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Perro guardián

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El dóberman es un perro guardián.
El fox terrier, ejemplo de perro vigilante.

Los términos perro guardián y perro vigilante son los conceptos que engloban a las razas caninas entrenadas para detectar y responder ante posibles amenazas, distinguiéndose entre aquellos que alertan a sus propietarios (perros vigilantes) y aquellos capacitados para repelerlas (perros guardianes).[1]

Perros guardianes

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Los perros guardianes poseen tamaño y fuerza suficientes para repeler potenciales amenazas. En caso de amenazas humanas, pueden entrenarse para mostrar agresividad hacia personas desconocidas. Posteriormente, se les confina en áreas específicas para proteger propiedades sin supervisión, como patios o almacenes, conocidos como perros de protección industrial. El estereotipo del perro de patio o trastero es un ejemplo común de perro de protección industrial, término que designa oficialmente a estos caninos entrenados para vigilar propiedades.

Los perros de ataque, o los destinados a tareas policiales o de seguridad, reciben entrenamiento especializado en Schutzhund o K9 deportivo, para morder, contener y liberar intrusos bajo comandos precisos de su manejador.

Perros vigilantes

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Los perros vigilantes emiten ladridos intensos para alertar a sus propietarios sobre la presencia de intrusos, disuadiéndolos de acercarse. Su función se limita a la alarma, a diferencia de los perros guardianes, capaces de atacar. Razas como el Keeshond destacan como excelentes perros vigilantes debido a sus ladridos frecuentes, aunque carecen de comportamiento asertivo.

Listado de perros guardianes y vigilantes

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El siguiente es un listado de perros que además de ladrar para alertar a los dueños, repelen las amenazas:

Este Pastor alemán está entrenado para morder en piernas y brazos, incapacitando sin matar

Véase también

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Referencias

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  1. Plato, The Republic .
  2. Matthew Newman (1985), Watch/guard dogs, p. 19 .