Ir al contenido

Agnosticismo

Artículo bueno
De Wikipedia, la enciclopedia libre
(Redirigido desde «Agnóstica»)
Símbolo del Agnosticismo

El agnosticismo (del griego antiguo α- [a-], ‘sin’; y γνώσις [gnōsis], ‘conocimiento’) es la postura que considera que la veracidad de ciertas afirmaciones —especialmente las referidas a la existencia o inexistencia de Dios, además de otras afirmaciones religiosas y metafísicas— es desconocida (agnosticismo moderado) o inherentemente incognoscible (agnosticismo radical).[1][2][3]

El biólogo británico Thomas Henry Huxley acuñó la palabra agnóstico en 1869. Sin embargo, algunos pensadores y obras de la Antigüedad ya habían promovido puntos de vista agnósticos, incluido el agnosticismo de Sanyaia Belatthaputta (filósofo indio del siglo V a. C.) respecto de la existencia de cualquier forma de vida más allá de la muerte,[4][5][6]​ el de Protágoras (filósofo griego del siglo V a. C.) sobre los dioses[7]​ y el del «Himno de la creación», parte del texto sagrado indio Rig-veda (uno de los textos conocidos más antiguos, compuesto probablemente entre 1500 a. C.-1200 a. C.), acerca del origen del universo.[8][9][10]

Agnosticismo por país (2023)

[editar]

Porcentaje de personas que se encontraba de acuerdo con la siguiente afirmación: "No estoy seguro si creo en Dios o en un poder/espíritu superior."

Puesto País % Agnósticos/as Fuente
1.º Bandera de Japón Japón 34% [11]
2.º Bandera de Tailandia Tailandia 24% [12]
3.º Bandera de Corea del Sur Corea del Sur 19% [13]
4.º Bandera de España España 17% [14]
5.º Bandera de Suecia Suecia 16% [15]
6.º Bandera del Reino Unido Reino Unido 16% [16]
7.º Bandera de Bélgica Bélgica 15% [17]
8.º Bandera de Francia Francia 15% [18]
9.º Bandera de Polonia Polonia 15% [19]
10.º Bandera de Singapur Singapur 15% [20]
11.º Bandera de Alemania Alemania 14% [21]
12.º Bandera de Hungría Hungría 14% [22]
13.º Bandera de Italia Italia 14% [23]
14.º Bandera de los Países Bajos Países Bajos 12% [24]
15.º Bandera de Australia Australia 12% [25]
16.º Bandera de Canadá Canadá 12% [26]
17.º Bandera de la India India 11% [27]
18.º Bandera de Estados Unidos Estados Unidos 10% [28]
19.º Bandera de Argentina Argentina 8% [29]
20.º Bandera de Chile Chile 5% [30]
21.º Bandera de Turquía Turquía 5% [31]
22.º Bandera de México México 4% [32]
23.º Bandera de Sudáfrica Sudáfrica 4% [33]
24.º Bandera de Brasil Brasil 4% [34]
25.º Bandera de Perú Perú 3% [35]
26.º Bandera de Colombia Colombia 3% [36]

Definición

[editar]
El agnosticismo, de hecho, no es un credo, sino un método, cuya esencia radica en la rigurosa aplicación de un único principio. […] Positivamente, el principio puede expresarse: en cuestiones del intelecto, sigue a tu razón tan lejos como ella te lleve, sin tener en cuenta ninguna otra consideración. Y negativamente: en cuestiones del intelecto no pretendas que sean ciertas las conclusiones que no han sido demostradas o no sean demostrables.[37]
Thomas Henry Huxley

De acuerdo con el filósofo William L. Rowe, en sentido estricto, el agnosticismo es la postura filosófica que afirma que la humanidad carece de los fundamentos racionales necesarios para justificar cualquier creencia: «Dios existe» o «Dios no existe».[2]​ Asimismo, según Rowe, en el sentido popular, un agnóstico es aquel que ni cree ni descree en la existencia de Dios, mientras que un teísta y un ateo cree y descree, respectivamente.[2]

George H. Smith rechaza que el agnosticismo sea una tercera alternativa al teísmo y el ateísmo y propone términos como ateísmo agnóstico (la posición de los que no creen en la existencia de deidades pero no afirman saber si un supuesto dios existe o no) y teísmo agnóstico (la posición de los que no afirman saber si existe algún dios o no pero igual creen que hay algún dios-deidad)[38]

Etimología

[editar]

El término agnóstico fue usado en 1869 por Thomas Henry Huxley en un discurso ante la Sociedad Metafísica para describir su filosofía, la cual rechaza todas las declaraciones de conocimiento espiritual o místico.[39][40]​ Los líderes de la iglesia cristiana temprana usaron la palabra griega gnosis (conocimiento) para describir el «conocimiento espiritual». No se debe confundir el agnosticismo con doctrinas religiosas opuestas al movimiento antiguo del gnosticismo: Huxley usó el término en un sentido más amplio y abstracto.[41]​ Identificó el agnosticismo no como un credo, sino un método de investigación escéptico basado en evidencias.[42]

En años recientes, la literatura científica relacionada con la neurociencia y la psicología han usado la palabra para significar «no cognoscible».[43]​ En la literatura técnica y de mercadotecnia, «agnóstico» puede significar independencia de algunos parámetros, por ejemplo, «software agnóstico»[44]​ o «hardware agnóstico».[45]

Agnosticismo condicionado

[editar]

David Hume, filósofo de la Ilustración escocesa, sostuvo que las afirmaciones con sentido sobre el mundo siempre están condicionadas por algún grado de duda. Afirmó que la falibilidad de los seres humanos implicaba que no podían obtener certezas absolutas salvo casos triviales donde una afirmación es cierta por definición (tautologías como «ningún soltero está casado» o «todos los triángulos tienen tres vértices»).[46]

Tipos

[editar]

Una persona que se considera «agnóstica» afirma que no tiene una opinión sobre la existencia de Dios, ya que cree que no hay evidencia definitiva a favor o en contra. El agnosticismo, no obstante, se ha dividido recientemente en varias categorías. Estas incluyen:

Ateísmo agnóstico
No cree en la existencia de ninguna deidad, pero no afirma saber que existe alguna deidad o no.[38][47][48]
Teísmo agnóstico
No afirma conocer la existencia de una deidad, pero aun así cree en ella.[38]
Agnosticismo apático o pragmático
No existen pruebas de la existencia o inexistencia de deidad alguna, pero debido a que cualquier deidad que pudiese existir parece indiferente respecto al universo o el bienestar de sus habitantes, la pregunta es esencialmente académica. Por lo tanto, su existencia tiene poco o ningún impacto en los asuntos humanos y debiese ser de igual interés teológico.[49][50]
Agnosticismo fuerte (también llamado agnosticismo «estricto», «cerrado» o «permanente»)
La pregunta de la existencia o inexistencia de una deidad o deidades y la naturaleza última de la realidad son incognoscibles a causa de nuestra incapacidad natural de no poder comprobar una experiencia sino con otra experiencia subjetiva. Un agnóstico fuerte dirá «No puedo saber si una deidad existe o no y tú tampoco».[51][52][53]
Agnosticismo débil (también llamado agnosticismo «empírico», «abierto» o «temporal»)
La existencia o la inexistencia de cualquier deidad está actualmente más allá del conocimiento, pero no es necesariamente incognoscible; por lo tanto, suspenderá el juicio hasta que la prueba, si existe, se haga disponible. Un agnóstico débil dirá «No sé si existen deidades o no pero quizás algún día, si hay evidencias, podamos descubrir algo».[51][52][53]​ También podrá decir: «Si Dios existe, la ciencia lo descubrirá».

Historia

[editar]

Filosofía hinduista

[editar]

A lo largo de la historia del hinduismo ha existido una fuerte tradición de especulación filosófica y escepticismo.[54][55]​ El Rig-veda toma una postura agnóstica respecto a las preguntas fundamentales «¿Quién o qué creó el universo? ¿Quién o qué creó a los dioses?». El «Nasadiya-sukta» (también conocido como el «Himno de la creación») en el décimo libro del Rig-veda dice:[56][57][58]

¿Quién lo sabe con certeza? ¿Quién lo proclamará?
¿De dónde nació? ¿De dónde provino la creación?
Los dioses son posteriores a la creación de este mundo.
Entonces ¿quién puede conocer sus orígenes?

Nadie sabe de dónde surgió la creación
o si Él lo hizo o no.
Él, quien lo contempla desde los sublimes cielos,
solo Él sabe, o quizás, Él no lo sabe.

Filosofía griega

[editar]

El pensamiento agnóstico, en la forma del escepticismo, surgió como una postura filosófica formal en la Antigua Grecia. Sus representantes incluyen a Protágoras, Pirrón, Carnéades, Sexto Empírico[59]​ y, en algún grado, a Sócrates, quien fue un firme defensor de estudiar la epistemología desde un enfoque escéptico.[60]Pirrón sostuvo que debiésemos abstenernos de realizar juicios debido a que nunca podemos estar seguros de la realidad verdadera. Tener una opinión es posible, pero no poseer certidumbre o conocimiento.[61]Carnéades también fue escéptico respecto a todas las afirmaciones de conocimiento. Propuso una teoría de la probabilidad; no obstante, la certeza es por siempre inalcanzable.[62]

Protágoras rechazó las descripciones convencionales de los dioses:[7]

Con respecto a los dioses, no tengo medios para saber si existen o no o qué clase de seres pueden ser. Muchas cosas previenen del conocimiento, incluida la oscuridad del tema y la brevedad de la vida humana.

Hume, Kant y Kierkegaard

[editar]

Aristóteles,[63]Anselmo de Canterbury,[64][65]Tomás de Aquino[66][67]​ y Descartes[68]​ postularon argumentos en un intento de probar racionalmente la existencia de Dios. El empirismo escéptico de David Hume, la antinomia de Immanuel Kant y la filosofía existencialista de Søren Kierkegaard convencieron a muchos filósofos posteriores a abandonar este propósito, ya que consideran imposible la construcción de cualquier prueba irrefutable de la existencia o inexistencia de un dios.[69]

En su libro Migajas filosóficas (1844), Kierkegaard escribió:[70]

Llamemos a eso desconocido Dios. Esto que le damos es solo un nombre. Querer probar que eso desconocido (Dios) existe, apenas se le ocurre a la razón. Si Dios no existe, entonces es imposible demostrarlo, pero si existe, entonces es una locura querer demostrarlo, pues en el momento en que comienzo la demostración, lo he supuesto no como algo dudoso —eso es lo que una suposición no puede ser, ya que es suposición—, sino como algo establecido, porque en caso contrario no hubiera comenzado, ya que se entiende fácilmente que todo esto se haría imposible si Dios no existiera. Si pienso, en cambio, que con la expresión «demostrar la existencia de Dios» quiero demostrar que lo desconocido que existe es Dios, entonces me expreso de una manera poco afortunada, pues con ello no demuestro nada y mucho menos una existencia, sino que desarrollo una determinación conceptual.

Thomas Henry Huxley

[editar]
Thomas Henry Huxley.

Las opiniones agnósticas son tan antiguas como el escepticismo filosófico, pero los términos agnóstico (agnostic) y agnosticismo (agnosticism) fueron creados por Thomas Henry Huxley para resumir sus pensamientos respecto a los desarrollos contemporáneos de la metafísica respecto a lo incondicionado (William Hamilton) y lo incognoscible (Herbert Spencer). Aunque Huxley empezó a usar el término agnóstico en 1869, sus opiniones habían tomado forma hacía algún tiempo. En una carta escrita el 23 de septiembre de 1860 a Charles Kingsley, analizó sus opiniones extensamente:[71][72]

Yo ni afirmo ni niego la inmortalidad del hombre. No veo razón para creer en ella, pero, por otro lado, no tengo medios para refutarla. No tengo objeciones a priori a la doctrina. Nadie que tenga que lidiar diariamente y a cada hora con la naturaleza puede molestarse en las dificultades a priori. Dame tal evidencia que me justificaría creer en cualquier otra cosa y yo creeré en ella. ¿Por qué no debería de creer? Ciertamente es tan maravilloso como la conservación de la fuerza o la indestructibilidad de la materia. […]

Es inútil de que me hables de analogías y probabilidades. Yo sé a qué me refiero cuando digo que creo en la ley de los cuadrados inversos y no basaré mi vida y mis esperanzas en convicciones más débiles. […]

Que mi personalidad es la cosa más segura que sé que puede ser cierta. Pero el intento de concebir qué es me conduce a meras sutilezas verbales. He vencido a todo ese relleno sobre el ego y el no-ego, el noúmeno y el fenómeno, y todo el resto de ello, demasiado a menudo para ignorar que aun al intentar pensar en estas cuestiones, el intelecto humano se tropieza en seguida fuera de sus profundidades.

Y de nuevo, al mismo destinatario, el 6 de mayo de 1863:[73]

Nunca he tenido la más mínima simpatía con las razones a priori contra la ortodoxia, y tengo por naturaleza e inclinación la mayor antipatía posible hacia toda las escuelas ateas e infieles. Sin embargo sé que soy, a mi pesar, exactamente lo que un cristiano llamaría, y, hasta donde puedo ver, justificadamente, ateo e infiel. No puedo ver una sombra o pizca de evidencia de que lo gran desconocido subyacente a los fenómenos del universo nos sea útil en la relación de un Padre que nos ama y cuida como afirma el cristianismo. Así que al respecto de los otros grandes dogmas cristianos, la inmortalidad del alma y el estado futuro de recompensas y castigos, ¿qué objeción posible puedo yo —que estoy compelido necesariamente a creer en la inmortalidad de lo que llamamos Materia y Fuerza, y en un muy inequívoco estado presente de recompensas y castigos por nuestros actos— hacer a esas doctrinas? Dame un ápice de evidencia y estaré listo para aceptarlas con entusiasmo.

Sobre el origen del nombre agnóstico para describir su actitud, Huxley dio la siguiente explicación:[74]

Cuando alcancé la madurez intelectual y empecé a preguntarme a mí mismo sobre si era un ateo, un teísta o un panteísta; un materialista o un idealista; un cristiano o un librepensador; descubrí que cuanto más aprendía y reflexionaba, más alejada estaba la respuesta; hasta que, al final, llegué a la conclusión de que no tenía arte ni parte con ninguna de esas denominaciones, salvo la última. Lo único en que la mayoría de estas buenas personas estaban de acuerdo era en lo único en que discrepaba con ellos. Estaban bastante seguros de haber alcanzado cierta «gnosis»: habían, con más o menos éxito, solucionado el problema de la existencia; mientras que yo estaba bastante seguro de que no lo había logrado, y tenía una convicción bastante fuerte de que el problema era irresoluble. Y, con Hume y Kant de mi lado, no podía creerme osado en albergar rápidamente esa opinión […] Así que reflexioné e inventé lo que concebí un título apropiado para «agnóstico». Vino a mi cabeza como provocativamente antitético del «gnóstico» de la historia de la Iglesia, quien declaraba saber mucho sobre las mismas cosas de las que yo era ignorante. […] Para mi gran satisfacción el término fue aceptado.

William Stewart Ross

[editar]

William Stewart Ross escribió bajo el seudónimo de Saladin. Abogó por el agnosticismo en oposición al ateísmo de Charles Bradlaugh como una exploración espiritual no concluyente. En Why I am an Agnostic (c. 1889) afirmó que el agnosticismo es el «opuesto mismo del ateísmo».[75]

Robert G. Ingersoll

[editar]
Robert G. Ingersoll.

Robert G. Ingersoll, un abogado y político de Illinois que se convirtió en un famoso orador de Estados Unidos del siglo XIX, fue conocido como «el Gran agnóstico» (the Great Agnostic).[76]

En un discurso de 1896 titulado Why I Am An Agnostic, Ingersoll relató por qué era agnóstico:[77]

¿Existe un poder sobrenatural, una mente arbitraria, un Dios entronado, una voluntad suprema que mueve las olas y corrientes del mundo, al que todas las causas reverencian? No lo niego. No lo sé, pero no lo creo. Creo en que la naturaleza es suprema, que en la cadena infinita ningún eslabón puede perderse o romperse, que no hay un poder sobrenatural que pueda escuchar oraciones, ningún poder que la adoración pueda persuadir o alterar, ningún poder al que le importe el hombre.

Creo que con sus infinitos brazos la Naturaleza lo abraza todo, que no hay interferencia, no casualidad, que detrás de cada evento están las necesarias e incontables causas y que más allá de cada evento existirán y debe existir los necesarios e incontables efectos.

¿Existe un Dios? No lo sé. ¿El hombre es inmortal? No lo sé. Existe una cosa que sé, y esa es que ni la esperanza, ni el miedo, creencia ni negación pueden cambiar la realidad. Es como es y será como debe ser.

Para concluir resumió la posición del agnosticismo como:[77]

Podemos ser honestos a la vez que ignorantes. Si lo somos, cuando se nos pregunte qué hay más allá del horizonte de lo conocido, debemos decir que no lo sabemos.

Bertrand Russell

[editar]
Bertrand Russell.

El ensayo Why I Am Not a Christian (Por qué no soy cristiano) de Bertrand Russell, basado en uno de sus discursos de 1927 y posteriormente incluido en un libro homónimo, es considerado una exposición clásica del agnosticismo.[78][79]​ Russell les pidió a sus lectores que «se paren en sus propios pies y miren imparcialmente y directo al mundo con una actitud intrépida y una inteligencia libre».[80]

En The existence and nature of God (La existencia y naturaleza de Dios, 1939) se identificó a sí mismo como ateo:[81]

La existencia y naturaleza de Dios es un tema que solo puedo analizar a la mitad. Si uno llega a una conclusión negativa respecto a la primera parte de la pregunta, la segunda no surge; y mi postura, como habrán notado, es negativa en esta materia.

No obstante, luego en el mismo discurso, al analizar los conceptos modernos y no antropomórficos de Dios, afirmó:[82]

Esa clase de Dios, pienso, no es una que se pueda realmente refutar, mientras que un creador omnipotente y benevolente, sí.

En el ensayo Am I An Atheist or an Agnostic? A Plea For Tolerance In The Face Of New Dogmas (¿Soy ateo o agnóstico? Un llamado a la tolerancia cara a cara con nuevos dogmas, 1947), reflexionó sobre el problema de cómo llamarse a sí mismo:[83][84]

Como filósofo, si estuviera dirigiéndome a una audiencia estrictamente filosófica, debería decir que tengo la obligación de describirme a mí mismo como un agnóstico, porque no creo que haya un argumento concluyente con el cual uno demuestre que no existe un Dios. Por otra parte, si voy a comunicar la idea correcta al hombre común de a pie, pienso que tendría que decir que soy un ateo, porque cuando digo que no puedo probar que no existe un Dios, debería agregar que igualmente no puedo probar que no existen los dioses homéricos.

En su ensayo What Is An Agnostic? (¿Qué es un agnóstico?, 1953) escribió:[85][86][87]

Un agnóstico piensa que es imposible conocer la verdad en asuntos como Dios o la vida próxima en las que el cristianismo y otras religiones están preocupados. O, si no imposible, al menos imposible en el presente. [...] Pienso que si escuchara una voz del cielo que predijera todo lo que me ocurrirá en las siguientes veinticuatro horas, incluidos eventos que habrían parecido altamente improbables, y si todos estos eventos luego sucedieran, estaría probablemente convencido al menos de la existencia de alguna inteligencia sobrehumana. Puedo imaginar otra prueba de la misma clase que me convencería [de la existencia de Dios], pero hasta donde sé esa evidencia no existe.

Leslie Weatherhead

[editar]

En 1965 el teólogo cristiano Leslie Weatherhead publicó The Christian Agnostic (El cristiano agnóstico), en el que argumenta:[80][88]

[…] muchos agnósticos declarados están más cerca de la creencia en el verdadero Dios que muchos feligreses convencionales que creen en un cuerpo que no existe a quien llaman equivocadamente Dios.

Aunque radical y rechazado por los teólogos convencionales, el «agnosticismo» de Weatherhead está lejos del de Huxley, incluso del agnosticismo débil:[80][88]

Por supuesto que el alma humana tendrá siempre el poder de rechazar a Dios, ya que la elección es esencial a su naturaleza, pero no puedo creer que nadie finalmente lo hará.

Charles Darwin

[editar]

Criado en un ambiente religioso, Charles Darwin estudió para convertirse en pastor anglicano. Pese a que con el tiempo dudaba en partes de su fe, Darwin continuó ayudando en los asuntos de la iglesia, aunque eludía ir a misa. Darwin afirmó que sería «absurdo dudar de que un hombre pueda ser un teísta apasionado y un evolucionista».[89][90]​ Aunque reticente respecto a sus opiniones religiosas, en 1879 escribió: «Nunca he sido un ateo en el sentido de negar la existencia de un Dios. Pienso que mayormente […] agnóstico sería la descripción más correcta de mi mentalidad».[89][91]

Demografía

[editar]
Proporción de ateos y agnósticos en el mundo (2007).

Los servicios demográficos normalmente no diferencian los varios tipos de participantes no religiosos, por lo que a menudo se clasifica a los agnósticos en la misma categoría que a los ateos y otras personas sin religión.[92]

Una encuesta de WIN/GIA de 2012 preguntó «¿Independientemente de si asistes a un lugar de culto o no, dirías que eres una persona religiosa, no religiosa o un ateo convencido?». El 59 % de la población mundial se identificó como religiosa, un 23 % no religiosa y un 13 % se declaró atea convencida.[93]​ Una encuesta de 2010 publicada en la Encyclopædia Britannica reveló que las personas no religiosas o agnósticos constituían el 9,6 % de la población mundial.[94]​ Una encuesta de finales de 2006 publicada en el Financial Times abarcó a los Estados Unidos y cinco naciones europeas. Las tasas de agnosticismo en el país americano fueron de 14 %, mientras que las europeas fueron considerablemente mayores: Italia (20 %), España (30 %), Gran Bretaña (35 %), Alemania (25 %) y Francia (32 %).[95]

Porcentaje de ciudadanos europeos que respondieron «No creo que existe alguna clase de espíritu, Dios o fuerza suprema» en el Eurobarómetro de 2005.[96]

Un estudio dirigido por Pew Research Center en 2010 encontró que alrededor del 16 % de la población mundial no tenía afiliación religiosa, el tercer grupo más grande, después del cristianismo y el islam.[97]​ De acuerdo con un estudio de 2012 por Pew Research Center, los agnósticos representaban el 3,3 % de los adultos estadounidenses.[98]​ En el U.S. Religious Landscape Survey, a cargo de Pew Research Center, el 55 % de quienes respondieron «agnósticos» expresaron «una creencia en Dios o un espíritu universal»,[99]​ mientras que un 41 % declararon sentir una tensión en «ser no religioso en una sociedad donde la mayoría de las personas son religiosas».[100]

Otros estudios han ubicado el porcentaje estimado de ateos, agnósticos y otros no creyentes en un Dios personal en tasas tan bajas como aquellas de un solo dígito en Polonia, Rumania, Chipre y otras naciones europeas,[101]​ y hasta un 60 % en Finlandia, 72 % en Noruega, 80 % en Dinamarca y un 85 % en Suecia.[102]​ De acuerdo con el Eurobarómetro de 2010, el 51 % de la Unión Europea cree en un Dios, un 26 % cree que existe una clase de espíritu o fuerza suprema, el 20 % no cree en ninguna de las anteriores y un 3 % restante no está seguro.[103]​ De acuerdo con el Australian Bureau of Statistics en 2011 el 22 % de los australianos no tiene religión, categoría que incluye a los agnósticos.[104]​ Entre el 64 y el 65 % de los japoneses[102]​ y el 81 % de los vietnamitas[105]​ son ateos, agnósticos o no creen en dios alguno.

Críticas

[editar]

El agnosticismo es criticado desde una variedad de puntos de vista. Algunos pensadores religiosos consideran que limita la capacidad de la mente para conocer la realidad al materialismo. Algunos ateos critican el uso del término agnosticismo como funcionalmente indistinguible del ateísmo, esto resulta en frecuentes críticas a aquellos que adoptan el término para evadir la «etiqueta atea».[40]​ Por ejemplo, Mario Bunge escribió «Es probable que un agnóstico sea un ateo avergonzado, temeroso de estar equivocado, de ser acusado de dogmatismo o discriminado».[106]

Algunos pensadores y filósofos rechazan la validez del agnosticismo, pues consideran que limita la capacidad humana de conocer la realidad, ser cuya inteligencia tendría además un elemento no material, espiritual. Afirman que «no poder ver o tomar ciertas cosas no significa necesariamente negar su existencia» y utilizan la gravedad, entropía, razón o el pensamiento como ejemplos.[80]

Teístas

[editar]

Los críticos teístas afirman que el agnosticismo es imposible en la práctica, debido a que solo se puede vivir como si Dios no existiera (etsi deus non daretur) o como si Dios existiera (etsi deus daretur).[107][108][109]​ Académicos religiosos como Laurence B. Brown critican un mal uso del término, afirmando que se ha convertido en uno de los conceptos peor usados en metafísica. Brown pregunta, «Afirmas que nada puede conocerse con certeza […], ¿cómo, entonces, puedes estar tan seguro?».[110][111]

De acuerdo con Joseph Ratzinger, el agnosticismo fuerte se contradice a sí mismo al afirmar el poder de la razón para conocer la verdad científicamente.[112][113]​ Culpa a la exclusión del raciocinio de la religión y la ética de patologías peligrosas como crímenes contra la humanidad y desastres ecológicos.[112][113][114]​ «El agnosticismo», dijo Ratzinger, «es siempre el fruto de un rechazo del conocimiento que es de hecho ofrecido a la humanidad. […] El conocimiento de Dios siempre ha existido».[113]​ Aseveró que el agnosticismo es una elección de comodidad, orgullo, dominio y utilidad sobre la verdad, y que se opone a las siguientes actitudes: la autocrítica más aguda, escucha humilde a la totalidad de la existencia, la paciencia persistente y autocorreción del método científico, la disposición de ser purificado por la verdad.[112]

La Iglesia católica considera que vale la pena examinar lo que llama «agnosticismo parcial», especialmente aquellos sistemas que «no apuntan a construir una completa filosofía de lo incognoscible, sino en excluir tipos especiales de verdad, especialmente religiosas, del dominio del conocimiento». Sin embargo, la Iglesia históricamente se ha opuesto al rechazo total de la capacidad de la razón humana para conocer a Dios. El Concilio Vaticano I decretó «Dios, el principio y fin de todo, puede, por la luz natural de la razón humana, conocerse con certeza a partir de las obras de creación». De acuerdo con la Catholic Encyclopedia, este no se basó en un sistema filosófico histórico, sino en las Escrituras.[115]

El filósofo cristiano Blaise Pascal argumentó que incluso cuando no hubiese ninguna evidencia valedera de la existencia de Dios, los agnósticos deberían considerar lo que se conoce como la apuesta de Pascal: el valor infinito esperado de aceptar a Dios es siempre mayor que el valor finito recibido de no hacerlo, por lo que es una «apuesta» más segura elegir creer.[116]

Peter Kreeft y Ronald Tacelli citaron veinte argumentos para la existencia de Dios,[117]​ y afirmaron que cualquier «demanda» de evidencia en un laboratorio es pedirle a Dios, el ser supremo, que se convierta en un sirviente del hombre.[118]

Ateas

[editar]
Richard Dawkins, biólogo británico y una de las figuras ateas más prominentes del debate público contemporáneo.

Richard Dawkins mientras que elogia el «agnosticismo temporal en la práctica» (ATP) en materias que tienen una respuesta pero se carece de evidencias para dar una respuesta definitiva, crítica al «agnosticismo permanente por principio» (APP, agnosticismo fuerte) en asuntos de religión pues «la existencia o inexistencia de Dios es un hecho científico sobre el Universo, descubrible por principio si no por la práctica». En su libro El espejismo de Dios cuestiona al agnosticismo con bases científicas y filosóficas por mantener una posición neutral con respecto a la existencia o no existencia de deidades.[119]

Crítica además el salto lógico de afirmar la irrefutabilidad de algo a sostener que la verdad y falsedad de su existencia son por tanto equiprobables; al igual que para la tetera de Russell o el Monstruo de Espagueti Volador, puede evaluarse la probabilidad de la verdad de la hipótesis de Dios. Ya que en la práctica todos nos movemos del tetera-agnosticismo al tetera-ateísmo, propone un espectro de probabilidad teísta para distinguir ambas posturas: qué tan cerca del cero se está dispuesto a estimar la probabilidad de la existencia de Dios. Argumenta que la evidencia y el razonamiento están lejos de situarnos en el punto medio de 50 %, por lo que se declara «agnóstico en la misma medida en que lo soy respecto de las hadas en el fondo del jardín».[119]

Ignosticismo

[editar]

Un concepto relacionado es el ignosticismo, la postura que una definición coherente de una deidad debe proponerse antes de que pueda discutirse con sentido la pregunta sobre su existencia. Si la definición elegida no es coherente, el ignóstico defenderá la perspectiva del no cognitivismo teológico de que tal frase no posee significado o es imposible de probar.[120]Alfred J. Ayer, Theodore Drange y otros filósofos consideran al ateísmo y al agnosticismo incompatibles con el ignosticismo, aduciendo que los primeros aceptan que «una deidad existe» es una proposición con significado que puede argumentarse a favor o en contra.[121][122]

Véase también

[editar]

Referencias

[editar]
  1. Hepburn, Ronald W. (2005). «Agnosticism». En Donald M. Borchert, ed. The Encyclopedia of Philosophy 1 (2da edición). MacMillan Reference USA (Gale). p. 92. ISBN 0-02-865780-2. «In the most general use of the term, agnosticism is the view that we do not know whether there is a God or not.» (page 56 in 1967 edition)
  2. a b c Rowe, William L. (1998). «Agnosticism». En Edward Craig, ed. Routledge Encyclopedia of Philosophy. Taylor & Francis. ISBN 978-0-415-07310-3. «In the popular sense, an agnostic is someone who neither believes nor disbelieves in God, whereas an atheist disbelieves in God. In the strict sense, however, agnosticism is the view that human reason is incapable of providing sufficient rational grounds to justify either the belief that God exists or the belief that God does not exist. In so far as one holds that our beliefs are rational only if they are sufficiently supported by human reason, the person who accepts the philosophical position of agnosticism will hold that neither the belief that God exists nor the belief that God does not exist is rational.» 
  3. agnostic, agnosticism. Oxford University Press. 13 de septiembre de 2012. «agnostic. A. n. 1. A person who believes that nothing is known or can be known of immaterial things, especially of the existence or nature of God. 2. In extended use: a person who is not persuaded by or committed to a particular point of view; a sceptic. Also: person of indeterminate ideology or conviction; an equivocator. B. adj. 1. Of or relating to the belief that the existence of anything beyond and behind material phenomena is unknown and (as far as can be judged) unknowable. Also: holding this belief. 2. a. In extended use: not committed to or persuaded by a particular point of view; sceptical. Also: politically or ideologically unaligned; non-partisan, equivocal. agnosticism, n. The doctrine or tenets of agnostics with regard to the existence of anything beyond and behind material phenomena or to knowledge of a First Cause or God.» 
  4. «Samaññaphala Sutta: The Fruits of the Contemplative Life». a part of the Digha Nikaya translated in 1997 by Thanissaro Bhikkhu. Archivado desde el original el 9 de febrero de 2014. «If you ask me if there exists another world (after death), ... I don't think so. I don't think in that way. I don't think otherwise. I don't think not. I don't think not not.» 
  5. Bhaskar (1972).
  6. Lloyd Ridgeon (13 de marzo de 2003). Major World Religions: From Their Origins To The Present. Taylor & Francis. pp. 63-. ISBN 978-0-203-42313-4. 
  7. a b The Internet Encyclopedia of Philosophy – Protagoras (c. 490 – c. 420 BCE). Archivado desde el original el 2 de febrero de 2014. Consultado el 22 de julio de 2013. «While the pious might wish to look to the gods to provide absolute moral guidance in the relativistic universe of the Sophistic Enlightenment, that certainty also was cast into doubt by philosophic and sophistic thinkers, who pointed out the absurdity and immorality of the conventional epic accounts of the gods. Protagoras' prose treatise about the gods began 'Concerning the gods, I have no means of knowing whether they exist or not or of what sort they may be. Many things prevent knowledge including the obscurity of the subject and the brevity of human life.'». 
  8. Patri, Umesh and Prativa Devi (13 de febrero de 1990). «Progress of Atheism in India: A Historical Perspective». Atheist Centre 1940–1990 Golden Jubilee. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 29 de junio de 2014. 
  9. Trevor Treharne (2012). How to Prove God Does Not Exist: The Complete Guide to Validating Atheism. Universal-Publishers. pp. 34-. ISBN 978-1-61233-118-8. 
  10. Helmut Schwab (10 de diciembre de 2012). Essential Writings: A Journey Through Time: A Modern "De Rerum Natura". iUniverse. pp. 77-. ISBN 978-1-4759-6026-6. 
  11. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  12. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  13. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  14. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  15. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  16. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  17. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  18. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  19. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  20. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  21. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  22. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  23. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  24. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  25. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  26. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  27. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  28. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  29. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  30. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  31. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  32. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  33. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  34. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  35. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  36. IPSOS, (2023). Global Religion 2023, (en inglés).
  37. Huxley, Thomas Henry (abril de 1889). «Agnosticism». The Popular Science Monthly (New York: D. Appleton & Company) 34 (46): 768.  Wikisource has the full text of the article here.
  38. a b c Smith, George H (1979). Atheism: The Case Against God. pp. 10-11. ISBN 978-0-87975-124-1. «Properly considered, agnosticism is not a third alternative to theism and atheism because it is concerned with a different aspect of religious belief. Theism and atheism refer to the presence or absence of belief in a god; agnosticism refers to the impossibility of knowledge with regard to a god or supernatural being. The term agnostic does not, in itself, indicate whether or not one believes in a god. Agnosticism can be either theistic or atheistic.» 
  39. Dixon, Thomas (2008). Science and Religion: A Very Short Introduction. Oxford: Oxford University Press. p. 63. ISBN 978-0-19-929551-7. 
  40. a b Antony, Flew. Agnosticism. 
  41. «ag·nos·tic». The American Heritage Dictionary of the English Language. Houghton Mifflin Harcourt. 2011. Consultado el 15 de noviembre de 2013. 
  42. Aphorisms and Reflections (reimprimir edición). Kessinger Publishing. 2004. pp. 41-42. ISBN 978-1-4191-0730-6. 
  43. Oxford English Dictionary, Additions Series, 1993
  44. Sophie Woodrooffe and Dan Levy (9 de septiembre de 2012). «What Does Platform Agnostic Mean?». Sparksheet. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 15 de noviembre de 2013. 
  45. Yevgeniy Sverdlik (31 de julio de 2013). «EMC AND NETAPP – A SOFTWARE-DEFINED STORAGE BATTLE: Interoperability no longer matter of choice for big storage vendors». Datacenter Dynamics. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 15 de noviembre de 2013. 
  46. Hume, David, "An Enquiry Concerning Human Understanding" (1748)
  47. Harrison, Alexander James (1894). The Ascent of Faith: or, the Grounds of Certainty in Science and Religion. London: Hodder and Stroughton. p. 21. OCLC 7234849. «Let Agnostic Theism stand for that kind of Agnosticism which admits a Divine existence; Agnostic Atheism for that kind of Agnosticism which thinks it does not.» 
  48. Barker, Dan (2008). Godless: How an Evangelical Preacher Became One of America's Leading Atheists. New York: Ulysses Press. p. 96. ISBN 978-1-56975-677-5. «People are invariably surprised to hear me say I am both an atheist and an agnostic, as if this somehow weakens my certainty. I usually reply with a question like, "Well, are you a Republican or an American?" The two words serve different concepts and are not mutually exclusive. Agnosticism addresses knowledge; atheism addresses belief. The agnostic says, "I don't have a knowledge that God exists." The atheist says, "I don't have a belief that God exists." You can say both things at the same time. Some agnostics are atheistic and some are theistic.» 
  49. John Tyrrell (1996). «Commentary on the Articles of Faith». Archivado desde el original el 7 de agosto de 2007. «To believe in the existence of a god is an act of faith. To believe in the nonexistence of a god is likewise an act of faith. There is no verifiable evidence that there is a Supreme Being nor is there verifiable evidence there is not a Supreme Being. Faith is not knowledge. We can only state with assurance that we do not know.» 
  50. B.A. Loftus. «Ontario Consultants on Religious Tolerance: Apatheism: "Does God exist? I don't know & I don't really care"». Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 1 de octubre de 2010. 
  51. a b Graham Oppy (4 de septiembre de 2006). Arguing about Gods. Cambridge University Press. pp. 15-. ISBN 978-1-139-45889-4. 
  52. a b Michael H. Barnes (2003). In The Presence of Mystery: An Introduction To The Story Of Human Religiousness. Twenty-Third Publications. pp. 3-. ISBN 978-1-58595-259-5. 
  53. a b Robin Le Poidevin (28 de octubre de 2010). Agnosticism: A Very Short Introduction. Oxford University Press. pp. 32-. ISBN 978-0-19-161454-5. 
  54. Kenneth, Kramer (1986). World scriptures: an introduction to comparative religions. p. 34. ISBN 978-0-8091-2781-8. 
  55. Subodh Varma (6 de mayo de 2011). «The gods came afterwards». The Times of India. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 9 de junio de 2011. 
  56. Kenneth Kramer (enero de 1986). World Scriptures: An Introduction to Comparative Religions. Paulist Press. pp. 34-. ISBN 978-0-8091-2781-8. 
  57. David Christian (1 de septiembre de 2011). Maps of Time: An Introduction to Big History. University of California Press. pp. 18-. ISBN 978-0-520-95067-2. 
  58. Upinder Singh (2008). A History of Ancient and Early Medieval India: From the Stone Age to the 12th Century. Pearson Education India. pp. 206-. ISBN 978-81-317-1120-0. 
  59. «Sextus Empiricus's Outlines of Pyrrhonism». Archivado desde el original el 9 de febrero de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  60. Gareth Southwell. «Scepticism — History of Scepticism». Philosophyonline.co.uk. Archivado desde el original el 26 de agosto de 2010. Consultado el 14 de agosto de 2010. 
  61. Pyrrho [Internet Encyclopedia of Philosophy]. Iep.utm.edu. 20 de junio de 2012. Archivado desde el original el 9 de febrero de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  62. «Philosophical Connections: Carneades». Philosophos.com. Archivado desde el original el 9 de febrero de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  63. «Aristotle on the existence of God». Logicmuseum.com. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  64. «Internet History Sourcebooks Project». Fordham.edu. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  65. Williams, Thomas (2013). «Saint Anselm». Stanford Encyclopedia of Philosophy (Primavera 2013 edición). Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 29 de junio de 2014. 
  66. «Internet History Sourcebooks Project». Fordham.edu. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  67. Joseph Owens (1980). Saint Thomas Aquinas on the Existence of God: The Collected Papers of Joseph Owens. SUNY Press. ISBN 978-0-87395-401-3. 
  68. «Descartes' Proof for the Existence of God». Oregonstate.edu. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  69. Rowe, William L. (1998). «Agnosticism». En Edward Craig, ed. Routledge Encyclopedia of Philosophy. Taylor & Francis. ISBN 978-0-415-07310-3. Archivado desde el original el 22 de julio de 2011. Consultado el 17 de abril de 2012. 
  70. Kierkegaard, Søren. Migajas Filosóficas. Cap. 3. Traducción del danés por Rafael Larrañeta. ISBN 84-8164-146-4
  71. Thomas Henry Huxley (1997). The Major Prose of Thomas Henry Huxley. University of Georgia Press. pp. 357-. ISBN 978-0-8203-1864-6. 
  72. Leonard Huxley (7 de febrero de 2012). Thomas Henry Huxley A Character Sketch. tredition. pp. 41-. ISBN 978-3-8472-0297-4. 
  73. Leonard Huxley; Thomas Henry Huxley (22 de diciembre de 2011). Life and Letters of Thomas Henry Huxley. Cambridge University Press. pp. 347-. ISBN 978-1-108-04045-7. 
  74. Huxley, Thomas. Collected Essays, Vol. V: Science and Christian Tradition. Macmillan and Co 1893. pp. 237-239. ISBN 1-85506-922-9. 
  75. William Stewart Ross; Joseph Taylor (1889). Why I Am an Agnostic: Being a Manual of Agnosticism. W. Stewart & Company. 
  76. Brandt, Eric T., and Timothy Larsen (2011). «The Old Atheism Revisited: Robert G. Ingersoll and the Bible». Journal of the Historical Society 11 (2): 211-238. doi:10.1111/j.1540-5923.2011.00330.x. 
  77. a b «Why I Am Agnostic». Infidels.org. Consultado el 2 de febrero de 2014. 
  78. «Why I Am Not A Christian, by Bertrand Russell». Users.drew.edu. 6 de marzo de 1927. Archivado desde el original el 9 de febrero de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  79. Bertrand Russell (1992). Why I Am Not a Christian: And Other Essays on Religion and Related Subjects. Routledge. ISBN 978-0-415-07918-1. 
  80. a b c d Donald E. Smith (febrero de 2012). The Hopeful Agnostic: What I Believe – I Guess. AuthorHouse. pp. 15-. ISBN 978-1-4685-4459-6. 
  81. Russell, Bertrand. Collected Papers, Vol 10. p. 255. 
  82. Collected Papers, Vol. 10, p.258
  83. Ken Ewell (27 de agosto de 2006). Traveling with Philosophes. iUniverse. pp. 348-. ISBN 978-0-595-85361-8. 
  84. Bertrand Russell (1997). Last Philosophical Testament: 1943–68. Psychology Press. pp. 91-. ISBN 978-0-415-09409-2. 
  85. Bertrand Russell (2 de marzo de 2009). The Basic Writings of Bertrand Russell. Routledge. pp. 557-. ISBN 978-1-134-02867-2. 
  86. Victor Robert Farrell. Wake Up! – Dynamite for the Daytime. Lulu.com. pp. 367-. ISBN 978-0-9538864-2-5. 
  87. «'What Is an agnostic?' by Bertrand Russell». Scepsis.net. Archivado desde el original el 2 de febrero de 2014. Consultado el 2 de febrero de 2014. 
  88. a b Leslie D. Weatherhead (septiembre de 1990). The Christian Agnostic. Abingdon Press. ISBN 978-0-687-06980-4. 
  89. a b Letter 12041– Darwin, C. R. to Fordyce, John, 7 de mayo de 1879 . el 29 de junio de 2014.
  90. Darwin's Complex loss of FaithThe Guardian 17 de septiembre de 2009. el 29 de junio de 2014
  91. «Darwin Correspondence Project – Belief: historical essay». Archivado desde el original el 25 de febrero de 2009. Consultado el 25 de noviembre de 2008. 
  92. «Major Religions Ranked by Size». Adherents.com. Archivado desde el original el 11 de agosto de 2010. Consultado el 14 de agosto de 2010. 
  93. «Religiosity and Atheism Index». Zurich: WIN/GIA. 27 de julio de 2012. Archivado desde el original el 21 de octubre de 2013. Consultado el 1 de octubre de 2013. 
  94. Religion: Year in Review 2010: Worldwide Adherents of All Religions. Encyclopædia Britannica Inc. 
  95. «Religious Views and Beliefs Vary Greatly by Country, According to the Latest Financial Times/Harris Poll». Financial Times/Harris Interactive. 20 de diciembre de 2006. Archivado desde el original el 23 de julio de 2013. Consultado el 9 de abril de 2011. 
  96. «Social values, Science and Technology» (PDF). Archivado desde el original el 30 de abril de 2011<. Consultado el 9 de abril de 2011. 
  97. Goodstein, Laurie (18 de diciembre de 2012). «Study Finds One in 6 Follows No Religion». The New York Times. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. 
  98. Cary Funk, Greg Smith. «"Nones" on the Rise: One-in-Five Adults Have No Religious Affiliation». Pew Research Center. pp. 9, 42. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 21 de noviembre de 2013. 
  99. «Summary of Key Findings». Pew Research Center. 2011. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 28 de diciembre de 2011. «Nearly all adults (92%) say they believe in God or a universal spirit, including seven-in-ten of the unaffiliated. Indeed, one-in-five people who identify themselves as atheist (21%) and a majority of those who identify themselves as agnostic (55%) express a belief in God or a universal spirit.» 
  100. «Summary of Key Findings». Pew Research Center. 2011. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 28 de diciembre de 2011. «Interestingly, a substantial number of adults who are not affiliated with a religion also sense that there is a conflict between religion and modern society – except for them the conflict involves being non-religious in a society where most people are religious. For instance, more than four-inten atheists and agnostics (44% and 41%, respectively) believe that such a tension exists.» 
  101. Zuckerman, Phil. «Atheism: Contemporary Numbers and Patterns».  in Martin, 2006, p. 51
  102. a b Zuckerman, Phil (2007). Martin, Michael T, ed. The Cambridge Companion to Atheism. Cambridge, England: Cambridge University Press. p. 56. ISBN 978-0-521-60367-6. Consultado el 9 de abril de 2011. 
  103. Social values, Science and Technology (PDF). Directorate General Research, European Union. 2010. p. 207. Archivado desde el original el 30 de abril de 2011. Consultado el 9 de abril de 2011. 
  104. «Cultural Diversity In Australia». Australian Bureau of Statistics. 2012. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 21 de junio de 2012. 
  105. «Average intelligence predicts atheism rates across 137 nations». 3 de enero de 2008. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 21 de octubre de 2012. 
  106. Bunge, Mario (2001). Diccionario de filosofía. Siglo XXI. p. 6. ISBN 9789682322761. 
  107. Sandro Magister (2007). «Habermas writes to Ratzinger and Ruini responds». Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 25 de mayo de 2008. 
  108. «Why can't I live my life as an agnostic?». 2007. Archivado desde el original el 16 de mayo de 2008. Consultado el 25 de mayo de 2008. 
  109. Ratzinger, Joseph (2006). Christianity and the Crisis of Cultures. Ignatius Press. ISBN 978-1-58617-142-1. 
  110. Laurence B. Brown (2007). «Religion of Islam: Agnosticism». Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 25 de mayo de 2008. 
  111. Laurence B. Brown (febrero de 2008). MisGod'ed: A Roadmap of Guidance and Misguidance in the Abrahamic Religions. CreateSpace Independent Publishing Platform. ISBN 978-1-4196-8148-6. 
  112. a b c Ratzinger, Joseph (2005). The Yes of Jesus Christ: Spiritual Exercises in Faith, Hope, and Love. Cross Roads Publishing. 
  113. a b c Ratzinger, Joseph (2004). Truth and Tolerance: Christian Belief And World Religions. Ignatius Press. 
  114. Benedict XVI (12 de septiembre de 2006). «Papal Address at University of Regensburg». zenit.org. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. Consultado el 29 de junio de 2014. 
  115. Agnosticism. Catholic Encyclopedia. Archivado desde el original el 29 de junio de 2014. 
  116. «Argument from Pascal's Wager». 2007. Archivado desde el original el 5 de junio de 2008. Consultado el 25 de mayo de 2008. 
  117. Twenty Arguments for the Existence of God, from the Handbook of Christian Apologetics by Peter Kreeft and Fr. Ronald Tacelli, SJ, Intervarsity Press, 1994. el 29 de junio de 2014.
  118. Ratzinger, Joseph (2007). Jesus of Nazareth. Random House. 
  119. a b Dawkins, Richard (2006). «La pobreza del agnosticismo». En Bantam Books, ed. El espejismo de Dios. ISBN 0618680004. 
  120. «The Argument From Non-Cognitivism». Archivado desde el original el 2 de febrero de 2014. Consultado el 1 de octubre de 2010. 
  121. Ayer, Language, 115: "There can be no way of proving that the existence of a God … is even probable. … For if the existence of such a god were probable, then the proposition that he existed would be an empirical hypothesis. And in that case it would be possible to deduce from it, and other empirical hypotheses, certain experimental propositions which were not deducible from those other hypotheses alone. But in fact this is not possible."
  122. Drange, Atheism

Bibliografía

[editar]

Enlaces externos

[editar]
En inglés