatomía

En la imagen se representan las diferentes partes anatómicas del riñón: 1: pirámide renal,2: arteria interlobular,3: arteria renal,4: vena renal,5: hilio renal,6: pelvis renal,7: uréter,8: cáliz menor,9: cápsula renal,10: polo renal inferior,11: polo renal superior,12: vena interlobular,13: nefrona,14: cáliz mayor,15: cáliz capital,16: papila renal y 17: columna renal.

Organización

El peso de los riñones equivale al 1 % del peso corporal total de una persona. Los riñones tienen un lado cóncavo mirando hacia adentro (intermedio). En este aspecto intermedio de cada riñón hay una abertura, llamada hilio, que admite la arterial renal, la vena renal y el ureter.

La porción externa del riñón se llama corteza renal, que descansa directamente debajo de la cápsula de tejido conectivo blando del riñón. Profundamente en la corteza lóbulo renal. La extremidad de cada pirámide (llamada la papila) se vacía en un cáliz, y los cálices se vacían en la pelvis renal. La pelvis transmite la orina a la vejiga urinaria vía el (uréter).

Corteza

Es la parte externa del riñón y tiene aproximadamente 1 cm de grosor, de coloración rojo parduzca y fácilmente distinguible al corte de la parte interna o medular. Forma un arco de tejido situado inmediatamente bajo la cápsula renal. De ella surgen proyecciones que se sitúan entre las unidades individuales de la médula y se denominan columnas de Bertin.

Contiene el 75 % de los glomérulos, los túbulos proximales y distales, recibe el 90 % del flujo sanguíneo renal y su principal función es la filtración, la reabsorción y la secreción.

Médula

Las pirámides renales (también llamadas pirámides de Malpighi) son tejidos del riñón con forma de cono. La médula renal está compuesta de 8 a 18 de estas subdivisiones cónicas. La amplia base de cada pirámide hace frente a la corteza renal, y su ápice, o papila, apunta internamente, descargando en el cáliz menor (que a modo de embudo confluye en la pelvis renal). Las pirámides parecen rayadas porque están formadas por segmentos paralelos rectos de túbulos renales.

Suministro de sangre

Cada riñón recibe su flujo de sangre de la arteria renal, dos de ellas se ramifican de la aorta abdominal. La irrigación sanguínea de los dos riñones en condiciones normales es aproximadamente del 22% del gasto cardíaco. Al entrar en el hilio del riñón, la arteria renal se divide en arterias interlobulares más pequeñas situadas entre las papilas renales. En la médula externa, las arterias interlobares se ramifican en las arterias arqueadas, que van a lo largo de la frontera entre la médula y la corteza renal, todavía emitiendo ramas más pequeñas, las arterias corticales radiales(a veces llamadas las arterias interlobulillares). Las ramificaciones de estas arterias corticales son las arteriolas aferentes que proveen los tubos capilares glomerulares, que drenan en las arteriolas eferentes. Las arteriolas eferentes se dividen en los tubos capilares peritubulares que proporcionan una fuente extensa de sangre a la corteza. La sangre va a la médula (las que pertenecen a las nefronas yuxtamedulares), formando la vasa recta. El suministro de sangre está íntimamente ligado a la presión arterial.

El flujo sanguíneo a los riñones disminuye en casos de insuficiencia cardíaca.

Nefrona

A nivel microscópico, el riñón está formado por 800.000 a 1.000.000 de unidades funcionales, que reciben el nombre de nefronas. Es en la nefrona donde se produce realmente la filtración del plasma sanguíneo y la formación de la orina; la nefrona es la unidad básica constituyente. En cada riñón existen unos aproximadamente 250 conductos colectores y cada uno recoge la orina de 4.000 nefronas.

Las nefronas regulan en el cuerpo el agua y la materia soluble (especialmente los electrolitos), al filtrar primero la sangre bajo presión, y enseguida reabsorbiendo algún líquido y moléculas necesarios nuevamente dentro de la sangre mientras que excretan otras moléculas innecesarias. La reabsorción y la secreción son logradas con los mecanismos de cotransporte y contratransporte establecidos en las nefronas y conductos de recolección asociados. La filtración de la sangre ocurre en el glomérulo, un apelotamiento de capilares que se encuentra dentro de una cápsula de Bowman.

Se puede decir que el proceso de la nefrona está dividido en tres pasos fundamentales:

Filtración: consiste en filtrar cierta cantidad de sangre a través de una membrana que existe entre la cápsula Bowman y el glomérulo. Esta filtración glomerular se da gracias a que existe una diferencia de presiones entre la presión sanguínea y la presión que hay dentro del glomérulo (55mmHg - 45mmHg), esta diferencia de presiones favorece que la sangre se filtre hacia dentro del glomérulo para que se de la formación de la orina primaria. A diario se filtra aproximadamente 180 litros de sangre.

Reabsorción: se da a nivel del túbulo contorneado proximal, específicamente en el asa de Henle, en donde a través del cerebro se dan órdenes al riñón para que absorba contenidos necesitados por el cuerpo

Secreción: es lo contrario a la Reabsorción; en esta etapa los componentes sanguíneos en exceso son eliminados por secreciones al túbulo contorneado distal, la secreción no es lo mismo que una excreción. En la secreción se secretan sustancias a la luz del túbulo contorneado distal para que sean excretadas finalmente en la orina.

Sistema de conductos recolectores

El líquido fluye de la nefrona al sistema de conductos recolectores del riñón|sistema de conductos recolectores. Este segmento de la nefrona es crucial para el proceso de la conservación del agua por el organismo. En presencia de la hormona antidiurética (ADH; también llamada vasopresina), estos conductos se vuelven permeables al agua y facilitan su reabsorción, concentrando así la orina y reduciendo su volumen. Inversamente, cuando el organismo debe eliminar exceso de agua, por ejemplo después beber líquido en exceso, la producción de ADH es disminuida y el túbulo recolector se vuelve menos permeable al agua, haciendo a la orina diluida y abundante. La falla del organismo en reducir la producción de ADH apropiadamente, una condición conocida como síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética (SIADH), puede conducir a retención de agua y a dilución peligrosa de los fluidos corporales, que a su vez pueden causar daño neurológico severo. La falta en producir ADH (o la inhabilidad de los conductos recolectores de responder a ella) puede causar excesiva orina, llamada diabetes insípida (DI).

Una segunda función importante del sistema de conductos recolectores es el mantenimiento de la homeostasis ácido-base.

Después de ser procesado a lo largo de los túbulos y de los conductos recolectores, el fluido, ahora llamado orina, es drenado en la vejiga vía el uréter, para finalmente ser excluido del organismo.

Funciones renales

Los desperdicios filtrados de la sangre pasan a la vejiga.
  • Excretar los desechos mediante la orina.
  • Regular la homeostasis del cuerpo.
  • Secretar hormonas: la eritropoyetina, la calicreína, la renina y la vitamina D (se transforma en calcitrol).
  • Regular el volumen de los fluidos extracelulares.
  • Regular la producción de la orina.
  • Participa en la reabsorción de electrolitos.
  • Regula la presión arterial.
  • Gluconeogénesis
  • Regulación del equilibro ácidobásico

Filtrado

En la nefrona (lado izquierdo de la gráfica), pequeños vasos sanguíneos se entrelazan con tubos colectores de orina. Cada riñón contiene alrededor de 1 millón de nefronas.

La filtración ocurre en pequeñas unidades ubicadas dentro de los riñones llamadas nefronas. En la nefrona, el glomérulo -que es un pequeño ovillo de capilares sanguíneos- se entrelaza con un pequeño tubo colector de orina llamado túbulo. Se produce un complicado intercambio de sustancias químicas a medida que los desechos y el agua salen de la sangre y entran al aparato excretor.

Al principio, los túbulos reciben una mezcla de desechos y sustancias químicas que el cuerpo todavía puede usar. Los riñones miden las sustancias químicas, tales como el sodio, el fósforo y el potasio, y las envían de regreso a la sangre que las devuelve al cuerpo. De esa manera, los riñones regulan la concentración de esas sustancias en el organismo. Se necesita un equilibrio correcto para mantener la vida, pues las concentraciones (excesivas o muy bajas) pueden ser perjudiciales.

Además de retirar los desechos, los riñones liberan tres hormonas importantes:

  1. La eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos por la médula ósea.
  2. La renina, que regula la presión arterial. Cuando el aparato yuxtaglomerular detecta que hay bajo flujo plasmático renal o hipoxia, los riñones liberan Renina para activar el sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona que genera potentes vasoconstrictores periféricos que aumentan la presión arterial, garantizando, en teoría, un mayor flujo renal.
  3. La forma activa de la vitamina D, que ayuda a mantener el calcio para los huesos y para el equilibrio químico normal en el cuerpo.

Síntesis de glucosa

Los riñones llevan a cabo la síntesis de glucosa a partir de los aminoácidos y otros precursores durante el ayuno prolongado (gluconeogénesis).

Enfermedades que afectan los riñones

Casi todas las enfermedades del riñón en seres humanos actúan sobre las nefronas y les hacen perder su capacidad de filtración generando uremia. La afectación de las nefronas puede suceder rápidamente, a menudo como resultado de un traumatismo de riñón o intoxicación. Pero casi todas las patologías del riñón destruyen las nefronas lenta y silenciosamente, y pueden transcurrir años o décadas antes de que se manifieste el daño. Podemos mencionar al riñón lobulado, riñón poliquístico, síndrome de Alport, albuminuria, glomerulonefritis, nefrosis lipoide o enfermedad de cambios mínimos y lupus.

Las dos causas de enfermedad de los riñones más comunes son la diabetes y la hipertensión (tensión arterial alta).

Listado de enfermedades

En otras especies

Riñón de un cerdo abierto.

En la mayoría de los vertebrados, el mesonefros persiste en el adulto, aunque generalmente fusionado con el metanefros más adelante; sólo en los amniotas el mesonefros es restringido al embrión. Los riñones de peces y anfibios son típicamente órganos estrechos, alargados, que ocupan una parte importante del tronco. Los conductos colectores de cada grupo de nefronas por lo general desembocan en un conducto de archinephric, que es homóloga con el conducto deferente de amniotas. Sin embargo, la situación no siempre es tan sencillo; en peces cartilaginosos y algunos anfibios, hay también un conducto más corto, similar al uréter amniote, que drena las partes posterior (metanéfrico) del riñón, y se une con el conducto archinephric en la vejiga o la cloaca. De hecho, en muchos peces cartilaginosos, la porción anterior del riñón puede degenerar o dejar de funcionar por completo en el adulto.

En los vertebrados más primitivos, el pez bruja y lampreas, el riñón es extraordinariamente sencillo: consiste en una fila de nefronas, cada vaciado directamente en el conducto archinephric. Invertebrados pueden poseer órganos excretores que se conocen a veces como "riñones", pero, incluso en Amphioxus, estos nunca son homólogos con los riñones de los vertebrados, y se conocen con mayor precisión por otros nombres, tales como nefridios.

Los riñones de reptiles consisten en un número de lóbulos dispuestos en un patrón ampliamente lineal. Cada lóbulo contiene una sola rama del uréter en su centro, en el que la recogida de los conductos de vacío. Los reptiles tienen relativamente pocos nefronas en comparación con otros amniotas de un tamaño similar, posiblemente debido a su menor tasa metabólica.

Las aves tienen, riñones alargados relativamente grandes, cada una de las cuales se divide en tres o más lóbulos distintos. Los lóbulos se compone de varias irregularmente dispuestas, lóbulos pequeños, cada uno centrado en una rama del uréter. Las aves tienen glomérulos pequeños, pero aproximadamente el doble de nefronas como mamíferos de tamaño similar.

El riñón humano es bastante típica de la de los mamíferos. Las características distintivas del riñón de mamífero, en comparación con la de otros vertebrados, incluyen la presencia de la pelvis renal y pirámides renales, y de una corteza claramente distinguible y la médula. Esta última característica se debe a la presencia de asas alargadas de Henle; éstos son mucho más cortos en las aves, y no realmente presente en otros vertebrados (aunque la nefrona tiene a menudo un corto segmento intermedio entre los túbulos contorneados). Es sólo en los mamíferos que el riñón adquiere su clásica forma de "riñones", aunque hay algunas excepciones, como los riñones reniculate multilobulados de pinnípedos y cetáceos.

Adaptación evolutiva

Los riñones de varios animales muestran evidencia de adaptación evolutiva y durante mucho tiempo han sido estudiados en ecofisiología y fisiología comparativa. la morfología del riñón, a menudo indexado como el grosor medular relativa, se asocia con la aridez del hábitat entre las especies de mamíferos,[4]​ y la dieta (por ejemplo, los carnívoros tienen sólo asas largas de Henle).

Véase también

Referencias

  1. «Up-to-the-minute cancer news & treatment info for patients, families & oncologists > CancerConsultants.com». Archivado desde el original el 24 de noviembre de 2015. 
  2. a b Drake, Richard L.; Vogl, Wayne; Mitchell, Adam W.M. (2007). Gray: Anatomía para estudiantes. España: Elsevier. p. 320. ISBN 9788481748321. 
  3. Four Kidneys Found in One Man - Pravda.Ru
  4. Al-kahtani, M. A.; C. Zuleta, E. Caviedes-Vidal, and T. Garland, Jr. (2004). «Kidney mass and relative medullary thickness of rodents in relation to habitat, body size, and phylogeny (En inglés)». Physiological and Biochemical Zoology 77 (3): 346-365. PMID 15286910. doi:10.1086/420941. 

Enlaces externos