Diferencia entre revisiones de «Día Internacional del Orgullo LGBT»

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Bandera gay, Orgullo Gay 2008, Madrid
Orgullo gay de Reykjavík en 2004.

El Día Internacional del Orgullo LGBT (lesbiana, gay, bisexual y transgénero), también conocido como Día del Orgullo Gay o simplemente Orgullo Gay (en inglés, gay pride) es una serie de eventos que cada año los colectivos homosexuales celebran de forma pública para instar por la tolerancia y la igualdad de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Tal fiesta tiene lugar en torno al 28 de junio o bien el primer sábado posterior al 28 de junio, fecha en que se conmemoran los disturbios de Stonewall (Nueva York, EE. UU., 1969), que marcan el inicio de la liberación homosexual. En algunos países la fecha original puede cambiar en caso de coincidencia con otros eventos locales muy importantes (eventos masivos, elecciones políticas o posibilidades de leyes trascendentes para los homosexuales).

La noción básica del «orgullo gay» consiste en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, cualquiera sea su sexo u orientación sexual. El término escogido («orgullo»), tiene probablemente más sentido, desde un punto de vista filológico, en inglés que en español. En efecto, la idea que parece transmitir este concepto es más bien la de una dignidad intrínseca de cada ser humano, que no debe verse afectada por su conducta ni orientación sexuales. En tal sentido, la traducción más correcta debería ser dignidad gay.

La celebración se desarrolla comúnmente con coloridas «marchas del orgullo» (en inglés «pride parades», en francés «marches des fiertés») que coinciden, en el hemisferio norte, con el inicio del verano. Los símbolos del orgullo gay (la bandera con los colores del arco iris y los triángulos rosas), se exhiben en abundancia en estas fiestas. En las celebraciones suele darse cabida a actividades que exceden del marco del jolgorio: reivindicaciones sociales o políticas que identifican a los colectivos participantes. Una vez superadas las leyes consideradas más discriminatorias en su contra para los homosexuales, la creación del matrimonios, o el establecimiento de la homoparentalidad (adopción de hijos por homosexuales), son temas recurrentes en las fiestas del orgullo contemporáneas, que en los últimos años, con la cada vez mayor fuerza del movimiento homosexual, han ido politizándose fuertemente, convirtiéndose en un instrumento de presión política a los gobiernos en favor de los colectivos homosexuales y contando con una fuerte participación de grupos de izquierda, que han asumido las demandas gay como propias.

La marcha del orgullo más importante en España y de Europa es la de Madrid, con más de un millón de asistentes cada año (pudiendo llegar a un millón y medio en la marcha normal y a dos millones en la celebración del Europride en 2007). Otras marchas de España son la de Barcelona (50.000 asistentes), Sevilla (8.000 asistentes), Valencia, Bilbao, A Coruña, Zaragoza o Palma de Mallorca entre otras. A nivel europeo también son relevantes París o Londres con unos 500.000 asistentes cada una, Amsterdam y Estocolmo con unos 300.000 asistentes cada una o Roma con 200.000 asistentes. El orgullo gay más multitudinario del mundo es el Orgullo gay de São Paulo, con entre 3 millones y medio y 5 millones de asistentes, Toronto, Madrid o San Francisco son otras capitales gays durante los días del orgullo.


Oposición

Dentro de la comunidad homosexual algunos rechazan la noción de orgullo gay, pues perciben en ella un énfasis excesivo en la orientación sexual que no consideran importante y una falta de discreción, modestia y sumisión lo que eventualmente podría perjudicar a la moral pública, las creencias religiosas o incluso la propia causa de los derechos de los homosexuales al reivindicar demasiado alto los derechos. Proponen, en cambio, evitar un activismo estridente a fin de incorporar más fácilmente el discurso por la no diferencia de los homosexuales a las ideas comunes que marca la opinión pública. Otros críticos ven en la noción de orgullo una suerte de desprecio hacia la identidad de cada individuo, pues cada uno –incluso cada homosexual— vive su orientación sexual sin necesidad de identificarse con un estereotipo determinado y por tanto los que tienen una identidad gay deberían llevarlo más discretamente.

En Catalunya, desde hace muchos años, se rotula la jornada como la "diada per l'alliberament gai, lesbia i d'homes i dones transsexuals -recientemente tambien bisexuals i queers". La manifestación, que se celebra el sábado más próximo al 28 de junio tiene un carácter claramente reivindicativo y se aleja del espiritu comercial de otras ciudades. Como curiosidad, los nombres de los colectivos (gais, lesbianes....) se cambian de posición para dar un mismo enfasis a todas las luchas. Los actos se organizan por parte de las principales asociaciones de lucha de Catalunya.

Declaraciones de la Reina Sofía de Grecia

En 2008 Doña Sofía protagonizó una gran polémica con motivo de la publicación del libro La Reina muy de cerca en el que su autora y numeraria del Opus Dei, Pilar Urbano, reproducía una serie de comentarios de la Reina sobre varios temas políticamente debatidos en España, mostrandose contraria a que el matrimonio entre personas del mismo sexo recibiese el nombre de "matrimonio". "Si estas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no le llamen matrimonio, porque no lo es". También se mostraba contraria al movimiento de Orgullo Gay. "Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico". .[1]

Colectivos LGTB mostraron su malestar y pidieron una rectificación.[2]​ Entre los partidos políticos, los más críticos fueron IU y ERC, abiertamente republicanos.[3]ICV también pidió una rectificación[3]​ y Olaia Fernández, diputada de BNG, a pesar de mostrar su respeto por las palabras de la Reina, destacó que se ha roto el "el principio de neutralidad" de la Monarquía.[2]​ De entre el resto de formaciones, que no se pronunciaron al respecto, destacaron el PP, principal partido de la oposición y el PSOE, en el gobierno.[3]José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno, y María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta primera, salieron en defensa de Doña Sofía, recordando que «La Reina es respetada y querida dentro y fuera de nuestras fronteras. Y lo es porque a lo largo de estos 30 años ha desempeñado su tarea de manera impecable».[4]​ La Casa Real emitió un comunicado en el que calificaba de «Supuestas afirmaciones que, en todo caso, se han hecho en un ámbito privado, y que no corresponden con exactitud a las opiniones vertidas por Su Majestad la Reina».[5]​ La autora aseguró que el texto definitivo se envió para ser revisado y que la Casa del Rey dio luz verde a la publicación sugiriendo únicamente cambiar una palabra del texto, que fue corregida.[5]​ Las declaraciones han convertido a la Reina, y a la Monarquía, en punto de paso de las reivindicaciones de los grupos LGTB de España. Por primera vez en 2009, durante la manifestación de Orgullo Gay de Madrid, se reivindicó de manera masiva una nueva república española. Sólo la carroza del partido político IU contaba con más de cien banderas republicanas.

Referencias

Véase también

28 juny CGB