Discrasia sanguínea

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La discrasia sanguínea es una alteración permanente cualitativa o cuantitativamente anormal de la sangre, en particular de sus elementos formes (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) o de sus componentes.[1]

Terminología[editar]

Como sinónimo se usa la expresión discrasia hemática, y en ocasiones se abrevia como discrasia. Se considera en desuso la palabra "hemodiscrasia".

Etiología[editar]

Se ha relacionado con diversas enfermedades, radiaciones y sustancias.

Patogenia[editar]

Las discrasias sanguíneas más frecuentes son:[3]

Pero se presentan en múltiples enfermedades: anemias, leucemias, trombopenia, policitemia, hemofilia, gammapatía monoclonal, síndrome purpúrico, enfermedad de von Willebrand.[4]

Cuadro clínico[editar]

Depende de la enfermedad que origine, pero en general las primeras manifestaciones aparecen en la cavidad oral: hipertrofia de las encias, atrofia de las papilas gustativas, hemorragias o ulceraciones.[5]

Diagnóstico[editar]

Como hay una amplia variedad de enfermedades de los elementos constituyentes de la sangre y de los factores de coagulación, cada uno tiene diferente método de diagnóstico.

Tratamiento[editar]

Depende de cada enfermedad en particular. A veces es necesario sustituir el factor que falta, como los glóbulos rojos o las plaquetas.

Véase también[editar]

Referencias[editar]