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Realizó un experimento muy famoso, con el cual comprobó que el recuerdo de un evento doloroso puede retenerse en el caso de que se pierda la memoria reciente. Su experimento tuvo como sujeto de prueba a una mujer que sufría de una forma de [[amnesia]]. Podía rememorar todos sus viejos recuerdos y conservaba sus habilidades básicas de razonamiento, pero no recordaba el pasado reciente. Claparède la saludaba todos los días, pero ella no lograba recordar ni siquiera su cara. Entonces, en una sesión del experimento, escondió un alfiler en su mano y se la extendió a la mujer, lastimándola con la punta del alfiler. Al día siguiente, la dama no lo reconoció. Pero cuando Claparède le extendió la mano para estrechársela, descubrió que ella dudaba, reconociendo una amenaza cuando su memoria seguía estando severamente dañada.<ref>{{cita web|url=http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-819-2004-05-29.html|título=En la boca del miedo|autor=Raúl Alzogaray|editorial=Página 12|fecha=29 de mayo de 2004|fechaacceso=24 de octubre de 2009}}</ref>
Realizó un experimento muy famoso, con el cual comprobó que el recuerdo de un evento doloroso puede retenerse en el caso de que se pierda la memoria reciente. Su experimento tuvo como sujeto de prueba a una mujer que sufría de una forma de [[amnesia]]. Podía rememorar todos sus viejos recuerdos y conservaba sus habilidades básicas de razonamiento, pero no recordaba el pasado reciente. Claparède la saludaba todos los días, pero ella no lograba recordar ni siquiera su cara. Entonces, en una sesión del experimento, escondió un alfiler en su mano y se la extendió a la mujer, lastimándola con la punta del alfiler. Al día siguiente, la dama no lo reconoció. Pero cuando Claparède le extendió la mano para estrechársela, descubrió que ella dudaba, reconociendo una amenaza cuando su memoria seguía estando severamente dañada.<ref>{{cita web|url=http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-819-2004-05-29.html|título=En la boca del miedo|autor=Raúl Alzogaray|editorial=Página 12|fecha=29 de mayo de 2004|fechaacceso=24 de octubre de 2009}}</ref>


Claparède defendía una educación activa de los niños, animando a los profesores a que observaran a sus alumnos y a partir de ahí empezar a construir las clases.
Claparède defendía una educación activa de los niños y apostaba a que el juego permitía el desarrollo de la personalidad, animando a los profesores a que observaran a sus alumnos y a partir de ahí empezar a construir las clases.
Con el concepto de ''educación funcional'', sostenía que la educación ha de centrarse en actividades que satisfagan una necesidad. La educación debía preparar para la vida.
Con el concepto de ''educación funcional'', sostenía que la educación ha de centrarse en actividades que satisfagan una necesidad. La educación debía preparar para la vida.



Revisión del 17:03 6 abr 2017

Édouard Claparède
Información personal
Nacimiento 24 de marzo de 1873 Ver y modificar los datos en Wikidata
Ginebra (Suiza) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 29 de septiembre de 1940 Ver y modificar los datos en Wikidata (67 años)
Ginebra (Suiza) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Suizo
Educación
Educado en Universidad de Ginebra Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Área Neurología, psicología, pedagogía
Empleador Universidad de Ginebra Ver y modificar los datos en Wikidata

Édouard Claparède (24 de marzo de 1873 en Ginebra, Suiza29 de septiembre de 1940 en Ginebra) fue un neurólogo, pedagogo y psicólogo infantil suizo.

Biografía

Claparède cursó sus estudios universitarios en Alemania, Suiza y Francia. Se especializó en psicología infantil, enseñanza y memoria.[1]

Realizó un experimento muy famoso, con el cual comprobó que el recuerdo de un evento doloroso puede retenerse en el caso de que se pierda la memoria reciente. Su experimento tuvo como sujeto de prueba a una mujer que sufría de una forma de amnesia. Podía rememorar todos sus viejos recuerdos y conservaba sus habilidades básicas de razonamiento, pero no recordaba el pasado reciente. Claparède la saludaba todos los días, pero ella no lograba recordar ni siquiera su cara. Entonces, en una sesión del experimento, escondió un alfiler en su mano y se la extendió a la mujer, lastimándola con la punta del alfiler. Al día siguiente, la dama no lo reconoció. Pero cuando Claparède le extendió la mano para estrechársela, descubrió que ella dudaba, reconociendo una amenaza cuando su memoria seguía estando severamente dañada.[2]

Claparède defendía una educación activa de los niños y apostaba a que el juego permitía el desarrollo de la personalidad, animando a los profesores a que observaran a sus alumnos y a partir de ahí empezar a construir las clases. Con el concepto de educación funcional, sostenía que la educación ha de centrarse en actividades que satisfagan una necesidad. La educación debía preparar para la vida.

En 1912, Claparède fundó el Instituto Rousseau.

Obras

  • L’association des idées (1903)
  • Psychologie de l’enfant et pédagogie expérimentale (1909)
  • L’éducation fonctionnelle (1931)
  • La genèse de l’hypothèse (1933)

Referencias

  1. «Édouard Claparède». Biografías y vidas. Consultado el 24 de octubre de 2009. 
  2. Raúl Alzogaray (29 de mayo de 2004). «En la boca del miedo». Página 12. Consultado el 24 de octubre de 2009. 

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